Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Impredecible (BaekYeol) por EXOticWuFAN

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esto es un one-shot -w- Lo hice porque participé en un concurso XD 

Aún hoy desconozco si gané o no, pero creo que ya era tiempo de compartirlo XD

Notas del capitulo:

Hola n__n Quise compartir esto con ustedes desde hace tiempo, y aproveché esta fecha para hacerlo jajaja XD 

Nos vemos en las notas finales ^^

¡A leer!

¿Puedes ver a aquél chico? Ese de cabello castaño. El que está al lado del chaparrito de cabello negro. ¿Lo ves? Se llama Byun Baekhyun; es mi mejor amigo… Aunque, a decir verdad, no puedo definir con exactitud qué tipo de relación tenemos ahora. Él empezó siendo un desconocido para mí; me imagino que le pasó lo mismo. Así pues, también me es difícil recordar con precisión cuándo nos hicimos amigos, pero sí recuerdo todos los detalles del cómo pasó.

Es increíble cómo un acto torpe de mi parte pudo ser el antecedente para conocernos, pero yo lo considero como un hecho valioso. Recuerdo que fue unas semanas después de entrar a clases. Ninguno de los dos solíamos hablar mucho, por lo que en un primer instante desconocíamos por completo la existencia del otro.

Fue así como, un día, yo iba leyendo un libro al ir caminando en mi ruta hacia la salida de la escuela, pero no me di cuenta del obstáculo en mi paso y acabé cayendo. Risas me rodearon en el momento vergonzoso que me estaba pasando, más hubo una risa en particular que me pareció sumamente peculiar. Cuando volteé a ver de quién era terminé por cruzar miradas con él. Su rostro enrojeció por haber sido descubierto y a mí me causó gracia el gesto que hizo. Sin pensarlo, comenzamos a reír sin razón.

Lo que restó de ese día fue ocupado para platicar, conocernos, aunque fuera lo básico. Preguntas como “¿cuál es tu música favorita?” o “¿cuáles son tus gustos?” eran las que comenzaban la plática seguida de momentos un poco incómodos gracias al silencio que se producía de repente, pero era contraatacado con las risas que salían espontáneamente al querer preguntar algo al mismo tiempo.

Los días posteriores a ese fueron mucho mejores. Ya no nos sentíamos incómodos entre nosotros y podíamos hablar de cualquier tema. Por lo común eran cosas que nos pasaban en nuestras familias, hogares, viviendas, otras veces platicábamos de la escuela, pero los temas recurrentes no tenían ni pies ni cabeza. No obstante, eso no nos importaba. Pienso que nuestra felicidad radicaba en que nuestra sola compañía nos hacía sentir bien.

Pronto fue que comenzamos a olvidarnos de nuestros temores al hablarle a más gente y decidimos hacer nuevas amistades. Ah, ¿mencioné que Baekhyun tiene un grandioso sentido del humor? Bueno, eso fue lo principal que nos permitió acercarnos a otras personas. Según él, yo no me quedaba atrás, pero, bajo mi punto de vista, él es mucho más gracioso que yo.

Hicimos más amigos y de ese modo nos sentíamos menos solos. Sin embargo, aun cuando forjamos lazos fuertes de amistad con algunos más, no miento al decir que nosotros dos teníamos una amistad mucho más fuerte. Nosotros dos éramos los que siempre andábamos juntos para cualquier lado, nos poníamos de acuerdo para ir a algún lugar o simplemente éramos los que siempre bromeábamos entre nosotros.

Recuerdo que nuestros compañeros de clase nos apodaba “par de locos”. Esto a Baekhyun no le incomodaba. De hecho, le daba gusto que lo consideraran de esa forma. “Ser loco es ser diferente, ¿no? Es mejor ser diferente que todos los demás” eran sus argumentos, y yo, como buen amigo y seguidor, me limitaba a decir “Tienes razón”, y era cierto.

Pero más cierto que mis aseveraciones anteriores eran los sentimientos que comenzaba a desarrollar por él. Y no, no eran referentes a una casi hermandad al estar con él, sino algo más. Algo más que muchos podrían sentir por alguien a quien quieren mucho. Ese tipo de sentimiento que te hace no querer separarte de aquella persona con la que quieres estar todo el tiempo, y si no lo estás piensas en qué estaría haciendo en ese momento. Sí, me refiero al sentimiento del amor.

Al principio yo no tenía muy claro eso. Baekhyun era el único al que yo podía asignarle el adjetivo “mejor amigo”. Yo estaba seguro de que no podía haber alguien más que yo pudiera catalogar de esa forma. Y como mi mejor amigo que era, le tenía un aprecio muy grande. Lo que yo no entendía era cómo ese aprecio se fue convirtiendo en algo más. ¿Cómo?

Los primeros incentivos que tuve fue que me sentía nervioso si él estaba cerca de mí. Seguido de eso era admirar todo lo que hacía. Más tarde era pensar en él casi todo el día en su presencia o ausencia. Mil veces me negué a pensar que eso me estaba pasando a mí, pero cuando, un día, el deseo de querer besarlo me inundó, supe entonces que estaba ya metido en un lío. Aquel lío no podía resolverse a menos que consiguiera una respuesta a la interrogante que comenzaba a sofocarme: “¿Él sentirá lo mismo por mí?”

Pues bien, yo nunca he sido una persona paciente. La idea de confesarle mis sentimientos me estaba matando. Más de una noche me la pasé pensando en las cosas que podían o no podían suceder, dependiendo de la respuesta que me fuera a dar. Los días en que había estado planeando el cómo hacerlo también lo pusieron nervioso a él. Me imagino que podía sentir mi nerviosismo.

Fue así como me decidí, por fin, citarlo en un sitio no tan concurrido por la gente para decirle mis sentimientos. Recuerdo que fue un sábado. Lo cité a las 12:30 de la tarde en un parque cerca de su casa. Los nervios me comían vivo y me la pasé mirándome al espejo más de 20 veces antes de salir de mi casa. Caminé a pasos rápidos, puesto que mi energía revoloteaba por todo mi cuerpo. Me encontraba demasiado emocionado como para darme cuenta de la situación que se avecinaba.

A unas cuantas calles enfrente de mí sucedía un asalto que terminó en fuga por parte de los delincuentes. Mi mente estaba tan ocupada en pensar en las mil fantasías del desenlace de mi confesión que no me di cuenta en qué momento el automóvil de aquellos delincuentes se acercó demasiado a un grupo de personas en donde yo estaba. Mucho menos  me di cuenta en qué momento comenzaron a disparar a aquellos civiles. Sólo sé que de repente todo se volvió silencioso, murmullos y sollozos a mi alrededor no podían ser percibidos por mis oídos. Mi cuerpo yacía en el suelo y no respondía a los estímulos que le mandaba mi cerebro.

Honestamente, no sé cuánto tiempo pasó desde esa ocasión hasta el día que abrí los ojos. Mi cuerpo se sentía sumamente ligero y estaba en un cuarto blanco. Poco a poco la imagen se iba aclarando y los sonidos se volvieron tenues. Me encontraba ahora en un cementerio. Frente a mí muchas personas lloraban. No quise entrometerme, pero cuando el cura pronunció “Descanse en paz, Park Chanyeol” fue cuando entré en pánico. La gente se iba y pasaba a mi lado sin mirarme. Sólo alguien se quedó ahí parado. Me acerqué lo más rápido que pude y lo vi, vi a Baekhyun llorar frente a mi propia tumba.

Baekhyun sollozaba y limpiaba sus lágrimas con el dorso de la mano. Me destrozaba por completo el verlo así. Intenté mínimamente tocar su hombro para brindarle apoyo, pero todo fue en vano al ver que mi mano traspasaba su cuerpo. Las suposiciones estaban en lo correcto, yo estaba muerto.

Antes de irse, Baekhyun se agachó y puso una rosa blanca enfrente de mi lápida. No dijo nada y se fue en silencio. Yo no podía creer que estaba ocurriendo eso. Lo único que podía sentir en ese momento era una gran pesadez en el pecho, lágrimas cayendo por mis mejillas y las pisadas de Baekhyun al alejarse. Me dejé caer de rodillas en la tierra y lloré como no lo había hecho en mucho tiempo.

Pronto mi “vida” se llenó de vacíos. Quise visitar a Baekhyun para que no se sintiera solo, pero era en vano. Él se la pasaba en su cama, llorando todo el día. Cuando se cansaba, dormía, pero sólo unas horas antes de volver a llorar. Su situación me hacía sentir, de una extraña forma, culpable de lo que le pasaba. Yo me acercaba lo más que podía a su cama e intentaba acariciarle suavemente la cabeza, pero era inútil. Sólo me limitaba a verlo en silencio.

Cada día, cada tarde, cada noche me la pasaba vigilándolo. Yo no sentía la necesidad de dormir, por lo que podía estar despierto todo el día, así que me dedicaba a velar por el bienestar de Baekhyun. Esto no sé cuánto tiempo duró. Perdí la noción del tiempo de repente, mas no me molestaba ese hecho. Al contrario, un deseo egoísta de mi parte me transmitía una especie de felicidad al no verle fin a los días que pasaba con Baekhyun.

Sin embargo, esto definitivamente no le pasaba a él. Su rostro, a pesar de ya estar estable, seguía teniendo esa presencia de tristeza. Esa misma tristeza era la que me desesperaba por no poder desaparecerla. Los sentimientos negativos no iban con Baekhyun. Él solía ser feliz, alegre y con energía. Merecía serlo, no importando las situaciones ocurridas…

Los fines de semana eran dedicados para visitar mi tumba. Cada vez que Baekhyun iba lloraba sin contenerse. Susurraba miles de “lo siento”, pero yo no entendía el por qué lo hacía. Sin embargo, un día, dejó el ramo de rosas sobre la tierra y se puso en cuclillas. Sonrió levemente para después sacar un pedazo de papel doblado del bolsillo de su saco. La curiosidad me ganaba por echarle un vistazo a aquél papel, pero su voz me detuvo.

— ¿Sabes, Channie? –comenzó–. Esta carta iba dirigida a ti… Te la iba a dar un día antes de tu accidente… pero te encontrabas tan emocionado al invitarme que no tuve el valor para hacerlo…

Lágrimas caían de sus mejillas y tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para proseguir. No sé exactamente si yo todavía tenía corazón, pero lo cierto es que algo dentro de mi pecho comenzó a latir a prisa.

— En ella expreso un resumen de todo lo que significas para mí… Nunca lo supiste, ¿cierto, Channie? Yo… yo me enamoré de ti… No sabes cómo me siento en este momento por lo que pasó…

Pero sí lo sabía. De hecho, mi cabeza asimiló lentamente su confesión… Lo único que pude hacer fue caer de rodillas al lado de él y gritar con todas mis fuerzas que yo estaba ahí. Que yo también me sentía de la misma forma. Sin embargo, aunque mis gritos podían dejar sordo a alguien, él no me escuchaba, y era quien más quería que lo hiciera…

— Jamás sabré si me correspondías… pero creo que es tiempo de que reivindique mi camino… ¿Sabes qué me hizo pensarlo? Recordé tus palabras… “Yo soy feliz si tú lo eres, Baek”. Tienes razón… y te tomaré la palabra, Channie… Seré feliz para que tú lo seas también…

Diciendo esto, colocó la carta entre las rosas y se levantó. Sus ojos estaban completamente rojos. Yo sabía que quería llorar una vez más, sin embargo, no volvió después de darse la vuelta. Todos mis gritos guturales y con dolor que emití no sirvieron de nada, porque él no me escuchó en ningún momento. Mientras más se alejaba mi llanto incrementaba, pero tenía razón…

Baekhyun ya iba lo bastante lejos como para escucharme, si pudiera. Si hubiese volteado unos segundos antes de salir, claramente podría haberme visto desaparecer con una sonrisa en el rostro…

Notas finales:

Yo lo sé. Soy cruel, así es. Y también sé que este one-shot es uno MUY corto, pero pusieron límite de páginas X'D

Además, yo sé que soy un asco para los one-shots u__u Por favor, no me pidan que continúe esto porque ya tengo varios fanfics en mente que quiero publicar X'D

¡XOXO! Espero les haya agradado ;)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).