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Baby Nightmare por Unii_Chan

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Notas del fanfic:

Si, aquí estoy la maldita de yo, subiendo un fanfic de EXO en vez de actualizar los de B.A.P...

Pronto tendré una noticia para eso u.u

 

Por lo demás, es mi primer fanfic de EXO así que espero le guste a todo el que lea ^^

Nota importante: No decido todavía si tendrá roces románticos entre Suho y Kris, ya veremos (?)

 

Disfruten y comenten por favor ^^

Notas del capitulo:

[Bien, estoy aquí subiendo un nuevo fanfic en vez de actulizar los que tengo de B.A.P... mátenme y perdónenme. Pronto tendré noticias para eso u.u]

 

Es mi primer fanfic de EXO, y se avecinan muchos mas después de este (?)

Espero que le guste a todo el que lea y dejen un comentario por favor. Disfruten de esta cosa rara ^^

 

Normalmente Suho despierta casi todas las mañanas por causa del despertador, casi todas las mañanas a excepción de esa, porque es sábado, y eso quiere decir solo una cosa: Día libre. Habían convencido a sus jefes –como suele llamar de una manera sínica Baekhyun– por un par de semanas de darles como mínimo ese día completamente libre para ocio y descanso. Batallaron mucho, pero al final lograron su objetivo.

 

 

Debido a su posición de líder tenía la obligación de despertar primero que todos y así levantar a los demás, era su primera tarea del día y la realizaba sin mayores molestias –a menos que Chanyeol o Sehun se rehúsen a levantarse y tenga que recurrir a otros métodos para sacarlos de la cama–, sin embargo, sus compañeros fueron muy compresivos con él y decidieron que al menos los sábados podía despertar tarde mientras ellos hacían otras cosas. Ah, usualmente sus compañeros no eran tan condescendientes con él, pero esa ocasión fueron lo demasiado considerados para darle tal privilegio… En realidad había sido idea de Kyungsoo, que ayudado por Baekhyun obligó a los demás a acatar la orden de comenzar con el aseo del departamento mientras él recibe un merecido descanso y un sueño reparados por un rato más.

 

 

Ama la comodidad de su cama, desearía no dejarla hasta al menos uno hora más, y eso es lo que planea hacer, en sus sueños, está tomando una taza de café en la comodidad de la sala, rodeado de lujos y por alguna razón un carrito de golf está al lado, ¿Qué hace un carrito de golf en medio de la sala? No importa realmente porque es un sueño, es rico y lo quiere allí; no hay porqué seguir las reglas. Entonces aparece Yixing a su lado, ah… su amado Yixing, ese chino que tanto quería como a nadie más. Éste le besa con ese toque asombroso que sólo él sabe, luego ambos comienzan una plática amena.

 

 

Estaba tan concentrado en Yixing que por poco y deja pasar la pequeña figura que camina frente a ellos. Pequeñas piernas, pequeños brazos, pequeña cabeza. Se asombra de la rapidez con la que atravesó la sala de estar y lo sigue con la mirada, ¿Un niño? ¿Por qué había un niño en el departamento? La pequeña persona corre de un lado a otro, jugando con todas las cosas que ve y rompiendo aquello que sus infantiles dedos tocan. Suho lo mira sorprendido y asustado, ¿Cómo es que un niño entró al departamento y qué hace rompiendo sus cosas?

 

 

De la nada, un segundo niño entra a escena, persiguiendo al primero, este es mucho más pequeño de altura que el otro; comienzan a perseguirse alrededor de toda la casa ignorando por completo al adulto que está mirándolos con estupefacción y terror. ¡DOS NIÑOS! Junmyeon no sabe si pedir ayuda o montarse en el carrito de gol y huir, claro, con Yixing a su lado. Allí es cuando recuerda a su novio, debía estar incluso más confundido de lo que él mismo estaba, pero al girar su cabeza hacían donde debería encontrarse su novio encontró algo que le heló la sangre.

 

Otro niño. Dulcemente dormido con la cabeza recostada en su brazo.

 

 

 

Suho despierta hecho un mar de sudor, respirando agitado y completamente fuera de su zona de confort. Lo peor de todo, es que apenas abrir los ojos y componerse del susto imaginario, su mente borra todo sobre aquel sueño; tan rápido que no es capaz ni de recordar una mínima parte de éste. Trata de todos modos buscar una pista de lo que pudo haber soñado para despertar de esa manera ¿Una pesadilla? ¿Qué clase de pesadilla? Busca respuesta a esas dos sencillas preguntas cuando siente que la sábana que se supone debe cubrirlo está moviéndose por sí sola hasta abandonarlo, él voltea a mirar el objeto con ojos totalmente curiosos. ¿Acaso un fantasma lo atormento en sueños y ahora está tratando de asustarlo?

 

 

No está preparado para lo que encuentra. Obviamente las sábanas no se mueven solas.

 

Quizás un fantasma sería una mejor opción, o tal vez no. El caso, las sábanas abandonan su lugar hasta dar con el suelo y unos pequeños pies a los cuales cubre por completo.

 

Hay un niño allí. Al lado de él. UN NIÑO.

 

¿¡Qué rayos pasaba!? Mira al infante con la boca abierta, tan desconcertado que no presta atención a la expresión afligida en la cara del chiquillo. El niño hace ruidos extraños que lo hacen bajar de su nube de dramas, el pequeño jala de su tela del pijama y mira luego al suelo con las mejillas rojas, se deja notar un adorable puchero en sus labios.

 

– Ba-baño – Dice con dificultad, Suho arquea una ceja sin comprender, el niño al ver no ha sido entendido repite más fuerte y desesperado con sus manitos cruzadas en su pantalón. – Baño…pipí.

 

 

– ¿Quieres ir al baño? – Más que nada se lo dice a él mismo, alarmado, pues parece que ese misterioso chiquillo está aguantando terriblemente la necesidad de orinar. – ¡Espera! Aguanta un poco más.

 

 

Deja del lado lo singular que es la situación, pues ese niño de momento necesita ayuda, así que olvida en su momento cuestionarse porque hay un niño en el departamento y porque al salir de la habitación con el pequeño en brazos su hogar esta inquietantemente tranquilo y sin rastro de sus demás compañeros, no, por ahora le preocupaba correr hacia el baño antes de que el pobre bebé arruinara su ropa.

 

 

Gracias a Dios lograron llegar a tiempo, y cuando escuchó el sonido del agua bajando fue que se tomó el momento de mirar al niño cuando éste apareció detrás de la puerta con una expresión mucho más relajada.

 

 

El nene era terriblemente tierno, con unas hermosas mejillas rellenitas, y aunque sus facciones adorables le aflojan el corazón, extrañamente es dueño de una seriedad muy impropia a pesar de aparentar tremenda pequeñez. Si no se equivoca, debía tener al menos cinco años, pero la manera en que solo mira a su alrededor sin mucha emoción le recuerdan a una familiaridad con otro chico que conoce y posee las mismas características. El peque no le habla, solo se ocupa de escanear el lugar entero. Es allí cuando Suho recuerda lo desconcertante y alarmante que es tener a un niño que no conoce en nada allí.

 

 

– Oye amiguito, ¿Cómo entraste al departamento? – Le pregunta cuando hubo estando a su misma altura, claro que tuvo que agacharse para poder mirarlo a los ojos.

 

 

– No entré – Le responde sin cambiar la rectitud de su expresión facial, a Suho lo inquieta un poco. – Desperté aquí y hablé con el niño de las orejas grandes.

 

 

– ¿Niño? – Repite nuevamente sobresaltado, está por preguntarle sobre ese niño hasta que un repentino grito les llama la atención y Suho corre al origen de tal voz.

 

 

En una palabra: Asustado. Es así como se sentía, porque ver a dos niños más saltando en la cama y azotándose de con las almohadas en su departamento no puede ser más aterrador que ver un fantasma. Los dos pequeños no se percatan siquiera de la presencia de Suho, y si lo hacen no se molestan en prestarle atención; en su estado de conmoción trata de comprender porque los niños siguen apareciendo en los cuartos y no hay ni rastro alguno de sus amigos.

 

– ¿De dónde rayos salieron ustedes? – Se pregunta espantado, pero sigue sin ser visto por los que saltan sin parar.

 

 

– Son ruidosos – Dice de la nada una vocecita que desconoce.

 

 

– ¡¿Otro más!? – En serio, ¿Acaso eso era una cámara oculta? ¿O estaban filmando Hello Baby sin que ellos lo supieran? Mira en todas direcciones buscando al dueño de la nueva voz.

 

 

– Hacen mucho ruido – Insiste el niño que acaba de aparecer junto a él en el marco de la puerta, su ceño se frunce al ser ignorado por los dos escandalosos, al menos debía comprender a Suho en ese estado. – ¡Guarden silencio! ¡No es bueno gritar!

 

 

– Pero tú también estás gritando Kyunggie… – Le dice a otra personita recién ahora Junmyeon nota, no lo había visto llegar pero aun así está tomado de la mano con el niño que parece más responsable, con esto se cuentan cinco niños.

 

 

– Pero no es lo mismo – Responde el niño más pequeño, éste continua mirando a los dos que saltan y gritan en la cama con una mirada de “háganme caso de una vez por todas”.

 

 

Bien, Suho tiene que recapitular los hechos brevemente: Despertó, hay un niño al lado de su cama que le pide ir al baño. Salió del baño, hay dos niños más haciendo una pelea de almohadas. Estaba al borde de un colapso y aparecen dos niños más. En medio de sus pensamientos que tratan de encontrar una explicación a todo lo que ocurre se da cuenta de un pequeño pero importantísimo detalle.

 

– Espera… – Dice Suho al reconocer la última palabra del infante que lucía nervioso. – ¿Dijiste Kyunggie?

 

 

Y por extraño que suene, ese niño de verdad parece Kyungsoo.

 

 

Un momento…

 

 

¡Es Kyungsoo! No hay manera de negarlo, era imposible negar que no poseían los mismos ojos y labios; y si mira bien a todos los niños que han aparecido extrañamente sin explicación alguna, todos tiene una semejanza increíble con sus compañeros; era escalofriante, ya que los jóvenes que recuerda tienen más de cinco años, y éstos niños son idénticos a ellos en las fotos infantiles que ha visto de ellos.

 

 

Oh Dios.

 

 

Si eso era un sueño, debe despertar ahora y olvidar todo eso.

 

 

 

 

 

No es la primera vez que le han sucedido cosas raras. Han pasado más veces de las esperadas, primero que nada, todas suelen ser culpa de los miembros del grupo, porque Suho nunca conoció personas más peculiares que ellos –raras, pero los apreciaba igualmente–. Pero esto, oh Dios, eso rebasaba los límites de lo permitido por las reglas de la naturaleza.

 

 

– Baek mira, ¡Soy superman! – Dice el niño alto con la sábana atada a su cuello, posando heroicamente.

 

 

– Más bien pareces un niño con unas sábana en la espalda – Responde el mencionado como si fuera algo que reclamarle.

 

 

– No, soy un super héroe.

 

 

– Oigan, no usen las sábanas para eso – Aparece el único adulto en toda la estancia, no pudo quitar la tela de hombros del pequeño que se suponía era Chanyeol ya que este corrió a esconderse detrás del sillón al escucharlo.

 

 

– ¡No! ¡Es mi capa de súper héroe! – Reclama desde su escondite.

 

 

– Es una sábana – Musitan ambos, Suho y Baekhyun.

 

 

– Guarden silencio, no puedo escuchar lo que dice Pororo – Demanda el pequeño con grandes ojos, al parecer molesto por el constante ruido que causan esos dos niños que no paran de correr de un lado a otro.

 

 

– Te pareces a Pororo – Comenta el chiquillo de voz neutra, causando que tanto Kyungsoo como Kai se exalten ante su comentario tan brusco.

 

 

– Pero Pororo es lindo – Se apresura a agregar el compañero de Kyungsoo al ver que éste mira a Sehun con desagrado.

 

 

 

Desde hace un par de minutos tiene a los niños mirando al famosos pingüino tranquilamente en la sala, a excepción de los incontrolables Chanyeol y Baekhyun que se rehúsan a permanecer quietos, ganado los regaños cómicos del mini Kyungsoo defendiendo a su idolatrado programa.

 

 

 

Respira, respira, no estas enloqueciendo. Es lo que Suho no para de decirse una y otra vez. En efectivo, esos eran sus compañeros, en una versión miniatura e infantil de todos ellos. Cuando había recobrado la compostura –y se hubiese salvado de un paro cardíaco– llamó a los niños por sus nombres, sorprendentemente ellos respondieron a cada uno sin problemas. La situación era una completa locura, no tenía manera de explicar que había sucedido en el transcurso de la noche a la mañana, y lo peor de todo es que no era uno, ¡sino los cinco! Siendo él el único adulto.

 

 

Los chiquillos en cambio no parecen ni en lo más mínimo perturbados, confundidos o asustados, pareciera que ellos piensan que ese era su hogar, y que eran sin lugar a dudas unos niños de tal edad y nunca jóvenes ídolos de todo Corea. De sus cinco integrantes de EXO-K no queda nada, solo cinco niños que aparecieron en su departamento.

 

 

– Mamá, tengo hambre – Le dice la pequeña versión de Baekhyun.

 

 

– Yo también – Lo secunda su inseparable amigo, ni siquiera por ser niños esos dos cambian.

 

 

Junmyeon suspira, no había tiempo para pensar en cómo sucedió aquello, primero debía atender a esos chiquillos con cara de ángel que reemplazaron a sus poco maduros amigos, luego buscaría una solución –si es que la había– a todo esto.

 

 

– De acuerdo, haré el desayuno, pueden esperar con los demás en el sofá o en la mesa – Les dice con naturalidad.

 

 

– Quiero estar en la cocina con mamá – Le dice con una sonrisa el pequeño Baekhyun, arrancándole a él igualmente la misma expresión.

 

 

– Eso es peligroso, mejor siéntate en la mesa con Chanyeol – Acaricia la mejilla suave del niño, dios, parecía un cachorrito, haciendo ese puchero pero teniendo que aceptar.

 

 

– De acuerdo mamá.

 

 

Por alguna razón y azares de la vida los niños lo llamaban mamá; trató de discutir la posibilidad de referirse a él como papá, que sería más apropiado, pero los bebés insistieron en que sin duda alguna él era mamá, con tal que no se pudo arreglarse con los hermosos niños.

 

 

Ahora que Chanyeol finalmente se había calmado, Baekhyun también lo había hecho. En el poco tiempo que pasó con los niños llegó a intuir que el comportamiento explosivo de Chanyeol era la causa a que Byun lo siguiera, así que si mantenía a Chanyeol calmado, Baekhyun también lo estaría, o podría mantener a Baek haciendo algo tranquilo y Chanyeol lo acompañaría. Concluyó que de los cinco, posiblemente el happy virus debía ser el más difícil de controlar; con mucha energía guardada y dejándola salir sin contenerse, ya había roto más de uno de los discos de Kai mientras jugaba al freezbe con su mejor amigo, oh, ojalá no se armen problemas por eso; en cuanto a Baekhyun, el respondía a las ocurrencias del más alto de dos posibles maneras: o le seguía el juego o lo criticaba. Aunque era mejor la segunda reacción, ya que era la más aplacada de ambas, era mejor para un niño jugar hasta cansarse, además, con cinco años es mejor divertirse que criticar a tu amigo.

 

Claro, eso era también un comportamiento típico del chico de eyeliner.

 

– Niños, tengo el desayuno listo, vengan a la mesa – Dice en voz alta para los que miran la tele.

 

 

Uno a uno suben a las sillas, otros como Kyungsoo lo tienen más complicado debido a su pequeña estatura, a lo cual Suho tiene que levantar por la cintura al niño derritiéndose en ternura.

 

 

– No soy el mejor cocinero, pero creo que les gustara – Dice advirtiendo de alguna manera a los chiquillos, él no posee el dote culinario de Kyungsoo, pero ahora siendo éste no más que un niñito sería imposible verlo a la altura para mínimo sacar los ingredientes del refrigerador.

 

 

– Sabe bien – Dice Jongin mirándolo con emoción.

 

 

– Si, mamá cocina bien – Apoya ahora Chanyeol, ambos comentarios llegan al corazón del líder, está comenzando a sentirse como una verdadera mamá.

 

 

– Entonces coman bien – Les dice complacido, vaya, eran mucho más lindos cuando todos estaban así de tranquilos. Al mirarlos nota algo que le llama la atención en el que debería ser el más pequeño de todos. – Sehunnie, no has comido los vegetales.

 

 

– No me gustan – Responde separando los nombrados de la demás comida.

 

 

– Pero son necesarios para que crezcas – Le dice preocupado repentinamente, lo cual era ilógico, es decir, Sehun ya había crecido y era demasiado alto y duda que haya comido muchos vegetales en su infancia.

 

 

– No los necesito, creceré haciendo que dos monos me estiren de piernas y brazos.

 

 

– ¿Qué? – Cierto, también Sehun hacía muchos comentaros raros, eso si no estaba callado con la misma expresión que posee cuando es todo un joven.

 

 

– Sehun tiene mucha imaginación – Comenta Chanyeol con la comisura de la boca completamente sucia.

 

 

– Y tú eres muy desordenado al comer – Junmyeon ríe al advertir el desastre del rapero, o lo que se supone que era el rapero.

 

 

Toma una servilleta para limpiar al niño con cuidado, es allí cuando Suho considera que realmente él podría ser la mamá de esos niños.

 

 

 

La hora de la comida ha terminado, les ha lavado los dientes a todos ellos y ahora viene lo más caótico. La hora de los juegos.

 

 

Y es, simplemente, un completo CAOS.

 

 

– ¡Sehun no vayas a aventarle ese control a Kyungsoo!

 

 

– Pero él dijo que mi muñeco de bambi era de niñas – Reprochó el pequeño con el objeto en manos.

 

 

– Eso de niñas, los niños juegan con robots o autos – Dice ahora D.O, detrás de él Kai intenta alejarlo de vista del menor de ellos.

 

 

– Kyunggie, vamos antes de que Sehun se enoje más – Le pide nervioso Jongin.

 

 

– ¡Hahaha! En momentos como éste se necesita a un héroe como yo – Aparece Chanyeol en su entrada triunfal, con los brazos en jarros y su sába-… capa ondeando, arriba del sofá.

 

 

– Chanyeol te dije que no subieras al sofá de nuevo – Y es que parece que en especial ese niño no respeta sus órdenes.

 

 

– Ahora amigos, es momento de hacer la acción heroica del día – Continua el infante sin tomar en cuenta las palabras de mamá. – Junto a mi secuaz Baekhyun salvaremos el día – Dice señalando ahora a su amigo, quien lo mira inconforme.

 

 

– ¿Por qué tengo que ser yo el secuaz? – Alega el bajito.

 

 

– Fácil, porque yo soy el héroe – Responde orgulloso el hiperactivo.

 

 

– No es correcto, un secuaz es el compañero del villano, la palabra correcta es “ayudante” o “compañero” – Informa Kyungsoo como si fuera una de las cosas que deberían saber por ley.

 

 

– Eso suena peor… - Baekhyun no sabe cuál de las dos es peor en realidad.

 

 

– ¡Sehun y Kyungsoo, no se peleen y hagan las pases! – Grita nuevamente el pequeño héroe.

 

 

– El empezó – Señala con el dedo acusadoramente a quien se había burlado de su querido muñeco.

 

 

– No me disculparé – Dice simplemente Kyungsoo sin remordimientos.

 

 

– Entonces no importa – Se rinde el niño más alto aun con la gran sonrisa en su cara.

 

 

¿Tan rápido se rinde? – Se cuestiona a sus adentros Junmyeon, mirando con atención a los niños esperando que no comienzan a pelear.

 

 

– Eres un tonto – Le dice Baekhyun sin ser escuchado por su amigo, quien de inmediato salta del sofá y comienza a correr de nuevo seguido del mismo que lo insultó detrás de sí.

 

 

– ¡No rompan nada! – Les dice cuando comienza a correr en las habitaciones.

 

 

– ¡No lo haremos! – Y contiguo a la voz de Channie se escucha que algo cae al suelo. – No fui yo.

 

 

 

Si, Chanyeol es de esos niños que rompe todo. Pero no puede enojarse con él, es demasiado lindo para eso, todos lo son.

 

 

 

– ¡No! – Escucha de repente la voz enfadada de Kyungsoo, al volver la vista a los tres en la sala, encuentra a Kyungsoo mirando realmente enfadado a Sehun. – Devuélveme a Jongin.

 

 

– Pero quiero jugar con él – Responde, a mucha disconformidad y diferencia del niño pelinegro, con serenidad Sehun.

 

 

– No te enojes con el Kyunggie – Trata de relajarlo Kai, a Suho le sorprende de sobre manera lo manso que es; a comparación de lo que eran o son en sus edades normales, este Kai es tan pacífico y sumiso al pequeño Kyungsoo que parece no querer soltarlo nunca, de hecho, esa es la primera vez que no les ve tomados de la mano a excepción de la comida y al lavarse los dientes.

 

 

– Devuélveme a Kai – Insiste el niño al ver como el otro no suelta a su compañero.

 

 

– Quiero jugar con él – Persiste Sehun.

 

Suho casi puede sentir las miradas de odio entre esos dos ¿Cómo pueden llevarse tan mal? Si antes –o ahora, en la edad actual… no tiene idea en que tiempo verbal debería recordar– eran grandes amigos. Ahora peleaban… ¡Y por Jongin! Los niños eran criaturas increíbles.

 

Al advertir que si no interviene ahora esos dos comenzaran una pelea, decidió situarse en cuclillas con ellos.

 

– ¿Por qué esa cara? – Le pregunta al niño de grandes ojos, D.O mira a punto de llorar a los dos niños frente a él, Suho le acaricia la mejilla para tratar de controlarlo.

 

 

– Es que… - Comienza a decir su bebé, sorbiendo la nariz de manera encantadora. – Sehun no me quiere dar a Kai.

 

 

– Pero Sehun también puede jugar con Kai – Le dice conciliadoramente, colocando un mechón de cabello tras su oreja.

 

 

– Pero…

 

 

– Creo que a Kai también le gustaría jugar con Sehun – Mira al niño con Sehun, quien observa Kyungsoo preocupado, Suho se pregunta como los niños pueden ser tan serio en situaciones como esa. – ¿O no? – Le interroga al castaño.

 

 

– No quiero que Kyunggie llore – A pesar de  su respuesta, Suho sabe que Kai quisiera estar con ambos.

 

 

– ¿Por qué no juegan los tres? – Les dice a los nenes, esperando que con eso logren apaciguar sus emociones – Así Kyungsoo y Sehun pueden estar con Kai.

 

Ambos niños peleoneros se miran vacilantes, el pobre Jongin está a punto de vomitar si no sale bien el plan de mamá. Para enorme alivio de Junmyeon y Jongin, estos parecen de acuerdo, pues es mejor dos que tres.

 

– Está bien – Dice primero Oh, sin dejar del lado su digna expresión seria.

 

 

– De acuerdo – Aunque D.O use un tono conformista es suficiente para que al menos se calmen las aguas.

 

 

– Muy bien, ahora, discúlpense – Les solicita afable, ganado las miradas disconformes de los niños.

 

 

– No quiero – Dice Sehun, a lo cual Kyungsoo asiente.

 

 

– Deben disculparse – Exige el mayor, vaya que los niños tienen su orgullo.

 

 

– Pororo dice que hay que disculparse si te pelas con tu hermano – Dice Kai a sus hermanos, y aunque Suho se cuestione sobre el motivo de ese sustantivo, mira más bien contento al pequeño bailarín por querer ayudar.

 

 

Y claro, Kyungsoo adora a su héroe Pororo, y es cierto eso, así que no le queda de otra que aceptar a regañadientes.

 

– Lo siento – Declara elaborando un nuevo puchero, lo hace solo por Pororo y Jongin.

 

 

– Yo también – Articula el menor cuando se decidió a hacer caso a mamá.

 

 

– Muy bien, ahora a jugar y no quiero más peleas – Les dice, aliviado cuando ya ha acabado la tensión entre sus bebés.

 

 

Los tres salen para jugar cosas que solo ellos saben, porque Sehun propuso un juego raro que tendrá que explicarles. Sehun… era un niño peculiar, callado y reservado, pero de los cinco, era quizás el que más ternura le provocaba. Kyungsoo no era mal chico, de hecho era un niño inteligente, pero muy celoso con Kai. Además, era un poco rudo al responder, pero aparte de eso, no tenía nada de malo. Y Jongin, en serio era una impresión el buen comportamiento del que fue el bailarín; a decir verdad, parecía más bien que él y Kyungsoo cambiaron personalidades.

 

 

Dejó caer su peso en el sofá, era desgarrador cuidar a cinco niños, o quizás era solo por ser sus compañeros. A tan solo unas horas el departamento se convirtió en un armario de gritos y pies corriendo por todas partes. Pero, a decir verdad, le agradaban esos niños, y realmente se sentía como su madre, incluso comenzaba a denominarlos como sus bebés. Es cierto que siempre se consideró de él la madre de EXO, pero ahora más que nunca debía actuar como una; no tenía idea de cuando volverían a la normalidad o cómo sucedió, pero no dejaría de cuidarlos nunca.

 

 

Recostó su cabeza, al menos ahora los niños parecían haberse calmado, y por primera vez hubo silencio en el departamento.

 

 

Crash.

 

 

– Chanyeol…

 

– ¡Yo no fui!

 

 

 

Las horas pasaron, los niños jugaron, tomaron la merienda, unos tomaron una pequeña siesta, otros se cayeron por allí y rompieron cosas, Suho tuvo que cargarlos en su espalda dolorosamente, parecía más un abuelo que una mamá. Pero, después de haber jugado todo lo posible, descargar su energía al máximo y divertirse más que nunca, todos comenzaba a cabecearse por el sueño.

 

 

– Mamá, tengo sueño – Jongin lo llamó, estaba sentado junto a él en el sofá, mirando con los demás niños una película, a su lado, Kyungsoo había caído rendido en su hombro ante el cansancio.

 

 

– ¿Quieres ir a dormir? – Le inquiere cariñosamente al niño, acariciando su cabeza, este le afirma moviéndola de arriba abajo.

 

 

Dando un vistazo a los demás integrantes, Chanyeol aun luchaba por no cerrar sus ojos, pues se rehusaba a irse a la cama sin antes ver el final de la película; en cambio Baekhyun se había acostado en el suelo y comenzó a dormir desde hacía pasado unos minutos; Sehun restregaba sus ojos somnolientos, bostezando abiertamente. No se contuvo una leve risa.

 

 

– Creo que ya es hora de que todos vayamos a la cama – Informa moviendo levemente al que está a su lado, el cual se levanta con cuidado de no despertar al pelinegro, Suho toma a Kyungsoo en brazos, no va a despertarlo cuando duerme tan tranquilamente.

 

 

– Pero quiero terminar de ver la película – Reclama Channie, le aplica a Suho los irrefutables ojos de cordero, y Suho, al ser quien es, no puede luchar contra ellos.

 

 

– De acuerdo, acostaré a tus hermanos pero cuando terminé vendrás a dormir.

 

 

– ¡Sí! – Responde algo más despierto, volviéndose a centrar en la pantalla y el desenlace de ésta.

 

 

La habitación de Kyungsoo y Kai es en realidad la más grande, y como ahora todos son tan pequeños, podrían caber todos en esa misma habitación. Resuelve que sería mejor dejar a todos en la misma habitación, porque teme a lo que pueda pasar si deja a solo dos en cada una. Además, si algo llega a pasar sería más sencillo ir a esa misma habitación en vez de buscar una por una. Considera que sería mejor que Kyungsoo y Kai duerman en la misma cama, mientras que Sehun, Chanyeol y Baekhyun duermen en la otra.

 

 

Deposita la pequeña personita en sus brazos sobre el colchón, Kai no tarda en subir en ella y acompañar al durmiente sin esperar siquiera una sugerencia del mayor, éste contento de lo unido que son esos dos.

 

 

– Ahora vuelvo, iré por tus hermanos – Le dice luego de cubrirlos con la cobija.

 

 

Al regresar a la sala encuentra a Chanyeol junto a Baekhyun, picando su cara con el dedo y riendo de las muecas que hace en sueños y los gruñidos que salen de su boca entre abierta.

 

 

– Vas a despertarlo – Advierte.

 

 

– Lo siento – Pero en realidad no es así, de todos modos no le dirá nada.

 

 

– ¿Ya terminó la película? – Preguntó al notar que están mirando otro programa.

 

 

    

– Si – Responde Sehun primero, está a punto de caer solo que quiere mostrarse fuerte.

 

 

– Entonces vamos con sus hermanos – Al igual que Kyungsoo, levanta con delicadeza al otro caído, que se acomoda en sus brazos perfectamente.

 

 

– Quiero dormir con Baekkie – Exige el alto, mirando a su amigo en brazos de mamá.

 

 

– Está bien, pero compartirán cama con Sehun – Y el nombrado se levanta del sofá al escuchar su nombre, siguiendo a pasos tambaleantes a los demás.

 

 

Están ya todos listos para dormir, cubiertos protectoramente por más que la cobija que Chanyeol usó para convertirse en un héroe toda la tarde. Se levanta para besar a cada uno en la frente, empezando por Kyungsoo, que se remueve en sueños y se apega al recién dormido Kai, cuando sus labios tocan al frente de éste, le obsequia una sonrisa abriendo apenas los ojos al sentirlo. Cambiando de cama, Baekhyun apenas se percata de su gesto, pero igualmente suspira recostándose del lado, Chanyeol, que aún está despierto pero no por mucho, le sonríe abiertamente cuando no solo lo besa, si no le revuelve suavemente sus cabellos tal como una madre haría; por último, Sehun no aguantó más y durmió apenas tocó la cama, incluso con un brazo de fuera, acomoda bien al niño y hace lo mismo que hizo con los demás.

 

 

Espera hasta que cada uno este por entero dentro del mundo de los sueños. Hay un hermoso sentimiento de complacencia al verlos todos dormitar de forma tan angelical, olvidando por completo lo desastroso del día y lo estresante que fue, todo lo recompensa ese momento. Cierra la puerta con sigilo, dejando a los niños explorar su tierra de fantasías.

 

 

Va directo a su habitación, la que en realidad comparte con Sehun desde que los otros chicos querían hacer cambios en la forma de vivir. Un enorme suspiro de cansancio escapa cuando su espalda descansa en el colchón que parece la gloria en esos momentos, apenas se da cuenta de que él también se encuentra casi muerto, nunca pensó en lo difícil que es cuidar un niño, o en su caso cinco de ellos. De nuevo, no se queja realmente, todos ellos resultan ser tan adorables en sus momentos. Se pregunta si algún día podría volver a experimentar eso con un hijo propio, quizás, en un futuro lejano, él y Yixing pudieran tener un pequeño al cual cuidar y mimar todo lo que quieran, pero se aseguraría de ser el papá esa vez y dejarle el papel de madre Yixing…

 

 

¡Yixing!

 

 

Con todo el trabajo del día, había olvidado por completo a su pareja y el resto de los miembros de EXO. ¿Podría él también estar así? No, no puede ser, si algo así pasara Kris lo llamaría de inmediato… Lo que él debió hacer y no hizo por cierto.

 

 

Podía ser incluso peor que eso, quizás e incluso Yifan se había convertido en un niño, pero nuevamente recuerda, todas las mañanas Kris recibe un mensaje del manager en china, y este al no recibir respuesta hubiera ido y verificar el mismo que pasa, por lo cual hubiera descubierto el problema y avisado a ellos, nada de eso sucedió. Debería llamar a Yifan en ese instante y contarle todo lo sucedido, preguntarle por Yixing y los demás, pero tenía demasiado sueño para moverse. Mañana exigiría a la SM otro día libre para él, ya no era tan joven como para soportar tantas emociones en un solo día.

 

 

No logró levantarse de nuevo y durmió al igual que los niños, sin poder despertar debido al cansancio. Ya llamaría mañana a Kris.

 

 

Notas finales:

En fin... Esto es lo que hice... Si, no es normal .-.

 

Espero que les haya gustado, comenten por favor diciéndome que les parecio, proximamente el capítulo de Krisus c:

 

Chao <3


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