Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Surprisingly Enough por Karasu_Seiko VI II I

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Autor: vaguesalvation

Publicación original: Surprisingly Enough

Fecha: Diciembre 24, 2010

-Oneshot-

Opinión personal: Otro fic de los inicios de la banda! Esta vez es una pequeña charla entre Kai y Reita. Está cortito, denle una oportuniad <3
No les cuesta nada leer menos de 2000 palabras, no es una gran pérdia si no les gusta (?)

Notas del capitulo:

Acabo de encontrar un ratito libre para publicar y no puedo escribir más, lo siento.
Sólo lean (?)

La multitud era densa, de la misma forma en la que el aire se transforma justo antes de una tormenta, saturada de pared a pared con gente. Yutaka no estaba acostumbrado a ello, no había estado en un espectáculo de esa magnitud desde que había ido por primera vez a la ciudad con algunos de sus amigos de la secundaria para ver a L’arc, desde la noche en que había decidido que esto era lo que quería hacer para ganarse la vida, hacer una banda, crear un sonido y un nombre por sí mismo. Aunque amaba cada segundo de ello, disfrutaba completamente cada paso que daba entre los ansiosos y sobre estimulados cuerpos de lo que parecía ser toda la población adolescente de Tokio. Lo había extrañado, extrañaba ser parte de una multitud con una banda que no se conocía de nombre o se tuteaba con la mayoría de sus fans. En el anonimato y sin expectativas.

Predeciblemente, la banda había estado increíble. A Kiyoharu no se le olvidaba fácilmente. Caminó a través de las puertas del lugar, con la adrenalina aún corriendo por sus venas, y salió a la calle. La gente estaba surgiendo detrás de él, pequeños grupos se reunieron para hablar de la banda, discutiendo también las rutas más rápidas a las próximas paradas en sus festividades.

El aire frío no parecía tan amargo como antes cuando había esperado en la línea. Estaba sorprendido de ver una ligera capa de nieve situada en la acera. Caía lentamente a su alrededor, la escena era casi como un molesto anuncio televisivo de un especial de Navidad. No podía recordar la última vez que había visto nieve; se sentía casi extraño.

Yutaka se metió entre dos grupos de chicas adolescentes riendo, cuidándose de evitar el contacto visual que conduciría inevitablemente a una conversación incómoda. Había ido solo al concierto por una razón, quería disfrutar de buena música y recordarse a sí mismo que sus elecciones, aunque poco convencionales, eran las correctas.  Había tenido suerte hasta ahora, y le pareció, mientras cruzaba el callejón de la parte trasera del lugar, que su suerte continuaría. Encendió un cigarrillo y se instaló detrás del edificio.

La nicotina calmó sus nervios, aunque sólo ligeramente. Sus dedos seguían temblando y su corazón probablemente estaría acelerado durante toda la hora siguiente, pero el sabor del tabaco le era familiar y el acto de fumar ayudaría a regular su respiración. Amaba cómo se sentía la adrenalina y la tranquila paz que venía después. Recargado en la pared de ladrillos, cerró sus ojos y dejó la tensión salir con cada respiración.

Pero su tranquilidad duró poco.

—¡No! Ya te lo dije, Kouyou, acabo de llegar a casa de la tienda de conveniencia. Dios, ¡suenas como mi madre! ¡Tal vez no respondía mi teléfono porque estaba OCUPADO!

La voz habría sido agradable, si hubiese sido un poco más suave. Le pertenecía a un hombre con una mata de cabello rubio y un pañuelo negro envuelto apretadamente alrededor de su cabeza ocultando la mitad inferior de su rostro. Tropezó en el callejón, su camisa verde neón brillaba bajo las farolas.

—Estaba comprando huevos… ¡También puedo hacerlos! Si pasé toda la noche del sábado viendo esos estúpidos programas de cocina contigo.

Yutaka se rio a su pesar, sólo una pequeña risa, pero el sonido pareció captar la atención del otro hombre. Sus ojos se encontraron por unos cuantos segundos antes de que el rubio comenzara a gritarle a su teléfono de nuevo.

—Taka tiene el volumen de la televisión muy alto, es un tanto difícil escucharte. Ahora, si me disculpas, voy a tratar de animar a nuestro mejor amigo. ¡No, no lo llames!

Yutaka miró al chico hacer un gesto inesperadamente grosero con su mano al teléfono y rodó sus ojos. No dejaría a un niño híper rebelde arruinar su noche perfecta. En serio, pensaba que la gente crecía para convertirse en algo más que insubordinados. Tomó una última calada de su cigarrillo antes de lanzarlo lejos, levantándose de la pared justo cuando el hombre estaba terminando su conversación.

—¡No vamos a meternos en problemas! Dios, eres peor de lo que Yune fue en esta cosa del liderazgo. Al menos él tenía una excusa para dudar de mí todo el tiempo. Te veré mañana. A las dos, lo sé. Me lo estuviste recordando un millón de veces ayer. ¡Adiós!

El rubio colgó su teléfono con un suspiro exagerado. Luego se volvió a Yutaka.

—Oye, hombre, perdón por eso. Líderes… son un tanto latosos.

Yutaka se rio, más por ser cortés que por verdadera gracia. No sabía nada de tener que soportar líderes, ya que a él siempre le había tocado ser uno. Aunque sintió una repentina punzada de simpatía por ese chico llamado Kouyou. El rubio parecía difícil de manejar incluso en un buen día.

—Oye, ¿no tendrás un encendedor? Creo que el mío se cayó de mi bolsillo ahí dentro —El chico sonaba esperanzado, pero eso podría ser debido a que había visto a Yutaka fumar hacía sólo un segundo.

Yutaka suspiró, pero asintió. No podía decir mucho de la expresión del chico bajo su pañuelo, pero un gruñido de motivación se escuchó cuando sacó su paquete de Lucky Strikes. Hubo un momento de expectación cuando Yutaka se dio cuenta de que vería su rostro. Siempre había sido curioso por naturaleza.

—Gracias —dijo el chico, tirando del pañuelo para dejarlo colgar alrededor de su cuello. Lo que se reveló fue sorprendente y a la vez no. Mientras Yutaka realmente no había tenido muchas expectativas, ya que las personas hacían cosas raras todo el tiempo como cubrirse la mitad de la cara durante los conciertos, sí había estado esperando que hubiera algún tipo de razón detrás del disfraz. Pero el rostro del rubio era tan simple como el suyo. Una pequeña nariz encima de unos labios delgados y un mentón ligeramente redondeado. Nada extraordinario, y ciertamente nada digno de ocultar.

Y aun así, había algo en la forma en que el chico movía los ojos para encontrarse con los de Yutaka mientras ponía un cigarrillo entre sus labios. Algo extrañamente atractivo, y casi reconocible.

—No hay problema —dijo Yutaka, sosteniendo la llama al final del cigarro el tiempo suficiente como para encenderlo.

Metiendo el encendedor de vuelta en su bolsillo, miró al rubio dar la primera calada. Hubo un largo momento de silencio en el cual Yutaka pensó de nuevo en irse. El chico sólo le había pedido fuego, y él ya se lo había proporcionado. No era como si estuviera obligado a quedarse ahí parado mientras el hombre disfrutaba de su tabaco.

—Fue un concierto impresionante —dijo el rubio entonces—, aunque era de esperarse.

Yutaka coincidió con él. No había mucho más que esperar de Kiyoharu. Yutaka prácticamente había adorado al hombre desde el primer concierto de SADS al que fue. Y parecía que no era el único.

—Me llamo Akira —El rubio soltó humo sobre sus cabezas y se recargó en la pared—. En caso de que te lo estuvieras preguntando.

No había sido así, pero supuso que era agradable ponerle un nombre a la cara.

—Yutaka —contestó asintiendo.

Los ojos de Akira se estrecharon mientras seguía fumando.  —Me pareces familiar —dijo—, ¿has tocado alguna vez por aquí?

Yutaka asintió de nuevo. —En Junk Box, pero eso fue hace un tiempo.

Ahora que lo pensaba, Akira también le parecía familiar.

—No jodas —Akira apagó su cigarrillo en un ladrillo de la pared y lo lanzó al otro lado del callejón—. ¿Cuál es el nombre de tu banda?

—Mareydi†Creia.

—¡No jodas! —dijo Akira de nuevo, levantándose de la pared con lo que parecía ser emoción—. ¡Los vi! Mi vocalista y yo fuimos a su concierto. ¡Estuvieron geniales!

—¿Tu vocalista y tú? —

—Ah, sí —Akira rio, el sonido fue flojo, y Yutaka se preguntó si el otro no estaría un poco ebrio—. Soy el bajista de Gazette.

—Gazette… —dijo, tomando una respiración profunda. Bueno, no era de extrañarse que Akira luciera familiar—. Tú… ¿en serio?

—¡Sí! —Akira estaba en proceso de sacar otro cigarrillo—. El batero de tu banda es increíble, ¿sabes? Realmente firme.

—Le transmitiré el cumplido —dijo, encendiendo el cigarro de Akira otra vez, aunque ahora era un poco más difícil debido a que Akira estaba asintiendo en agradecimiento. Yutaka casi se quería morir. No era como si Gazette fuera el próximo Luna Sea o algo así, pero eran la primera banda en haber irrumpido en la escena del mismo grupo de edad que Yutaka. Y además su bajista creía que era un batero formidable—. Ustedes también son bastante buenos.

Akira asintió, aunque Yutaka no pudo decir si fue por apreciación o algo más.

—Sí, bueno… ya no tanto —dijo Akira.

Yutaka no sabía cómo era esto posible para una banda que había producido dos singles que se habían agotado en ambas ediciones. —Oh, vamos, ustedes tienen una mayor posibilidad que otras bandas de realmente salir adelante.

Akira sacudió su cabeza. —Acabamos de perder a nuestro baterista, y aunque no es una gran pérdida, es difícil hacer música sin un equipo rítmico apropiado.

Yutaka parpadeó unas cuantas veces. ¿Quién en su sano juicio dejaría una banda como Gazette? Realmente deseaba no haber llamado ya al tipo ese Takanori para la posición de baterista que ofrecía. Consideró por un momento cancelarle al chico. ¿Dónde más conseguiría este tipo de oportunidad? Pero en realidad no quería construirse esa clase de reputación. Suspiró y encendió otro cigarrillo.

—Qué mal.

Akira asintió. —Sí, pero… eh… ¿podrías no mencionárselo a nadie? Estamos tratando de encontrar un reemplazo. No queremos ser invadidos por personas que sólo quieren aventajarse, ¿sabes?

Yutaka accedió. Y se sintió realmente terrible. —Buena suerte.

Akira sonrió y el extraño sentimiento de antes regresó con más fuerza. Su estómago pareció dar un vuelco, su corazón latía justo como antes de su primer concierto. Era una linda sonrisa, parecía genuina, y Yutaka sabía que la sinceridad era difícil de encontrar en el mundo de la música.

—Sí, gracias —dijo Akira, apagando su segundo cigarrillo y lanzándolo lejos.  Yutaka lo vio aterrizar casi al lado del otro en el pavimento.

No se movió cuando Akira pasó junto a él, directo hacia la calle abierta. Su mano se levantó para sustituir el pañuelo en su cara y Yutaka fue golpeado repentinamente con recuerdos de ver a ese chico en el escenario, sólo una noche, hace unos meses, sabiendo que estaba viendo el inicio de algo magnífico.

—Oye, Yutaka —dijo Akira de repente, justo antes de desaparecer por la esquina, irrumpiendo en los pensamientos de Yutaka. El castaño alzó la vista y quedó atrapado en los ojos del otro, y entonces otra ola de familiaridad se apoderó de él. Se sentía cómodo en presencia de Akira; entonces fue cuando se dio cuenta, casi sorprendido, de que era como si hubieran sido mejores amigos desde hacía años. Se preguntó si se volvería a encontrar con ese chico otra vez.

La sonrisa era evidente en la voz de Akira. —Feliz Navidad.

Notas finales:

Y como dijo Reita: Feliz Navidad~

Les gustó? Está MUY corto, pero es lo justo para algo como esto, después de todo no es como si muchas buscaran algo con esta temática XD

Lo elegí porque me gustan esas cositas relacionadas con el destino; refiriéndome a que Kai quería cancelar su encuentro con "ese tal Takanori" para pedirle a Reita una oportunidad con Gazette, sin saber aún que igual iba a encontrarse con el vocalista de esa banda precisamente para el puesto de batero que más le interesaba.
Son preciosas ese tipo de situaciones y me emocionan un montón * *

Y ya, me despido, espero se la hayan pasado y se la estén pasando genial. Feliz año nuevo también, un poco adelantado uwu

@KarasuSeiko


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).