-¡Abuelo!- Taemin dejó de mirar su fogata que tenía dentro de casa, en la chimenea.
-Con calma Alexander, que el abuelo puede estar cansado.- entró el padre de ese niño, tomando de la mano a una niña más. –¿Cómo has estado, papá?-
Taemin sólo sonrió.
-Bien, gracias.- contestó dejando la fotografía de Minho sobre la chimenea. –¿Ustedes?- la niña más pequeña fue hasta su regazo y la abrazó.
-Abuelo, tenemos una duda.- susurró Alexander. –¿Cómo se conocieron tú y el abuelo?- se sentó frente a la mecedora de Taemin, este sólo sonrió.
-Un día caminando, chocamos y dije “Oh, qué persona más fea”.- rió levemente bajando a HaNeul para que se sentara en el suelo, junto a su hermano.
-Papá~ cuéntales la verdadera historia.- pidió James, su primer hijo adoptivo. –¿Los cuidas? Tengo que ir a hacer unas compras más.- Taemin sólo asintió.
-¿Cómo se conocieron el abuelo y tú? ¿Abuelo?- preguntó Alexander.
Taemin suspiró, pero en esa exhalación se fueron todos los recuerdos, las anécdotas y demás locuras de su juventud.
-Su abuelo y yo pertenecíamos a un boyband.- susurró mirando hacia la nada, recordando esos buenos, fantásticos días en SHINee.
-Boyband?- preguntó HaNeul.
-Sí, bailábamos y cantábamos, dábamos conciertos y hacíamos presentaciones. En eso trabajábamos.- sonrió de recordar lo divertido que era. –Ahí conocí a tu abuelo.-
-¿Era cantante?- preguntó Alexander.
-Éramos cinco, tú abuelo era el rapero principal, yo era el bailarín principal. También estaba Jonghyun hyung, Key hyung y Onew hyung.- sus ojos se llenaron de lágrimas de sólo recordarlos. –Éramos internacionales, viajábamos a muchos países, como Japón y a América.-
-¿Cuantos veces ha estado en Japón?- curioseó HaNeul.
-Muchas, no podría contarlas ahora.- a decir verdad, suponía que nunca podría contar cuántas veces había ido a ese país. –Pero todo lo bueno tiene un fin y SHINee terminó.- miró hacia la fogata para no volver a llorar por esa sensación agridulce. –Y cada quien se dedicó a lo que prefería.-
-¿El abuelo a qué se dedicó?-
-El abuelo había estudiado Cinematografía, así que estuvo produciendo películas de bajo presupuesto, luego de alto, se dedicó al cine.- asintió recordar esas películas que había dirigido. –Cuando terminamos los miembros se nos perdieron. Sabías que Jonghyun hyung estuvo en la industria de la música y Key hyung en la moda con las personas importantes que ya conocía. Onew hyung dejó de ser figura pública y Minho y yo decidimos vivir juntos un tiempo más.-
-¿Y qué pasó?- preguntó HaNeul, mirando curiosa a su abuelo.
-Después de que terminó la Universidad nos mudamos a Japón, ahí vivimos unos años mientras él filmaba algunas películas. Luego en el equinoccio de verano, tu abuelo Minho me preguntó “Minnie, ¿te casarías conmigo?” y… por un momento se me olvidó cómo hablar.- rió leve haciendo que sus nietos también lo hicieran. –Le dije que sí.-
-¿Pero no hubo flores?- las propuestas de matrimonio que había visto HaNeul eran tan hollywoodescas que esperaba más de su abuelo.
-No, no las hubo.- susurró Taemin. –Estábamos mirando el firmamento cuando me lo preguntó. Fue un momento mágico, siempre lo guardaré en mi corazón.-
-¿Cuándo se casaron sí hubo carroza?- preguntó sonriendo.
-De nuevo, no.- rió levemente al ver como su nieta se entristecía. –Fue algo privado. Viajamos a Estados Unidos para firmar sociedades, sólo estábamos los dos. ¿Saben? En ese tiempo aun se marginaba mucho así que lo hicimos sin lujos. Nos quedamos a vivir ahí porque queríamos ser candidatos a tener hijos.- incluso la casa en la que había vivido en Japón, Minho se la había dejado a su hermano, Minseok.
-¿Así fue como llegó mi papá?- preguntó Alexander.
-Y por eso tienen nombre americano.- asintió sonriendo. –La regla era que para adopción era necesario darle prioridad a la nación y en ese momento nosotros éramos estadounidenses así que no pudimos con alguien asiático. Pero ni su abuelo ni yo nos arrepentimos de eso. Aprender una nueva cultura, llevar la nuestra e inculcarla fue maravilloso.-
-¿Qué más pasó?- preguntó Alexander.
-Luego vino otro y otro niño más.- lástima que YoungMi, su segunda hija ya había fallecido a causa de una enfermedad y que Changhyun no estaba en casa para que pudiera escuchar la historia. –Luego el abuelo dijo “se cierra el correo para la cigüeña” y no hubo más niños.- con tres eran suficientes para que su legado continuara.
-Extraño a mi tía YoungMi.- susurró Alexander.
-Yo también.- susurró Taemin. –Fue duró aceptar esas pérdidas, pero no pudimos hacer nada.- aun no había un tratamiento efectivo contra el cáncer, y, sólo les había quedado orar por la salud de su hija sin embargo su cuerpo no resistió más.
-¿Cuándo regresaron a Corea?- pregunto HaNeul.
-Cuando le llamaron al abuelo para que produjera una película.- sonrió. –Tomamos nuestras cositas y un avión para regresarnos. Empezar de nuevo fue difícil porque no éramos sólo los dos, sino que habían tres niños maravillosos con nosotros.-
-¿Abuelo?- interrumpió Alexander. –¿Extraña al abuelo Minho?- un pinchazo llegó a su corazón. –¿Como extraña a la tía YoungMi?-
-Cada día que despierto recuerdo al abuelo Minho.- susurró Taemin. –Extraño todo de él, su cabello, sus ojos, sus manos, incluso su manera de decir “dibidibidis my name is Minho”.- las lágrimas cayeron por las mejillas de Taemin. –Cuando lo extraño mucho suelo ver un drama en especial que protagonizó.- eso le daba energías para seguir.
-¿Por qué no recuerdo al abuelo?- preguntó HaNeul.
Porque cuando íbamos al hospital a presenciar tu nacimiento, un imbécil alcoholizado nos impactó.
Porque el golpe fue del lado del conductor.
Porque el cinturón de seguridad no fue suficiente.
-A veces, la vida hace sus jugadas.- susurró Taemin. –Y para ganar tienes que perder. Porque la noche en la que tu corazoncito latió más fuerte, el del abuelo Minho dejó de hacerlo. Y él quería disculparse por eso.- le sonrió pero sin querer las lágrimas cayeron por sus mejillas.
Sus pequeños nietos se levantaron del suelo para abrazarlo.
-Gracias abuelo. Díselo también al abuelo Minho de nuestra parte.-