Episodio 3
Canto de la luna
-¿P...puedo dormir contigo?
-¿Eh? Si, claro, ven acá, pequitas- le indico señalando un lado de la cama donde el se encontraba.
Hiccup se metió entre las sabanas feliz, sintiendo la calidez de su toque, se remolió un poco entre las delgadas telas y cerró sus ojos con fuerza mientras se acurrucaba en el pecho de Jack, quien solo se dejo llevar por aquella sensación cálida que le proporcionaba el cuerpo ajeno, duró unos minutos en silencio hasta que de un movimiento brusco se incorporo.
-¿Puedes hablar? -le cuestiono asombrado- ¿Cómo es posible?
-Claro que puedo hablar, como cualquier persona.
-Pero… pero yo pensé que eras mudo.
-¿Qué? ¡Claro que no!
-Entonces ¿Por qué no decías nada?
-Pues…- Hiccup dudo unos segundo buscando las palabras adecuadas para responder la interrogativa del mayor -La gente hace menos preguntas cuando piensan que eres mudo- respondió con simpleza mostrando una enorme sonrisa que de inmediato cautivo al adolescente ojo azul.
-Esta bien, es compresible - se recostó nuevamente en la comodidad del colchón -Sólo no lo vuelvas a hacer, es decir, no tengo tantas hojas.
Hiccup río ante tal comentario, hizo un ademán con la cabeza asintiendo y se volvió a acomodar en su posición inicial.
-Oye, Hiccup -exclamo Jack -Aún no me has dicho nada pero… ¿Cómo terminaste en este estado? - dijo mientras con la vista recorría las heridas que pintaban el cuerpo del menor, esperó unos segundos en absoluta paciencia esperando a que Hiccup hablara pero este nunca lo hizo; bajo su mirada hacia su pecho y encontró el rostro del castaño ya dormido, lo acerco aun mas a su torso y con sutil delicadeza lo estrujó entre sus brazos y beso dulcemente la frente del durmiente Hipo, después echó un vistazo por la ventana, logrando divisar a la luna que brillaba fervientemente en la inmensidad del cielo nocturno, absorto en sus pensamientos entonó nuevamente la melodía que su madre le cantaba cada noche.
-"Tonto el que no entienda.
cuenta una leyenda
que una hembra gitana
conjuró a la luna
hasta el amanecer.
llorando pedía
al llegar el día
desposar un calé.
"tendrás a tu hombre,
piel morena,"
desde el cielo
habló la luna llena.
"pero a cambio quiero
el hijo primero
que le engendres a él.
que quien su hijo inmola
para no estar sola
poco le iba a querer."
Luna quieres ser madre
y no encuentras querer
que te haga mujer.
Dime luna de plata
Que pretendes hacer
Con un niño de piel
Ah ah ah ahhhh
Hijo de la luna"
Su voz se fue cortando poco a poco, los recuerdos de su niñez regresaron nuevamente a atormentarlo, miro el cuerpo del joven que yacía entre sus brazos, beso nuevamente su nuca y se dejo llevar por lo brazos de Morfeo.
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Todo era oscuro, un zumbido ensordecedor golpeaba sus oídos con fuerza, su cuerpo dolía a los mil infiernos, trato de mover alguna de sus extremidades pero todos sus músculos rogaban por clemencia y descanso.
-Jack, vamos levántate -una voz bramaba a lo lejos, su llamado se escuchaba débilmente –Jack, muévete si no quieres que te maten.
-A...ayúdame -logro articular con dificultad -A...ayuda...por favor.
-¿Qué crees que hago?- agregó –Vamos, reacciona de una buena vez.
Con trabajos extenuantes, el niño logro levantar el cuerpo de Jack jalándolo al interior de un edificio viejo que se encontraba a pocos metros de ahí, el trascurso fue difícil y agotador; la tierra temblaba ante las explosiones de las bombas y el disparo de las armas, llovían cenizas y escombros ardientes, tenían que llegar rápidamente o morirían calcinados por el fuego que se extendía por todo el terrero. Finalmente lograron llegar al interior del edificio, Jack respiraba con dificultad, la bala del tanque había caído a tan solo un par de metros de él, recibiendo gran parte del imparto, por suerte pudo correr un poco de la mira del enemigo y no recibir el daño por completo; suspiró feliz de haber sobrevivido, se fue incorporando lentamente echando una mirada al lugar donde se encontraba. Las paredes tenían un elegante tapiz mugriento y a medio destrozar, uno que otro mueble de fina construcción se encontraba aun de pie. Jack pensó que tal vez podría tratarse de un lujoso hotel, lastima que sus tiempos de gloria habían quedado muy atrás.
-Hey -exclamó su pequeño salvador -¿Cómo te sientes, Jack?
-Como si me hubiera caído un tanque encima.
-No fue así pero casi -ambos soltaron una pequeña risa que duro instantes.
-Viejo, te juro que me duele todo -habló mientras se sobaba algunas partes de su cuerpo.
-Si, es normal -agrego -Y bien ¿Qué vamos a hacer?
-No tengo ni la menor idea Baxtel -menciono hablándole al niño de cabellos rubios que se encontraba frente a él –Sobrevivir, supongo
-Eso es más que obvio, Jack...la pregunta es ¿Cómo?
-No te preocupes amigo, prometo llevarte con bien a casa -le revolvió el cabello a su compañero, el menor solo río ante el gesto.
-Eso si todavía esta viva mi familia -ese comentario hizo que el aire se tornara pesado, un aire lúgubre fue depositado sobre sus cabezas, el silencio se prolongó por unos segundos hasta que Jack lo rompió.
-Están bien, te lo prometo -el menor solo se limitó a mirar a su amigo y le sonrió de lado –Ven, hay que movernos
Ambos niños salieron presurosos del escondite donde se encontraban, dispuestos a encontrar un lugar seguro de como sobrevivir a esta desastrosa guerra. Nadie dijo nada en todo el trascurso, solo se escuchaba la respiración agitada de sus bocas y el trotar de sus pasos, todo pintaba bien, no fue si no, hasta unas cuadras después, cuando de entre los edificios, muy a lo lejos, encontraron a un mujer.
Ambos niños frenaron de golpe quedando congelados ante la imagen que tenían frente a ellos...el miedo los paralizó.
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Jack se despertó de un solo golpe, incorporándose velozmente arrogando sin cuidado alguno a la persona que yacía en su pecho; ya estaba cansado de esos sueños que lo atormentaban de vez en cuando por las noches, tanto dolor tanto sufrimiento junto. Nunca olvidaría lo cerca que estuvo de la muerte y el tormento que había vivido hace tan solo cinco años.
-Jack ¿estas bien? - Hiccup lo saco de sus pensamientos atrayendo la completa atención del albino.
-Si, lo siento, no es nada -sonrió de forma despreocupada tratando de restarle importancia a lo sucedido -Solo fue un mal sueño, eso es todo.
-¿Estas seguro?
-Si, no es nada, lo juro, solo vuelve a dormir ¿ok? Yo iré a lavarme la cara.
-E...esta bien -contestó mientras se acomodaba nuevamente entre las cobijas.
En el cuarto de baño, Jack se encontraba echándose chorros de agua en la nuca, trato de regular su respiración y calmar sus nervios, una vez hecho, se dispuso a salir del baño, para su sorpresa se encontró con su padre, quien venía subiendo las escaleras, se le veía pensativo.
-Padre ¿Qué te sucede?
-Eh? -exclamó sorprendido -Nada es solo que...
-Es solo que...
-Es sobre aquello -agrego -No lo has olvidado ¿Verdad?
-¿Olvidarlo? - se mofó -Es imposible que lo olvide y mas aun sabiendo que eso causará mi muerte.
-Lo se, hijo pero...el tiempo se acaba -su voz mostraba clara preocupación, la verdad estaba en sus palabras. Jack soltó un pesado suspiro después inhaló una gran bocanada de aire y hablo
-¿Cuanto tiempo queda? -se le veía nervioso y a la vez cansado, hacia tiempo que no tocaba ese tema.
-No lo se -continuó -Un par de meses quizás, poco mas, poco menos -el ambiente se torno lúgubre era cierto ¿Cuanto tiempo le quedaba? ¿Qué iba a suceder una vez que se hubiera consumido por completo? No podía ni siquiera imaginárselo.
-No es suficiente tiempo -pensó ¿Cómo encontrarla?
Norte pudo percibir la tensión que emanaba de su hijo, era un tema delicado, demasiado delicado pero ahora no era el momento para conversarlo - ¿Ya sabes algo de nuestro inquilino? - pregunto el hombre tratando de relajar a su primogénito.
-Eh? No mucho solo que es un chico y se llama Hiccup
-Ah -exclamó -¿Así que si es un chico? Podría jurar que era mujer
-Pues ya ves que no, es un chico completamente, desde los pies a la cabeza- cierto toque de decepción estaba instalado en su voz -Aun que no habla mucho realmente.
-Cuestión de tiempo para que tome confianza
-Si, quizás –un largo bostezo salió de la boca de Jack- Tengo sueño, te veo mañana ¿esta bien?
-Si, que descanses hijo
Jack se dispuso a ir a su habitación, de un de repente la cabeza le dio mil vueltas, sus extremidades se paralizaron por completo, sus parpados se hacían cada vez mas pesado, un paso en falso y todo se torno negro
-¡Jack! –fue lo ultimo que escucho antes de desplomarse