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Compañeros de Habitación por zoralollonais

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Notas del capitulo:

Último capítulo!

A leer!

El día comenzó un poco acelerado. Por suerte Fuji y Tezuka pudieron finalizar su encuentro amoroso, aunque no pudieron correr la misma suerte la preciada Golden Pair, los cuales estaban totalmente avergonzados por la situación que habían pasado hacía instantes en frente de Momo y Ryoma. Por su parte, estos últimos estaban felices de saber que se querían tanto mutuamente, y además, agraciados por la situación anterior.

En el comedor ya se encontraban Inui, Kaidoh y Takashi que esperaban por la llegada de sus compañeros, algo extrañados de que tarden tanto en llegar.

-¡Buenos días! –saludó más contento que nunca Momo, mientras Ryoma solo hizo un ademán con el rostro, en donde pudo divisarse una pequeña sonrisa.

-Veo que se levantaron de muy buen humor- comentó Sadaharu con una sonrisa astuta viendo como ambos se sentaban frente a ellos- ¿Pasó algo que deba anotar en mi libreta? –ya estaba con lápiz en mano.

-Para nada –secamente esa fue la respuesta del Príncipe.

-Sólo estoy feliz, nada más –dijo Momo con una gran sonrisa pasando sus brazos por arriba de la mesa tomando y estirando los cachetes a Kaidoh.

-¡Suéltame, idiota! ¿Quieres pelear desde temprano? –quitó bruscamente las manos de Momo de sus mejillas y se paró de un saltó golpeando con sus manos la mesa, acto que hizo que todos los que estuvieran allí se dieran vuelta a ver al causante de tal molesto ruido.

-Realmente, no quiero pelear –le contestó Takeshi desde su asiento disfrutando de la cara rojo-tomate que puso Kaoru.

-Buenos días muchachos –dijo un cordial Oishi.

-Hola, ¡nya! –alegre como siempre, a pesar de lo que pasó antes.

-Oishi, ¿cómo te sientes?, ¿dormiste bien? –comentó Taka-san.

-Si, muy bien –dijo con las mejillas levemente sonrosadas y una gota en su frente.

-Veo que cuidaste bien de Oishi-senpai –le espetó Ryoma a Eiji mirándolo por debajo de la gorra.

-Nya, claro que si. Si no lo cuida su pareja, ¿quién lo hará? –contestó ofuscado y con morritos, sin percatarse de lo que había dicho y sin ver la mejillas súper coloradas de Oishi que trataba de disimular mirando hacia abajo.

-¿Acaso estás saliendo con Oishi? –se hizo el sorprendido Momo. Ahora sí, era inexplicable la cara roja de Oishi y como se le fue subiendo también el mismo color a la cara del neko.

-¡Nyaaaa! ¿Por qué dices eso? –casi gritó sobresaltado.

-Es que dijiste que eras su pareja, entonces pensamos que te referías a que estaban saliendo –se explicó naturalmente Momo con suspicacia.

-Momo, no lo molestes. Además, él lo dijo porque son la Pareja Dorada de Seigaku, ¿verdad, Kikumaru? –comentó Taka-san que con su ingenuidad quiso ayudar al pobre Eiji; y por otro lado, Inui, se encontraba muy concentrado en anotar todo con lujo de detalle en su libreta.

-Etto… ¡Claro! –dijo con aire triunfal, pero igualmente colorado. Para suerte del precioso neko, en ese momento entraron Fuji y Tezuka.

-Hola chicos ¿cómo están? –comenzó saludando Fuji.

-Buen día –lo siguió el Capitán.

-Nee, Fuji… ¿qué pasó en su cuarto?, ¿por qué se cayó la puerta?- le comentó Eiji con cara de preocupación.

-¿Se cayó una puerta? –dijo Sadaharu, mientras anotaba algo en su bendito cuaderno.

-Ah, eso… mmm… es que lo agarré a Tezuka del cuello y lo arrastré hasta el baño porque quería ducharme con él y como íbamos besándonos no vimos y nos tropezamos con un banco y caímos sobre la puerta y la derribamos… eso fue lo que pasó… -finalizó con una sonrisa típica de las suyas, dejando a todos mirándolo, con las bocas abiertas y los ojos desorbitados, incluyendo al pobre Bouchou que estaba azul a causa de lo que acababa de escuchar.

-Esto es bueno. Es muy bueno, tengo que anotarlo –decía Inui entusiasmado.

-Jajaja, ¿pensaron que hablaba en serio? –dejó ver sus preciosos ojos por un instante- solo estaba bromeando –finalizó así y se puso a terminar el bocado que acababa de saborear.

-Si, jaja… -expresó no muy convencido Oishi con muchas gotas en la frente y la boca torcida- ¿qué tal si vamos a entrenar? Ya perdimos mucho tiempo, ¿verdad Tezuka?

-Si, tienes razón. Vamos que hoy es el último entrenamiento –dijo esto agradeciendo internamente al sub-capitán por esa pequeña ayuda.

Dicho y hecho, todos se encaminaron a las canchas de tenis, al ser el último día solo harían partidos. Hicieron unas diez vueltas alrededor de las canchas, alongaron un poco y se dividieron para jugar. En la primer cancha jugaron Eiji y Oishi contra Taka y Fuji, ganando la Golden Pair 6 a 4; en la segunda lo hicieron Kaido contra Momo, ganando este último 6 a 5; y en la última cancha Ryoma contra Inui, ganando el Príncipe por 6 a 3; mientras Tezuka solo se limitaba a mirar y examinar a cada uno. Cuando finalizaron, salieron directo a dejar las raquetas en las habitaciones y ponerse los shorts de baño.

-¡AL AGUA! –dijeron juntos Eiji y Momo mientras corrieron hacia el agua y se dieron un chapuzón.

-Ese par siempre tan alegres –le dijo Fuji que estaba sentado de costado en una toalla- al final todo salió bien, ¿no te parece?

-Si, por suerte todos están contentos –contestó Tezuka que estaba junto a Syusuke con una pierna flexionada y un brazo apoyado en la rodilla.

-Y tú, ¿no estás contento también?

-Claro que sí, siempre que estoy contigo estoy feliz –le dijo mirándolo a los ojos con una sonrisa sincera

-Eso era lo que quería escuchar… Bouchou…

Al lado de ellos se encontraban Oishi sentado en la arena, apreciando el paisaje y a su neko todo mojado divirtiéndose; y junto a este estaba Ryoma descansando boca arriba con la gorra tapándole la cara y los brazos cruzados en la nuca; más alejados estaban Inui bajo la sombrilla y Kaido junto a él acostado, como era la costumbre y Taka estaba parado a unos pasos de ellos mirando como tres chicas se acercaban a donde estaban ellos.

-Hola chicos, ¿cómo están? –preguntó una joven de cabello rubio con moño rojo a Oishi y Ryoma.

-¿Eh? Ah, hola… -la miró y recordó que era la chica que había estado con Eiji el otro día, no sabía si contestarle o tirarla al mar- Oishi Shuichiro, un gusto –la cordialidad siempre está primero en él.

-Yo soy Mina Aino. Es todo un placer, lindo –le dijo con una gran sonrisa, que Oishi contestó con una pequeña mueca.

-Mmm… -Ryoma las miró y siguió con lo que estaba haciendo, intentar dormir.

-Ay, eres muy tierno pequeñín –le dijo una chica de cabellos castaños y coleta alta sacándole la gorra a Echizen que la miró con cara no muy agradable.

-Tienes razón Lita, es muy lindo… si fueras un poco más grande niño, serías mi novio –le dijo una joven de pelo largo y negro desparramándole el pelo. Ahora si, Echizen las quería golpear.

-¿Tienes novia, Oishi? –prosiguió la rubia con su conquista del día, mostrando toda su bella figura y acercándose provocativamente a Shuichiro. De pronto como una ráfaga aparecieron Eiji y Momo. El primero se tiró encima de Oishi abrazándolo con los brazos y las piernas y mirando con cara de asesino a la maldita rubia de la que no recordaba el nombre y mucho menos le interesaba. Momo por su parte tomó al pequeño Ryoma entre sus brazos y lo posó en su regazo y mirando con odio a las dos muchachas que estaban allí mirando con cara de desconcierto.

-¿No tienen nada que hacer que están aquí molestando a un pobre niño? –les espetó Momo a las dos que estaban con su pequeñín aunque las tres se dieron por aludidas.

-Si, es verdad ¿No tienen nada mejor que hacer? –lo apoyó el neko.

-Pero es que… -trató de decir la rubia.

-¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera! –gritó Eiji. Al ver tal conmoción, las tres chicas se fueron murmurando cosas y mirando raro.

-¿Celoso? –le susurró Oishi al oído a su neko.

-Si, ¡nya! ¿Quién se cree esa mujer? –le contestó haciendo morritos a lo que Oishi sonrío.

-¿Celoso, Momo-senpai? –también le susurró Ryoma a su compañero.

-Un poco… -le contestó mirando hacia donde se iban las chicas.

-¿Solo un poco? –le volvió a susurrar.

-…- lo miró por un instante- No… demasiado celoso –finalizó diciéndole y Ryoma mostró una sonrisa satisfecho por eso. Cuando ambas parejas se dieron cuenta de la situación en la que se encontraban, se miraron los cuatro nerviosos con cara de espanto y sudando. Acto seguido Ryoma saltó de arriba de Momo, quedando arrodillado con la cara baja apenado y Eiji se desprendió de Oishi quedando ambos cruzados de piernas mirando la arena. Luego se volvieron a mirar de reojo y por alguna razón, ya sea de complicidad o no, comenzaron a reírse a los cuatro vientos.

-Ay, pero que raros esos chicos. Parecían que eran pareja, ¿verdad? –dijo la de pelo oscuro.

-Si, eso parecía. Que desperdicio –bufó la de coleta alta.

-Y yo que quería quedarme con ese chico de peinado raro –dijo la rubia haciendo referencia a Oishi.

-No sé ustedes, pero yo acabo de ver al chico de mis sueños… -dijo Rei con un aire especial y corazoncitos en los ojos encaminándose al lugar donde se encontraba ese chico.

-Si tú lo dices… -le dijo Lita.

-Oye, mira Lita… esos dos de ahí –le dijo señalando a Tezuka y a Fuji y también emprendió viaje hacia ese lugar.

-Oh, que bien… me dejaron sola –dijo fastidiada, hasta que al recorrer con la vista, chocó con la de Takashi que también la miró- Ese chico se parece a mi antiguo novio –dijo con cara de ensoñación y también comenzó a caminar hacia el chico que se había puesto nervioso ante la actitud de esa joven.

-Oye, me llamo Rei, y ¿tu? –le dijo apoyando su mano en el hombro, sin vacilar, del pobre serpiente que al sentir el contacto abrió de golpe los ojos.

-Fsss… -su tan habitual siseo- ¿a mi?

-Claro que a ti, tonto… ¿cómo te llamas? –le volvió a preguntar.

-Kaoru… Kaidoh… -tenía las mejillas rosadas y titubeó al contestar.

-Así que Kaoru, eh –dijo con una gran sonrisa.

-Oye, Kaoru. Que descortés eres –le dijo Inui y el aludido lo miró desentendido- tome señorita Rei –extendiéndole un vaso con un líquido naranja flúor- tome un poco de jugo fresco, está haciendo mucho calor –finalizó la frase con un destello en los lentes y una leve sonrisa.

-Oh, que amable… gracias –agarrando el vaso que le era entregado.

-Pero… eso es… -no terminó de protestar que la chica ya había tomado del jugo.

-Si, mi nuevo Sumo Super-Ultra Concentrado.

-Puaj… -atinó a modular Kaoru.

-Hola chicos, ¿cómo están? –fue con su mejor sonrisa y andar gatuno Mina

-Estamos muy bien –contestó Fuji.

-Quería saber tu nombre –lo señaló al capitán que se puso colorado.

-Largo de aquí o te arranco esa melena rubia que tienes –le soltó sin más Syusuke mostrando sus ojos azules, dejando atrás la amabilidad con la que contestó primero. La chica quedó impactada y muy asustada porque juró ver un aura roja y negra detrás de ese joven y solo atinó a salir de allí con cara de susto pero siguió mirándolos.

-¿No crees que te pasaste un poco Syusuke? –le dijo su compañero viendo como se iba la chica.

-Puede ser. Pero no voy a permitir que una cualquiera sepa tu nombre –y le propició un beso a propósito para que la rubia lo viera.

-Hola… -seguía ensoñada Lita.

-Hola… -le dijo Taka.

-Me llamo Lita… ¿Cómo te llamas?

-Un gusto, soy Kawamura. Es un placer –le dijo rascándose la nuca.

-¡Litaaa! –se sintió un grito de Mina –Ven a ayudarme, Rei se descompuso. Vamos a llevarla al hospital.

-¿Eh? –miró hacia donde venía el grito, Taka también giró a mirar de donde provenía y lo vio a Inui y se imaginó lo que había pasado y puso cara de asco.

-Creo que tu amiga te llama –le señaló el bonachón.

-Si… bueno… fue un placer –le dijo y se alejó a donde se encontraban sus amigas y cargó a la desfallecida sobre su espalda y desaparecieron, las tres, camino a la ciudad.

-Adiós… -le dijo saludándola con la mano.

-¿Ves Kuni-chan?… todo terminó bien –le dijo tomándolo del brazo y viendo a cada uno de sus compañeros y viendo como se alejaban las tres muchachas

-Si… depende el punto de vista del que digas bien. Porque esa chica no creo que esté bien por un par de días.

-Pero eso fue gracioso… -lo miró divertido a Sadaharu el cual miraba, sin los lentes puestos, a Kaoru que estaba nuevamente acostado boca arriba bajo los destellos del último sol de la tarde- además, el viaje era para entrenar y unir más al grupo. Y se cumplieron los dos objetivos, el entrenamiento fue bueno y algunos están más unidos que antes- miró a Ryoma y Momo que se habían quedado dormidos en la arena con expresiones de felicidad, donde el abdomen del más grande servía de almohada del más menudo; y luego mirando a Eiji y Oishi que caminaban junto a la orilla del mar riendo y a veces rozándose de manera cómplice dejando ver leves sonrojos. Y bueno, finalmente vio a Kawamura sentado mirando el agua, pensativo, vaya a saber uno en que, tal vez en la chica que acababa de conocer o tal vez en otra cosa o en otra persona…

Así fue como terminaron las mini-vacaciones-entrenamiento del equipo de tennis de La Academia Seigaku…

Notas finales:

Bueno, muchas gracias a los que leyeron el fanfic, que fue el primero que escribí.

Espero que les haya gustado la historia, aunque espero poder continuar esas historias.

Salud y buena vida para todos!

 

Zora 


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