La semana transcurrió hasta que llegó el jueves a la noche, en esos días, Eiji siguió siendo el mismo chico sonriente que hacía bromas y acrobacias por todos lados; y Oishi, el mismo joven serio y amable. Aunque cuando se cruzaban ambos se ponían un poco nerviosos, por lo que no hablaron mucho y las vueltas a sus casas eran demasiados calladas y ni siquiera hablaron del suceso que había ocurrido aquel día lunes.
Solo un par de horas lo separaban a Eiji de sus tan temidas mini-vacaciones junto a su "amor platónico" Oishi. Pero bueno, que era lo peor que pudiera pasar… que se le declarase a Oishi y no fuera correspondido y éste no le hablara más… nooooooo! No podría soportar eso. O tal vez si fuese correspondido y sería un final feliz… pero solo el tiempo lo diría.
Ya eran las 6.15 AM y Eiji y Fuji aún no llegaban. Oishi le había dicho a Eiji que pasaría a buscarlo por su casa, pero el chico acróbata le dijo que no, que él vendría solo. Cuando llegó Eiji acompañado por Syusuke, a Oishi le dio una punzada en el medio del pecho. Su amigo le había mentido diciéndole que vendría solo, "¿no era más fácil decirle que no quería que lo buscara?" fue el pensamiento del pelinegro, ya estaba un poco enfadado, por lo que no le dirigió la palabra a Eiji durante el viaje y mucho menos a Fuji, al cual miraba con mucho ira.
Sin contar que como llegaron tarde, Tezuka estaba furioso por no ser puntuales, pero se le pasó con un par de miradas y sonrisas de Syusuke.
Ya llegados al hotel a cada uno se le asignaron las habitaciones.
-Cada uno ya sabe en que habitación le toca. Acomoden todo y en dos horas nos juntaremos en la puerta del hotel para ir a entrenar. Si no desayunaron, pueden ir al buffet que está cerca de la entrada y díganle que son de la escuela Seigaku. –terminó de decir esto Tezuka y todos se fueron a sus habitaciones.
En la habitación de Kikumaru y Shuichiroh reinaba el silencio. Oishi estaba acomodando sus pertenencias en unos de los armarios y siempre mirando de reojo lo que hacía Eiji, el cual simplemente dejó su bolso al lado de la cama y se recostó en ella con los antebrazos tapándole la cara. En un momento este silencio se rompió cuando Oishi no aguantó más la indiferencia de su compañero y además, aún seguía molesto.
-Me mentiste –soltó tranquilamente.
-Nyaahh… ¿de qué hablas Oishi? –con un tono tranquilo y sin dejar de taparse la cara.
-No fuiste solo a la escuela, llegaste junto con Syusuke. Me habías dicho que irías solo –miraba a su compañero que se sacaba los brazos de la cara y miraba al que le hablaba.
-Es que Fuji apareció en casa de improvisto -tragó saliva no muy convencido de lo que había dicho y recordando lo que había ocurrido…
Flash Back
-Buen día. Disculpe que moleste tan temprano. Pero, pasaba a buscar a Eiji –le dijo Fuji al llegar a esa casa a las 5.30 AM, a una de las hermanas de Eiji que lo había atendido en la puerta.
-Buen día, Fujiko. Mi hermano está en la cama aún, dice que no se siente bien.
-Oh… pobre, ¿podría pasar a verlo?
-Por supuesto, está en su habitación, solo golpea y entra.
TOC-TOC, se escucharon los golpes de Fuji contra la puerta sin recibir una contestación por parte del felino.
-Voy a entrar, Eiji –dijo y sin más entró- ¿Qué estás haciendo? Apresúrate o llegaremos tarde
-No voy a ir. Te dije que no iría –le dijo haciendo puchero- Dile a Tezuka que me sentía mal y que estaba con fiebre.
-No lo haré. Tú irás, y que no se diga más. –terminó de decir esto y agarró el bolso (vacío) de su compañero y comenzó a llenarlo de ropa y cosas.
-¿Qué haces Syusuke? ¡No iré! –le decía mientras sacaba las cosas del bolso que, nuestro amigo Genio, iba poniendo en él.
-¡Eiji! Cámbiate y deja de comportarte como un niño –al Genio se le acabó la sagrada paciencia que tiene y lo miró con su cara de pocos amigos dejando ver esos ojos intimidantes.
-Mph… -tragó saliva, mientras una gota de sudor aparecía en su frente- está bien… ya voy… -suspiró y se puso a cambiar.
-Así está mucho mejor –ya cambió su cara de enfado y volvió a tener la misma cara risueña de siempre
Fin del Flash Back
-¿Tan tarde fue a buscarte a tu casa que llegaron pasadas las 6:00? -le decía con una ceja levantada
- ¿Qué? Es que tuvimos unos problemas en el camino, eso es todo. –un poco de enfado y tristeza rodeaban las palabras, mientras se sentaba en la cama, se cruzaba de brazos y cerraba los ojos, mirando hacia otro lado.
-Te conozco bien, Eiji, y sé que me estás mintiendo ¿Por qué no me dices la verdad? –le dijo en un tono elevado y tirando el bolso ya vacío al suelo con furia- ¿Por qué no me dices que lo pasas mejor con Fuji? ¿Por qué no me dices que prefieres estar con él antes que conmigo? –mirando a su compañero con furia y a la vez con mucha tristeza y con el corazón casi roto.
-¡ERES UN IDIOTA OISHI SHUICHIROH! –le gritó y saltó de la cama y se fue corriendo por el pasillo con lágrimas en los ojos.
-Tiene razón… soy un idiota -dijo para si mismo luego de unos segundos- ¿Por qué me enfado tanto? Lo hice poner triste, no quiero que esté así… ¿Qué es lo que me pasa? –nuevamente por su cabeza pasaron esos pensamientos sobre Eiji, ¿por qué era tan importante para él? ¿Por qué le cautivaba esa sonrisa? ¿Por qué lo enloquecía ese aroma?- ¿Será que no lo veo solo como amigo? Podrá ser qué… -seguía meditando
-¡FUJI! –lo llamaba a su amigo mientras le daba golpes a la puerta de la habitación de éste.
-¿Qué ocurre Eiji? –abrió la puerta Syusuke que apenas tenía sus boxer y una remera y estaba un poco ¿mojado? (si, mojado) y su amigo se abalanzó hacia él para abrazarlo.
-Es qué… peleé con Oishi… ¡¡wuaaaaa!! –largó el llanto sin remedio alguno y ni se fijó en el estado de su compañero.
-Yo los dejo solos, hablen tranquilos –dijo un fastidioso Tezuka saliendo del baño y luego de la habitación un poco transpirado y con color rosado en la cara
-Gracias, Tezuka. Luego seguimos nosotros- le guiñó el ojo al salir.
-Es qué se enfadó porque él me había dicho que me iría a buscar y yo le dije que no, porque iría solo a la escuela y luego, yo llegué contigo y entonces me dijo que era un mentiroso, que si no quería estar con él que se lo diga… que si prefería estar contigo que lo haga pero que no le dijera mentiras!... wuaaaaaaaa –… -mientras trataba de explicarle lo que había pasado, Fuji lo llevó hacia la cama en la que él se sentó y puso a Eiji recostado sobre sus piernas mientras le acariciaba el pelo y le secaba las lágrimas.
-Ya veo… pero eso es bueno. –le decía con una sonrisa.
-¿Cómo que es bueno? ¿Estás escuchando lo que te digo? ¡Está enfadado! ¡No me quiere! ¡Me odia! –mientras se ponía de rodillas junto a Fuji y lo miraba a la cara de muy cerca haciendo puchero y con sus ojos de gato que le brillaban a causa de las lágrimas. El genio solo lo agarró de las manos y lo miró tiernamente
-No dig… -antes que pueda hablar, la puerta de la habitación se abrió dejando junto a ella a un Shuichiroh perplejo, inmóvil, con la boca abierta, al que no se sabía si el corazón le seguía latiendo, o ya se le había detenido… un dolor horrible en medio del pecho…
-Este… perdón… debí golpear antes de entrar… -Oishi respiró hondamente y se armó de valor e hizo como si no hubiera visto que ellos estaban cara a cara, agarrados de la manos, y "besándose" (esto último se lo imaginó él)- Venía a buscar a Tezuka para ver qué era lo que íbamos a hacer… pero bueno, veo que llego en mal momento, sigan con lo suyo. Lo iré a buscar a otro lado.
-Espera Oishi… -Eiji se paró de la cama y fue hasta la puerta, pero Oishi ya la había cerrado y se iba caminando torpemente en dirección a su habitación.
-Ya tendrán tiempo de hablar –le decía Fuji, que a la vez estaba pensando en las situaciones que se venían presentando y ya estaba como Sadaharu, tenía el 99 de probabilidades de que Oishi sintiera algo más que amistad por Eiji, pero no se lo diría a su amigo- Por ahora ve al baño y lávate la cara y ve a cambiarte que tenemos que ir a entrenar en un rato.
-Está bien… discúlpame por tantas molestias –hablaba mirando hacia el piso.
-No te preocupes. Lo importante es que Oishi y tú terminen bien con todo esto. Ya verás que todo saldrá bien.
-Si tú lo dices, tendré que creerte… -un poco resignado le decía. Salió de la habitación, dirigiéndose a la suya con el miedo de tener que verlo a Oishi y no saber que decirle. Llegado ya a la habitación respiró hondamente y entró.
-Eiji… discúlpame por cómo me comporté antes. No tendría que haberme enfadado contigo por una cosa tan tonta –le dijo con la mejor cara y voz que pudo poner- Es solo que… -pensó unos segundos antes de seguir hablando, "no le puedo decir que estaba celoso, ¿qué pensará si le digo eso?"- apresúrate que en 15 minutos nos juntaremos para ir a entrenar.
-Perdóname a mi… no es que no haya querido que… -fue interrumpido por Oishi que se le acercó y lo abrazó poniendo una mano en la cabeza y la otra en la espalda del pelirrojo.
-No te preocupes, yo solo quiero que estés bien. Así que olvídate de todo lo que te dije antes. Cámbiate y vamos a entrenar. –finalizó mirándolo tiernamente y dándole un beso en la frente, que produjo que Eiji se sonrojara. Luego de esto, Oishi salió del cuarto y Eiji comenzó a cambiarse un poco más animado. "Solo quiero la felicidad de él y si Fuji se la puede dar, está bien para mí…" fueron los pensamientos del pobre Oishi.