~~*¤*~~But nightmares always block the view~~*¤*~~
No pensó de nuevo en aquella persona. Itachi había recaído y ahora tenía que guardar reposo, Sasuke tuvo que ocupar su lugar y hacerse cargo de todas las tareas de la casa incluyendo a Ryo, quien no ayudaba mucho, nunca le hacía caso a Sasuke y llegaba muy tarde a casa, ya en más de una ocasión, había tenido que salir a buscarlo y llevarlo de regreso a casa ahogado de borracho, obviamente le escondió esta información a su hermano, no estaba para preocuparse por nada.
—Más vale que hoy regreses temprano —amenazó Sasuke a Ryo, mientras recogía los platos del desayuno.
—¿Para probar tú insípida comida?— se burló de su tío, aunque nunca lo había visto como tal, era muy difícil, sobre todo cuando tu tío se ve más joven que tú y se la pasaba encerrado en su cuarto.
—No quiero que Itachi tenga más preocupaciones por tu culpa. Sabes que su estado de salud no es el mejor— le dijo molesto y amenazándolo con la mirada. Sabía que su sobrino quería a Itachi, pero parecía que como muchas personas, incluyendo él, prefería huir de los problemas que enfrentarlos.
—¡Tú eres el que causa problemas. El otro día lo vi salir a buscarte a media noche!
Se quedó callado por un momento, Ryo se refería a la vez en que Itachi había ido a buscarlo a un bar, se dio cuenta de que no tenía fundamentos para exigirle a Ryo que se comportara si ni él podía hacerlo.
—Pero a diferencia de ti el alcohol no me hace daño—sabía que era estúpida su excusa, pero era lo mejor que se le podía ocurrir en ese momento.
—¿Sólo porque eres inmortal?—se burló— ¡mi padre es quien debería de haber vivido más tiempo y con mejor salud y no tú!, ¡que sólo le has causado problemas desde siempre!
—Deja de hablar cosas que no tiene sentido ahora. Si te preocupa tu padre, al menos llega a tiempo a casa y ayúdalo o pasa tiempo con él – no tenía ganas de pelear con su sobrino, porque sabía que de seguirle la corriente, la pelea no acabaría nunca e Itachi era el único que podía darlas por terminado. Decidió tomar las llaves del auto y subir en este, esperando que su sobrino lo siguiera así lo odiara tanto.
*~**~*
Su padre la había llevado a hacer unas compras. No es que Gaara fuera alguien muy preocupado por esas cosas, pero cuando decidía que era el día indicado compraba todo lo que le hacía falta.
Sentía que sus pies la estaban matando, su padre sólo iba de un lado a otro, estaba bien que el fuera vampiro y no le llegara el cansancio de manera tan rápida; era cierto que ella era un tanto vampiro, pero eso no quitaba el hecho de que necesitara descansar un poco en esos momentos.
—¿Puede sentarme en esa banca y esperar?—le preguntó a su padre, quien le dirigió una media sonrisa y asintió.
—De acuerdo, pero no te acuestes en ella.
Sayuri asintió, pero después de que su padre se metiera en una tienda hizo lo contrario a lo que le había dicho. Sabía que era de mala educación hacerlo, pero desde hace dos horas, sentía que necesitaba dormir aunque fueran tan sólo cinco minutos.
Cerró sus ojos y decidió perderse, en todo caso, si se quedaba dormida su padre iría a despertarla y después la regañaría, nada que no pudiera manejar, aunque debía de aceptar que su padre llegaba a darle miedo. Se perdió en sus pensamientos, escuchaba las voces de la gente cuando pasaban cerca de ella, pero cada vez parecían más lejanos, hasta que dejaron de escucharse.
—Oye.
Alguien picaba su hombro una y otra vez, volteó a ver a todos lados, pero no veía a nadie, estaba sola en su habitación. Comenzó a tener miedo, tal vez se trataba de un fantasma. De nuevo escuchó que la llamaban y entonces lo recordó, estaba dormida en pleno centro comercial, esperaba que se tratara de su padre y no un policía. Abrió los ojos y dio un brinco asustada, su mirada se topó con la de un joven de ojos azules.
—¿Es tuyo?—le preguntó mostrándole un moño negro, que se suponía debía de estar en la parte trasera de su cabeza.
Se enderezó rápidamente y lo tomó un tanto apenada. El chico le sonreía amablemente, aunque por como la veía parecía que se estaba riendo de ella por dentro.
—No deberías quedarte dormida en un sitio como este, puede ser peligroso—le dijo el chico amablemente y dirigiéndole una sonrisa.
Lo observaba detenidamente mientras le decía aquellas palabras, ese chico se le hacía conocido, incluso su aroma. Entonces lo recordó, era el mismo chico que estaba con aquella mujer cuando Sasuke había enloquecido, salvó que en esa ocasión no lo había visto del todo, ahora que lo veía mejor su rostro le era familiar de algún lado, estaba segura.
—¡Takeshi!—se escuchó una voz a lo lejos decir aquel nombre. El chico que estaba con Sayuri volteó inmediatamente al oír ese nombre.
—Debo de irme, mi esposa me busca—dijo de nuevo mostrando una sonrisa y se fue, dejando a Sayuri pensativa.
Decidió que lo mejor era que buscará a su padre, no tenía idea de cuando tiempo se había dormido, pero no debía de haber sido mucho, de lo contrario Gaara ya la hubiera encontrado, al menos, gracias a ese chico se había salvado de una regañiza.
A pesar de que Gaara ya cargaba más de diez bolsas en ambas manos, parecía que le faltaba recorrer cinco tiendas, por lo que al final el descanso de Sayuri había servido para poco. Mientras seguía su padre, no dejaba de pensar en el rostro de ese chico, estaba segura de haberlo visto en algún lugar, tal vez algún día en la calle, como cualquier otro, pero algo le decía que no debía de ser eso, no. La sensación que había sentido al verlo, había sido como si hubiera encontrado a alguien que era como su hermano o su primo.
Cuando llegó a casa se recostó en su cama y siguió pensando por unos minutos, de pronto se paró y le echó una ojeada a su cuarto, como si de esa manera pudiera encontrar una pista. Se detuvo en una foto de su madre, lo tomó y sintió ganas de llorar, continuó observando el cuadro con detenimiento y fue cuando todo vino a su mente.
Se bajó de la cama y sacó una caja, la abrió con emoción, era muy probable que ya hubiera encontrado la respuesta que tanto buscaba. La caja contenía fotos de su madre y su familia de ella, Sayuri comenzó a buscar en cada una de ellas con un tanto de ansiedad. Vació casi media caja, hasta que dio con lo que buscaba, ahí estaba su madre junto a un niño rubio, no debían de pasar de los tres años, miró con detenimiento la foto y supo que estaba cerca de lo que buscaba, siguió sacando fotos, hasta que encontró una de sus abuelos con el que se suponía era su tío, un chico rubio de ojos azules que esbozaba una gran sonrisa, debía de tener unos quince o dieciséis años en esa foto, no tuvo que mirar la fotografía por mucho tiempo, para saber que estaba en lo correcto, si a su tío le pintaba el cabello de negro, era idéntico al chico que había visto en el centro comercial, salvo que se veía más adulto que el chico de la foto, pero sólo unos cuantos años más.
*~**~*
Últimamente su padre había tenido mucho trabajo, así que como lo había imaginado tuvo que quedarse unos días con Sasuke.
Siempre había tratado de entender a Sasuke, a veces pensaba que la odiaba y le molestaba tenerla cerca, pero luego, acciones como la de ese día, la confundían. El tío Itachi estaba muy enfermo y a pesar de que el cuerpo de Sasuke no mostraba cansancio alguno, podía verse en su mirada lo contrario, además de que se notaba su preocupación. Cuando Gaara le pidió que cuidara a Sayuri por unos días, esta pensó que se negaría, sobre todo porque el tío Itachi era el que siempre se comprometía con eso, nunca Sasuke. Pero pasó lo contrario, claro que no tenía muchas esperanzas de que el viera mucho por ella, sobre todo por lo sucedido, no obstante le sorprendían algunos detalles de este, procuraba prepararle la comida que más le gustaba; no sabía muy bien, Sasuke no era un gran cocinero, pero había visto como se esforzaba por preparársela, incluso como tiraba la comida e intentaba hacerla de nuevo. No hablaba mucho con ella, por más que había intentado en todos estos años acercarse a él, había resultado imposible, aún así, él se molestaba todos los días preguntándole si le hacía falta algo, esto la hizo pensar que tal vez era su manera de preguntar "¿Cómo estás? ".
El tío Itachi no mejoraba, esto ponía cada día más tenso a Sasuke, sin mencionar sus peleas con Ryo. Sayuri se moría de ganas por preguntarle sobre el hermano de su madre, seguramente había notado el parecido de aquel chico y su tío y por ello había tenido aquella reacción.
Un día estaba completamente decidida, vio que Sasuke estaba en su cuarto leyendo un libro, así que tomó la foto de sus abuelos y Naruto y fue con él, pero antes de entrar se detuvo, se dio cuenta de que no sabía cómo abordarlo o preguntarle, decidió regresar a su cuarto, pero se arrepintió y volvió, repitió esto unas seis veces hasta que por fin entró al cuarto.
—¿Sasuke?—preguntó un poco apenada. En teoría era su tío o al menos eso le habían dicho, pero dejó de llamarlo de ese modo al notar que eso le molestaba.
Cerró su libro y volteó a verla — ¿necesitas algo?
—Yo…Tú fuiste buen amigo del hermano de mi madre ¿no?— sabía que la pregunta era tonta, obviamente habían sido muy buenos amigos, incluso Sasuke decía el nombre de Naruto entre sueños. Nuca les había preguntado a su padre o tío, cuál era la relación de ambos, pero siempre creyó que tal vez Sasuke lo consideraba como un hermano.
—Se puede decir que si—respondió de la manera más tranquila que pudo.
Sayuri caminó hacia él y le tendía una fotografía, la tomó, al verla, sintió una opresión en su pecho.
—Encontré esta foto de él—dijo notando como los ojos de Sasuke se humedecían un poco y tragaba saliva para evitar el llanto. Tal vez había hecho mal, esa foto lo estaba afectando de verdad – ¿recuerdas al chico que vimos el otro día? Se parece mucho a él, ¿no lo crees?
—No—habló firmemente y le devolvió la fotografía Sayuri, como si realmente esta no hubiera causado un efecto en él.
—Yo creo que sí, salvó por el cabello negro. ¿Por eso fue que fuiste detrás de él?, algo tuvo que recordártelo.
Muchas veces había pensado que la razón de que Sasuke fuera tan serio, se debía había sufrido mucho en el pasado y estaba segura que Naruto había tenido mucho que ver con eso. Por ahora sólo estaba buscando una forma de acercarse a él o ayudarlo, el tío Itachi siempre le decía que le tuviera paciencia y le diera una oportunidad.
—¿Habría una posibilidad de que fuera Naruto?—le preguntó esperanzada, tal vez hasta Sasuke lo había pensado, pero creía que eso se tratara de una locura y decidido no decírselo a nadie.
—No es Naruto y aunque lo fuera no me interesa—su voz denotaba un poco de enojo, pero trataba de tranquilizarse, sabía lo que estaba haciendo Sayuri, intentaba animarlo.
—Pero lo seguiste, debía de interesarte.
—Tenía hambre—respondió malhumorado— su aroma era muy apetecible— sabía que con eso podía asustar a Sayuri, pero no quería seguir hablando de lo mismo. Se había mentalizado con que ese chico no era Naruto y que tal vez todo había sido una ilusión y ahora llegaba Sayuri y le decía lo contrario, era como si le estuvieran generando esperanzas, que no quería en ese momento ni nunca más.
—Sí hubieras tenido hambre lo habrías atacado y no lo hiciste, querías atacar a la chicha que era vampiro y no parecía que tuvieras ganas de beber su sangre.
—Sayuri, no tengo ganas de hablar de eso, ya te dije, no me interesa nada acerca de Naruto.
—¿Cómo no podría interesarte, dices su nombre todas las noches?, tal vez el no murió, era un vampiro después de todo.
—El murió, punto—estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para controlarse.
—Pero…
—No puede ser posible, olvida el asunto y no se lo menciones a tu padre—la amenazó.
—Al menos deberías considerar la posibilidad…
—¡Cierra la boca!—no pudo controlarse más y le soltó una cachetada, ya no quería seguir oyendo nada más, por ahora tenía que enfocarse en cuidar de Itachi y no estar pensando en tonterías; como el que la persona que más había querido en si vida, estaba viva, lo cual era imposible — ¡él está muerto, yo lo maté!
Sayuri lo miraba lo terror, el golpe que le había dado Sasuke había sido muy fuerte, incluso para ella. Tenía miedo, no tanto por la expresión de Sasuke, sino por las palabras que había dicho, ¿cómo qué él había matado a su tío?, acaso su padre le había mentido y Naruto había sido el responsable de dañar a Sasuke, tal vez por eso este lo había asesinado.
—Sayuri—dijo más calmado. Se había dado cuenta de lo que había hecho. Todo lo que había evitado hacer estos años, lo había hecho en una noche –yo…—le tembló la voz. Intentó ayudarla a ponerse de pie, pero la niña huyó y se encerró en su cuarto.
Se odiaba a sí mismo, era cierto que en todos estos años se había aprendido a controlar muy bien, pero el tema de Naruto aún lo volvía loco. Sabía perfectamente porque había hecho todo eso Sayuri, sólo intentaba acercarse a él, llevaba años intentándolo, pero tal vez con lo que acaba de ocurrir ella entendería que eso no era posible, él era peligroso.
—¿Qué le hiciste a Sayuri?—le reclamó una voz a sus espaldas, al cabo de unos minutos.
Puso los ojos en blanco y volteó – no pasó nada— le respondió a Ryo.
—¿No pasó nada?, ella está en su habitación llorando y vi que salió de esta habitación antes de encerrar en la suya.
—¿Y si le hice algo, qué vas a ser?, ¿me golpearás?—se burló de su sobrino. Tomó su chamarra y lo hizo a un lado, necesitaba respirar un poco y sabía que lo mejor que podía hacer para calmarse, era beber un poco de la sangre de Mei.
*~**~*
Las cosas no mejoraban, dos días después de que se hubiera peleado con Sayuri. Itachi tuvo un paro cardiaco. Sasuke lo había llevado al hospital cargándolo entre sus brazos, era la manera más rápida de llegar.
Itachi había comenzado a sentir un dolor en el brazo izquierdo y Sasuke había acudido inmediatamente. Ahora tanto él como Ryo esperaban a que les dieran noticias sobre su estado, pero a ninguno de los dos les gustaba que los doctores se estuvieran tardando tanto.
Por fin, después de tanto tiempo uno de los doctores llamó a Sasuke, Ryo quiso acompañarlo, pero Sasuke lo miró de manera amenazadora y logró que se quedara dónde estaba.
—Usted es el hijo mayor del señor Uchiha, ¿cierto?
Sasuke asintió. Itachi había hecho todos los trámites necesarios para Sasuke apareciera registrado como su hijo biológico, al principio este no había estado del todo de acuerdo, pero una vez que vio, que debido a la diferencia de edades ya nadie creería que eran hermano, tuvo que aceptar.
—¿Cómo está mi her… padre?
—El señor Uchiha no resistió la operación que tuvimos que hacerle de emergencia – en cuanto escuchó esas palabras, el mundo de Sasuke se quedó en total silencio— él sabía que su corazón era débil y que no soportaría un paro cardiaco, hicimos lo que pudimos.
Sasuke volvió asentir, sin querer asimilar las palabras que había oído. En cuanto el doctor se alejó, Ryo apareció a sus espaldas.
—¿Cómo está mi padre? –le preguntó con un tono, que fue extraño para Sasuke, generalmente siempre le estaba reclamando cosas.
Volteó a ver a su sobrino, pero en cuento abrió los labios para decirlo lo que le había dicho el médico, ninguna palabra salió de estos. Los ojos de Ryo se anegaron de lágrimas, Ryo bajó la cabeza para que nadie se diera cuenta de su estado y pasó algo que nunca hubiera esperado, Sasuke lo abrazó con fuerza. Supo que él también estaba llorando, aunque se esforzaba por esconderlo más que él. Se odio en ese momento por siempre haber pensado lo peor de Sasuke, parecía ser que después de todo, Sasuke no era el maldito que había creído.
El funeral de Itachi se llevó al siguiente día, Ryo pudo ver como de nuevo que el semblante de Sasuke era el mismo de siempre, frívolo y como si no le importará lo que estaba sucediendo, pero estaba seguro que actuaba. Después de que habían llegado del hospital, había escuchado como aventaba y destruía las cosas de su cuarto.
Vio cuando Sasuke se acercó a un pelirrojo y este lo abrazó, no tenía idea de quién podía ser, pero seguro era un vampiro. Era joven y dudada que se tratara de un amigo de Sasuke, ni siquiera tenía. Consideró la posibilidad de que tal vez fuera amigo de su padre o al menos alguien muy cercano. Comenzó a acercarse a ambos, pero cuando ya estaba a unos pasos, el pelirrojo se despidió y desapareció de manera muy rápida, corroborando la idea de Ryo, de que realmente se trataba de un vampiro.
—¿Podrás volver a la casa y no hacer alguna tontería?—le preguntó Sasuke, en cuanto se percató de la presencia de su sobrino.
—¿Qué piensas llegar tarde?— hizo una pausa – no te vayas a meter en problemas yo no pienso ir a rescatarte si acabas en la cárcel.
Sasuke sonrió. Tenía que ocurrir algo como aquello, para que al menos el y Ryo pudieran llevarse como dos personas civilizadas.
—Descuida, sólo visitaré a alguien, hace tiempo que no lo hago.
—¿Un amigo?
—Nos vemos en la noche Ryo—ignoró la pregunta de su sobrino y se adentró en el cementerio.
*~**~*
Estaba parado frente a la tumba de Naruto, hace tiempo que no iba y se sentía mal por ello, pero lo había hecho con el afán de poder olvidarlo. Sabía que viviría muchos años y al menos esperaba que el recuerdo de Naruto muriendo por sus propias manos no lo atormentará por siempre, aunque parecía que realmente eso sucedería.
Escuchó un ruido que provenía de los árboles detrás de él, lo que fuera que lo hubiera ocasionado no debía de estar muy cerca, seguro se trataría de una ardilla. Volvió a perderse en sus pensamientos cuando el ruido apareció de nuevo, pero no sólo eso, también ese aroma tan peculiar que casi lo volvía loca en una ocasión. Dejó la tumba de Naruto y comenzó a caminar siguiendo ese aroma.
Su corazón latió con fuerza, cuando se dio cuenta de que se trataba del mismo joven de la otra vez, quien estaba recargado sobre un árbol contemplando el paisaje.
—Cualquiera pensaría que me estas siguiendo—le dijo el chico.
Sasuke sintió un vació en su interior, ahora que lo escuchaba sin el ruido, se daba cuenta que el tono de voz era el mismo que el de Naruto. Se preguntó si sería posible lo que había dicho Sayuri y que Naruto no estuviera realmente muerto.
—¿Na…ruto?—preguntó con inseguridad, para a este momento había varías similitudes con ese chico y Naruto.
El chico volteó y miró con extrañeza —¿Naruto?—negó con la cabeza –supongo que por eso me seguiste esa noche y luego no me dejabas pasar en el bar, pero no creo ser esa persona que buscas— el chico caminó ignorando a Sasuke y este hizo algo sin pensar, lo tomó del hombro y lo detuvo.
—De verdad, no soy ese Naturo o como sea, me llamo Takeshi— dijo, pero Sasuke no prestó atención a sus palabras, miraba con detenimiento el rostro, era idéntico al rostro de Naruto, o al menos lo que recordaba de él – por cómo me miras, pensaría que estás enamorado de mí.
—Lo siento—se disculpó Sasuke y miró hacia otro lado, o al menos eso intento, pero no lograba quitarle la vista de encima, el parecido era impresionante.
—Tu hermana y tú me confunde con ese chico, ¿cierto?
—¿Hermana?—preguntó Sasuke extrañado.
—Sí, una pequeña de ojos verdes y cabello negro, bastante parecida a ti. Olía bastante bien, de no ser porque estoy casado tal vez…
Sasuke lo estampó contra la pared al darse cuenta de que estaba hablando de Sayuri – no te atrevas a acercarte a ella.
—Ya veo que puedes ser muy intimidante—se burló de Sasuke, pero al menos estaba feliz de encontrar su punto débil – sólo te diré que dejes de aparecerte en mi camino, algo en ti no me da confianza. Si te vuelvo a ver cerca de mí o intentas atacar a mi pareja como el otro día, tu hermanita sufrirá las consecuencias, su aroma es bastante agradable, podría la menos divertirme un poco con ella.
Sasuke estaba a punto de darle un puñetazo en la cara pero Takeshi lo detuvo con rapidez y agilidad, quien aprovechó para aventar a Sasuke unos cuantos metros. Camino hacia él, calmadamente y lo tomó de la barbilla – sólo te digo, no eres mi tipo y tu aroma es bastante desagradable— dijo Takeshi, soltándolo con fuerza y desapareció en cuestión de segundos.
Después de eso, Sasuke rogó porque todo lo que estaba pasando fuera una pesadilla, pero por más cerraba y abría los ojos, se daba cuenta que la asquerosa realidad que estaba viviendo.