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Ojos azules por Rigel23

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Notas del capitulo:

Así que...Lo siento por la tardanza, esperaba publicar el viernes pasado pero no se pudo, mi computadora se arruino y tuve que espera al menos a recuperar mis archivos, mi maquina sigue sin servir aunque ¬¬*

 

Bueno, les dejo este cap, espero lo disfruten, y una vez más lamento la tardanza. 

V

Aquella tarde Sousuke tenía pensado solo pasear por la cuidad sin cuidado del mundo, acababa de salir de una de sus terapias con su doctor por su hombro y pensó que sería una buena idea el caminar un rato solo por el placer de hacerlo. Además su hombro sentían ligero dolor por el esfuerzo físico y tal vez la caminata ayudara un poco.

Así que ahora ahí estaba él, con su chaqueta de Samezuka sobre una camisa azul y jeans azules, caminado sobre la ciudad, vagamente observado las vitrinas de las tiendas y sus ofertas. Después de unos minutos el gran nadador se detuvo frente a una tienda de zapatos observando unos bonitos converse de un azul negro que le habían llamado la atención.

Se debatía entre sí entrar o no, cuando sintió como alguien choco contra su brazo llamando así la atención del nadador de gran altura para enfocarla en la persona que había tropezado contra él. Le toco inclinar su cabeza hacia abajo para ver a la otra persona y cuando lo hizo.

Por alguna razón él casi perdió el aliento.

Un cielo profundo y claro estaba justo enfrente de Sousuke, tan brillante y atrayente que causaría que cualquier marinero se ahogara felizmente en aquella profundidad. Era hermoso, era impresionante, tan fugaz e inalcanzable.

Pero luego el cielo desapareció tan rápido como había llegado y por un momento el alto nadador se sintió aturdido y sin saber que había pasado exactamente.

De ser otra persona habría parpadeado estúpidamente, pero Sousuke no lo hizo, en su lugar él solo frunció el ceño ligeramente, sus ojos caídos tenían una mirada contemplativa en ellos.

—Yamazaki.

Esa voz, esa suave, monótona y cadente voz. La reconocería en cualquier lugar, sobre cualquiera. Y en efecto junto con el claro más profundo en aquellos orbes, aquella voz solo podía pertenecer a una sola persona, y ese no es más que otro que…

—Nanase...

El nadador prodigio con una extraña filosofía de liberta.

Fue extraño y sorpresivo el encontrarse con esa persona pero supuso que tan raras como parecían las coincidencias existían, y esta era una de ellas. Así que Sousuke se limito a observar al más corto nadador, había un incomodo silencio en torno a ellos, puesto que si bien el más alto ya no sentía hostilidad hacia el delfín, tampoco tenían la mejor relación de todas.

Haru por su parte se preguntaba cual sería la mejor manera de marcharse sin parecer grosero. Él odiaba las situaciones complicadas e incomodas, y Yamazaki representaba las dos cosas, desde aquel evento que se había grabado a fuego en su mente, el delfín trato de mantener distancias del más alto. A pesar de su estoica y frías expresiones y aparente apatía ante todo, Haru en realidad no manejaba bien la hostilidad a su persona sin razón aparente, por lo que para evitar problemas siempre trato de mantenerse fuera del camino de ese gran nadador.

Aunque, últimamente, se dio cuenta, de que la hostilidad ya no se reflejaba en aquellos inusuales ojos verde azul. No supo cuando ni porque de aquello, pero si bien Sousuke y él no protagonizaban conversaciones amenas, Haru se dio cuenta de cómo Yamazaki ahora lo miraba con una expresión...amable si tuviera que ponerle nombre a lo que notaba.

Pero aun así, no quería decir que deseara de buen agrado pasar tiempo a solas con el otro. Tal vez muy en lo profundo aun tenía cierto rencor por aquella hostilidad injustificada a su persona o tal vez solo huía, sea como sea, su mente trabajaba por encontrar la mejor manera de alejarse del nadado de Samezuka.

Pero luego los ojos de Haru cayeron en aquellos zapatos que Sousuke había estado contemplando segundos antes de su llegada.

—Ah, aquí es donde se encontraban—Haru había estado tratando de encontrar la tienda donde vendían aquellos zapatos específicos y solo era por su suerte o el destino, que los haya encontrado gracias a Yamazaki.

Sousuke que estaba tratando de aceptar el hecho de que solo acababa de chochar con Nanase (aunque en realidad fue Haru quien choco contra él) se había mantenido en silencio perdido en sus propios pensamientos, pero cuando aquella voz se dejo escuchar de nuevo, él mismo se obligo a regresar a la realidad donde pertenecía.

Fijo sus ojos en aquellos zapatos que habían llamado su atención, luego un segundo después regreso a ver al otro nadador más pequeño en estatura.

— ¿Vas a comprar esos tenis?—él no sabía porque había preguntado, ya que no era asunto suyo y ambos lo sabían pero antes de poder detenerse ya había hablado.

Si Haru se sorprendió por esta acción no dio muestra de ello, en su lugar solo dio un tarareo de reconocimiento y asintió lentamente con la cabeza, sin despejar la mirada de las deportivas en la vitrina.

—Es el único lugar donde los venden—se encontró diciendo el nadador de estilo libre. Podría no sentirse cómodo en presencia del más alto, pero Haru no era grosero, su abuela lo había educado bien.

Un silencio se adueño de los jóvenes ambos sin saber que decirle al otro, tanto Sousuke como Haru no eran del tipo de personas que conversaban ni hablaban mucho, por lo que era un poco difícil para los dos entablar una pequeña charla.

—Entonces… ¿Tienes pensado comprar los tenis?—se existiera conversación más incomoda en la que Sousuke estuvo presente, seguramente seria esta, se sentía tan torpe hablando con Nanase.

—Mnn...—Haru murmuro, asintiendo con la cabeza, respondiendo con ello la pregunta del otro. Él no entendía el porqué de repente Yamazaki quería hacer platica, era muy extraño en su opinión—…Nos vemos Yamazaki—más claro no podría haber sido ese despido, y fue Haru precisamente el que comenzó a caminar para entrar en la tienda, él había venido a ese lugar a con una objetivo, y tenía planeado realizarlo a como dé lugar.

Antes de que pudiera detenerse, incluso antes de que pensara realmente, los pies de Sousuke ya lo estaban llevando a la dirección donde el otro chico más corto se encontraba.

¿Por qué lo seguía?

¿Por qué no se marchaba y dejaba solo a Nanase?

¿De dónde salió ese arrebato de seguirlo?

Sousuke nunca se vio como una persona impulsiva, pero ahí estaba, siguiendo a alguien con quien nunca se había llevado de lo más amigable y con este extraño sentimiento de querer pasar tiempo con Nanase, no se entendía él mismo. Aun así siguió con ese impulso y fue tras el nadador de Iwatobi.

—Espera Nanase...

Mierda.

¿Ahora qué?

Tenía aquellos profundos ojos azules centrados en él, pero ¿Qué se suponía debía hacer? Se maldijo a sí mismo por aquel acto tan impulsivo tan impropio de su persona. Se rasco la parte posterior de su cabeza, buscando algo en su cerebro que no lo hiciera ver como un idiota.

—Te acompaño. Yo también tenía pensado comprar esos zapatos —no era una mentira realmente, ya que si bien no estaba buscado específicamente esos tenis, le habían gustado cuando los vio y teniendo el dinero para comprarlos bueno…

Si Haru estaba sorprendido o desconcertado por la extraña acción del más alto, su rostro no dio muestra de ello, (aunque en su interior sí que estaba sorprendido y se preguntaba de las razones del otro), después de todo expresiones y Haru, no era algo que uno ligara normalmente.

Y así ambos nadadores se encontraron de alguna manera entrando juntos a aquella tienda de zapatos, uno sin expresión alguna pero aun así intrigado y curioso y el otro con una mirada contemplativa preguntándose qué demonios lo había poseído para actuar de aquel modo.

No lo entendía pero el daño ya estaba hecho, y ahora todo lo que le quedaba era seguir con ello, si no quería quedar como un idiota al menos.

Inmediatamente ambos nadadores fueron a la sección de zapatos deportivos, su objetivo era claro, así que ni uno se distrajo a las distracciones de camino. Eran toda una visión ambos, Sousuke con su imponente altura y aura intimidante y Haru con su pasiva expresión con unos ojos indescifrables y aura tranquila. No eran del tipo de clientes que aquella tienda estaba acostumbrada.

— ¿Son estos?— Sousuke pregunto una vez que pensó habían llegado.

—…. —Haru no contesto, y cuando el más alto lo miro noto que este solo asentía en silencio con su cabeza.

La ceja de Sousuke tembló, había olvidado que a ese tipo no le gustaba hablar de más.

Una vendedora lo salvo de tener que hacer algún comentario, por lo que ambos preguntaron por las diferentes tayas disponibles.

El alto nadador alzo las cejas sorprendidos cuando escucho al otro pelinegro preguntar por la taya 43, estaba seguro que aquella medida era muy grande para Nanase, así que ¿Por qué la pidió?

La pregunta debió haber sido muy evidente en su rostro porque Nanase lo miro de reojo y con pequeño suspiro y aunque no tenía la obligación de explicar igual lo hizo.

—Son para Makoto, su cumpleaños se acerca y él las había querido desde hace un tiempo…

"Bueno eso lo explica"

Aun así hubo un pequeño malestar en el interior de Sousuke, suponía que se debía que una parte de él no aprobaba que Nanase le comprara zapatos a su novio que le era infiel con Rin, pero debía recordarse que el delfín no sabía.

¿Cómo podría saber?

Después de todo si Sousuke mismo no habría chocado con aquellos dos en pleno acto él tampoco sospecharía nada, Rin y Tachibana eran muy bueno en ocultarse y mantener el secreto.

Pero aun así...

Para Sousuke era un poco incomodo hablar de Makoto y con Haru precisamente.

—Ya veo.

Era mejor no profundizar en ese tema él decidió, su conciencia comenzaría a patearle el trasero y la verdad no tenía ganas ni quería ni debía revelar un secreto que no le pertenecía ni era su trabajo revelar.

Sousuke pidió su talla (que era solo una talla mayor a la que Haru pidió) luego inmediatamente la vendedora se fue prometiendo traer las tallas pedidas.

Dejando solo de nuevo a Haru y Sousuke.

"Esto es absurdo, solo habla con él ¡Maldita sea!"

En su defensa, nunca había tenido una relación amena con Nanase, nunca. Pero esto se estaba poniendo ridículo, ni con alguien a quien acababa de conocer era así de callado, y no es que él fuera un hablador, pero todo este silencio le estaba poniendo de los nervios.

— ¿Cómo esta Rin?

Tal parece que hasta Nanase tenía la necesidad de romper silencios si la ocasión lo amerita, ya que fue él precisamente quien hablo salvando a Sousuke de decir algo que se reprocharía después.

Aunque no sabía si hablar de Rin era lo mejor.

—Él está bien, —se encontró respondiendo incluso si hablar de Rin se sentía igual que hablar de Tachibana—. No dejan de preguntar por él, las distintas universidades. No hay que preocuparse por él, tiene de todo para cumplir su sueño.

Observo como el macho más pequeño se tenso un poco, no fue algo que sea muy notorio, pero Sousuke era un observador nato, y él había observado a Nanase durante mucho tiempo, así que él pudo notar esos pequeños detalles.

"Me pregunto si…"

La vendedora apareció en ese mismo instante provocando una interrupción en los pensamientos de Sousuke y que Haru se salvara de comentar. Parecía que hablar de universidades y futuro era, para Haru, casi tan malo como hablar de Tachibana y Rin le era a Sousuke.

Todo un detalle para recordar el nadador de Samezuka decidió.

Los siguientes minutos se la pasaron entre elección de colores y ajustes, Haru pregunto por garantías y si podría cambiar los zapatos por si de algún modo no le calzaban a quien se los regalaría. Sousuke por su parte se centro en que tanta calidad tenían las zapatillas, como deportista no podía comprar cualquier cosa, incluso si el mundo deportista no era algo a lo que el alto nadador seria parte durante mucho tiempo más.

Un tiempo después ambos adolescentes salieron de la tienda cada uno con una bolsa similar en mano, habían comprado sus zapatos, aunque Sousuke fue más una compra del momento y no algo planeado como lo fue con Haru.

—Nos vemos Yamazaki—Haru supuso que este era un buen momento para despedirse y decirle adiós a esta improvisada y rara reunión con el otro.

El delfín se disponía a marcharse y tener un relajante baño de dos o más horas cuando de la nada una gran mano con firme apretón de poso en su hombro. Los pasos de Haru se detuvieron, casi se tenso pero cuando vio hacia atrás al dueño de aquella mano solo se permitió relajar un poco.

Nunca completamente.

—Nanase—Sousuke no sabía el porqué lo había detenido, él había estado más que dispuesto a despedirse también cuando antes de darse cuenta ya estaba tras el más pequeño deteniéndolo de irse, no entendía su propio comportamiento—. Me gustaría, me gustaría hablar contigo.

¿En serio habían salido aquellas palabras de sus labios?

Pues por la sorpresa (porque esta vez Haru no pudo ocultar la expresión en su rostro pero sobre todo en aquellas lagunas azules) que estaba notando, entonces sí, esas palabras las dijo él Yamazaki Sousuke.

Y se las había dicho a nada más y nada menos que a Haruka Nanase.

 

 

Continara...

Notas finales:

Así que ahí lo tienen, como siempre una trama lenta y algo aburrida, pero próximo capítulos ¡UNA CITA ENTRE ESOS DOS! 

 

Me disculpo porque no me dio tiempo de responder Revews, pero aun así les agradezco a todos ustedes por el apoyo ante este fic y sobre todo por las criticas y conejos que me dan, eso me demuestra que les importa este fic, y eso alivia mi corazón de escritora.

 


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