"El día está cerca, la noche en que se reclamará la pureza del cuerpo virgen y fértil. En esa noche de luna roja, en donde el hijo del demonio mismo seria engendrado. La oscuridad volverá al mundo de la magia, el dolor y el sufrimiento inundara el corazón de cada mago y muggle que camine sobre la tierra"
Las palabras de Trelawney eran incomprensibles en esos momentos, pero los estremecimiento por las escalofriantes palabras que salían de sus labios. La mujer estaba en trance, los demás profesores habían sido llamados por Hermione al notar como Sybill se tambaleaba y sus ojos se habían puesto en blanco, al principió todos creían que estaba convulsionándose, cuando la realidad era que había visto un hecho próximo al futuro.
Dumbledore miro a la profesora, con algo de confusión.
¿Acaso no todo había acabado ya?
¿Qué no la muerte de Voldemort había puesto fin a la oscuridad?
Harry temblaba, esperaba que esas palabras no se refirieran a él de nuevo, no quería sufrir de nuevo, no deseaba sentir de nuevo ese asfixiante sufrimiento que le acorralaba.
"Solo el amor podrá impedir que se cumpla el rito del mal, donde el diablo mismo sera engendrado, siendo sustituido por un hermoso ángel que salvara el mundo."
Sybill se desmayo cuando termino de hablar, dejando a los demás estupefactos las palabras salidas de su boca. Remus, profesor de DCAO, tomo con fuerza la mano de Sirius, su pareja y maestro del club de duelo. Black se mordió el labio inferior con fuerza, el mal iba a regresar y la próxima luna roja estaba cerca.
Temía que las palabras de la mujer fueran ciertas, pues de ser así, su esposo y su hijo no nato sufrirían.
¿Por qué?
¿Por qué después de la muerte del mago oscuro todo tenía que ensombrecerse de nuevo?
¿Acaso nadie merecía ser feliz?
¿Acaso todo el mundo debía ser dominado por la oscuridad?
Severus salió rápidamente del salón, abriéndose paso por entre los profesores, estaba estático, sabía muy bien lo que significaba la profecía. El tiempo se había agotado...y la esperanza se había perdido.
Harry vio como su profesor de pociones se apresuraba a salir del lugar, se extraño de verle angustiado, con temor en esos perfectos ojos negros que te perforaban hasta el alma.
"¿Qué es lo que oculta señor?" se pregunto el chico siguiendolo con la mirada hasta que lo perdio de vista.
Severus estaba agitado, confuso... se sponía que esto no iba a ser así, no es este tiempo sino más en el futuro. Ahora el terror volvía a posarse en los corazones de los alumnos y los profesores.
Esto no tenía sentido, debía ser una trampa... ¿o no?
Suspiro cansado, darle vueltas a ese asunto no iba a servir de nada, por el momento tenía que verificar algo, procuro que ninguno de los profesores le hubiese seguido, esto era malo.
Muy malo..
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Harry seguía pensando en su profesor, la forma en que había salido del aula, casi huyendo.
"¿A que le teme?"
Sospechaba que el hombre ocultaba algo y muy importante... iba a averiguarlo, no importaba tener que mover cielo yu tierra para eso, pero esta vez Severus Snape, el temido y graciento profesor de Pociones no se le iba a escapar de las manos, de eso estaba muy seguro.