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Secreto por Unii_Chan

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Notas del fanfic:

No se porqué, pero cuando escribo algo de Tasty me sale medio raro, como si hablaran en código. Quizás por el hecho de ser gemelos me gusta hacer complicada sus formas de pensar.

De cualquier modo, si alguien esta leyendo esta pequeña porquería que surgió de la nada, espero que les guste ^^ Comenten por favor <3

Notas del capitulo:

 

 

Soryong está seguro de recordar más veces de las que puede en las que la telepatía de gemelos parecía una teoría muy bien aplicada a su caso; desde niños él y Daeryong compartieron muchos secretos y miradas que hablaban más de lo que podrían imaginarse, no discutían en mucho ya que pensaban casi exactamente igual, y se conocían tanto que uno era capaz de averiguar que ocurría el otro con solo voltear a verlo a los ojos.

 

Estas coincidencias, como muchos llaman, aterraban a algunas personas, otras simplemente no lo creían. Hay una ocasión en especial, que él rememora con mucho ahínco ya que no puede evitar dejar escapar una risa cómplice con su hermano al recordar lo maliciosos que eran con sus escándalos.

 

Una día, cuando contaban probablemente con seis años, a Daeryong se le ocurrió que sería divertido esconderse por lo que restaba de la tarde, Soryong no hizo intento en buscarlo, no era nada muy espectacular que digamos, pero no iba a contradecir a su hermano en algo que al principio le pareció aburrido. Lo divertido llego en la tarde, cuando su tía, que en esos tiempo se había quedado a cuidarlos ya que sus padres estaban atendiendo negocios de sus respectivos trabajos, se encontraba estaba histérica a las seis de la tarde buscando hasta por debajo de las piedras a su hermano, repitiendo un nombre que no era el correcto. Habían pasado cuatro horas y no encontraba al mayor de los diablillos, la recuerda corriendo de un lado a otro haciendo miles de llamadas a los vecinos preguntándoles por el extraviado, mientras que él solo miraba desde el sofá aguantando la risa con la boca llena de galletas. Ahora comprendía lo divertido de la situación, esa mujer estaba por explotar.

 

No tardó en llegar su tía y otras personas que eran conocidos de sus papás, por su  puesto, sería sensato decir que sus padres también habían aparecido, pero no lo harían hasta después de un tiempo, ya que el tráfico era horrible a esas horas y tardarían un poco en llegar. Soryong los escuchó decir miles de cosas que en ese tiempo no entendía, pero todos parecían tan histéricos y se movían como hormigas dentro de un hormiguero que sucumbía al caos. En cierto momento, cuando no pudo soportar más las ansias de reír, rompió en una carcajada accidental al ver a sus tíos gritarse como locos, esa acción trajo de vuelta a los adultos, recordando que aún tenían a uno de los gemelos en su poder. Lo miraron intensamente, pero él no se cohibido o intimidado, Daeryong no lo hubiera hecho, así que él tampoco lo haría.

 

Entonces los adultos comenzaron a hablar de cosas que algo entendía, “Preguntémosle a él, estoy seguro que debe saberlo” “¿Cómo va a saberlo? Si fuera así nos habría dicho hace mucho en dónde está” y más conversación que no se molesta en darle más atención. Continua comiendo sus galletas, asegurándose de dejar la mitad exacta para Daeryong en un plato igual al suyo, finalmente los adultos reunieron fuerzas para acercársele, como si fuera algún tipo de criatura extraña a sus ojos, lo miraron cansados.

 

Daeryong…

 

Soy Soryong.

 

¿Eres Soryong? ¿No habías dicho que el que se perdió fue el menor?

 

Son iguales, no es mi culpa haberme confundido.

 

¡Entonces hemos estado buscando todo este tiempo al menor en vez del mayor!

 

Eso no cambia las cosas, siguen siendo iguales, solo cambian un par de letras.

 

No importa, oye, Soryong, de casualidad ¿No sabes dónde está tu hermano?

 

¿Cómo voy a saberlo?

 

Y continuaron moviéndose de un lado a otros perdiendo la razón, enojados y frustrados de alguna manera con su respuesta deslindada de toda preocupación. Soryong no les diría donde se encontraba su gemelo, ni aunque le ofrecieran otro plato de galletas entero. Solo consiguieron frenar su extenuante actividad cuando sus padres aparecieron en la casa, ya estaba comenzando a ocultarse el sol, Soryong pensó que sería buen momento para que Daeryong decidiera aparecer.

 

Lo lamento mucho, no tengo idea de cómo lo perdí de vista.

 

Ya buscamos por todas partes, deberíamos llamar a la policía.

 

No hace falta eso – Su padre se apresuró en contestar, a Soryong le gusta que sea solo él y su madre quienes no hablan rápido porque puede entenderles.

 

Es sólo un juego de ellos – Dice su madre muy calmada, a comparación de todas las demás personas allí. Su padre se dirige a él con una sonrisa que nada oculta, el conoce bien a sus hijos.

 

Soryong, creo que ya quieres que Daeryong vuelva para cenar ¿No?

 

¡Si!

 

Entonces podrías decirnos en donde se ocultó esta vez.

 

 

De todos sus juegos, las escondidas era el preferido de los gemelos, porque podían crear un caos de la nada. Y adoraban ver a los adultos arrancarse los cabellos desesperados.

 

 

Ese día fue uno muy memorable para él, aun puede vislumbrar la expresión entusiasmada de Daeryong cuando le encontraron oculto en un contenedor que pertenecía a uno de los vecinos más viejos de allí, que nunca se enteró del incidente del niño perdido por cuatro horas que se durmió en su patio.

 

 

Siempre supo donde estuvo Daeryong, no porque lo haya visto esconderse, muy por el contrario, siempre hacían eso, esconderse para que el otro lo busque con su intuición, no era un secreto su telepatía, pero sí lo era el que esa telepatía es resultado de un cariño que se alimenta con años y años de convivencia, entre más tiempo se querían, más fuerte era su telepatía, pero más difícil le resultaba a Soryong anticipar las cosas, porque Daeryong se convirtió el tipo de persona que abre muchas posibilidades. Había una conexión especial entre ellos, una que no era sobrenatural, pero tampoco era una simple simpatía de hermanos.

 

 

Pero con los años, comenzó a preguntarse si había sido tan genial ser tan unido con su hermano.

 

 

Llegó un punto de su infancia en el que esa conexión era tan estrecha que era como tener dos robots, pero al crecer, ellos habían procurado marcar las diferencias entre uno y el otro, porque esos juegos de niños habían quedado muy atrás en el pasado, pero nunca perdieron ese lazo inquebrantable, no podrían hacerlo aunque quisieran o los obligaran.

 

 

Soryong quería más que nada no ser dueño de esa hermandad, porque significó su perdición cuando comprendió que dejó de ver a Daeryong solo como su hermano.

 

 

Lo que no recuerda exactamente es cuándo se enamoró de él, pudo haber sido desde pequeños, o en la adolescencia, incluso hace poco, pero si recuerda cuando un día vino a entender que extrañamente no veía a su gemelo como su igual, si no como alguien maravilloso que no podía dejar de imaginar situaciones que no tenían permitidas. Alguien distinto a él, que lo conocía mejor que sus propios padres, solo que con un rostro casi idéntico al suyo.

 

 

Era sentimientos extraños, pero genuinos. Y eran un gran tormento, porque temía que Daeryong lo supiera.

 

 

No se había comportado de una manera especial luego de descubrir lo que sentía por el mayor, no hubo ni un cambio mínimo en la manera en cómo se trataban, porque aunque lo quisiera como una mujer quiere a un hombre no iba a dejar de comportarse como usualmente lo hacía. Lo amaba, eso era cierto, pero lo amaba desde más tiempo del que podía precisar, y si lo amaba desde hace tanto y su actitud no había cambiado en ese entonces, tampoco lo haría ahora. A decir verdad, las cosas las tomó con mucha calma, como si se tratara de tan solo de un dato no muy relevante.

 

 

Pero Daerong… Se preguntaba si él lo sabía.

 

 

Por supuesto, Daeryong tampoco se había comportado de una manera inusual. Pero eso no quitaba la posibilidad de que estuviera enterado de su secreto. De ser así ¿Qué es lo que piensa? Por primera vez, no está seguro de lo que Daeryong pudiera estar pensando, porque esa situación era tan extraña que nunca pasó por su cabeza la posibilidad de un amor entre hermanos, lo más probable es que esté tomándolo con igual tranquilidad, pero ¿Corresponder? Eso era casi imposible, si no que de plano era una idea descabellada.

 

 

Esa gran incógnita lo persiguió por tres largas semanas de misterio, hasta que una tarde no lo soportó más y decidió acabar con la inquietud que no lo abandonaba ni por un segundo. La manera más sencilla de hacerlo era preguntándoselo, pero de ser así, corría un gran riesgo si es que no estaba enterado de sus sentimientos, además de que tampoco estaba del todo preparado para una respuesta.

 

 

A decir verdad, lo que más le inquietaba era si lo sabía o no, la respuesta, por alguna razón, no representaba un peso en sus hombros. No se detuvo a pensar en el porqué de esa relajada convicción, ya que estaba mucho más concentrado en su pregunta definitiva.

 

 

Así que, perdiendo la cordura que usualmente poseía al ser el maduro de ambos, se presentó en la sala cuando el mayor de ellos estaba viendo un programa sin sentido, quien al percatarse de su llegada, se movió un poco de su lugar para que el menor se sentara a una distancia moderada que ellos acostumbraron a tener.

 

 

Ahora es cuando el más joven, por cuestión de minutos, se pone ligeramente nervioso, ¿Qué acaso nunca pensó en la gravedad de la situación? Si en dado caso que Daeryong lo supiera ¿Qué harían entonces? Si no lo sabía ¿Sería capaz de decírselo? Tal vez, o tal vez no, y con el tiempo se enterara su hermano por sus propios medios. Era una situación con la que luchó por varios minutos en silencio, aparentando mirar el programa.

 

 

– ¿Me quieres? – Fue la única razón por la que dejo de divagar sin rumbo. Daeryong había apagado la televisó  una vez que terminó el show, y se dedicó a mirar a su gemelo con aburrimiento, luego de hacer la pregunta.

 

 

– ¿Qué clase de pregunta es esa? Es incómodo – Y por supuesto que lo era, más allá de no ser muy apegados al cariño verbal o físico, esa pregunta era un golpe directo hacia su persona. Soryong se maldijo por dentro, Daeryong se adelantó muchos pasos y fue directo al grano, siendo él quien inició la conversación con una única pregunta que lo decía todo.

 

 

– Sólo lo pensé – Dijo  el otro, ahora cambiando esa expresión nula, formando una sonrisa traviesa que tanto los caracterizaban en la infancia, sin duda alguna, hoy eran mortales, debido a que contenían actualmente la picardía de un hombre. – Porque no dejas de mirarme de esa manera.

 

 

– No te estaba mirando.

 

 

– Pero eso era lo que querías hacer ¿No? – Cierto, a veces esa conexión lo molestaba tanto. – Entonces ¿Me quieres?

 

 

– No te des tantos aires de grandeza, ¿Crees que podría enamorarme de mi hermano? – Y sabe que el mayor no habla de un querer fraternal. Y él no es un mocoso para aparentar no saber de qué habla y darle rodeos al asunto, eso sería estúpido.

 

– La repuesta a esa pregunta lo sabía incluso antes que tú – Sonríe con gala, y la burla también está allí, irritándolo de sobre manera y exaltándolo, su voz tiembla apenas algo al responderle.

 

 

– ¿Y entonces?

 

 

Entonces sucede que una risa llena el hogar, y Soryong se recibe la respuesta a esa gran pregunta.

 

 

Pudiera ser que Daeryong lo supiera desde el inicio, pudiera ser que solo jugó con la tensión de su hermano porque era entretenido verlo hacerse un lío mental.

 

 

– Creo que más bien, debiste haberte preguntado qué harías cuando no tuvieras escapatoria – Y ambos saben que es cierto.

 

 

Soryong no retira su mirada esta vez, si no que busca devorar todo cuanto encuentra en los ojos del mayor: picardía, deseo, ambición. Entre más se acerca a esa realidad que imaginó, más difícil le resulta negarse a lo que es correcto y lo que es cierto, pero realmente no importa. Él prefería perderse junto a su hermano jugando a las escondidas y no aparecer mucho tiempo después. Todo resultó ser como en aquella ocasión, que ambos lo sabían, pero ninguno lo decía.

 

 

– Por lo menos no voy a huir – Dice recuperado un poco la compostura, el ambiente es vergonzoso, pero solo para él, Daeryong parece disfrutar mucho de su incertidumbre.

 

 

– Lo sabía – No vacila en acercarse al reflejo, nunca antes lo vio tan distinto como ahora.

 

Para muchos, pareciera que Daeryong besa a un espejo. Pero es mucho más que un beso, es una respuesta satisfactoria al menor de los gemelos, quien suspira al sentir los labios familiares haciéndose cargo de volverlo loco como una vez lo estuvieron los adultos cuando no encontraban a ese niño travieso.

 

Así ocurrió con él, había perdido momentáneamente a Daeryong, y estuvo tan ocupado buscándolo que no se dio cuenta que en realidad él sabía todo este tiempo dónde se encontraba y que por ello no sentía miedo de la respuesta.

 

Ambos conocían el secreto.

 

Notas finales:


Rápida explicación: Al final Daeryong si lo sabía, y la verdadera pregunta era que haría Soryong cuando comprendiera que su hermano también lo quería.

 

Si dejen un review se les agradece ;w; Dudo que muchas personas sean fanaticas de esta pareja, yo necesito más twincest.Si alguien sabe de algun fic de ellos a parte de los que hay en Asianfanfic hágamelo saber porfavor :3

Gracias por leer ~


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