Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Encuentros Casuales por Kazumi Andy

[Reviews - 336]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola gente lectora :3 Pos aquí actualizando con un nuevo capítulo. Tardé un poco por el hecho de que la inspiración se me fue volando (y porque estaba planeando un nuevo fanfic...maténme :'v) Pero logré escribirlo y ya tengo planeado el futuro para los demás capítulos 7u7

 

*Saludos y abrazos* 

 

Kieuseru, SpecialFujoshiXD, Chuli, Hanakae13, DarkSweetLady, Patata Noemi, Tsuki no Megami, misaki nogi, Akai Usami y misavega. 

 

Gracias por sus lindos reviews y por sus ánimos <3 poco a poco voy recuperandome para volver a ser la misma de antes n.n y ya no descargarme en mis fics para no matar a nadie :'v 

 

Nota: Para los que leen "Amor en Altamar" No se confien en que uno vivira, recomiendo no hacerse ilusiones. 

 

Faltan tres capítulo + epílogo 

 

Sin nada más que decir...¡A leer!

Kouki podía pensar muchas cosas en aquel momento, tanto al ver los ojos de Seijuuro como al ver al techo, que estaba pintado de un amarillo pastel. Sin embargo, no podía divagar teniendo que darle una respuesta a Seijuuro respecto a la pregunta que acababa de formularle.

 

-¿Cómo dices?- preguntó asimilando lo que dijo segundos atrás.

 

-Que si me permites besarte.- Akashi seguía tomando del brazo a Kouki, aunque este no hiciera el intento de soltarse o separarse.- Como si fuera la primera vez. – Vio que el castaño soltaba una risa leve. Para Akashi, esa reacción fue inesperada.- ¿Dije algo gracioso?

 

Asintió.- Que si fuera la primera vez entonces volveríamos terminar como ahora.- Logró que Akashi soltara su brazo y, cuando estuvieron separados por una distancia  considerable, lo tomó del cuello de la camisa y lo acercó a su rostro. Un sonido se escuchó fuera del cuarto, no le tomaron importancia, quizás era Taki tratando de interrumpirlos. El pelirrojo solo quedó sorprendido por tal acción, sus labios no estaban unidos, era un simple roce; pero lo suficiente para revivir muchos recuerdos del pasado.- Procuremos no cometer los mismos errores Seijuuro.-

 

Fue lo único que Kouki dijo antes de soltarlo y salir de la habitación. Sonriendo, tranquilo, con la decisión en su voz. Definitivamente había cambiado, esos años hicieron alguien nuevo en el castaño. Y eso le gustaba a Akashi. Le gustaba mucho.

 

Mientras que Kouki, él solo trataba de pensar en una manera de no lanzarse contra Akashi cada vez que lo veía. El ardor en su cuerpo lo comprobaba, era un hombre de veinticinco años; no podía controlar todo lo que fuera en su metabolismo.- Maldita testosterona.- suspiró. No era el mismo que cuando tenía dieciséis, no era el mismo como cuando conoció a Akashi la primera vez, no era el mismo en lo absoluto. Sí, tal vez sí lo amaba, lo deseaba, lo quería; pero ¿Y luego? Jamás pudieron formar una relación estable, la desconfianza los ataco, las dudas lo absorbieron y terminaron como están ahora. No eran jóvenes, esta vez no había vuelta a tras; pero un nuevo comienzo iba a ser difícil. Costara lo que costara, olvidar no era la mejor opción. Aprender de esos errores, tal vez; seguir adelante, muy complicado.

 

Si bien, había pasado una semana desde Akashi pasó a vivir con Kouki y Seiji. El castaño hacía lo posible por no apresurar las cosas, y, también, podía comprender que Akashi hacía los mismos esfuerzos; más que nada por tener a Seiji cerca. No obstante, la mente de Kouki seguí estando confusa y sin muchas respuestas. Habían pasado cuatro años sin recordar a Seijuuro, cuatro años en los que sintió que su vida estaba incompleta mirara donde mirara. Esas eran las complicaciones que no pudo controlar del todo bien. Y cada noche, la misma pesadilla, los mismos ataques y el extraño sentimiento de que alguien a fuera te buscada. En ese entonces sentía que se estaba volviendo loco. Seiji fue su soporte esos años, teniéndolo cerca y sabiendo que era su hijo, no había mucho problema con eso.

 

Ahora bien, era el momento de tomar una decisión. Sabía que Seiji pronto le tomaría cariño a Akashi; la pelea por la que el castaño y el pelirrojo pasaran no involucraba al menor; solo era cuestión de tiempo para que Seiji olvidara eso y aceptara a su otro padre. Pero por esa situación, Kouki debía elegir el mejor camino para poder continuar. No por nada estuvo cuatros lejos para no considerar esa situación estando con o sin su memoria.

 

-Estás loco.- susurró para sí mismo al momento en que se recostaba en la cama.- Es por tu familia.- cerró los ojos y trató de escapar de su mundo por al menos las seis horas de sueño que aún le quedaban.

 

////////////////////////////////////////////

 

Esa mañana Seiji no quería levantarse. Esa mañana él no escogió subir al auto. Esa mañana, sintió muchas cosas a pesar de tener cuatro años. El pelirrojo menor se recostó contra la ventana mirando el pálido cielo que se asomaba sobre ellos. Kouki había tenido que salir temprano a su nuevo trabajo, le deseo un buen día como cada mañana y le prometió ir a recogerlo a penas sonara la campana. Era un viernes cualquiera y sentía que iba a ser un mal día. Dio una mirada rápida al costado viendo al conductor y solo volvió a suspirar.

 

Akashi se dio cuenta por ese gesto. Seiji hacía el mismo puchero que Kouki cuando se sentía frustrado o triste.

 

-¿Todo bien Seiji?- preguntó Akashi en lo que el menor lo miraba a los ojos.- Has estado muy callado.

 

-Estoy bien Akashi-san.- contestó el pequeño.- Solo que… papá ha estado muy ocupado y bueno…- miró hacia el suelo.- Ya no es como antes…- no quería confesarlo; pero sentía que su padre ya no lo quería como lo era antes, o eso sentía. Levantó la mirada cuando sintió la mano de Seijuuro sobre su cabeza.- ¿Akashi-san?

 

-Sé que la primera impresión no fue la mejor.- le era difícil hablar con su hijo; pero el que Seiji le expresara lo que sentía, era un gran avance.- Pero confía en mí con lo que te voy a decir, Kouki te ama, más de lo que hubiera pensado y he podido comprobarlo. Te puso como prioridad a costa mía y eso fue suficiente prueba para imaginarlo.- sonrió.- El que tenga trabajo no cambiara las cosas Seiji, y lo sabes perfectamente, no por nada llevas también parte de mis genes.

 

Seiji sonrió y movió la cabeza de lado.- Gracias Akashi-san.- mencionó.- Pero tengo una pregunta que he querido hacerle…

 

-Adelante.-

 

-No se vaya a molestar.- Seiji estaba nervioso y aquello sorprendía mucho al emperador.

 

-No lo haré, pregunta lo que quieras saber Seiji.-

 

El menor jugó con sus dedos un rato y soltó lo que tenía que decir.- Entre los libros de papá encontré una vieja foto donde estaban los dos juntos y pues… ¿Por qué su ojo está rojo? En la imagen lo tiene dorado.- abrió su mochila y sacó la foto de la cual hablaba. Akashi la miró de reojo para no sacar la vista del camino y rio. Esa foto había sido en la primera fiesta de Yumi que celebraron todos juntos. Además cuando empezó a salir con Kouki.- Akashi-san conteste.

 

-Es algo difícil para que un niño lo entienda.- Estacionó el auto frente a la escuela y salió para ayudar a su hijo a bajar.- cuando cumplas siete te lo contare.

 

-No es justo.- hizo un puchero y Akashi no pudo evitar sonreír. O eso fue hasta que escuchó un bullicio dentro de la escuela.- ¿Qué está pasando ahí dentro?

 

Tomó de la mano al menor y entró por la rendija hasta el patio de la escuela, veía todo normal a la redonda y a unos niños jugando en los columpios. Nada fuera de lo normal, hasta que llegó a la parte trasera donde encontró a Kuroko debajo de un árbol con unos infantes a su alrededor y a Kagami en una escalera.

 

-¡Taiga-kun! ¡Cuidado!- exclamó Kuroko al ver que la escalera se movía un poco más.- Yo pude haber subido ¿Sabes?

 

-En tu estado era muy peligroso.- contestó Kagami mientras cargaba a la menor entre sus brazos.- ¿Te encuentras bien pequeña?- la niña asintió y con eso Kagami bajó lentamente hasta dejar a la peliazul en el suelo.- Mei-chan no deberías hacer eso, si Kise hubiera visto ya estaría desmayado.

 

-Taiga, Tetsuya.- llamó Akashi a lo que ambos voltearon hasta el pelirrojo.- ¿Qué paso?

 

-Mei-chan subió al árbol; pero no consiguió bajar Akashi-san.- contestó una pelirroja.- Seiji-kun, buenos días.

 

-Buenos días Shiori-chan.- saludó el menor.- Mei-chan ¿Te encuentras bien? Parece que quisieras llorar.- Y no mentía. Mei se mordía un poco el labio tratando de no soltar las lágrimas, le tenía miedo a las alturas, no creyó que se quedaría paralizada al estar en esa rama.- Ya pasó tranquila, fuiste muy valiente al subir.

 

Mei levantó la mirada.- ¿E-En serio Seiji-kun?- El pelirrojo asintió y luego le acarició la cabeza.

 

-Sí, así que no llores.- sonrió.- Te ves más linda sonriendo.- como cualquier niño no midió sus palabras, Mei solo atinó a sonrojarse y desviar la mirada.

 

-Gra-gracias, Shiori-chan ven, deje unas cosas en el salón.- tomó de la mano a la pelirroja y antes de responder la secuestró hasta el salón.

 

-Están locas.- dijo Yudai.- Seiji-kun parece que has conquistado un corazón.

 

-¿Eh?- pero el peliceleste siguió caminando hasta el aula.- ¡Espera Yudai-kun! ¡Contéstame!- hizo un puchero y continuo persiguiéndolo sin pensar en lo que dijo después.- Adiós papá te veo luego.- y se fue dejando a un sorprendido Akashi.

 

-Parece que las cosas han mejorado con Seiji-kun.- mencionó Kuroko. En eso Akashi se pudo dar cuenta del brazo enyesado que tenía el peliceleste. Era el derecho. –Con que a eso se refería con su “estado”.- pensó Akashi.- ¿Akashi-kun?

 

-Sí, supongo que sí o fue una respuesta del momento.- mencionó.- Seiji es un poco despistado como Kouki, por cierto ¿Qué te pasó en el brazo?- Kuroko miró el yeso y después volvió a mirar a Akashi.- ¿Y bien?

 

Suspiró.- Hace tres días trataron de robarnos, por eso fue que no he estado viniendo, además Taiga-kun ha estado muy preocupado…

 

-Le insistí en que se quedara en casa; pero no me ha hecho caso.- dijo Kagami.- Tengo que irme, Kuroi está en el auto y debo preparar la cena.- Kagami tenía esa semana libre en lo que Kuroko se recuperaba.- Vendré por ti y los niños en la tarde, adiós Akashi.- ambos se despidieron del tigre y continuaron con su conversación.

 

-Los niños se habían quedado con Himuro-san por lo que están bien; pero son tan sobreprotectores como su padre.- sonrió levemente.- En fin, debo ir a clases, espero todo le vaya bien Akashi-kun, lo veo mañana en el cumpleaños de Seiji-kun.

 

El pelirrojo asintió y dio media vuelta rumbo a su auto. Un mal presentimiento lo invadió cuando escuchó a Kuroko, no supo que fue; pero pensó que sería necesario vigilar los alrededores por si sus sospechas se volvían ciertas.

 

Al transcurrir las horas, en una oficina no muy lejos de ahí; Kouki caminaba de un lado a otro con papeles en mano y su teléfono en la oreja. Tenía que terminar de enviar esas ediciones si no quería retrasar más las correcciones del manuscrito.- ¿Qué sucede Saito?- preguntó al tiempo que sacaba las copias respectivas.

 

-Nii-chan, Kotei, Kai, Yiro y yo llegaremos en la tarde mañana.- le comentó el pelinegro.- ¿Cómo van las cosas con Akashi?

 

-Supongo que bien, estás dos semanas han estado tranquilas a diferencia de otras veces.- dejó el folder a un lado y se recostó en la pared.- No sé qué hacer la verdad.

 

-Has lo que creas más conveniente- Kouki lo interrumpió.

 

-La última vez que trate de hacer algo que sea conveniente me secuestraron y perdí la memoria ¿Eso no es suficiente?- escuchó la risa de su hermano como respuesta.- No estás ayudando.

 

-¿Qué quieres que te diga? ¿Qué lo perdones?- Saito terminó de cambiar a su Yiro y lo depositó en su cama.- Mira, han pasado muchas cosas; pero el que Akashi no se te haya lanzado encima es un gran avance, en serio.

 

-Que gran consejo.- Kouki rio sin poder evitarlo.- Seiji y él han empezado a llevarse bien, va por un buen camino…

 

-¿Y qué hay de ti? El cumpleaños de Seiji es mañana, tu hijo quiere a tu expareja.- hubo un silencio y Saito decidió continuar.- Sabes a donde quiero llegar con esto ¿No?

 

-Creo que sí.- suspiró.- Seiji es mi hijo, debo hacer todo lo posible porque sea feliz.- sonrió.- Recuerdo que en su tercer cumpleaños creyó que Jason era su padre.

 

Saito sonrió.- Imagino que tendrán lindos recuerdos; pero es hora de que cumplan su deben. Tanto Akashi como tú merecen una nueva oportunidad Furi, ahora bien, no le quites esa oportunidad a tu hijo.- esta vez fue Kouki quien no pudo quitarse la sonrisa.- Debo cortar, es hora de que Yiro coma o sino Kotei me mata, adiós.- y el típico tono de corte se hizo presente. Kouki guardó su celular en su bolsillo trasero y se quedó sonriendo en lo que continuo en las oficinas de la editorial.

 

-Un poco de amor no le hace daño a nadie.-

 

////////////////////////////////////////////////

 

-No jo…¡Esto es imposible!- El hombre en su oficina decía todo lo contrario a lo que su mente iba calculando todos los posibles sucesos.- ¿Qué está pasando aquí?- se atrevió a preguntar. La mujer sentada en el regazo del hombre sonrió complacida al verlo en frente.- Ha pasado tiempo…

 

-Lo mismo digo Kenshou, lo mismo digo.- contestó el sujeto.- ¿Tienes planeado un nuevo secuestro? ¿Volverás a fallar?- Kenshou notó el desagrado en su voz. Sin embargo no podía responder nada, no si quería seguir viviendo.- Responde.

 

-El mocoso tuvo un niño.- comentó.- Seiji o algo así, Jason ha estado de viaje en los últimos días y Seijuuro está viviendo con Kouki.- lanzó el folder que llevaba en manos sobre el escritorio frente al otro hombre.- Si todo sale bien hasta ahora, creo que en un par de semanas los tendremos…

 

La mujer miró su mano con las uñas perfectamente trabajadas y luego se levantó para caminar moviendo sus caderas con rumbo hasta la puerta. No le apetecía quedarse escuchando planes tontos cuando ya tenía los suyos en mentes.

 

-Esto no se ve mal.- dijo el sujeto mirando el informe.- Es un gran avance para que solo haya pasado este lapso de tiempo.- rio al leer una línea escrito en rojo.- ¿Amor? Amor y una mierda Kenshou, este tal Kouki odiara a Seijuuro después de que pierda a su hijo “accidentalmente”.

 

-Tenemos las mismas ideas Haruka.- Kenshou le mostró la fotografía más reciente del menor. Cabellos rojos, ojos castaños y su próxima víctima.- Akashi Seijuuro no sabrá que le paso.  

 

/////////////////////////////////////////////

 

-¿Dónde está mi nieto? ¿Dónde está?- Kouki apenas terminaba de despertarse cuando sintió los brazos de su madre alrededor suyo.- Hijo… te ves mal, parece que no hubieras dormido toda la noche. ¿Tan pronto te reconciliaste con Seijuuro?- por la mirada que le dio Naomi supo cuáles eran los pensamientos de la pelinegra.

 

-Mamá deja tus indirectas y entra.- mencionó.- Yumi, que bueno volver a verte.- La pequeña castaña saludó a su hermano e ingresó en busca de su sobrino.- ¿Akashi-san sigue de viaje?- preguntó en lo que cerraba la reja. Yumi asintió.

 

-Volverá en tres días más; pero mandó uno regalos para Seiji-kun.- dijo en lo que daba suaves golpeteos en su bolso.- ¿Cómo has estado onii-san?

 

-Bien, supongo, han sido días largos en la editorial.- y en casa. – pensó eso último para no inquietar del todo a su hermana.- ¿Y tú? Te ves más alegre de la última que vez que pude verte.- la castaña asintió y solo encorvó los hombros. No podía decirle a ninguno de sus hermanos que estaba saliendo con un chico de preparatoria estando ella en su segundo año de secundaria.

 

Cuando entraron pudieron ver a Seiji en brazos de Naomi y a un Akashi bajando por las escaleras con el semblante tranquilo.- Buenos días Seijuuro-kun.- saludo Yumi.- Mamá estás asfixiando a Seiji-kun.

 

-Naomi sigue estando tan alegre como siempre.- Kouki asintió; pero sentía que los parpados se le caían.- ¿Te encuentras bien? – Negó.- Ayer regresaste tarde del trabajo ¿Sucedió algo malo?

 

-Todo en orden, son solo unos manuscritos que no se enviaron a tiempo…- por cada oración que terminaba, un bostezo salía de sus labios. Pero no iba a dormir, era el cumpleaños número cinco de su hijo y no iba a dejar que el sueño le venciera de esa manera.- Iré a ver el desayuno. A Seiji siempre le ha gustado algo especial en sus cumpleaños.

 

Mientras el castaño se iba a la cocina, Akashi trataba de no secuestrarlo al cuarto y encerrarlo para que durmiera un poco más. Si calculaba bien todo eso, Kouki solo habría dormido una hora aproximadamente y eso que no descontaba los minutos en que se levantaba a hacer otras cosas. Sabía bien que se estaba esforzando; pero él paso por lo mismo años antes, en esa condición bajo estrés no era nada seguro ir rondando sin descansar.

 

-Akashi-san, Akashi-san.- reaccionó cuando escuchó la voz de su hijo llamándolo.- ¿Se encuentra bien?

 

-Sí Seiji, no es nada.- contestó y se sintió culpable por mentirle a su hijo.- ¿Y tu abuela?

 

-Ha ido a abrir la puerta.- dijo en lo que señalaba la entrada principal.- Lo ha llamado; pero usted no reaccionaba.- Akashi asintió y se agachó hasta quedar a su altura.- ¿Pasó algo?

 

-¿Qué te parece la idea de sorprender a tu papá?- Los ojos de Seiji se iluminaron.- Creo que es un sí; pero después, ahora creo que debes saludar a tus amigos.- Cuando el pelirrojo volteo se encontró con sus dos mejores amigos.

 

-¡Yudai-kun! ¡Shiori-chan!- saludó mientras corría a abrazarlos.

 

-Feliz cumpleaños Seiji-kun.- saludaron al mismo tiempo los mellizos.- Papá ¿Podemos darle su regalo?- Kuroko entró con una bolsa color azul mientras que Kagami le seguía los pasos; pero con un niño pelirrojo en brazos.- ¿Eh? ¿Kuroi se volvió a dormir?

 

-Es menor que tú, tienes que entenderlo Shiori.- dijo Kagami.- Akashi, buenos días.

 

-No creí que llegarían tan temprano.- interrumpió Naomi atrás de ellos.- Además no han venido solos…

 

-¡Atsushi!- escucharon un grito desde afuera.- No puedes darle a Atsuya dulces tan temprano, se pondrá mal.- Himuro suspiró y dejó que el menor de tres años caminara junto a su hermano.- Akashi, es bueno verte de nuevo.

 

-Tatsuya, Atsushi, bienvenidos.- saludó Seijuuro.- Veo que sus hijos están bien.- vio como el mayor de los dos; Ryusei, se acercaba para saludar a Seiji.

 

-Seichin feliz cumpleaños.- dijo Ryusei.- Atsuchin también te saluda; pero aún no habla mucho.- el menor de todos ellos solo asintió con un pequeño rubor en su rostro.- Hola Shichin, Yuchin.- ambos correspondieron el saludo.

 

Todo estuvo tranquilo hasta que la castaña apareció con una cara asustada.- ¡Mamá!- exclamó y con la mirada le hizo señas a Naomi de ir hasta la cocina. No podía gritarlo o sino Seiji se asustaría. Sin embargo, Seijuuro siguió a la pelinegra apenas vio esa señal.

 

-Se ha…

 

-…dormido.- completó Naomi al ver a Kouki recostado contra la mesa de su cocina.

 

-Amo despierte, su cabello se está cubriendo por un líquido extraño.- empezó a maullar Taki al ver que el cabello de Kouki caía sobre un bol lleno de masa.

 

-Esto es tan parecido a cuando dimos la noticia de la boda.- Naomi suspiró y trató de levantar a Kouki, este no respondió.- Que se le va a hacer, Seijuuro ¿Te importaría llevarlo a su cuarto?

 

Akashi asintió en lo que Naomi recargaba a Kouki sobre su espalda.- Le dije que debía dormir cuando tuvo la oportunidad.- Camino por la sala  con el castaño sobre él y para su suerte, Seiji estaba jugando con sus amigos sin darse cuenta de que padre estaba en estado semi- inconsciente. Llegó hasta la habitación y recostó al castaño sobre el colchón. – Esto me trae muchos recuerdos.- comentó.- En el fondo sigues siendo el mismo de siempre Kouki.- Acomodó su cabello y depositó un suave beso en sus labios.

 

-Sei…juuro…- fue el suspiro que salió de los labios de Kouki. Akashi sonrió.

 

-Deja de provocarme Kouki.- Tomó la suave manta y cubrió al castaño con esta. Salió de la habitación y se fue al primer piso a acompañar y explicarle las cosas a su hijo.

 

/////////////////////////////////////////////

 

Cuando despertó, cayó en la cuenta de lo que había sucedido y se golpeó en el rostro con una de las almohadas. Su cuerpo no había obtenido mucha resistencia al final. Vio el despertador y suspiró con un poco de resignación. Eran las cuatro de la tarde y no había pasado ese día con su hijo, se sentí mal por dentro; pero físicamente recuperado. Bajo de la cama y salió de su cuarto esperando que no haya pasado nada malo.

En cuanto bajo se dio cuenta que solo estaban sus amigos reunidos en una mesa, junto con otros compañeros de Seirin. Supuso que su hijo estaba jugando en el patio trasero con Naomi y Yumi. La escalera y parte de los barrotes seguían cubriéndolo por lo que ninguno se percató de su presencia. No se hubiera escondido de no haber escuchado lo demás.

 

-Y ese es el plan ¿Cuento con su ayuda?- esa era la voz de Akashi.

 

-¡Ja! Me sorprende de ti Akashi.- contestó Aomine.- Es algo cursi, extraño; pero cuentas con nuestra ayuda.

 

-Así es Akashicchi, todo por Furicchi.-

 

-También ayudaremos, será algo interesante ver su reacción.- Cuando Himuro decía esas cosas, no era para nada de fiar.

 

-Apoyaremos ¿Verdad Shin-chan?- Kouki esperó a que Takao continuara.- Deja de ser tsundere y di que sí, aunque lo haremos de todos modos.

 

-Nosotros también Akashi-kun, será un buen regalo para Kouki-kun.- Furihata sintió la necesidad de intervenir; pero algo se lo impedía.- ¿Le has dicho algo?

 

-Para nada.- Seijuuro se escuchaba muy confiado.- Él no sospecha nada de esto y es mejor así. Seiji también ha decidido ayudarme.- Eso si fue inesperado.

 

Kouki solo atinó a retroceder un par de pasos y recostarse contra una de las paredes. Conocía perfectamente a Akashi y no podía imaginar que cosas lo estarían esperando. 

Notas finales:

¿Les gustó? ¿Lo odiaron? Saben que cada crítica constructiva es bien recibida con sus comentarios :3 Me quedó algo largito, además un poco de amor y miel antes del drama. Cuando vean un capítulo lleno de amor es porque en los próximos los haré llorar e.e okno, ignoren eso xD <3

 

~~Avances del próximo capítulo~~

 


-Quiero que me digan de qué estaban hablando.

 

-Hicimos la promesa de no hacerlo.

 

-Esto es demasiado extraño, hasta para mi gusto.

 

-¿Eh? ¿¡Jason está saliendo con alguien!? 

 

-Ustedes...no puedo creer que hayan hecho de espías antes.-

 

-El plan león x chihuahua vuelve al juego.-

 

-¡Cállate Kise!- 

 

-Shiori y Mei han estado en casa jugando ¿Sucede algo?

 

-Debemos vigilar más a los niños.- 

 

-No..puedo creerlo...esto es...

 

-¿Qué te parece?- 

 

-Eres un idiota.-

 

-Soy tu idiota.-

 

-No, simplemente eres un tonto.- 

 

¡Nos leemos! >u< ¡Saludos! y preparense para 365 días para el amor :3 ~ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).