La playa por ChocoPyo

El clima cálido abrazaba los cuerpos semidesnudos de todos en aquella amlia y arenosa playa.
Chicas y chicos recostados sobre toallas tendidas bajo alguna sombrilla. Cocos en las mesas, sandalias y mochilas regadas por el suelo arenoso y caliente.

De entre todas las parejas que había ahí, destacaba una, que gracias a no ser tan normal como las otras, se daba a relucir.
Un par de jóvenes, ambos hombres, se encontraban sentados en unas sillas bajo la sombra al igual que las demás personas. Uno de piel lechosa, alto de cabello negro, y el otro tenía el cabello rojo, teñido claro está; de tez tostada e igual de alto a su compañero.
Ninguno se inmutaba por las miradas tan indiscretas que les lanzaban. Para ellos nadie existia; nadie los veía de esa forma tan acusadora... Nadie.

—Oye, JaeHyo...—el muchacho más joven habló por primera vez en mucho rato atrayendo la atensión del de piel rubia. Su voz se escuchaba un poco bastante madura para los escasos 20 años con los que contaba.—hace mucho que no caminamos por la playa, y tambien hace mucho que no comemos en uno de esos restaurantes de cocteles y todo eso. ¿Por qué no vámos ahorita a uno mietras caminamos por la orilla? Así bien romántico y todo. ¿Sí?

JaeHyo no se veía tan convencido, pero no podía dejar a su niño con ganas de algo. Era injusto y no debía ser así. Era solamente un chiquillo. Uno muy joven al que siempre le ah gustado ese tipo de cosas romanticas; no quería descepcionarlo, y menos el día de su aniversario.

"Nunca ah hecho algo por lo que deba arrepentirme de estar con él..." eso estaba en su cabeza, pensaba decirle que sí, pero fue muy tarde porque pronto se vió parado de su lugar y siendo jalado hacia la orilla del mar, que le sacó una sonrisa de las más sinceras que le podría darle a su novio.

Por unos minutos olvidaron que estaban en público y estubieron actuando felices, como lo que de verdad eran y no bichos raros como muchos le llamaban.
El panorama era tierno y acogedor para aquellas personas que no juzgaban las relaciones de los demas. Ellos simplemente se comportaron como eran: dos chicos enamorados que hace tiempo se conocian.
Pero no siempre se vive feliz y pacífico.
Como cualquier otra pareja tambien discutían y se reconciliaban; tenían sexo; eran mejores amigos y compañeros de experiencias.

"Ah JiHoonie no sabes cuanto te amo"

Entre risas, persecusiones y guerras de arena, llagaron al restaurante de un amigo de JaeHyo. Recordó un buen momento de cuando se conocieron él y el de pelo teñido, lo cual le sacó una sonrisa y una lágrima. JiHoon se dió cuenta de eso, por lo que le preguntó el por qué se había puesto así tan de pronto.
JaeHyo se detuvo y lo besó en los labios de una forma tierna eh inocente, provocando a que algunos presentes los vieran de forma repulsiva. Pero a el no le importó.

—Hyo... yo, no deberias hacer esto en público... las personas nos ven raro

—No me importa porque te amo y lo estoy demostrando, ¿o es que tienes miedo de el qué diran?—el de cabello rojo solo desvió la mirada al mar. JaeHyo suspiró y lo abrazó por los hombros atrayendolo hacia él.—JiHoon vámos... no te pongas así. Ya sabes que no me gusta verte triste.

—Ya lo sé, pero esque...—no terminó gracias a que su novio empezó a picarlo y a decir "riete, riete". Los dos sabían que esos momentos bien valían la pena.

—A demás me preguntaste que pasó ¿no?

—Sí.—hizo un puchero mientras se apegaba al cuerpo de su hyung

—Lo que pasó fue que recordé la vez que nos conocimos, ¿tu te acuerdas cómo fue?—el menor asintió energéticamente mientras sonreía por tan bello recuerdo.

—Cuando nos conocimos fue raro, pero desde ese momento supe que debía estar contigo toda mi vida.—y esta vez fue él el que lo besó en la mejilla. Eso le provocó querer tirarlo en la arena y besarlo hasta que se cansase, pero las personas, esas malditas personas que no los dejaban de ver solo le dejaron frotar su cabello y desarreglarlo un poco. A JiHoon no le importó, pero si se sacó esa molesta mano.—Muy a pesar de que eras un idiota cuando te conocí.

—¡Oye!

—Jaja lo siento Jae, pero es la verdad.—así era y no pensaba negarlo, porque bien sabía que fue un idiota en aquel entonces.

—¿Sabes?—habló con algo de nostalgia en su voz y viendo como esas olas del mar llegaban cerca de sus pies. Eso captó la atención del menor, que lo veía curioso y con uno de sus famosos pucheritos—Siempre, o almenos desde que tenía memoria, venía aquí con mis padres. Mi papá y él de Taeil eran amigos cercanos, por lo que cada vez que veniamos nos quedabamos unos días y yo jugaba con él. Esos fueron buenos años de mi infancia.

La vista de JaeHyo pasó de las olas al peliteñido pudiendo observar esa hermosa sonrisa que lo enamoró.
Era porque siempre le parecía tan tierno el que le provocara ser lindo y cuidadoso con ese chiquillo. Todas sus risas, juegos y hasta sus lágrimas le caían de maravilla en ocasiones difíciles y malos ratos. De verdad que amaba a ese niño.

—Los recuerdos son muy bellos... Es por eso quiero hacer muchos contigo mientras pueda... Feo—ahí esta otra risa de esas que derretían al pelinegro.

Cuando le dijo eso, trató de colgarsele del brazo y jalarlo hacia adelante, pero sus planes se frustraron porque en cuanto sintió el tirón que le brindó, el lo devolvió más fuerte haciendo que le cayera ensima y sacandose fuertes carcajadas.
JiHoon, lo besó en la mejilla y se levantó ayudando a JaeHyo, que no estaba ofendido, pero si le seguiria la corriente un rato para liberarse del poco estres con el que contaba.

—¿Por qué feo? ¿Acaso soy tan feo como para que me ames? ¿Qué ahora soy feo y tambien idiota?

—Jajaja no—ahí estaba de nuevo esa risa hermosa y perfecta que facilmente podría admirarla todo el día sin siquiera preguntarse si tenía hambre o estaba aburrido.—Sabes que te amo, y por eso exactamente (porque de verdad eres feo) te amo... Bueno, feo feo no. Sólo das pena ajena.

Y diciendo esto comenzó a correr alejandose del sensual cuerpo lleno de tierra que igual echó a correr para alcanzar al de adelante. No le fue tan difícil porque al de pelo rojo no le gustaba correr mucho, por lo que se detubo tumbandose bajo una palmita llena de cocos verdes esperando a su novio.
A lo lejos pudo ver que hacía el más joven bajo aquella sombra.
Simplemente no entendía del todo su actitud, pero no necesitaba saberlo... Así lo quería.

"Entonces es por eso que tiene tantos amigos... ¡Ah, JiHonie...! ¡Cuantas personas quisieran ser como tu! ... Incluso yo quisiera ser así..."

Estaba a unos veinte pasos del chico pelirojo. No corría, solo caminaba y pensaba en esa persona que anhelaba y pedía nunca se alejara de su lado.
Al ver que JaeHyo se acercó, mordió su labio inferior tratando de reprimir su risa emosionada y su acelerada respiración.

"Simplemente eres perfecto JiHoon... y no te cambiaría por nada ni por nadie."