Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Encuentros Casuales por Kazumi Andy

[Reviews - 336]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡LO SIENTO!

¡LO SIENTO!

¡LO SIENTO!

Sé que no he estado aquí por un laaaaaargo tiempo; pero las clases me tenían sofocada y sin nada de tiempo *cries in spanish* De verdad lo lamento. Extrañaba demasiado poder continuar el fic y los otros que me faltan. En serio que el estrés no me hace para nada bien TTATT Mis exámenes y proyectos se proponen matarme. Lentamente; pero lo hacen. 

Muchas gracias por sus reviews y haber leído el fic mientras estaba en un hiatu temporal :') Los amo muchísimo <3 <3 ¡GRACIAS! 

Y un perdón muy grande por no haber respondido sus reviews :c Me siento mal cuando no lo hago; pero ni el tiempo me alcanza para eso U.U 

MIL GRACIAS POR SUS MENSAJES. De verdad, amo sus reviews, sus palabritas de animos me hacen sentir tan marica :'D y me alegra tanto que les guste por donde va, considerando que ya está por terminar UwU

Faltan dos capítulo + epílogo 

¡Sin nada más que decir! .... ¡A leer!

-¿El manuscrito está listo? – preguntó su editor en jefe mientras llevaba unos papeles en la mano. Kouki asintió mientras esperaba a que la fotocopiadora terminara con su trabajo. – Hoy más tarde iremos a tomar algo ¿Te apetece venir?

 

-Hoy no. – Mencionó.- Tengo unos asuntos que terminar.- Y vaya que debía apresurarse si quería las respuestas a todas sus dudas desde el cumpleaños de Seiji.

 

Habían pasado dos semanas exactamente contadas y Kouki se resignaba por no haber podido hablar con sus amigos tras escuchar su conversación en el salón de su casa. Kouki no era de las personas curiosas en ciertos temas; pero aquello, lo carcomía por dentro al no saber la sorpresa que Akashi estaba planeando para él. No es que estuviera ansioso, simplemente había sido inesperado escuchar eso y ahora necesitaba cualquier pista que lo calmara.

 

Incluso su hijo se había negado a darle cualquier información.

 

-Prometí no decir nada y tú siempre me has dicho que una promesa no se rompe papá. –

 

Maldecía el momento en que le enseño esa lección a su hijo. Suspiró. No podía culparlo, era culpa de sí mismo al dejar que la curiosidad le ganase por sobre todo. Sin embargo, se sentía seguro de que esa misma tarde, al salir a almorzar y reunirse con sus amigos, podría conseguir aunque sea un pequeño detalle de todo lo que estuviera ocurriendo.

 

Salió de la sala de copias y, mientras llevaba los documentos, empezó a pensar a cerca de cómo iban las cosas con Akashi. Ni mal, ni bien ¿Realmente era así? Kouki poco a poco iba volviéndose a enamorar y encontrar muchas razones de las cuales lo hizo en primer lugar. No podía dar marcha atrás a sus sentimientos, tampoco lo intentaría. Ahora bien, evitarlo era imposible y negarlo, peor. Ya no estaba molesto, sentía que su familia estaba volviendo a ser lo que debió ser desde el principio. Sin el accidente o todo lo que sucedió después.

 

-¿Hola? Habla Furihata Kouki. – contestó al ver que llamaban en su celular. - ¿Yumi? ¿Pasó algo?

 

-Mamá dice que no seas un ingrato y que llames de vez en cuando.- dijo la castaña. – Y que espera puedas venir pronto que necesita conversar contigo.

 

-¿Por qué me dices todo esto?

 

-Porque le escuche hablando sobre esto con Akashi-san y si no te lo digo ahora sé que te llamara para gritarte. – Kouki sonrió, su madre seguía estando loca. – Además… Kouki, sabes que ella...

 

-¿Volvió a olvidarse? –

 

-La enfermedad está avanzando muy rápido, tengo miedo… - escuchó un sollozo al otro lado de la línea. – Tengo miedo que despierte y no me reconozca… no quiero que ella sufra…

 

Kouki suspiró y se frotó la sien levemente. – Ella es una mujer fuerte y valiente; no dejará que eso la consuma completamente Yumi.- Confiaba en sus palabras, o más bien, trataba de confiar en la seguridad y decisión de su madre. – Cuídala ¿De acuerdo? Iré pronto junto con Seiji y Seijuuro.

 

-Los esperaremos. – Y colgó. Se quedó pensando unos segundos tratando de alejar esa preocupación. Su madre no iba a aceptar que estaba enferma, nunca lo hacía cada vez que le decían algo como eso; pero no podía evitar sentirse mal al pensar en lo que podría pasar. El Azheimer era poderoso; pero si se hallaba tiempo, aún quedaba la posibilidad de poder sanar a Naomi y que todo volviera como antes.

 

Se relajó y trato de no pensar en eso. Sabía a la perfección que Seitarou se encargaría de todo aquello; a parte que cuidaba mucho a la pelinegra. Sonrió, no tenía que preocuparse mucho sino empeoraría las cosas. Y, otra vez, los pensamientos anteriores regresaron a su mente cual rayo. Si bien no era de enredar tanto sus problemas, en ese momento sentía la necesidad de poder aclararse de la mejor forma sin tener que esperar a que llegara un peor momento y todo se desencadenase sin avisarle y que sea inoportuno.

 

Porque Kouki sabía que el destino jugaba con él. Y su juego favorito era el de complicarle las cosas.

 

Queriéndolo o no, se sentía de esa forma cada vez que andaba con Akashi.

 

Además, si recordaba, Seiji y Akashi ya se llevaban muy bien, hasta el punto de un día escuchar a Seiji decirle papá al pelirrojo mayor. Debía admitirlo, Akashi seguía siendo absoluto en muchas cosas, incluso para ganarse el cariño de su hijo. Sonrió y dejo que su laptop terminara de cargar el escritorio; habían pasado por tantas cosas buenas que sentía que pronto algo malo pasaría. No se consideraba una persona negativa, casi nunca lo hacía; pero en su pecho, nacía el mismo sentimiento que tuvo cuando fue secuestrado.

 

Sabía a la perfección que desde que recuperó la memoria, Akashi había aumenta un poco la seguridad en su persona. Eso explicaría el hombre que una vez empezó a seguirle; pero, sin poder evitarlo, esa preocupación se apoderaba de su ser por tales experiencias. Seiji y él estaban seguros, no tenía por qué preocuparse por cosas como esas; mas su mente se encargaba de hacerlo dudar en la semana y pensar que un día regresaría a casa sin encontrar a su niño o peor, recibir las peores noticias que pudieran darle.

 

Entonces su celular volvió  a sonar; pero esta vez era solo un mensaje o eso indicaba la luz celeste que salía de la pantalla. Era Takao.

 

“Kuro-chan dice que llegara algo tarde porque al parecer Shiori y Yudai tuvieron unos problemas en el recreo >-< Ni idea de que paso; pero espero que lo cuente cuando llegue. La hora sigue igual Furi-chan, espero si puedas ir”.

 

No tardó mucho en llegar otro mensaje.

 

“También hay algo que debo mostrarte y sé que te puede interesar”.

 

Eso fue extraño; pero conocía a Takao, no tenía por qué sorprenderse mucho. Tecleo rápidamente en su teléfono y envió el mensaje para después apagarlo y continuar con su trabajo y poder salir a tiempo y, además, que no se le acumulase en lo que le quedaba de la semana.

 

//////////////////////////////////////////

 

-¿Seguro? – Preguntó Kise a Takao, el cual miraba curioso por el mostrador del café donde estaban ambos. – Sabes que Furihatacchi no debe…sorprenderse mucho.

 

-No te preocupes, Furi-chan sabrá cómo reaccionar. – comentó mientras dejaba su bebida sobre la mesa.-Además, Akashi no está tan loco como para hacer algo “malo”.

 

En ese momento llegó Furihata con su maletín y su teléfono celular en la mano. Había cortado una llamada con Akashi para que el pelirrojo pudiera recoger a Seiji después de clases. Agradecía que hubiera dicho que sí.

 

-¡Furi-chan! – saludó Takao sonriendo. – Que bueno que otra vez podamos reunirnos.

 

-Lo mismo digo.-contestó.- ¿Himuro-san no va a venir?

 

-Tenía que encargarse hoy de la pastelería. Murasakibaracchi iba a estar ocupado con otras cosas por lo que no pudo. – Kise dejó un espacio para que el castaño se sentara con ellos. Una señorita apareció y pidió la orden para Kouki. Este, respondió un jugo de naranja. Ya había comido un poco saliendo de la editorial.

 

Ahora, tenía que ir directo al grano de todo ese asunto. Por suerte, a los pocos minutos de estar charlando un poco, Kuroko apareció. Lucía cansado y algo molesto por la forma en que estaba. Kouki se preguntó si tenía algo que ver con los problemas en la escuela.

 

-¿Pasó algo Kurokocchi? –preguntó Kise al notar la tensión en el peliceleste. -¿Yudaicchi y Shioricchi están bien?

 

-Shiori golpeó a unos niños en el recreo porque estaban molestando a Yudai.-contestó.- La directora me regañó por no tener control de los niños, mucho más por ser mis hijos.

 

Takao suspiró. – Shiori-chan es una niña muy buena, esos niños debieron haber hecho algo muy malo con Yudai-kun para que ella actuara y no fuera a buscarte.

 

Kuroko negó al tiempo que suspiraba. – No dijo nada, ni a la directora ni a mí. Cuando fui a llevarlos a casa solo se encerró en su cuarto. No sé si Taiga-kun logrará convencerla de querer decir algo. – Dejó su teléfono sobre la mesa. –Bueno, no quiero desanimarlos. Ya lo solucionaré luego.

 

-No te tienes que preocupar Kuroko.- dijo Furihata. – Te apoyaremos en lo que necesites.

 

-Gracias.- dijo con sinceridad por el apoyo que les daban.

 

-Estábamos hablando con Furicchi y su avance con Akashicchi. – Dijo Kise sonriendo. – Están mejorando mucho. – Kouki le dio una patada por debajo de la mesa por el rostro insinuante de Kise.- ¡Es la verdad!

 

-Me alegro mucho por eso Kouki-kun.- Kuroko sonrió y Kouki, resignado, también lo hizo.

 

Se puso firme y se preparó para decir lo que quería en primer lugar.- Quiero que me digan de qué estaban hablando la noche de la fiesta de Seiji.- soltó. – Lo escuché por el rellano de la escalera.

 

-No es bueno espiar Furi-chan.-contestó Takao.- Ese no es un buen ejemplo para Seiji-kun.

 

-Además…-Kise suspiró.- Hicimos la promesa de no decirte nada.

 

Kouki puso los ojos en blanco apenas escuchó decirlo aquello. No. Tenía que sacar algo de información de alguna manera u otra.

 

-Esto es demasiado extraño.- dijo. – Sé que Seijuuro hace sus intentos por recuperarme…- hizo énfasis en la última palabra. – Pero necesito saber qué es lo que planea exactamente.

 

Kuroko y Kise intercambiaron una mirada rápida ya que estaban juntos en la mesa. No podían revelar nada, esas fueron las principales indicaciones de Akashi hasta que llegara el día de la ejecución del plan. Era una idea algo descabellada; pero demasiado perfecta como para que lo arruinaran diciendo algo sobre aquello. Necesitaban distraer al castaño, de alguna manera u otra antes de decir algo; aunque sea mínimo.

 

Takao encontró la solución a eso al levantarse de su asiento y señalar a un punto fuera del local.

 

-¡El sexy bombón a la vista! – exclamó. - ¡Y no está solo!

 

Los tres se asomaron a penas lo escucharon. Kouki fue el más sorprendido. No esperaba encontrar esa escena aquel día.

 

-¿Eh? ¿Jason está saliendo con alguien? – De todos esos días, no se imaginó encontrar al peligris tomado de la mano con una pelinegra saliendo de una librería justo en frente de donde estaban. Era sorprendente.- No me dijo nada de esto.

 

-No puedo creerlo; pero me alegro por Seika-san.-comentó Kuroko. –Se le ve muy feliz con esa chica.

 

-¿Quisieran averiguar un poco más? – Kouki no entendió a qué se refería Kise; pero Takao y Kuroko sonrieron al recordar las cosas que hacían cuando estaban en preparatoria.

 

-¿De qué está hablando Kise? –preguntó Kouki intrigado por ser el único que no entendía nada.

 

-Digamos que tratamos de hacer de cupidos cuando estabas con Akashi-kun.- mencionó Kuroko un tanto apenado por revelar aquello.- Pero lo hicimos con las mejores intenciones del mundo Kouki-kun.

 

Kouki solo suspiró.- Ustedes… no puedo creer que hayan hecho de espías antes.- Río levemente y terminó de beber su jugo. En ese momento, no quería interrumpir a  Seika con su “cita”; le preguntaría sobre eso cuando llegara a casa. – Ahora entiendo que esos encuentros con Seijuuro no fueron tantas coincidencias como creía.

 

-Es destino nos permitió ser cupidos. – dijo Takao sonriendo.- Ese fue nuestro truco.

 

-Además se estaban demorando mucho ¿No crees? – Kouki asintió ante la pregunta de Kise. Era cierto que él y Akashi se tomaron su tiempo; uno muy largo, antes de poder confesarse completamente y tener una relación normal. Demasiado tiempo si bien lo pensaba mejor.

 

-Entonces…-Kise sonrió. – ¿El plan león x chihuahua vuelve al juego? – Kouki le lanzó una de las servilletas como respuesta.

 

-¡Cállate Kise! – exclamó con un leve sonrojo. No se imaginó que sus amigos lo llamaran así desde hace mucho tiempo.- De tantos nombres ¿Eligieron ese?

 

Takao asintió.- Fue culpa de Kise-chan, nosotros no quisimos ese nombre en realidad.

 

-¡Pero si lo aprobaron!

 

-Tú nos obligaste Kise-kun.-

 

Y esa tarde, se pasó volando entre las bromas, recuerdos y mucho más que compartían en dicho café. Kouki no pudo sacar la información que quería; pero ni se imaginaba que pronto recibiría una grata sorpresa.

 

//////////////////////////////////////////

 

-Mei, tu padre ya vino por ti.- exclamó Kagami desde su sala para que la peliazul bajara. -¿Cómo van las cosas en tu trabajo Ahomine?

 

-No me quejo Bakagami. – comentó el moreno.- Los crímenes en la ciudad han disminuido; pero aun así debemos estar rondando por las calles.

 

Repentinamente el semblante del peliazul cambió y miró seriamente a Kagami, el cual se sorprendió por aquel cambio en ese momento.

 

-¿Las niñas han estado aquí todo el día? – preguntó.

 

-Kuroko fue a casa de su madre con Yudai, Kuroi está durmiendo y Shiroi y Mei han estado jugando arriba desde que la trajiste. – Respondió.- ¿Sucede algo?

 

Aomine asintió.- Akashi me envió un mensaje hace unos días. Dice que debemos estar al tanto de los niños un poco más…- Justo las niñas bajaron corriendo interrumpiendo la conversación de los mayores. Mei corrió hasta su papá, mientras que Shiori fue hasta Kagami. Ambos cargaron respectivamente a las menores.

 

-¡Adiós Shiori-chan! ¡Después te toca ir a mi casa!- Dijo Mei con una gran sonrisa. Shiori asintió. – Y no dejes que ya sabes qué te preocupe, se puede arreglar.

 

-Gracias Mei-chan, adiós. – se despidió la pelirroja.

 

-Te envio los detalles luego Kagami; ten en cuenta lo que te dije. – El pelirrojo asintió y agradeció al policía por aquello. No entendía muy bien la advertencia; pero Akashi sabía lo que hacía, debía confiar en la intuición del heterocromático.

 

Shiori bajo de los brazos de su padre y corrió hasta la cocina. Tenía hambre, además, quería ignora un poco si su padre le hacía alguna pregunta sobre lo sucedido semanas atrás. Ella no había tenido la culpa. Esos niños no debieron decirle nada de eso a su papá Kuroko. Él era el mejor padre del mundo junto con Kagami. No entendía porque tenía que hacerlo.

 

-Solo porque son de otra clase.- murmuró por lo bajo recordando que estaban en diferentes salones. – Pero prometí no hacer enojar a papá, tengo que cumplirlo.

 

-¿Estás bien hija? –preguntó Kagami poniéndose en cuclillas estando frente a la menor. – Te he notado preocupada.

 

-No es nada papá.- contestó de inmediato con una sonrisa.- Solo debo completar mi tarea y listo.

 

-Mis papás son normales, somos una gran familia.- pensó Shiori al recordar las palabras de los niños. –No son raros, yo no soy rara…somos felices.

 

-Debo ver a Kuroi, te quiero papá.- Y subió corriendo lo más rápido que pudo hasta su cuarto. Era pequeña; pero no quería decirle nada a su padre.

 

Kagami suspiró, Kuroko le había dicho una vez que si su hija no quería hablar; entonces no debería obligarla. Pero no le gustaba ver a su princesa triste; era lo que menos quería en todo el mundo. Y se encargaría de hacer pagar a quien la haya puesto de esa manera. Entonces, el teléfono sonó.

 

Era Kuroko.

 

-¿Pasa algo Tetsuya? –preguntó.

 

-Taiga-kun estoy yendo a casa.- musitó.- Akashi-kun me ha llamado; parece que la próxima semana ya será la sorpresa….

 

-Pero creí que lo haría para el cumpleaños de Furi. – Contestó sorprendido.- ¿Por qué tan pronto?

 

-No lo sé, solo me dijo que ya debemos irnos preparando.

 

-¡Demonios! ¿No puede hacer las cosas sin que sean de improviso?

 

Kuroko sonrió desde donde estaba.- Lo bueno de la vida Taiga-kun, es que nunca sabes cuándo pueden llegar las sorpresas.

 

/////////////////////////////////////////

 

El timbre sonó y Furihata empezó a mirar a todos lados por si encontraba a Seiji. Akashi le había dicho que ese día tenía una reunión importante por lo que no iba poder ir a recoger al menor. Lo comprendió por lo que ahora se encontraba esperando a su hijo. Cuál fue su sorpresa no verlo por ningún lado, tampoco a los hijos de sus amigos. Ni si quiera a Kuroko que siempre estaba en la puerta preparado para recibir a los padres. Algo estaba pasando.

 

-¿Furihata-san? – preguntó un señor vestido con traje, algo mayor; pero de mirada confiable.  Kouki asintió.- Venga conmigo por favor, el joven Seiji-sama ya ha sido recogido horas antes por uno de los mayordomos.

 

-¿Disculpe? – Kouki no supo por qué, lo siguió hasta llegar a una limosina. Supo de inmediato que le pertenecía a Akashi. -¿Qué sucede?

 

Se subió al vehículo y sintió como empezaba a andar. No tenía idea de lo que iba a pasar después de eso. Aunque, sabiendo que su hijo estaba bien, se encontraba algo tranquilo e inseguro por todo lo que estaba pasando. Encontró varios letreros en el asiento de enfrente. Estaban pintados de color blanco y las letras de rojo. Algo toscas; pero legibles.

 

Papá, esta historia comenzó contigo y Akashi-san.
¿Deseas escucharla?

 

Kouki se sorprendió al saber que era Seiji quien había hecho eso. No obstante, debió imaginarlo por la letra.

 

El primer partido entre ambos. Tú te caíste; pero seguiste luchando.

 

-¿Era necesario contarle eso Seijuuro? – Tenía que recordar reclamarle eso al pelirrojo. Continuo.

 

Lo apoyaste y lo animaste a continuar. Es lo que siempre haces.
Tal vez por eso se enamoró de ti.

 

Estaba sonrojado. No iba a negar que recordar aquello lo avergonzaba un poco.

 

Se volvieron a encontrar; pero ninguno dijo nada. Tú siempre me decías lo que era el amor para ti.
¿No sentía eso con Akashi-san cuando lo veías?

 

-No debo explicarte tantas cosas Seiji. – suspiró.

 

El destino fue bueno al júntalos de nuevo :D

 

Sonrió. El destino era caprichoso y esa era la diferencia.

 

Fueron felices, mucho; pero se separaron :c
(Akashi-san se ha disculpado mucho)

 

-Sí Seiji, sí que lo ha hecho.-

 

Sé que es mi papá, igual que tú. Tengo dos papás y soy feliz por eso. Gracias.

 

No recordaba en que momento su hijo se volvió tan tierno y directo.

 

Ahora quiero un hermanito; pero primero tienes que perdonar a Akashi-san.
(O eso es lo que me han contado Shiori-chan y Yudai-kun)

 

-Kuroko ¿Qué les dices a tus hijos?

 

Prepárate para la sorpresa papá.

 

Justo cuando leía el último cartel, el auto se detuvo. Kouki miró por la ventana y se dio cuenta que estaba en una plaza muy concurrida de Tokyo; pero al ser pronto las cinco de la tarde, no había mucha gente para su suerte. Si ahí sería su sorpresa no quería imaginarse lo demás o como estaría con tanto público. Salió cuando le abrieron la puerta.

 

El atardecer era muy bello y ya las luces del parque se estaban encendiendo poco a poco. Miró a su enfrente y encontró un sobre blanco que llevaba su nombre.

 

Ve a la derecha Furi-chan, te estaremos esperando en la primera estación ;3

 

Camino a donde le indicaba la carta. Se supone que Takao lo debía esperar con Midorima. Pero solo encontró un poste alumbrado y una carta pegada. Ese juego le estaba pareciendo algo divertido.

 

Hasta la fuente Kouki-kun, no debes perder mucho tiempo. Y, mira atrás.

 

Volteó y Takao estaba frente a él con una gran sonrisa. Le dio un sobresalto de tan solo verlo.

 

-¡No aparezcas así Takao!

 

-Ne, ne corre hasta la fuente, yo solo vine por la carta, tengo que recogerlas o el viendo se las puede llevar.

 

-¿Solo tú estarás aquí?

 

-Sirvo más de cupido que los demás por lo que esta vez, fui el elegido. – Kouki río y fue hasta la fuente.

 

Era una carta amarilla justo en la base con su nombre. La abrió rápidamente.

 

¡Furihatacchi! ¡Ya estás más cerca! No puedo creerlo; pero pronto llegarás. Ve hasta el árbol más grande que veas.

 

Takao recogió la carta junto con el sobre y fue siguiendo los pasos del castaño esperando recibir la señal de Kise o Akashi para poder llevar a Kouki. Cuando llegaron hasta el árbol más alto, había una carta morada pegada en el tronto.

 

Well, this is perfect. Vamos Furi, Akashi se está esforzando, dale el lujo de sentirse perdonado. Ve hasta un jardín y encuentra el rosal más bello que veas.

 

Estaba nervioso, corrió hasta llegar a uno de los jardines principales y se aseguró de tomar aquella carta color naranja con fino cuidado entre los espinos. No entendía nada; pero se estaba divirtiendo. Mucho.

 

Se feliz Furi, te lo mereces mucho. Akashi podrá ser un idiota, creerse absoluto, ser un loco; pero es una gran persona. Y tú lo amas. Permite que ambos sean felices ¿De acuerdo?

 

P.D: No te desmayes.

 

¡Incluso Seika había colaborado! Ahora sí que estaba sorprendido. Takao lo tomó del brazo y de pronto, ya no podía ver nada.

 

-Es hora Furi-chan, confía en mí y en Akashi.-  Sintió como era llevado hasta otro lugar. Esta vez, había otro brazo en su lado derecho. Alguien más había aparecido. Escuchó una voz baja algo tranquila, sus oídos fueron tapados de inmediato. Empezaba a sospechar que se trataba de un secuestro.

 

Se detuvieron después de un rato y sintió como la venda caía. Lo que vio en frente, le costaba creerlo.

 

-No puedo creerlo…- suspiró.- Esto es…

 

-¿Qué te parece? – preguntó Akashi, que lo tomaba del brazo con una sonrisa.- ¿Demasiado?

 

-Eres un idiota.- contestó Kouki.

 

En lo alto de un edificio. Un cartel electrónico que siempre daba anuncios cada cierto tiempo. Se podía leer con claridad un mensaje específicamente para él. Además, podía ver ciertos bultos debajo del cartel. Sus amigos tenían unos megáfonos cada uno.

 

Kouki, Akashi te ama tanto que hasta todo Tokyo lo sabe” – Gritaron por los megáfonos al mismo tiempo provocando que el castaño se sonrojara sin poder evitarlo.

 

“Hasta en Kyoto lo sabemos” – Esa voz. Su madre también estaba con ellos.

 

“Incluso en París, Francia sabemos cuánto te ama este idiota.- Saito. La actitud de su hermano era inconfundible.

 

“Hasta tu gato sabe cuántas veces te ha marcado como su dueño” – Jason sonrió divertido al lograr escuchar las quejas de Kouki desde el piso. Se contuvo demasiado al no gritarlo de una vez.

 

“Lucha por ti” – Gritó Takao.

 

“Sonrió por ti” – Exclamó Kuroko.

 

“Sufrió por ti”- Dijo Kise.

 

“Solamente te ama a ti” – Todos lo anunciaron y, sin saberlo o notarlo, Kouki había empezado a lagrimear por eso. No esperaba que todo eso sucediera de repente. No esperaba encontrarse con los verdaderos sentimientos de Seijuuro.

 

-Eres un idiota.- dijo llorando; pero con una sonrisa.

 

-Soy tu idiota.- contestó Akashi abrazándolo y acariciando suavemente su espalda.

 

-No, simplemente eres un tonto. – Ambos rieron. La gente alrededor se detenía para mirar todo aquello que estabas sucediendo.

 

Akashi, sin previo aviso, lo besó. Frente a unos, frente a otros; no importaba. Solo ellos dos. Porque era su propio amor, era su declaración, era su perdón. Kouki correspondió, ya no era hora de sufrir, podía sonreír, reír, divertirse y ahora…con la persona que amaba y que siempre amó sin notarlo. Dejó que el beso continuara, no tenía la intención de separase. Después de todo, lo mejor de las peleas son las reconciliaciones. 

Notas finales:

¿Les gustó? ¿Lo odiaron? Saben que pueden dejar sus comentario :3 Críticas constructivas son muy aceptadas n.n 

Esto estuvo lleno de amor~ <3 además porque el próximo cap habrá una sorpresa parra ustedes lestores 7u7 Jujuju. Amo a mis niños; pero no todo en esta vida es felicidad. 

Los que sean veteranos de mis escritos sabrán que se viene el drama y no es tan bonito como parece :3 

.

.

No habrá adelantos UwU)~ Quiero que el drama llegue con gusto <3 

No diré cuando podré actualizar :c Estos días estoy con tantas cosas que ni yo sé cuando volveré a abrir mis documentos U.U Espero que pronto TuT

¡Gracias por leer! 

¡Lo siento por la demora! 

 

Kaz. Andy -w-/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).