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Makoto, tengo frío por Iori Yagami CCH

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Notas del capitulo: Hola a todos, lamento la tardanza… se suponía que debía subir el capítulo para el lunes que pasó… pero me dio mucha flojera… en fin, lamentoHola a todos, lamento la tardanza… se suponía que debía subir el capítulo para el lunes que pasó… pero me dio mucha flojera… en fin, lamento las demoras ¡Gracias por leer! las demoras ¡Gracias por leer!
II
La gente dice muchas cosas que a veces, por más difícil que parezca, levantan el ánimo de quien ha perdido todo.
Y es cierto.
La gente dice que la esperanza muere al último… ¿será verdad? Y si lo es…. ¿por qué pareció por unos momentos que era algo completamente distinto?
También hablan sobre cosas imposibles que son posibles… Un ejemplo de ello es la llegada del hombre a la Luna… Creo que hay que darle méritos a ese sujeto….
La gente más religiosa habla de milagros que a simple vista, en manos de humanos son imposibles de hacer… esas mismas personas dicen que si tienes fe en tu corazón, puedes cumplir hasta el más difícil reto, un milagro, algo que en manos de alguien supremo e invisible parece un simple respiro.
¿Sabes, cual es mi propio milagro…. Haru?
Después de aquel mensaje, algo en mi pecho ilumino todo lo que antes había permanecido celosamente en tinieblas, algo que ni yo mismo podía explicar.
Me hice a la idea de que tú habías logrado sobrevivir al accidente, porque a pesar de que el avión había caído a mar abierto, tú no podías morir en el agua ¿cierto? Seguramente nadaste hasta llegar a alguna costa, porque tú eres muy veloz ¿verdad, Haru?
Y por más descabellada e incoherente que sonara aquella idea, fue la única que me logro levantarme de la cama, la única que me había hecho volver a la escuela, al club… a casi todas mis actividades que hacía antes de tu partida.
Porque yo sé que no estás muerto, Haru.
Tú no morirías a manos del agua, eso sería lo más ridículo del mundo.
¿No es así, Haru?
Había comenzado a asistir nuevamente a la escuela, a pesar de todo lo que había pasado, seguía yendo a tu casa para ir juntos a la escuela, pero antes de que pudiese tocar el timbre, recordaba que tú no estabas en casa, y a pesar de que me ponía triste y las lágrimas amenazaban con salir de un momento a otro, después recordaba, que pronto volverías y sonreía otra vez…. ¡Pronto volverías!
Pronto volveríamos a estar juntos.
Pronto podría sentirte en su totalidad…
¿Y sabes que es lo mejor del mundo?
Que nunca más te dejaría ir otra vez.
Los días pasaban, ¿y sabes? Yo me angustiaba porque no regresabas… No contaba nada sobre tu regreso a nuestros amigos… seguramente ellos creerían que me he vuelto loco, Haru.
Durante las tardes de cielo azul solía quedarme parado en la ventana, quería verte llegar, quería ser el primero en darte la bienvenida.
Me imaginaba que cara pondrías, seguro ambos lloraríamos mucho, porque… nos extrañamos ¿verdad, Haru?
¿Llorarás?
¿Llorarás conmigo?
¿Llorarás tanto como yo lo haré?
Necesitaba oír tu voz.
¿Te disculparías por haberme preocupado tanto?
¿Qué me dirías, Haru?
Me pregunto si podré decirte todos los sentimientos que tengo mezclados… ¿podré expresártelos?
Mi mente me decía “Makoto, olvídalo, te estas volviendo loco”
Peri una voz, firme y clara en mi corazón me decía “Espéralo, Makoto. Tu y yo sabemos que Haru volverá”
Volverás y yo te abrazaré muy fuerte.
Volverás y nunca más te dejaré ir…
Volverás para estar junto a mí, ¿verdad, Haru?
Y así los días pasaban volando, a menudo había flores blancas en la puerta de tu casa, un pequeño altar que levantamos con la idea errónea de tu muerte…
¿Te gustará verlas cuando vuelvas?
Quizá parezca innecesario para ti, pero Nagisa insiste en ponerlas cada tres días, siempre habla de ti con una sonrisa, y por más que yo quiera detenerlo él siempre dice “a Haru-chan le gustaran desde el cielo”.
Me he mordido el labio para no hablar de más.
Me he contenido para no delatarte.
Me he quedado despierto durante las noches, pensando en ¿por qué deseas que todo sea una sorpresa?
Haru, ¿te gustan las flores blancas?
****
No importa cuánto tiempo pase en mi ventana….
No importa cuantos segundos pasen desde el momento en el que decidí pararme en la ventana…
No importa cuántos pétalos de cerezo cuente mientras caen…
No importa que todos se hayan olvidado de ti…
Porque yo seguiré esperándote.
****
¿Sabes, Haru? He pensado que si debo esperarte, es mejor hacerlo frente a tu puerta.
Y ahí me sentaba, frente a tu puerta, esperando cada vez más ansioso a tu regreso.
Porque, mi corazón me decía que tu pronto volverías a pesar de que nuestros amigos creyeran lo contrario…
No importaba de cualquier forma, porque yo sería el primero en darte la bienvenida.
Pero, nuestros amigos no lo entendían, no entendían nada.
Ellos no entendían que tú eras uno con el agua, que por esa simple razón no podías morir… eso sería ridículo y hasta tonto…
Nadie te conoce tan bien como yo, Haru.
Y por eso me siento orgulloso… porque yo sabía que tenías incluso antes de preguntarte o que tu si quiera mencionaras algo…
Ellos; Ellos podían seguir llevando lores blancas a la puerta de tu casa, a ese pequeño altar…
Podían seguir llevando repugnantes flores blancas
Podían seguir adornando con horrible color blanco.
Y, conforme pasaban los días, también miles de ideas de porque tardabas tanto cruzaban por mi cabeza…
¿Sabes, Haru? Ya pasó mes y medio desde que te fuiste
Hace mes y medio que un avión cayó a mar abierto dejando ,según el noticiero, a todos los pasajeros muertos.
Hace mes y medio que tu casa se llenó de flores, todas de horrible color blanco.
Desde hace ya, mes y medio te esperaba.
“Hace ya mes y medio, que Haru-chan se fue al cielo”.
Cuando Nagisa dijo eso, algo en mi pecho me dolió, algo que no podía entender… Haru…
¿Qué significaba eso?
Perdóname, Haru. Pero no pude soportarlo más… ¡No pude soportar más aquellas flores blancas en tu puerta!
Un murmullo salió de mis labios…
Un murmullo inevitable…
Un murmullo que contenía cuatro palabras…
Un murmullo que decía “Haru no está muerto”
¡Perdóname, Haru! Pero cuando lo dije, ya era demasiado tarde… No quería arruinarles la sorpresa…
Todos… sus miradas eran extrañas… como… cuando vez que algo no funciona o, cuando vez algo que lastima, algo que te desagrada… sus miradas eran iguales a esas… llenas de tristeza, confusión, desagrado… ¿es que acaso dije algo malo?...
Los días pasan, Haru… los días pasan… Y así como pasan los días, también pasan miles de cosas en mi cabeza… ¿Sabes, Haru? A los chicos no les agrada que te espere en tu casa, Rei insiste en que deje de hacer cosas así, que sólo abro más la herida, Nagisa insiste en que debo hacerme a la idea, que por más que el deseará apoyarme no podía hacerlo, Rin dijo que debía “olvidarte”


¡Olvidarte, Haru! ¿Puedes creer eso? En esos instantes quería gritarles muchas cosas, pero no pude Haru, porque… es lógico… ellos no te conocen tanto como yo.
Ellos no podrían entenderlo… Ellos… ellos no confían en tu habilidad, Haru.
****
Una mañana, salí corriendo directo a tu casa, algo me decía que hoy sería el día, el día en que volvería a estrecharte entre mis brazos, el día tan ansiado, el día que más anhelaba, pues, a pesar de que ya había pasado medio año desde tu partida, hoy… hoy tu volverías a casa.
El azul del cielo me hacía apresurarme, porque eso indicaba que tu regreso era inminente.
Cuando llegué a tu casa, miré las flores blancas que Nagisa había puesto, había un camino con ellas… con el repugnante color blanco… como… si alguien hubiese entrado en tu casa y con el aire de la puerta hubiese desprendido los blancos y molestos pétalos…
¡Eras tú!, corrí tan rápido como pude y abrí la puerta llamándote… pero… no… No eras tú quien estaba ahí.
Todos nuestros amigos estaban ahí, quizá… quizá ellos ya lo entendían, Haru… o eso pensé…
¿Sabes, Haru?... El día en que yo pensé que volverías fui llevado a un hospital psiquiátrico…
Ellos, nuestros propios amigos me engañaron diciendo que iríamos por ti al aeropuerto, pero no fue verdad Haru…
¿Sabes, Haru? Yo sé, que cuando tú vuelvas vendrás por mí… Y… entonces podrás volverme a decir “Makoto, no dejes marcas en mi espalda”… Pero, por ahora, debo conformarme con las paredes blancas de este lugar… al que me han asignado por esperarte…
Haru… Me pregunto… Si aún tienes frío…
Haru… Por favor, no tardes… yo seguiré esperando paciente… Te lo prometo…
….











Y entonces… ninguno de los dos volverá a tener frío.
Y entonces ninguno de los dos volverá a esperar al otro…
Y entonces volveremos a ser felices…
¿Verdad, Haru?...
Notas finales:

Hola de nuevo… Espero no me odien, y si es así… su odio alimenta mi ego Bl

En fin, como ven, el “misterio” sobre el mensaje no se aclaró, y mi “editor” me aconsejó, que dejase eso un poco a parte, para que el lector se hiciera su propia idea de cómo fue que el mensaje llegó, algo así como “final abierto” pero, si lo desean, puedo hacer un tercer capítulo con el “cómo, cuándo y porque” el mensaje llegó, sino, pues YOLO, hagan su propio juicio.

El capítulo tres con la respuesta, estaría a más tardar el domingo, pero para ese entonces, debo haber recibido al menos 15 peticiones para que lo haga… Tanto por redes sociales, como por medio de sus reviews.

Gracias por leer.

 


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