Anteriormente....
El abuelo de Yugi toma un camino al cual le guía hasta una mansión bastante misteriosa, en ella habitaba un sujeto idéntico a su nieto pero mucho mayor que él, y sus dos sirvientes (que en realidad no lo eran); el abuelo encuentra una caja en la habitación del joven amo que contenía un misterioso tesoro...
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Al desvanecerse este personaje de la vista, el hombre pudo escabullirse a un dormitorio sencillo para poder descansar, al recostarse pudo caer en un profundo sueño, mientras que los sirvientes revisaban esa habitación vieron que el hombre estaba durmiendo muy profundo así que no abrió ninguna sospecha de haber estado vagando por esos alrededores tratando de conseguirle algún regalo a su nieto.
Por la mañana, ya despierto, pudo notar que el castillo estaba desierto, no había absolutamente nadie, en la mesa de comedor había una bandeja con el mismo alimento que había comido la noche anterior.
Sale al jardín para después ir por su caballo y marcharse, pero al ir acomodando la silla para montar a su caballo, el sol hace revelar un destello cerca del jardín donde había un hermoso rosal gigantesco y cerca de una vieja fuente vuelve a ver la caja y se acerca más, coge la caja para abrirla pero esta vez sí contenía piezas del mencionado rompecabezas al tratar de guardarla para llevársela, el sol se empieza a esconder entre nubes negras y relampagueantes que extrañamente empezaron a aparecer. Y se escuchaba una voz..
-¿qué crees que estás haciendo viejo?, ¿no sabes que eso es el tesoro de este castillo maldito?... te exijo que lo dejes, nadie debe tocar este tesoro maldito, al hacerlo te haces prisionero y tendrás que pagar con un precio muy alto… serás buen adorno para el jardín, ya que no eres tan joven para ser sirviente….
El sirviente de cabello cenizo le susurra al oído al chico parecido al nieto del señor…
-espera, sé que en tu hogar eres privilegiado de tener tres almas jóvenes, por tu incompetencia, tendrás que traérmelos para que ellos puedan pagar tu deuda, ahora largo, tienes una semana para enviarlos. – se desvanece junto los sirvientes que parecía alucinar que le salían alas a aquellos dos…
Pasó el tiempo en el que su abuelo volvería pero Yugi se desespera por no tener noticia alguna de su abuelo, pasaban unos días y al punto de casi resignarse de que su abuelo volviera, una tarde, mientras miraba el atardecer, de los árboles vio salir a su abuelo y corre muy contento, tirando así las flores que había recogido
Yugi: Abueeeeloo- corre a abrazarlo, pero el abuelo no puede mirarle, se había decepcionado mucho de él mismo, pues había sentenciado a su pequeño nietecito y a sus amigos.
A Y: Yugi, me has estado esperando, que gentil, eres un chico bueno, pero quisiera hablar contigo y tus amigos, ¿podría?
Yugi: si es por los obsequios, si no los traes, no te preocupes lo importante es que volviste…
A Y: no es eso mi pequeño, como quisiera que simplemente fuera eso, pero hay más- Yugi nota mucha tristeza por parte de su abuelo…
El anciano al tener reunidos a los tres chicos, les contó todo lo que había pasado, mientras los chicos tomaron un par de días para asimilar esto y poder ayudarle a viejo, este desgraciadamente cayó enfermo, lo que preocupó a Yugi, pues pensó que se trataba de la supuesta maldición de la que hablaron. Y así deja a su abuelo bajo el cuidado de las personas que él servía…
Sin remedio los chicos todavía tendrían el tiempo para llegar al castillo, ellos bien sabía que se trataba de aquel castillo de la leyenda, naturalmente se habían asustado pero continuaron, ya que entre ellos se animaban para continuar.
Llegando a la entrada principal del castillo notaron que todo ya estaba abierto para su llegada y sobre el gran balcón se encontraban los tres sujetos que habían hospedado al abuelo de Yugi, entran extraños, pues parecía que todo había salido de una mala pesadilla, se asombraron cuando vieron a los tres jóvenes mayores que tenían un parecido enorme con ellos, como si vieran su reflejo pero en un futuro.
-Bienvenidos, de ahora hasta el fin de los tiempos, se quedarán aquí a acompañarme, ya que el anciano no puede cumplirme ese deseo, mi nombre es Atemu- decía el chico que tenía el parecido a Yugi, pero me gustaría que me dijeran Yami, el de mi lado derecho es Marik- quien tenía el parecido de Malik- y el de mi lado izquierdo es Bakura- quien tenía el parecido de Ryou-, ahora entren…
Ryou: ¿Viste aquello?, como es impresionante el parecido que tienen con cada uno de nosotros!!!
Malik: por ahora eso no es importante, ¿Cómo que quedarnos hasta el fin de los tiempos?, yo pensé que hasta que muriéramos!!..
Yugi: Pues eso, Malik, para nuestra vida es el fin de los tiempos.- piensa en su abuelo y cree que es lo mejor que pudo haberle hecho, pues no toleraba la idea de que su abuelo perdiera su alma en el limbo y trató de tranquilizarse, pues lo que había hecho solo era para ayudar y no para darse un lujo…
Llegaron a la estancia y se reencontraron con estos tres personajes que tenían apariencias algo mayores a ellos pero la diferencia no era mucha, el joven de nombre Atemu les exige con la mano que hagan una presentación para conocer a sus nuevos prisioneros…
Yugi, no estaba tan asustado, así que fue el primero, lo cual intrigó más al mayor.
Yugi: Soy Yugi, de la familia Mutuo, veo que ustedes “atendieron” a mi abuelo- al oír esto, todos se quedan pasmados, los amigos del chico porque nunca vieron que su amigo se comportara así con alguien pues era muy noble para hacer ese tipo de contestación y los otros por el atrevimiento y el cometario que hizo del viejo y parece que al ojirrojo le empiezan a brillar los ojos al ver al chico de los ojos amatistas tan seguro pero no aprecia ser una mirada muy normal del amo de la casa… lo cual altera a los otros dos mayores.
Atemu: Bien Yugi de la familia Mutuo espero que no seas tan impertinente como tu abuelo… aunque con esa seguridad…
Yugi: mi abuelo no es ningún impertinente, es un hombre bueno y….
Marik: Ja, al parecer amo, sí salió más impertinente que el viejo- se posa delante de su amo para guardarle encarando al chico de los ojos amatistas pero este comienza a tener cierta inseguridad y se esconde.
Bakura: Bueno, parece que los otros dos son mudos….
Ryou: No somos mudos, mi nombre es Ryou
Malik: soy de la familia Ishtar, mi nombre es Malik.
El amo de la casa los miró muy desagradable, como si no los necesitara y les corriera del castillo…
Atemu: Llamen a la ama de llaves para que le indique a ellos su habitación, luego que los reúna a los tres y les explique las reglas, Marik, Bakura, ustedes tienen una tarea..¿Recuerdan?, ahora vayan
Los tres campesinos vieron desvanecerse a este personaje tan siniestro de los ojos rojos y a los dos sirvientes tras él.
Se quedaron parados sin decir nada, unos minutos más tarde, llega algo apresurada una jovencita, tenía su vestimenta de maid..
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