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Posesión por Scarlett_Rose

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Notas del fanfic:

Buenas, sé que ha pasado muchísimo tiempo desde que actualice, pero realmente se me ha complicado mucho, porque realmente no he tenido la inspiración para escribir nada. Cuando estoy frente al ordenador, mi mente se pone en blanco y no me llega nada de valor para poder actualizar los Fics, espero solucionar pronto el problema.

Bueno como sea, por ahora les hago una pequeña actualización de unos shots que escribí hace varias semanas pero que por diferentes cuestiones no había podido subir. ¡Muchas gracias a todos los que leen lo que escribo!

 

Espero subir pronto la actualización de mis Fics largos, por lo mientras dejo que disfruten de ellos.

 

S.R.

Notas del capitulo:

Nombre Fic: Posesión

Anime & Manga: Brave 10

Pareja: Saizo x Sasuke

Resumen: Saizo nunca ha necesitado de un amo, porque es fuerte. Y ese Saru, también lo es, entonces no entiende porque él necesita tanto de un señor, especialmente alguien como ese viejo, ¿Qué demonios le ve? ¿Fuerza? ¿Sólo es admiración?

Capítulo único: ¿Qué le ves?

 

            Puso los ojos en blanco justo cuando Izanami le mostró un segundo kimono, que a ojos de Saizo era exactamente idéntico al primero, para el samurai no había más diferencia que el maldito color, entonces ¿Qué ayuda quería ella? Bien podía elegir sola. Botó el oxígeno con rudeza, deslizando la mirada hacía el pasillo.

 

Observo el despreocupado caminar de Yukimura, ese viejo era demasiado inútil a ojos de Saizo, en verdad, que siempre se cuestionaba como alguien tan simplón como él podía tener bajo su mando a tantas personas fuertes.

 

—¡Yukimura-sama!

 

Frunció el ceño, odiaba como todos parecían volverse cachorritos en cuanto veían al viejo, incluso ese Saru, no se necesitaba ser muy observador para notar el cambio en su actitud y facciones, parecía un maldito mocoso detrás de su héroe. Chisto la lengua, asesinándoles con la mirada. Sanada viro el rostro, sonriéndole traviesamente al moreno.

 

—¡Saizo! ¡Tú no me estas prestando atención! —acusó la joven haciendo morritos.

 

—¿Qué tiene de especial todo esto? —siseó fulminando con la mirada a la joven, que nada tenía que ver con su enfado—, Sólo usa el rosa.

 

Izanami giró para ver el kimono con ilusión, Saizo se levantó, abandonando la habitación en silencio, con cuidado busco al ojiverde, pero al menos con Yukimura ya no estaba.

 

—Saizo. —saludo el hombre—, ¿No te quedas al festival?

 

—Yo no estoy para danzas y festivales, prefiero entrenar —comento con ferocidad, inyectando cada una de sus palabras con la molestia que sentía.

 

—¡Oh! Igual que Sasuke, eh. Ahh, los niños de ahora no respetan las costumbres —dijo Yukimura fingiendo resignación—, Procuren no pelear, a Izanami no le gustaría saberlo.

 

Tan descortés como pudo, giró, para darle la espalda y continuar caminando sin dirección fija, aceptaba que el tipo no era malo, pero no le terminaba de aceptar, era demasiado despreocupado, y sencillo, ¡No había absolutamente nada abrumador en él! ¿Qué se supone que le ve? ¿Fuerza? Por favor, Saizo es muchísimo más fuerte, seguramente le derrotaría en tres minutos.

 

A lo mucho, es mejor persona que él, sabe relacionarse y ganarse la confianza de los demás, pero apostaba que Sasuke era de los que necesitaban más que una buena persona, el chico es fuerte y bonito, definitivamente no congeniaba con Sanada. La mejor opción para ese Saru, era él. Sólo él.

 

Resopló con fuerza, poniendo más y más distancia entre Izanami y él, le ponía de mal humor que la chica siempre estuviera detrás de él. Saltó de rama en rama buscando el lugar perfecto para entrenar, o en su defecto alguien con quien hacerlo. Giró el cuello, y entonces en automático se detuvo.

 

—¿En serio, Saru? —pregunto bajando al suelo, sonriendo inconsciente al ver el respingo que sufrió el menor—, ¿Juguetear en tremendo lugar?

 

—¡Saizo! —siseó con reproche, hundiendo el cuerpo en el agua. Podían ser ambos hombres, pero a Sasuke le abochornaba mucho que alguien más viera su desnudez—, Nho… egoy gujando…

 

—¿Perdón? ¿Finalmente me hablas en el idioma de los tuyos, Saru? —se río acuclillándose cerca de la orilla, los cabellos castaños de chico flotaban con el agua, para Saizo era la primera vez que le veía sin la pañoleta en la cabeza.

 

—¡Dije que no estoy jugando, imbécil! —siseó levantándose. El agua le llegaba a la altura de su vientre. Las mejillas del chico se sonrojaron, mientras desviaba la mirada—, Vete.

 

—No quiero.

 

—¡He dicho que te vayas!

 

—Y yo he dicho que no.

 

—Maldito. —trituro su labio, retorciendo sus dedos por debajo del agua—, Entonces, date la vuelta.

 

Saizo abrió los ojos con sorpresa, soltando una risita burlona. Así que Sasuke era tímido. Frunció el ceño, ¿También era tímido con Sanada?

 

—Ey. Saru —le llamo sin voltear a verle, escuchando sólo el movimiento brusco del agua—, He querido preguntarte sobre algo. ¿Qué es lo que te hace seguir a Sanada? Para mí, sólo es un viejo inútil…

 

—¡No hables así de Yukimura-sama enfrente de mí! —gruño deteniendo su vestir

 

—¿Por qué el enojo? ¿Tanto te gusta?

 

—S-sí. Yukimura-sama es una persona importante para mí, es mi señ—.

 

Sasuke cerró los ojos ante el impacto, durante unos segundos, se sintió desorientado y adolorido, entreabrió los ojos, Saizo estaba encima de él, y sus manos se aferraban con fuerza a las muñecas del menor, Sasuke gimió aterrado porque aún estaba medio desnudo. Buen momento para usar una jodida Yukata.

 

—Yukimura-sama esto, Yukimura-sama otro. Estoy realmente cabreado, Sasuke.

 

El ojiverde ahogo una exclamación, era la primera vez que Saizo le llamaba por su nombre, y además con tremenda aura siniestra, si calmado el cabrón imponía respeto. Saizo sonrió travieso, plasmando un duro beso sobre su frente.

 

—¿Solo es tu señor? ¿No quisieras que él te besara así…?

 

Deslizo los labios por el puente de su nariz, y de ahí, a sus pómulos, bajo mordiendo suavemente su mentón. Las mejillas de Sasuke se encendieron, sus manos estaban sobre los hombros de Saizo, empujando al moreno, desvío la mirada a su costado izquierdo.

 

—¡Claro que no imbécil! ¡Yukimura-sama es como un padre! Jamás… he… pensando… así —farfullo nervioso, su cerebro se estaba haciendo papilla, mientras procesaba un sinfín de ideas, desde alejar a Saizo hasta cubrir su cuerpo desnudo.

 

—¿Es así? —ladeo la cabeza pegando su mejilla contra la de Sasuke. Olisqueo su cuello, lamiendo las gotas de agua—, Mmm, me agrada está vista.

 

Con una mano, empujo la Yukata, para que la tela cayera por sus costados. El ojiverde, gruño algunas palabrotas, revolviendo su cuerpo con fuerza para ocultar su desnudez. Saizo mordisqueo su hombro.

 

—¡Te matare! ¡Tú jodida broma ya supero limites, bastardo!

 

—Nadie dijo que esto era una broma —beso su clavícula, deslizando la lengua hacía arriba, terminando con un beso en su barbilla, miró el semblante inquieto del menor, después cayó en cuanta que el chico temblaba como una hoja de papel. Resopló bruscamente.

 

—¿Sa-Saizo?

 

Se levantó, y como si fuera un muñeco de trapo, le cargo para ponerle de pie, sacudió la yukata, y también intento peinar el cabello del menor. Se acercó para abrazarle, beso su oreja, que estaba rojiza al igual que todo su rostro—, Sasuke. Quiero besarte. Tocarte. Follarte, pero no así, joder. Venga, apúrate a cambiarte, después vayamos a ese estúpido festival.

 

—Saizo —le cogió del brazo mirándole con ojos brillosos y mejillas rojizas—, ¿En-en verdad… quieres hacer… todo eso?

 

El moreno frunció el ceño, pero afirmó.

 

—Entonces… entonces hazlo. —mastico su labio—, Nunca he pensado en hacer esto con Yukimura-sama, pero… si contigo.

 

—¿Conmigo? —entrecerró los ojos y giro para verle con picardía—, ¿Qué has pensando de mí? —se cruzó de brazos disfrutando de esa bonita timidez que demostraba el chico.

 

Podía gustarle más de lo que quisiera admitir, pero definitivamente adoraba más molestarle.

 

::: ::: ::: :::

 

Golpeo la nuca contra el tronco de madera, llevando el antebrazo a su boca, mordiendo la manga de la yukata para callar los gemidos. La pierna que le sostenía temblaba como si estuviera hecha de gelatina, la otra, estaba perfectamente acomodada sobre el hombro de Saizo.

 

—Hmmg… —jadeo bajito y ronco.

 

El moreno beso el interior de su muslo, chupando con suavidad un testículo mientras su mano pajeaba rítmicamente la dura erección.

 

—¿Te gusta, Sasuke? —beso la llorosa cabeza, lamiendo la hendidura con esmero, sus dedos masajearon los testículos, metiendo el índice entre ellos. Y Sasuke agito fervientemente la cabeza, mientras arqueaba la espalda.

 

Sonrió de medio lado, empujando todo el falo dentro de su boca, tranquilamente acarició la entrada del menor, empujando vagamente la yema contra esta, sin realmente profundizar la caricia. Sasuke le miró entre confuso y ansioso, triturando su labio inferior. Presiono con los labios el glande, y entonces, empujó el primer dedo, para Sasuke más que dolor, era una punzadita de incomodidad, y vergüenza.

 

—¿Duele? —pregunto masturbando la caliente erección, mirando con intensidad al ojiverde.

 

—N-no… realment—.

 

Apretó la mandíbula en cuanto un segundo dedo se adentró en él, soltó un siseo ahogado. Ahora si dolía un poco, los dedos entraron y salieron de su interior con extraña amabilidad, procurando acostumbrar bien a su cuerpo, Saizo tijereteo sus dedos, dilatando su ano.

 

—Mghh —ronroneo, balanceando de forma discreta sus caderas—. Sa-Saizo…

 

—Lo sé, lo sé —sonrió con autosuficiencia dejando de tocar al menor. Se puso a su altura, y mientras abría su pantalón, beso con ferocidad su boca, mordisqueando y chupando sus labios hasta dejarlos hinchados y rojos.

 

Cogió la pierna de Sasuke, y la acomodó cerca de su cadera, alineó su pene en la entrada de él y con movimiento lento, se adentró.

 

—Estrecho —gruño, respirando bruscamente sobre su hombro. Sasuke, hacía su mejor intento en relajarse, y no soltar quejidos lastimosos. Pero los dedos de Saizo no se comparaban en nada con su miembro—, Me moveré un poco.

 

Primero fue un golpeteo lento, procurando relajarle, empujo con profundidad su interior, robándole un alto gemido al chico. Al fin había encontrado ese lugar, una tras otra, le embistió en el mismo punto, maravillado con los jadeos del menor, sonrió coqueto besando su mejilla. Su mano libre, rodeo el falo de Sasuke, masturbando al mismo ritmo que sus embestidas.

 

Mordisqueo su hombro desnudo, siguiendo con la mirada el bajar de la yukata, que sólo pendía de los brazos que se encontraban aferrados a los hombros de Saizo. Siseó una palabrota cuando las paredes internas de Sasuke le apretaron, arrastrándole con él al orgasmo.

 

—Sasuke —jadeo, saliendo de su interior. Le miró enternecido, dando un montón de besitos en su rostro—, ¿Puedes caminar tú solo?

 

—A-algo así. ¿Por qué? —pregunto manoteando lejos al mayor, con movimientos bruscos intento acomodar su yukata.

 

—Porque quiero ir al festival, lo dije antes, ¿no?

 

—¡¿Eh?! ¡Estás demente! ¡¿Cómo demonios voy a ir así?!

 

Saizo le miró desinteresado, aunque se notaba que quería reír. Sasuke había levantado su yukata para mostrarle como el semen comenzaba a bajar entre sus piernas.

 

—No debes preocuparte por detalles. Además si alguien te ve eso, mejor para mí. Ellos sabrán que eres mío.

 

—¡Eres un imbécil!¡Maldito pervertido! —gruño caminando a zancadas lejos del moreno, aunque su caminar era demasiado gracioso.

 

Y Sasuke no negó ser de Saizo. Por Yukimura-sama sentía una profunda admiración, pero lo que sentía por Saizo le superaba.

 

 

Notas finales:

¡Gracias por leer!


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