La vida puede resultar un infierno, ser un duro obstáculo para aquellos que no son capaces de acabar con su propio sufrimiento. Llega un momento en que todo ser humano llega al límite de sus capacidades y actitudes frente al campo de batalla, como lo es la vida. Dos muchachos con una larga vida por delante habían tenido la mala suerte de vivir dolorosamente por mucho tiempo algo con lo que ya no podían combatir a su edad de catorce años. Uno lo intentaba y el otro estaba a punto de rendirse.
Eran las cuatro de la mañana cuando un joven rubio de ojos azules se encontraba caminando distraído por la ciudad despoblada y faroles alumbrando las calles públicas. Era peligroso y más para él caminar por esas horas, pero no le interesaba en lo más mínimo. La oscuridad cubrió su delgada silueta mientras se adentraba a un gran parque de verde follaje, no estaba seguro cuanto llevaba caminando pero logró salir de sus pensamientos internos cuando detectó a solo unos metros el puente que conectaba con el otro extremo del centro. En él, se hallaba en el medio un niño de aproximadamente su edad parado en el borde y mirando hacía el acantilado de abajo donde las aguas se movían furiosas golpeando la pared de concreto. Era perfectamente claro lo que iba a suceder, pero Naruto no estaba de acuerdo con ello, no ahora.
—¡Espera, no lo hagas, por favor!-gritó en una súplica.
El chico desconocido se estremeció ante el grito, volteó encontrándose con la mirada del niño que vestía ropa desgastada e iba descalzo.
—¡Vete! ¡Déjame en paz!-miró al frente.
—¡Escúchame, por favor! Sé exactamente como te estás sintiendo, cuando no encuentras una salida vas por lo más fácil. Yo… yo estuve a punto de hacer lo mismo, pero… pero no soy un cobarde, no quiero serlo. ¡Salgamos de esta juntos!
El azabache de ojos ónix le observó dubitativo un instante. Los ojos azules acuosos, su vestimenta sucia y entonces sus brazos. Los expuestas y marcadas extremidades, las heridas eran resientes y la sangre todavía no paraba de gotear. Cortes a todo lo largo desde la altura del codo hacia las muñecas.
—Tú…-susurró, sin perder de vista su azulina mirada.
El blondo extendió su brazo adolorido mostrando una pequeña sonrisa en sus labios.
—Baja, superémoslo juntos.
Fue a partir de ese momento que ellos nunca más volvieron a separarse. Se contaron sus problemas y quedaron más conectados uno al otro. Habían encontrado su otra mitad, alguien que podía comprenderlos.
Sasuke tenía una amorosa familia, su problema radicaba en el colegio. El típico bullying que vivía día a día. ¿Por qué? Alguien en quien confió demasiado dejó expuesto su orientación sexual, ahora todo el mundo sabía que era homosexual. La burla, la discriminación, el abuso verbal y físico eran más constantes. Milagrosamente cuando se lo contó a sus padres nadie le miró como si fuera una abominación, sino una mirada de comprensión, pero eso no era suficiente para él. Nadie entendía la amargura en su alma, tener esas ganas de tirarse de un puente y dejar todo lo que le lastimaba. No tener amigos con los cuales hablar, y solo tener conversaciones con algunas de sus compañeras, pero necesitaba un guía, una fuerza de voluntad en que apoyarse. Naruto se convirtió en su gran pilar para seguir adelante.
Por otra parte, la situación familiar de Naruto era más delicada. Había perdido a sus padres hace un año y le habían adoptado unos amigos de ellos. Sin embargo, el matrimonio sin hijos guardaba un lado oscuro. Su nuevo padrastro abusaba de él por la noches y cuando su esposa se iba de viaje de negocios, Naruto muchas veces habló con ella diciéndole cuánto daño le hacía en la habitación y viviendo amenazado bajo el mismo techo, pero sus palabras no eran nada para su madrastra, no le cabía en la cabeza que su tierno marido hiciera eso con un niño y principalmente un hombre. Por eso cuando él volvió a irrumpir nuevamente un sábado por la noche en su habitación y acostarse a su lado para manosearlo, dejó a la vista un bate de madera y lo estampó en su cabeza. El hombre largó un alarido de dolor y cayó al piso comenzando a insultarlo mientras lograba ponerse de pie, el blondo salió huyendo de esa casa sin mirar atrás. Descalzo y con la ropa de dormir, corrió lo más lejos posible de ese infierno, durante tres días viviendo en las calles y comiendo migajas con el poco dinero que obtenía de los ciudadanos que le tenían lastima. Sasuke le dio un amor que no conocía, y una familia.
Sasuke y él, se criaron como hermanos viviendo juntos siendo aceptado por la familia Uchiha y sumamente conmovidos por su espantosa experiencia. Y estos niños de catorce años crecieron muy unidos y cuidándose la espalda mutuamente hasta volverse prácticamente adultos a la edad de dieciocho años.
Nuestra historia tiene lugar en el tiempo que sus emociones salen a la luz. Cuando estos inseparables hermanos dejan de ser “inseparables” y siguen por su propio camino en la vida.
…
…
—Naruto, llama a tu hermano.
—¿A cuál de ellos, mamá?-sonrió, levantándose de la mesa.
—A Sasuke, querido. No quiero molestar a Itachi, está en temporada de exámenes y hay que darle todo el tiempo posible.
—Entendido.
Subió las escaleras hasta dar con su habitación. Los tres hermanos tenían su propio cuarto desde hace un año y medio, cuando decidieron mudarse a una casa más grande. El cuarto de su hermano mayor estaba en el fondo y el de Sasuke al lado del suyo, se aproximó para tocar la puerta pero se detuvo abruptamente al escuchar la conversación de Sasuke.
—Sí, también te extraño. ¿De verdad? No, no puedo. Ese día saldremos con mi familia al cine. Ja, ja, ja. No, claro que no. Okey. Te veo el fin de semana, Kurama. Sí… yo también te amo. Un beso.
Quedó petrificado unos segundos antes de tocar la puerta. Sintió un horrendo vacio pasearse en su pecho y ganas repentinas de llorar. ¿Por qué? ¿Por qué estaba triste? Era normal que Sasuke tuviera novio, no siempre estarían juntos o vivirían bajo el mismo techo. Tarde o temprano dejarían la casa e irían a vivir con sus parejas, pero él nunca imaginó casarse con una mujer y alejarse de su familia. No, jamás había besado o invitado a una chica a una cita. A pesar de ser un muchacho muy atractivo, rubio y ojos azules todo un príncipe. En su lugar, prefería jugar sus deportes favoritos, videojuegos y hacer juntadas con sus amigos contando anécdotas. Supo en ese momento, que el tiempo pasaba y debía forjarse un futuro.
—Sasuke-tocó la puerta.
—¿Sí?-se oyó del otro lado-Pasa, Naruto.
—Mamá, te necesita en la cocina. Solo era eso.
—¿Naruto?-abrió la puerta pero su hermano ya no estaba.
…
…
—Estás muy distraído.
—Lo siento, sé que prometí ayudarte con tu trabajo de arquitectura, pero no estoy de humor.
Se había retirado de su hogar para ayudar a su mejor amiga en su casa, esa tarde comenzó a llover y llevaban más de dos horas con el proyecto. Se hacía tarde y todavía faltaba un poco para terminar la maqueta.
—Suéltalo ya, Naruto. Sé que tiene que ver con tu familia, más específicamente con tu hermano menor.
—Ah. ¿Cómo…?
—Llevas la palabra “Sasuke” en toda la frente-rió.
—¡¿En serio?! ¿Tan obvio soy?-se cubrió la cara—Que vergüenza.
—Solo yo puedo darme cuenta, porque te conozco más que Sasuke. Aunque sea tu hermano y convivan juntos, yo notó todas tus expresiones cuando hablas con tu hermano-sonrió—Dime, finalmente te has dado cuenta ¿verdad?
—Sí-susurró bajo—Estoy enamorado de él-sollozó.
Sakura, una joven de cabellos rosados y ojos color jade, se levantó del sillón y se aproximó a su amigo para abrazarlo. No era una situación fácil. Siempre sospechó de su relación tan cercana con Sasuke e intuía que más adelante podría surgir amor por parte de uno de los dos. Temía que Naruto fuera infeliz, últimamente la relación con su hermano era de hola y adiós. Desde que Sasuke había encontrado pareja el rubio era un cero a la izquierda.
—No sé cómo podría aconsejarte.
—Yo, yo ya sé que es imposible. Sasuke es feliz con su novio, no quiero entrometerme.
—¿Conoces a su novio?
—Lo llevó un par de veces a casa, pero no hablamos mucho. Se encerraban en la habitación después de comer. Sé que a Itachi no le agrada, dijo que parecía un pandillero y traficante de droga.
—¿En serio? Ja, ja, ja. Me cae bien tu hermano mayor.
—Como sea, seré feliz si Sasuke también lo es. Sigamos con tu trabajo.
—De acuerdo-respondió no muy segura.
…
…
Amaba a Sasuke y eso le ponía muy mal. ¿Cómo olvidarlo? ¿Cómo lograr salir adelante sabiendo que el hombre que ama está en brazos de otro? Kurama era un chico muy afortunado, tener a Sasuke como su novio era todo un sueño. Su hermano, su amigo, su otra mitad, Sasuke era maravilloso como persona y perfecto como ser humano. Kurama debía estar muy feliz de haber conseguido su amor.
—¿Volveremos a vernos? Me gustaría verte otra vez.
El oji-azul se detuvo de golpe al ver a tan solo unos pasos a Kurama y otro chico acompañándolo. Inmediatamente se ocultó tras un arbusto y asomó su mirada sigilosamente. Caminaba por el parque para despejar su mente y no esperaba encontrarse con esa curiosa situación a las tres de la tarde. Kurama era un chico raro, eso definió a primera vista cuando Sasuke lo presentó a su familia. Un chico de cabellos anaranjados y ojos carmesí, piel trigueña y bastante fornido como su hermano. Ahora estaba conociendo la otra identidad de él, una que jamás hubiera imaginado.
—Claro que lo haré-besó sus labios.—La próxima juntémonos en tu casa, un hotel llama mucho la atención.
—Como quieras, amor-volvió a besarlo.
A esas alturas el rubio iba a estallar de ira, y claro, no iba a contenerse. ¿Cómo había podido hacerle algo tan cruel a Sasuke? Al hombre más genial del mundo. A su hermano de corazón. Debía llamarse el dos caras, maldito infiel. Cuando “su amante” se alejó, Kurama se disponía a tomar otra dirección, una que ya conocía de memoria. La casa Uchiha.
—¡Alto ahí, bastardo!-saltó del arbusto y se dejó al descubierto. El chico de cabellos anaranjados se detuvo y le plantó cara con una pequeña sonrisa.
—¿Estabas escuchando conversaciones ajenas, Naruto Namikaze Uchiha?-sonrió de medio lado.—Si que eres un maleducado. Al parecer tus padres no te han enseñado nada.
—¡No te atrevas a decir nada de mis padres! Voy a enloquecer. Pensé… de verdad pensé que eras un buen tipo, que serías la pareja perfecta para Sasuke.
—¡Y lo soy! Que las apariencias no te hagan dudar. Uno de vez en cuando necesita divertirse, ¿no te parece?
—¿Divertirse? ¿Dices que estar con otro que no sea tu novio es diversión? ¡Jamás te lo perdonaré! Sasuke es mi mejor amigo y mi hermano, él sabrá de tu traición.
—Eso lo veremos. ¿De verdad crees que va a creerte?
—¡Por supuesto que lo hará! Sasuke es mi otra mitad, él lo es todo para mí. Me duele que un imbécil se aproveche de él. Merece a alguien mejor, alguien que lo haga verdaderamente feliz. Alguien como-
—Tú-interrumpió al blondo para luego burlarse—Sigue soñando, Naruto, ja, ja, ja. He estado más tiempo junto a Sasuke que tú, hemos compartido cosas que tú nunca compartirás con él. Desde mi punto de vista, él te aprecia como un hermano, nada más. Da por hecho que tu amor es una basura.
—¡Yo… yo no he dicho que vaya a estar con él!-sollozó, ira e impotencia era lo que más lo dominaba. Emociones fuertes que lo harían cometer una estupidez—¡Aléjate de mi hermano, Kurama! ¡Ve con tu amante y déjanos en paz! Deja a mi familia en paz.
—¿Tu familia?-rió—¿De qué hablas? Hasta donde yo sé, te adoptaron porque diste lastima. Tus padres biológicos murieron y tu familia adoptiva, tu padre, te violaba. Ja, ja, ja, no me extraña que sientas atracción por mi novio, pero ojo, Sasuke lo vi yo primero. Busca a alguien más que te dé por el trasero.
—¡Hijo de puta, voy a matarte!-se abalanzó a él.
La paciencia había llegado al límite. Solo quería golpearlo hasta dejarlo inconsciente en el piso, se revolcaron en el césped dándose puñetazos, Kurama no se quedaba atrás, sus golpes encestaban en el rostro de Naruto. Se jalaron los cabellos, se empujaban y cuando se apartaron, se pusieron de pie y volvieron a la contienda. El de ojos carmesí le golpeó en la boca del estomago, Naruto escupió saliva y se inclinó adolorido. Kurama aprovechó su distracción y lo tomó del cuello con una mano, haciéndole daño en el proceso, la otra le jaló de los mechones rubios que caían por su frente hacia arriba. Sus miradas se encontraron.
—Tengo más experiencia en peleas que tu, novato. Ríndete ya, ¿sí? Sasuke es mío, quieras o no. Que sea tu hermano, o tu amigo no es la gran cosa para mí, al fin y al cabo yo me lo disfruto en la cama. Ja, ja, ja, ¿Quieres oír más? ¿Sabes cuando Sasuke perdió su virginidad conmigo?
—¡Basta! ¡Cállate!-se removió.
—Quédate quieto, imbécil-le dio otro golpe en el abdomen haciéndolo retorcer de dolor—Hubieras visto, estaba feliz de oír que yo era virgen y me entregaría a él por primera vez, ja, ja, ja, el pobre iluso ni enterado que me había acostado con mi amante horas antes de reunirnos en mi casa. He probado de todo en mi vida, el sexo es fabuloso ¿Por qué quedar satisfecho con un solo hombre cuando puedes tener varios? Tríos, orgias, lo mejor.
—Ah… Basta… detente…-comenzó a llorar. Las fuerzas le estaban abandonando en el peor momento.
—Te das aires de hombrecito pero terminas siendo un marica-lo empujó al piso y cayó sentado con los ojos acuosos—Déjame en paz, Naruto. No te metas en mi vida ni en la de Sasuke nunca más, nosotros pronto nos iremos a un departamento juntos. Al fin dejará a su familia y podré tenerlo para mí solo.
—¡Sigue soñando, bastardo!
Naruto y Kurama miraron estupefactos a un lado al nuevo visitante, el blondo quedó sin habla. Esperaba cualquier cosa menos la presencia de su mejor amiga.
—¿Tú quien eres, niña?-frunció el seño.
—Sakura, vete de aquí, es peligroso-habló el oji-azul secándose los ojos con el dorso de la mano.
—¿Niña? Oh, niño, no sabes con quien te metes. Te has metido con Naruto y por lo tanto, te has metido también conmigo-dejó expuesto su móvil del bolsillo de su jean y lo reprodujo delante de sus narices.
¿De verdad crees que va a creerte?
¡Por supuesto que lo hará! Sasuke es mi otra mitad, él lo es todo para mí. Me duele que un imbécil se aproveche de él. Merece a alguien mejor, alguien que lo haga verdaderamente feliz.
Sigue soñando, Naruto, ja, ja, ja. He estado más tiempo junto a Sasuke que tú, hemos compartido cosas que tú nunca compartirás con él. Desde mi punto de vista, él te aprecia como un hermano, nada más. Da por hecho que tu amor es una basura.
Oh, no. La cara de Kurama revelaba autentico pánico.
—¿Quién es la niña ahora?-preguntó orgullosa de su trabajo. Puso en pausa el aparato y volvió a meterlo en su bolsillo.
Naruto tuvo un mal presentimiento.
—¡Estúpida zorra! ¡Dame ese celular!-se abalanzó sobre ella.
—¡No la toques!-Naruto tomó de los brazos a Kurama y lo apartó empujándolo.—¡Sakura, huye! ¡Corre a mi casa ya, llévaselo a Sasuke!
—Naruto…-la oji-verde miró a su amigo intentando contener a esa bestia dispuesta a golpearla para quitarle el celular. —¡Prometo que se lo daré a Sasuke!
—¡No! ¡Regresa aquí, puta!
—¡Voy a reventarte esa boca, Kurama!
—Eso lo veremos, me desharé de ti y luego de la zorra de tu amiga-le dio un codazo en el estomago. No creía poder soportar otro golpe allí, en su descuido el otro lo pechó contra un árbol y lo tomó del cuello—Sería tan fácil acabar contigo, Naruto, el mayor de mis problemas. ¿Sabes? Sasuke habla mucho de ti y eso me enfurece tanto, no quiere dejar la casa por ti ¿Lo sabías? Teme dejarte solo-aprisionó su garganta poniendo más fuerza. El blondo con sus manos intentó pecharlo, sus golpes iban cada vez disminuyendo—Eso es… muere. Pierde la conciencia. Sasuke es mío, y tu un estorbo en su vida. Déjanos en paz, Naruto…
El cuerpo del rubio dejó de batallar, el aire en sus pulmones dejó de pasar. Cuando corroboró que no se movía, lo dejó caer al piso como un muñeco.
—Wow. Esperaba traumarme por matar a alguien, pero extrañamente me siento bien. Ahora debo ir por la chica y acabar de una vez con todo.
Sin embargo, cuando se disponía a tomar el camino por donde Sakura había huido, ella apareció junto a su temor. Estaba muerto si no se le ocurría una idea pronto.
—¡Naruto!-Sakura vio al blondo tirado en el piso pálido.—¡¿Qué le hiciste?! ¡ASESINO!-rompió en llanto. Se dejó caer y lo tomó entre sus brazos, todavía estaba cálido, pero no parecía respirar—¡Desgraciado! ¡Sasuke, llama a la policía!
Sasuke estaba ido. La escena era horrible. Nunca pasó por su cabeza que su novio hiriera a la persona más importante de su vida. Tenía que ser mentira, ¿cierto? Una maldita mentira. Tenía que ser…
—Amor, tu hermano comenzó a faltarle el aire, yo intente ayudarlo pero no funcionó.-bien esto no estaba funcionando, pensó. No había manera de explicar algo así. Lo mejor era escapar.
—¡Sasuke!-gritó, Sakura llorando. Kurama vio el celular en su mano y lo reprodujo.
Hubieras visto, estaba feliz de oír que yo era virgen y me entregaría a él por primera vez, ja, ja, ja, el pobre iluso ni enterado que me había acostado con mi amante horas antes de reunirnos en mi casa. He probado de todo en mi vida, el sexo es fabuloso ¿Por qué quedar satisfecho con un solo hombre cuando puedes tener varios? Tríos, orgias, lo mejor.
Ah… Basta… detente…
Te das aires de hombrecito pero terminas siendo un marica
La voz de Naruto y de Kurama. Sasuke observó a su novio sin habla, no había excusas de por medio. El chico simplemente emprendió la huida de ese parque lo más rápido posible, el azabache no le persiguió.
—¡Necesito una ambulancia! ¡Ahora! Sí, es grave. Estamos muy lejos… estoy muy asustada-habló llorando—En el parque Naminori, en el centro cerca de los columpios, se los ruego vengan cuanto antes-colgó.
—Él está…-le tembló la voz.
Sakura le observó dolido y una expresión amarga en el rostro.
—Está respirando, Sasuke, ésta bien-sonrió—Al menos, su corazón me lo dice-sonrió sollozando. —Vamos, tómalo entre tus brazos, estoy segura que se sentirá mucho mejor contigo.
Sasuke cargó al rubito de su hermano y lo acostó contra su pecho, los moretones y heridas eran notorias, los dedos marcados en el cuello aun más. Lo abrazó con todas sus fuerzas hundiendo su rostro en la cabellera rubia de Naruto.
—Sa-Sakura-sollozó con sus ojos cerrados y ocultando su rostro en la cabeza del blondo—Llama a Itachi.
—No tengo su número.
Sasuke metió la mano en su bolsillo trasero y se lo tendió a la peli-rosa.
—Llámale del mío, sale como hermano idiota.
—¿Qué le digo?-marcó el número.
—Todo. Dile todo-las sonoras sirenas comenzaron a rodear el lugar. Sasuke se puso de pie sin mucha dificultad con el rubito en sus brazos—Iré con la ambulancia, por favor, dile a mamá que no se preocupe. Itachi se hará cargo de todo. Vamos, mi dulce Naruto-acarició sus mechones delicadamente—No me apartaré de tu lado, te amo.
Sakura se quedó sonriendo con ternura mirando la escena con Naruto en sus brazos, hasta que la voz del otro lado de la línea la sacó de sus pensamientos.
—¿Sí? ¿Qué pasa tonto hermano menor?
—Am… no soy Sasuke. Me llamo Sakura, soy amiga de Naruto.
—Oh, ¿Y qué haces con el celular de Sasuke? ¿Quieres hablar con mi hermano Naruto?
—Es algo complicado de explicar. Verá… Naruto está camino al hospital y Sasuke fue para acompañarlo.
—¿Q-qué?
—Kurama intentó matar a Naruto por asfixia en el parque, le estaba siendo infiel a Sasuke.
—Kurama…
—Sí, y luego se pelearon. Yo grave una conversación donde Kurama admitía su-
—Disculpa, agradezco que me avises, adiós.
Sakura se quedó mirando extrañada el móvil.
—Me cortó. No me dejó explicarle el resto.-se puso de pie y suspiró—Tendré que ir a ver a la familia Uchiha.
…
…
En un callejón un grupo numeroso se reunía a la espera de su líder. Eran las seis de la tarde y se mantenían alejados de los demás, vistiendo ropa holgada y de pocos colores. El negro prevalecía en cada miembro del grupo.
—¿Están todos?
—Itachi, ¿Por qué nos has llamado tan repentinamente?
—Sasori-tomó a su amante por los hombros—Ajuste de cuentas-susurró.
—¡Oigan! ¡Dejen de cuchichear entre ustedes y suelta la sopa!
—Amigos, necesito un favor, es algo importante para mí. Intentaron matar a mi hermanito y quiero que el hijo de puta pague su descaro.
—¿Matar a Sasuke? ¿Quién pudo poner sus manos en ese amargado?
—Deidara, no fue Sasuke, hablo de mi otro hermano. Naruto, es alguien irremplazable para mí, lo quiero tanto como a Sasuke y no dejaré pasar esta tragedia como algo fugaz. Además, el que intentó matarlo fue Kurama, el novio de Sasuke y por si fuera poco, le metió los cuernos. No perdonaré nada. ¿Me han entendido?
Asintieron en silencio.
—Lo buscaremos hasta por las piedras, Itachi, no te preocupes.
—Llámame cuando tengan algo.
—Lo haré-besó sus labios sutilmente y miró sus camaradas—¡Andando, muchachos!
Miró la pantalla de su celular recibiendo un mensaje de Sasuke.
“Internaron a Naruto, no sé exactamente su estado. Los médicos no me dicen nada, Itachi, ven pronto. Estoy asustado, hermano”
—Ruego a ti señor, por la vida de mi hermanito Naruto. Él ha pasado por mucho, no permitas que siga sufriendo, por favor-miró el cielo nublarse, volvería a llover.
(Continuará)