Las luces en movimiento sobre las cabezas de los cuerpos sudorosos y con una distancia muy escasa entre cuerpo y cuerpo, el hedor de alcohol y de cigarrillo, era un ambiente en la que un adolescente no era apto, (Un adolescente sano) pero ahí estaba él ¿cómo había llegado?, bien su madre lo hubiera reprendido a diestra y siniestra si supiera que él estaba en ese lugar, pero eso no pasaría, jamás pasaría.
El adolescente se hallaba arriba de la luminosa pista, en donde el piso cambiaba cada segundo de un color distinto mezclándose entre las luces que se encendían y apagaban en el techo moviéndose de un lado de la pista a otro provocando que la adrenalina de quien estuviera arriba de la pista no se hiciera esperar , pero por supuesto, ese no era el caso del castaño que permanecía como si de un tronco de árbol se tratara, miraba las luces bajo sus pies como si estas fueran de su más grande interés, estaba solo, había venido al “ameno” lugar en donde estaba, porque había escuchado a sus compañeros de clase, que era un lugar en donde uno podía olvidarse de los problemas, sea cual sea.
Era mentira
El piso de luces empezó hacerle cada vez más luminoso, a tal punto que sus ojos le estaban dando el aviso, de que esa luz lo lastimaba, mandando una sensación de desorientación en ellos, si el no dejaba de verlas, los cuerpos en movimiento se encargarían de hacerlo, recibió un codazo y un pisotón, que después de unos segundos sintió la punzada e incluso supo que había sido uno de esos endemoniados-res zapatos que usaban las chicas en ese tipo de lugares, empezó a bajar del escenario con las pequeñas escaleras laterales que había en la luminosa pista, sus pies caminaban a paso lento como si el castaño estuviera a punto de olvidar como era que se debía caminar.
Armin y Mikasa, le habían prohibido venir, y él les había gritado, recordó con perfección el rostro de lástima que tenía Armin, su amigo; sabía que era incorrecto desahogarse con ellos, y ahí estaba recordando la escena armada horas antes, alguien le soltó un empujón de mil demonios haciendo que tropezara y cayera justo al lado de la pequeña escalera que daba paso a la pista, sea lo que allá querido lograr aquel persona lo había logrado, había apartado a Eren, y había hecho que sus ánimos se hicieran añicos, él hubiera respondido con su actitud explosiva de siempre pero no tenía las fuerzas por lo que se quedó ahí en el suelo, sintiendo algo húmedo en su mano, miro a su lado y un vaso de plástico ahora vacío estaba ahí, él no se inmuto , recogió sus piernas haciendo que estas se pegaran a su pecho abrazándolas, sus jeans se habían estropeado al igual que su polera de color cyan , con la cerveza vertida y el olor que esta producía miro por el rabillo de sus brazos sus converse de color negro, desgastados, pero no era los tenis a lo que realmente miraba, cualquier persona que lo viera, sabía que el chico miraba a la nada.
Ahí se encontraba hecho un asco, con un dolor punzante en su pie y en su espalda
La había perdido por segunda vez, había perdido por segunda vez a su madre, estrujo sus puños a tal punto de que sus nudillos cambiaron a un color blanquecino, él tenía recuerdos, recuerdos de su vida pasada, recuerda a sus amigos, Armin, Mikasa, Connie, Jean..a todos ellos, pero aun siente un vació, aun no recordaba de principio a fin lo que había pasado, y peor aún, las personas.
No recordaba a todas las personas que había conocido en su vida pasada, pero para la mala suerte de Jeager recordaba la muerte de su madre.
— ¿Por qué así?... —murmuro para sí mismo el castaño, ninguna lagrima caía, ni ahora, ni antes en el funeral de su preciada madre
Un accidente, ella había muerto en un accidente, en el cual ni él podía hacer nada para evitar dicho suceso.
— ¿Acaso, la muerte de nuevo vendrá a mí alrededor?
Hundió su rostro más en sus brazos, y sus hombros comenzaron a moverse, la música seguía ahí, haciendo retumbar las escaleras de metal por la que había sido empujado; en su otra vida, el ver morir a las personas que conocías, o no era parte del trabajo, recuerda una melena castaña clara, rodar por una carretilla, gritos de odio, un hombre con un semblante viejo, que todo el tiempo mordía de su lengua, un-
—Basta, mocoso—
El chico seguía agitando sus hombros de arriba hacia abajo, inclino su cabeza hacia arriba dejando ver unos cristalinos ojos azul verdoso, su mirada se miraba desconcertada, a pesar de las luces del lugar no podía ver el rostro del hombre que lo había sacado “por suerte” de sus pensamientos
—He dicho que pares, y levántate, mocoso—
“—Dime,Eren
—¿S-si?
— ¿Me odias? —“
De repente, el aire que ingresaba a sus pulmones ya no entraba más, el movimiento de sus hombros se detuvo, el estruendoso ruido también lo hizo, el dolor de su pie también, dejo escapar el aire en una exhalación, la última lagrima resbalaba por sus mejillas
Eren se levantó a una velocidad increíble como si de repente el suelo le quemara
— ¡H-hei..-— El castaño no termino ni de ver el rostro del otro individuo cuando se vio obligado a caer de nuevo por culpa del líquido que aún estaba debajo de él, esta vez el vaso callo en su cabeza —Verdaderamente, ridículo— pensó para sí mismo el castaño ante su incómoda situación, de su cabello goteaba esa bebida alcohólica que odiaría por el resto de su vida.
El hombre enfrente suyo chasqueo los labios y se inclinó un poco hacia él, facilitando la tarea del menor en poder verlo
Los ojos de Eren empezaron a picarle
Era exactamente como lo recordaba, solo que sin el equipo tridimensional, ni el uniforme, pero eso no quería decir que perdiera sus educados movimientos, y su rostro, era exactamente igual, sabía que a muchos no les gustaba sus expresiones tan serenas características de Rivaille, pero ¿Cuántas veces, no había besado ese rostro?, ¿Cuántas veces no había sido golpeado por hacer eso mismo?
Sin más sus mejillas se sintieron húmedas, y pronto empezó a ver con claridad, el vacío que sentía no solo era tristeza si no que la persona entre muchas que no recordaba era, el, su ex –amante
Ex – amante, no, no era la palabra que buscaba.
Fue su novio/amante, hasta el final de sus días. El albino, como si se tratase de una serie de fotografías pasaba rauda por sus parpados.
‘Recuerda un apretón insoportable en su mano, pero ese apretón tintineaba, por primera vez desde que se conocían, tintineaba
— ¡Heichou!, ¡Rivaille! —el único sonido que se escuchaba eran las pisadas de los dos soldados, y la voz de Eren sonaba cansada
— ¡Calla esa puta boca, ya! — el mayor alzo la voz cortante, no muchas veces se diría así a Eren, tal vez a sus compañeros sí, pero no a Eren
El menor apretó los labios, se encontraba corriendo, miro hacia atrás, sabía que huían, pero ¿de qué? ¿Titanes?, no ellos estaba a salvo en la fortaleza, pero ahora estaban totalmente expuestos
—¡Rivaille-san! — El menor jalo de su mano, no se hubiera atrevido pero el mayor de estatura no podía mas
Rivaille paro en seco, Eren sabía que iba a jalarlo de nuevo, pero hablo antes de que pudiera hacer nada
—Se nos ha acabado, el gas, y también ya no tenemos municiones, ni armas, Rivaille-san, por favor, dime de que huimos—Sus cejas se fruncieron no de forma molesta si no de forma preocupada
—…..
—¡Heichou!
—Quieren, asesinarte
El chico abrió los ojos y entre-abrió la boca ligeramente, no porque le sorprendiera, sabía que tarde o temprano pasaría, pero ¿Heichou?, arriesgando su propia vida , el mismo Heichou, que sacrifico los cuerpos de su escuadrón, , sabía que si lo atrapaban a él, solo el moriría , pero Rivaille no se merecía eso, al menos era lo que pensaba el menor durante la declaración de Rivaille
Después de unos minutos en silencio, el cual el primero en romperlo fue Eren
—Rivaille-san, debería, debería volver, entrégueme, o hágalo con sus mismas manos…¿no fue ese el trató? —Eren, hablaba con una voz distante, pero con una sonrisa en sus labios
El recuerdo se fue haciendo borroso, tomando un color carmesí como la misma sangre’
—Maldita sea Eren, te dije que pares de hacer eso —El hombre iba vestido con una largo saco negro, y en su mirada podía percibirse preocupación y enojo, enojo por que aunque estuviera en otra vida, la limpieza era primordial, pero helo ahí, tomando de un adolescente, con hedor a alcohol y empapado en este mismo
—R-Rivaille…ella….—Todas las lágrimas que no había derramado en el funeral, ni al abrazar a todos los parientes dándole el pésame, se exponían ahí, el castaño lloraba no solo por la perdida de su madre en esta vida, si no por recordar la perdida de la persona que ahora mismo lo ayudaba a mantenerse en pie, temblaba como si de un conejo asustadizo se tratase
—Lo se…—Rivaille acaricio su cabello como lo hacía antes, y como lo haría en esta vida hasta que su tiempo llegara
—No vuelva a dejarme
Esas palabras fueron como una gran bofetada para Rivaille, haciendo que un brillo extraño pasara por sus diminutos ojos, sabía bien que él había sido el primero en morir.
—Eren te dije…
—Que parara…..pero, usted me dijo que me mataría en ese entonces y…
Podía haber golpeado a Eren, pero sabía lo desesperado que estaba, lo triste que estaba, jaló de su playera con brusquedad acortando la distancia entre sus carnosos labios que imploraban que fueran vírgenes, y besarlo finalmente, un beso corto que fue alargado por Eren, un beso con el cual ambos transmitían una y mil emociones, tristezas alegrías ¿Qué si les faltaba el aire?, eso sin duda, pero preferían aguantar un poquito más la respiración hasta que Rivaille corto el beso con un jadeo, ambos habían cerrado los ojos, Rivaille con el ceño fruncido (aunque por supuesto no estaba molesto, solo quería aparentar) y Eren simplemente disfruto del beso, hasta el ultimo segundo.
—Eren Jeager, igual de estúpido ¿Qué hacías aquí? — Eren sintió un escalofrío al escucharlo, sabía que dijera lo que dijera recibiría un regaño
—Yo…espere…¿Cómo me encontró? —El adolescente sabía que no era la respuesta que esperaba Levi, pero…tenía que ganar tiempo para excusarse. Rivaille, tuvo que ladear su cabeza para oírlo, con un chasquido, tomo a Eren de la muñeca y fue caminando para irse del embriagador ambiente, para eso tenían que atravesar la pista, Eren sabía que era mala idea por los pisotones y codazos que le habían propiciado hace poco, por supuesto al ex capitán del escuadrón de reconocimiento, no pasó desapercibida esa mirada que Eren tenía, seguía siendo un maldito libro abierto.
Para Eren le fue verdaderamente sorprendente como toda la muchedumbre se hacía a un lado de tan solo ver a Rivaille y sus pasos decididos, no pudo sonreír con ternura, al recordar las miles de veces que Rivaille lo había defendido y ayudado, como ahora lo hacía, solo le faltaba ir por el chico que lo había empujado y patearle el culo, pero claro, eso no estaba en la lista de acciones de Levi.
Al salir la luz de luna los recibió con su acogedora calma, estaba claro que era más de media noche, pocos taxis transitaban por el lugar, y la única gente que había era la gente que salía del antro, y entraba, y uno que otro borracho desahogando sus penas en uno de los árboles.
Eren pudo escuchar la gran exhalación de su acompañante, estaba claro que no estaba acostumbrado al pútrido olor del antro
—Espero no hallas bebido, porque te juro que t—comenzó Rivaille, pero se calló al ver el rostro de asco del chico “Ni el olor puede aguantar, mocoso estúpido” — Olvídalo, vamos — sin quitar la mano de la muñeca de Eren comenzó a caminar hacia lo que era su casa, pero por supuesto Eren no se quedaría con la pregunta dicha hace poco
—Rivaille — el chico caminaba a su costado, subiendo su mano haciendo que en vez de tomarse mano a muñeca, fuera mano a mano — No ha respondido mi pregunta — continuó diciendo mientras entrelazaba sus dedos con los de Rivaille, el cual no aparto la mano, ni se inmuto
—Ni tú la mía
—….
Suspiró
—Mikasa, tu ¿hermana?, me identifico en cuanto me vio, y yo a ella, le pregunte por ti, pero sigue teniendo esa actitud de mierda, y por supuesto que se negó, fue el rubio (Armin) quien me dijo tu ubicación— doblaban una esquina mientras que las pocas persona que estaban ahí, los miraban con curiosidad
—Pero…yo, no lo recordaba, no hasta que hablo — Eren pudo sentir un pequeño movimiento en la mano que sostenía, pero su expresión era la de siempre ¿había dicho algo malo?
—Yo te estaba buscando desde hace más de dos años—Eren abrió los ojos y sin más sus lágrimas comenzaron a brotar nuevamente
—Rivaille-san, debería, debería volver, entrégueme, o hágalo con sus mismas manos…¿no fue ese el trató? —Eren, hablaba con una voz distante, pero con una sonrisa en sus labios
El mayor golpeo a Eren tan fuerte que unas cuantas lagrimas salieron de sus hermosos ojos
—Ni de coña vuelvas a decir algo as—una sombra comenzó a cubrirlos, Eren parecio asustado,(y no exactamente por el) y Rivaille solo cerro los ojos, no era necesario voltear, sabía que el tamaño de la sombra pertenecía a un titán, y también sabia que no tenía oportunidad, solo vio como Eren intentaba quitarse la manga de su playera para morderse.
Tal vez lo salvaría de los titanes
Pero atrairia a los humanos
—Dejalo…ya—Rivaille sonreía dolorsamente
—¡Rivai---callo, tenía las palabras contadas—….Te amo— al igual que él , sonrió, pero con ternura y felicidad
—Yo igual…Jeager—
Después todo fue obscuridad
Habían llegado al pequeño departamento de Rivaille, estaba claro que Rivaille no carecía de dinero ya que su departamento tenía lo fundamental, y tenía la ligera sensación de que estaba diseñada para un huésped más.
—Últimamente has estado llorando mucho— Rivaille se había mantenido callado todo el camino, dejando que Eren llorará y se desahogara
—Solo recordaba….eso—Eren seguía sollozando, con los ojos un tanto hinchados, pero esa vez no se sentía como en el bar, solo llorando, ahora tenía una cálida mano sobre la suya.
—Pues, deja de recordarlo solo
—Pero…usted lo hizo ¿solo no? Quiero decir, yo apenas estoy recobrando mis memorias, pero, usted me esta buscando desde hace dos años. Mas — El adolescente, no era tonto, nunca lo fue pensó Rivaille, justo cuando iba a hablar fue interrumpido por las palabras de Eren
—Entonces, deje de torturarse, porque ahora estamos juntos ¿no?
Hubo nuevamente un silencio profundo, y después una risa muy tenue de parte de Rivaille,
¿Torturarse? ¿Quién se torturaba?
Rivaille no podía ocultarlo, si Eren era un libro abierto, el era lo contrario, pero olvido que Eren era la única persona en permitirse el lujo de saber lo que pensaba, pronto los ojos Rivaille fueron opacándose por las lágrimas, si, él estuvo totalmente solo recordando aquello, estuvo solo buscando a Eren, temiendo que este no le recordara, y al final fue así.
Eren lo abrazo, besando su frente, por ahora no le importaba si lo recibía con un golpe.
—Te amo
—Yo igual Jeager