Me desperté cuando los rayos del sol comenzaron a entrar por mi ventana y a arremeter directo en mi rostro:
Hyde:- Mm… ¿qué hora es?- me revolví entre las sábanas con pereza.
Tomé mi teléfono celular que se encontraba sobre mi mesa de luz y luego de frotar mis ojos miré el horario, 10:45.
Me levanté luego de hacer fiaca durante diez minutos más y me dispuse a bañarme.
Era una mañana cualquiera, al menos para mí lo era, pero no para el mundo. En realidad, para el resto de la gente era la mañana del 24 de diciembre, la tan esperada Navidad había llegado.
Tetsu, Ken y Yukkie tenían su propia familia, por lo cual las festividades las pasaban con ellos, tal vez, si tenía ganas, me pasaba por la casa de ellos para saludar. Pero hoy no sería la ocasión. Estas fechas era cuando más me entraba la melancolía, odiaba estar solo y mucho más en estas fechas. Y estos últimos años habían sido los peores, porque no solo había perdido a mis padres… sino que también me había quedado sin ti.
¿Cuándo fue la última vez que estuvimos juntos una Navidad, o un Año Nuevo?
Como añoraba tu voz, tus abrazos, tus besos… tu presencia me hacía tanta falta…
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Siendo casi las 17pm, me hallaba en el balcón de mi apartamento fumando y observando a la gente que iba y venía, siempre apresurada comprando los regalos para los más chicos, y otros no tan chicos…:
Hyde:- Yo también quiero recibir un regalo- bufé antes de llevarme el cigarrillo a la boca y darle la última calada.
Pero esta Navidad sería distinta. Yo no lo sabía, pero aquel día del que tanto rezongaba estos últimos años, esta vez, sería diferente.
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Cené temprano porque prefería no quedarme hasta tan tarde, me daba cierta tristeza verme yo solo entre esas cuatro paredes mientras escuchaba el sonido de los fuegos artificiales y la risa de las personas en la calle.
Fumé el que pretendía que fuese mi último cigarrillo de la noche, mirando desde mi silla los fuegos artificiales que relucían en el cielo nocturno iluminando la noche.
Por momentos deseé que ese día acabara lo más rápido posible, pero de pronto el tono de llamada de mi celular me sacó de mis pensamientos:
Hyde:- ¿Si?- contesté casi sin ánimos.
Tetsu:- ¡Doiha-chan, felicidades!- una sutil sonrisa se dibujó en mi rostro al escuchar la voz de quien era mi mejor amigo.
Hyde:- Felicidades Tet-chan, ¿cómo están todos?-
Tetsu:- Todos bien, ¿te encuentras bien?-
Hyde:- Si… estaba por irme a dormir- mi voz se apagaba poco a poco pero intentaba disimularlo para no preocupar a Tetsu.
Tetsu:- Está bien, nos vemos mañana Doiha. Buenas noches, descansa-
Hyde:- Igualmente, saludos a Ayana y al pequeño-
Corté la llamada y suspiré pesadamente, los fuegos artificiales no cesaban. Cuando volví mí vista hacia el ventanal sonó mi teléfono nuevamente, pero esta vez era un mensaje:
“Felicidades Chibi, espero que se cumplan todos tus deseos. Buenas noches, descansa, nos vemos mañana.
Ken.”
Y también había un mensaje de Yukkie:
“Feliz Navidad Hyde, mañana te daré tu regalo. Que tengas una buena noche.
Yukkie.”
Una sonrisa se dibujó en mi rostro, ellos nunca se olvidaban de mí, pero no podía pretender que pasaran la noche conmigo ya que cada quien tenía su familia.
La soledad me invadió totalmente, minutos después los fuegos artificiales dejaron de iluminar el cielo nocturno y entonces, mi apartamento quedó sumido en la oscuridad, apenas iluminado de forma tenue.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, odiaba tener ese sentimiento de soledad llenando mi pecho comprimiéndolo de forma dolorosa. Sollocé durante unos cuantos segundos ocultando mi rostro entre mis manos en tanto el cigarrillo se consumía lentamente en el cenicero.
El timbre sonó una, dos, tres veces consecutivas sacándome de ese estado penoso:
Hyde:- ¿Si?- pregunté curioso, ¿quién podía ser a esta hora y un día como este?
- Perdóname, se me hizo un poco tarde… pero te traje un regalo-
Mis ojos se abrieron desmesuradamente. Aquella voz… esa voz era…:
Hyde:- ¿Yasunori?- tartamudeé.
Me levanté rápidamente del asiento y corrí hasta la puerta. Algo en mí dudó antes de abrir la puerta, estaba muy nervioso:
-¿Estás ahí?-
Hyde:- S-si-
Respiré hondo una última vez, me paré firmemente… y abrí la puerta:
Hyde:- ¡Feliz Navi-…-
No me diste tiempo siquiera a saludarte apropiadamente.
Sentís tus brazos rodear mi cintura y alzarme en el aire, uniendo tus labios con los míos en un beso que jamás voy a olvidar, así como cada beso que nos dimos desde que nos conocimos hasta el momento:
Sakura:- Perdóname, quise llegar más temprano pero había mucho tráfico-
Te separaste de mí unos cuantos centímetros y me regalaste una hermosa sonrisa:
Sakura:- Feliz Navidad, Hide…-
Mis ojos se clavaron en los tuyos, esos ojos que miraban con la mayor expresión de amor y ternura, ese amor que solo tú me podías brindar. Otra vez me encontraba llorando pero no de tristeza, esta vez era de felicidad, estaba enormemente feliz de poder tenerte junto a mí:
Hyde:- ¡Feliz Navidad, Ya-chan!, te extrañé mucho. Dime que te vas a quedar conmigo, que dormiremos juntos-
Te abracé con posesión rodeando tu cuello con mis brazos mientras mis lágrimas caían sin consuelo por mis mejillas. Sentí como tus brazos me abrazaban con amor y escuché una ligera risa salir de tus labios:
Sakura:- Claro, me quedaré contigo toda la noche Hideto-
Volviste a besarme y entre beso y beso te escuché susurrarme un “te amo” que me llenó el alma, alejando todo sentimiento de tristeza y melancolía que me habría inundado durante el día. Eras lo único que quería y como siempre, llegabas en el momento que menos imaginaba y que más necesitaba.
La Navidad no era de mis días favoritos del año ni mucho menos, pero cuando tenía la dicha de recibir regalos como estos me hacías la persona más feliz del mundo.