-¿Está muy dulce?- preguntó Sungmin preocupado.
-No.- contestó Key limpiándose la comisura con una servilleta, pues un poco de la azúcar de la dona se había quedado en su labio superior. –Pero creo que también debería de probarla tú.-
-¿Eso crees?- preguntó tomando la dona, mirando la mordida que dejó Key. –Bien, veremos si en realidad sabe bien o sólo lo habías por diplomacia.- dijo riendo levemente, ganándose un golpe de Key en su hombro.
Cuidó de que la mordida fuera en el mismo espacio que Kibum había dejado, sonrió al sentir el pan ya cortado y terminó por cerrar su quijada para partir un trozo y así comerlo.
Sonrió al saborearlo.
-Tienes razón.- susurró asintiendo leve.
-¿Qué hora es?- preguntó Kibum levantándose de la silla en la que estaba sentado junto con Sungmin.
-Poco más de las ocho de la noche, ¿ya te vas?- miró como Kibum asentí y su cabello se movía lento, ese peinado hacia arriba se sacudía lentamente, dando un aspecto de película hollywodense.
-Ya debería de haberme ido.- contestó mirando hacia la puerta.
-Invité a un amigo a cenar y se supone tenía que hacer la cena. Pero creo que pasaré a comprarla.- le sonrió para esperar que se levantara de la silla. –Nos vemos luego.- hizo una leve reverencia para despedirse de él.
-Si quieres te acompaño.- caminó a su lado hasta salir de la tienda. –¡Hey! Cuiden un poco, ¡no tardaré!- les gritó al resto de sus amigos que seguían haciendo las donas.
-Sólo no te tardes.- le contestaron.
-¿Vas a ir a comprar algo de comida?- preguntó Sungmin mirando el perfil de Key, este sólo miraba hacia el camino que tendría que recorrer.
-Creo que aun es tiempo de hacer algo con mis manos.- contestó sonriendo. –¿Qué hora dices que es?- se supone que ya tenía que ir caminado solo para poder pasar e ir a saludar a alguien a su trabajo.
-Poco más de las ocho de la noche.- susurró Sungmin.
-Tengo que darme prisa.- dijo Key deteniéndose, justo a unas cuadras de Buena Miel.
-Entonces démonos prisa.- contestó Sungmin caminando por delante de Key.
-Sí… sobre eso.- Key aceleró sus pasos para poderlo alcanzar. –Sungmin.-
-Conozco un lugar en donde venden comida ya preparada y sabe muy bien.- tomó su mano para ajarlo e ir hacia esa tienda.
-Bueno.- se limitó Kibum para ser jalado por Sungmin un par de calles, girando hacia su derecha, perdiendo el camino inicial que tenía para ir a Buena Miel.
Sin querer y aprovechándose de la bondad de Sungmin, lo dejó formado en la fila para pedir la comida mientras él se iba a la tienda de comida rápida más cercana, compraría esa hamburguesa doble con queso.
Al salir de ese local, se aseguro de esconderla bien.
Fue hacia done estaba Sungmin que ya tenía la comida preparada y lista para ser llevada a la casa de Key.
-Los chicos me hablaron, dijeron que necesitaban que les ayudara.- le entregó la bolsa con los platos de comida dentro. –Pero sabe buena.- terminó por sonreírle.
-Gracias.- hizo una nueva reverencia. –Otro día hay que comer juntos.-
-¿Qué te parece mañana?- preguntó sonriendo algo apenado pero su rápida reacción.
-Sí, me parece bien.- susurró Key sonriendo. –Mañana iré a Hey! MyDona para secuestrarte un rato y venir a comer.-
-Estaré esperando ese secuestro.- sonrió Sungmin. –Nos vemos bebé.- se acercó para darle un beso en la mejilla y luego girarse e irse corriendo.
-Ne.- susurró Key tocando su mejilla. –Nos vemos.- cuando la figura de Sungmin desapareció, también se dio prisa en ir directo a esa tienda de dulces que tanto solía visitar.
Pero justo al mirarla, la encontró cerrada.
La fría cortina de metal ya estaba cubriendo la entrada al local.
-Llegué tarde.- susurró acercándose a la cortina metálica. –Lo siento. Mañana podré venir y te traeré la cena.- sonrió acariciando la cortina. –También espero verte y poder hablar un poco.- suspiró sonriendo un poco triste.
-Te estaba esperando.- dio un pequeño salto en su lugar para girar su rostro sobre su hombro. –Pero tenía que cerrar a la hora que Onew dijo.- susurró Jonghyun acercándose.
-Yo no vine por Jonghyun, vine por mi novio.-