Despierta maldita sea
—Estaré bien, no se preocupen. —Hablo Deidara algo cansado y con la piel bastante pálida por la pérdida de sangre. —Sera mejor que vuelvan a casa y descansen, tu también. —Dijo refiriéndose a un azabache que no le quitaba la mirada de enzima y sujetaba su mano.
—No. Yo me quedare esta noche en el hospital.
—Itachi…
Naruto y los demás miraban a Deidara algo preocupados, tenía el vientre vendado y bajo las vendas estaban los puntos que habían sido necesarios realizar, por suerte no dañaron ningún órgano.
¿Qué había pasado para que Deidara tuviera semejante herida? Todos se rehusaban a pensar que había sido Itachi y Deidara aseguraba que su azabache amante no tenía la culpa, a pesar de que el rubio solo había estado con él.
Los menores asintieron para luego volver a su hogar, sabían que Deidara no estaba en malas manos, a pesar de que los dos menores Uzumakis no podían evitar pensar que el culpable era Uchiha Itachi.
Estaban en el hospital, el azabache mayor no se atrevería hacerle daño ¿Verdad?
Para cuando llegaron a casa ya era bastante tarde, la noche se había apoderado del inmenso cielo. Todos entraron a la casa, nadie tenía ganas de cocinar y Sasuke no iba a dejar que el Usuratonkashi y el idiota de su primo metieran un pie en la cocina, así que pidieron algo de comida china.
Todos se acomodaron en los espaciosos sofás, por suerte uno de ellos era un sofá cama el cual compartía Naruto con Gaara, los Uchiha también querían la comodidad de ese sofá así que rápidamente emperezaron despojar a los Uzumakis de ese lugar.
— ¡No, yo estaba aquí primero! —Hablo Naruto aferrándose al sofá.
— ¡Dobe, quítate!
— ¡No!
Mientras ellos dos peleaban, Gaara le hacia un espacio a Sai, el sofá cama era bastante grande para todos. El peli rojo estaba sentado apoyado al respaldar del sofá, la parte que habían acomodado era la parte de sus pies y de esa forma poder tenerlos estirados. Sai en vez de hacerse en la mitad del espacioso sillón, se acomodo a un costado del peli rojo acomodando su cabeza en las piernas del mapache, quien se incomodo un poco pero no dijo nada.
Por otra parte, Sasuke sujetaba con fuerza los hombros de Naruto para sacarlo del sofá y tirarlo al suelo, pero el rubio tenía fuerza y se sujetaba con poderío al respaldar del sillón.
— ¡Déjame en paz bastardo! —Le grito Naruto girándose para verlo con rencor sin soltarse del sofá, pero al girarse su rostro tomo una expresión de temor. Junto a Sasuke estaba una sombra sonriéndole con burla, llevaba sus manos hacia el cuello del azabache, de inmediato el rubio abrazo al Uchiha acercándolo a él, negándole con su cabeza a la sombra que desapareció en ese momento.
Sasuke no había podido reaccionar al haber visto la expresión de temor del menor, para cuando quiso reaccionar Naruto lo había abrazado.
Alejándolo de su cuerpo miro tras de él para ver porque el rubio se había comportado tan raro, al no ver nada y al no querer preguntar tomo la misma posición que su primo Sai.
Naruto lo miro algo mas tranquilo, su rostro se sonrojo al verse a sí mismo acariciar las hebras azabaches del Uchiha, pero al igual que Gaara no le tomo importancia y decidió disfrutar de la película.
De película en película y algo de comida los cuatros jóvenes se quedaron dormidos en el sofá cama, todos pegados, uno junto al otro, por suerte habían traído algunas mantas para no sufrir frio, en televisor seguía encendido, pero con bajo volumen.
Antes de quedarsen dormidos habían acomodado por completo el sofá cama.
En ese momento los Uchihas abrieron sus ojos de golpe al sentir como jalaban uno de sus pies. Se sentaron de inmediato recogiendo sus piernas y mirando al contrario.
Naruto y Gaara seguían dormidos.
— ¿Qué haces? —Le pregunto Sasuke a Sai.
—Eso debería preguntarte yo.
Y nuevamente ambos sintieron como los jalaban de los pies. Se miraron entre asustados y sorprendidos, pensando en que hacer. Una de las piernas de ambos estaba estirada, sobre la superficie del sillón.
—¡¡AAAAH!!—Se escucho el grito de los dos Uzumakis al ser jalados de los pies, pero a diferencia de los Uchihas, ellos cayeron al suelo.
— ¡Teme! —Grito Naruto en el suelo mirando frente a él, al azabache— ¡¿Qué crees que estas hacien… Aaaaahhh?!
Sasuke se levanto de golpe al ver como Naruto erra arrastrado por el pasillo.
— ¡Naruto! —La puerta de la habitación que compartía con el Usuratonkashi se cerro de golpe en su rostro — ¡NARUTO, NARUTO, NARUTO! —Golpeo una y otra vez la puerta de su recamara, intentado abrirla sin éxito alguno.
— ¡SASUKE! —Grito Naruto al sentir como su cuerpo era azotado con una de las paredes de la habitacion, después del fuerte golpe, su cuerpo cayó sobre la cama, se sentía algo mareado e inestable, se había golpeado la cabeza. —Sasuke…. —Susurro empezando a cerrar los ojos. Frente a él estaba la dichosa sombra mirándolo con una sonrisa burlona.
— ¡NARUTO, ABRE LA MALDITA PUERTA!
En ese momento el cuerpo de Gaara venia hacia él siendo arrastrado en el suelo, sin siquiera pensarlo se lanzo hacia el peli rojo siendo arrastrado con él a la habitación de su primo, los dos escucharon como la puerta se cerraba de un golpe.
Ambos fueron levantados del suelo hasta que sus espadas se encontraron con el frio techo, ambos miraban el suelo con terror, no podían mover sus manos, sus extremidades eran jaladas con fuerza manteniéndolas extendidas.
—Lo siento… —Susurro Gaara.
—Esto no es tu culpa —Hablo Sasuke.
—Lo es….
— ¡SASUKE, GAARA!
Ambos escucharon los gritos de Sai al otro lado de la habitación.
— ¡Estamos bien, ve y ayuda a Naruto! —Le grito el Uchiha
Sai acato las ordenes de su primo para luego correr a la otra habitación, Naruto no contestaba a pesar de que gritaba una y otra vez su nombre. Se giro para ir a buscar algo con que abrir la puerta, pero en cuanto lo hizo un hacha se acercaba a su cuello con rapidez.
Se agacho en el instante indicado, algo de su cabello azabache caía hacia el suelo tras la cortada, el hacha se había clavado en la puerta en la que se encontraba Naruto. Se levanto rápidamente al escuchar como el hacha sonaba con la intensión de salir de la madera. Corrió hacia la habitación de su primo y Deidara, la maldita chapa no cedía al querer abrir y cuando lo logro entro cerrando la puerta en el momento exacto en que el hacha se clavo en la puerta, la herramienta golpeaba una y otra vez la madera con la intención de destruir la puerta. Sai aterrado miro algún lugar seguro ¿Pero qué lugar seria seguro en ese momento? Se maldijo internamente para luego esconderse bajo la cama de los mayores. Sujetaba su cabello con fuerza mirando la puerta debajo de la cama.
—No sobrevivirás.
Aquella vos siniestra y tétrica, hablo como si desgarrara su garganta, miles de gritos de sus víctimas parecían querer comunicarse por medio de aquella voz fantasmal.
Con temor giro lentamente su cabeza para ver a una sombra sin mucha forma junto a él, su corazón se detuvo en ese momento ante el impacto ¿Sería un sueño? Sintió que sufriría un paro cardiaco, pero las manos de aquella “Cosa” lo sujetaron fuertemente del cuello sacándolo de su ensoñación.
Maldición… no podía ser, no podía ser…
— ¡Aaaah! —Grito un rubio llamando la atención de Itachi, quien se levanto rápidamente del incomodo sofá para ver que tenía su novio.
— ¿Qué sucede?
Deidara estaba aun más pálido de lo que estaba después de la pérdida de sangre, su cuerpo estaba algo sudoroso y su rostro mostraba temor, rápidamente las lágrimas empezaron a fluir de sus ojos azules.
— ¿Te duele algo? Llamare al doctor.
— ¡Itachi! —El Uchiha se detuvo frente a la puerta ante el grito de su pareja. — ¡Llámalos, llámalos!
—Iré por los doctores…
— ¡No, llama a mis hermanos y a los tuyos! ¡LLÁMALOS!
—Deidara…
Sin pensarlo mucho saco su celular del bolsillo ¿Por qué estaría tan preocupado? Marco rápidamente el número de su primo.
—Dicen que están bien. —Hablo Itachi para calmar a su pareja. Aunque se escuchaban algo raros. No le diría eso.
“¿Lo abre soñado?” se dijo así mismo Deidara. “Que horrible sueño… No. Pesadilla”
Itachi no demoro en acercarse a él para abrazarlo y trasmitirle tranquilidad. Colgó la llamada guardando el móvil.
Gaara, Sai y Sasuke se habían despertado de la terrible pesadilla al escuchar uno de los celulares sonar. Todos tenían la respiración agitada y una expresión de terror en sus rostros ¡Que terrible pesadilla!
Sasuke fue quien atendió la llamada asegurando que estaban bien, anquen no sabía que tan “Bien” estaban en realidad.
Sasuke y Gaara tenían adoloridos las extremidades de sus cuerpos, Sai por su parte tosía con fuerza en un rincón sujetando su garganta, dejando llegar el aire a sus pulmones. Todos se giraron a mirar en ese instante al escandaloso que en ese momento no había sido escandaloso.
Se espantaron a ver como el sofá cama y un poco de la sabana estaba manchado de sangre. Sasuke fue el primero en reaccionar tomando a Naruto en brazos. Sai rápidamente corrió a su baño en donde guardaba un botiquín de primero auxilios, y Gaara… el no salía de su asombro.
“Una maldita pesadilla” pensaron todos “No, de finitamente no fue solo una pesadilla” Naruto tenían marcas de manos en los tobillos de sus pies y un fuerte golpe en la espalda, no sabían porque sangraba su cabeza, pero debía de ser por un fuerte golpe que lo dejo inconsciente.
Sai tenía la misma marca en su cuello. Gaara y Sasuke tenían también marcas de manos en sus cuatros extremidades, como si hubieran jalado de ellas.
Cuando vendaron la cabeza de Naruto, cada uno se dirigía a su habitación. Sasuke cargando al rubio, pero todos se detuvieron al ver un hacha clavada en la puerta de los hermanos mayores y un golpe en la puerta de los hermanos menores
“Definitivamente no fue un sueño” con la idea de no querer estar solos caminaron de vuelta a la sala para descansar en el sofá, Gaara y Sai se acomodaron en la misma posición.
Sasuke se apoyo al respaldar del sofá con Naruto entre sus piernas, apoyo la cabeza rubia de su compañero en su pecho mientras veían algo de televisión.
Ninguno quería dormir.
Las horas trascurrieron rápidamente y ninguno se había dejado vencer por el sueño, Sasuke miro a Gaara quien estaba atento a la película. El peli rojo tenía unas notables ojeras bajo sus ojos, señal de que intentaba no dejarse vencer por el sueño más de una vez. “Pero podría ser por la misma razón que su hermano” nuevamente llevo la vista al televisor “En el sueño Gaara decía que era su culpa ¿A qué se refería con eso?”
Al sentir como el cuerpo del menor se removía en su pecho, miro a Naruto. Sai se sentó de inmediato al escuchar un suave llanto.
La mano de Naruto se extendió ante la vista de todos ¿Qué diablos estaba pasando? Miraron la palma del rubio cerrarse en un puño, en ese momento un grito de dolor escapo de los labios del rubio, todos abrieron los ojos de la sorpresa al ver como la piel de Naruto se separaba en una larga cortada que empezaba desde su muñeca y se dirigía al inicio de su codo.
Sasuke sujeto los hombros de Naruto, sin poder ver la expresión de dolor del menor, sarandiandolo de atrás a delante sin quitar su mirada de la cortada del rubio que cada vez se iba haciendo más larga, la sangre fluía de su brazo rápidamente, como una cascada, el llanto de Naruto se intensifico preocupando a todos a un mas.
— ¡NARUTO, DESPIERTA, NARUTO! —Grito Sasuke.