La lluvia caía sin cesar por toda el pequeño pueblo de Konoha, así llevaba desde la madrugada de ese día viernes. En el cementerio un grupo de personas estaban reunidos frente a una tumba recién hecha en la que yacían los restos de los esposos No sabaku. Quienes desafortunadamente hacia apenas dos días que habían sufrido un accidente automovilístico que les robo la vida. Y allí frente a todos estaban los dos únicos hijos de ese gran matrimonio. La primogénita Temari no Sakabu de 24 años de edad y el segundo Gaara no Sabaku de 16 años de edad. Ambos serios no se habían movido ni un segundo de ese lugar. Las personas comenzaron a retirarse despidiéndose de ambos chicos, en unos minutos ya solo quedaban ellos dos frente a ese lugar en el que ambos dejaban su vida.
-Gaara debemos irnos- Temari puso una mano en el hombro de su hermano menor quien aun seguía mirando la tumba
-Gaara...- el pelirrojo la miro y asintió suavemente. Ambos caminaron directo al auto.
Al llegar al hogar este estaba en completo silencio era como si inclusive este lugar hubiese muerto. Gaara sin decir nada subió a su habitación a encerrarse y Temari lo miro, dio un fuerte suspiro e igual hizo lo mismo de irse a su habitación.
Gaara al cerrar la puerta con seguro fue quitándose lentamente la ropa mojada mientras se encaminaba al baño. Dentro abrió la regadera y dejo que el agua caliente callera por su cuerpo. Mientras él miraba fijamente a la nada, al parpadear de sus ojos salieron varias lagrimas que se mezclaron y perdieron con el agua. "Esto debe ser un sueño, solo eso" se repetía en su pensamiento una y otra vez. El chico froto su rostro con sus manos y callo de rodillas mientras dejaba salir sollozos que le quemaban en la garganta.
Temari después de darse un baño se encontraba ya acostada en la cama con todas las luces apagadas, se había cubierto por completo con la cobija mientras apretaba fuerte la almohada, era tan doloroso todo esto que no sabia que hacer. lloro en silencio, ella como la adulta tenia que cuidar de su hermano menor que a demás era un doncel. No podía sufrir, tenia que ser fuerte. Sin embargo por hoy quería llorar en silencio y sacar todo.
La mañana se asomo por todo el pueblo de Konoha un lugar lleno de áreas verdes, un lugar tranquilo, donde sus pocos habitantes convivían y prácticamente todos se conocían, si había algún chisme de alguien pasaría meses para que se dejara de divulgar pese a eso, el pueblo mantenía todos los servicios para suplir las necesidades. Por fin los rayos de sol se dejaban ver.
En la casa de madera de dos plantas situada al lado del gran bosque los rayos de sol se colaron por una abertura en una cortina de color roja, dando prácticamente al rostro del chico pelirrojo que al sentir la luz se cubrió con su cobija el rostro, una vez que despertaba no podía volver a dormir, suspiro y entreabrió sus ojos, los froto con sus manos y se quedo mirando a la nada, se sentía cansado de todas las maneras posibles, no quería levantarse pero tampoco podía quedarse encerrado deprimiéndose, su hermana lo necesitaba y el estaría allí.
Se levanto y se puso lo primero que encontro, un pants verde, una playera blanca y una sudadera roja, se coloco unos tenis, medio se peino y lavo sus dientes, así bajo poniendo su mejor cara.
Rápido un delicioso olor lo recibió, camino a la cocina y su hermana volteo a mirarlo y con una sonrisa lo saludo.
-buenos días Gaara, hice unos panqueques para desayunar, sientate- Gaara se sorprendió de aquella actitud de su hermana ¿por que fingía estar bien? frunció el ceño y su hermana soltó un suspiro
-solo sientate- el pelirrojo se sentó sin dejar de mirar a su hermana.
El desayuno fue uno de los mas feos de toda la vida para ambos, nadie dijo nada, cuando Gaara termino se levanto y llevo su plato y vaso al lavabo para lavarlo y luego emprendió la marcha para ir a ver un poco de tele.
-Gaara...yo...
El pelirrojo se detuvo y miro de reojo a su hermana quien mantenía la mirada abajo, por un momento el chico sintió ganas de llorar pero se contuvo. De pronto su hermana levanto su rostro y con una radiante sonrisa y ojos llorosos dijo
-estaremos bien!- Gaara derramo unas lagrimas y no pudo mas y fue corriendo a abrazar a su hermana quien lo recibió feliz.
Ambos hermanos permanecieron abrazados, llorando desconsolados, necesitaban consolarse y sacar todo el dolor que sentían, ahora ya no tenían a nadie mas que a ellos y tenían que afrontarlo juntos.
---------------------
Una camioneta negra de ultimo modelo se estaciono frente a una enorme casa de madera, era una de las mejores casas que había en el pueblo de Konoha. Mucho tiempo estuvo deshabitada porque costaba mucho comprarla, esta casa estaba en las orillas del bosque y a unos cuantos metros de un lago. Por eso era muy atractiva y sobre todo porque a pesar de la apariencia antigua de la casa por dentro era todo lujosa.
De la camioneta bajo un hombre alto, de cuerpo musculoso, de cabello corto color negro, una cara de seriedad y ojos color negro, vestía un traje a pesar de que en aquel lugar eso no quedaba bien. observo el lugar un poco mas y luego camino al otro lado de la camioneta, abrió la puerta y tomando en sus brazos bajo a una hermosa mujer, de cabellos largos y negros, ojos del mismo color, grandes pestañas, labios rojos y despampanante figura, claro ahora tenia un abultado estomago debido a que estaba embarazada.
Después el siguente en bajar fue, un chico alto de cuerpo musculoso, piel clara, cabello negro y un poco largo y ojos oscuros. El ultimo era un chico alto, musculoso, de cabello corto color negro al igual que sus ojos y de pestañas largas.
Todos ellos conformaban la familia Uchiha. Juntos entraron al interior de su nueva casa. Al verla se quedaron sorprendidos pues era un poco mas lujosa que sus anteriores casas.
-les dije que les encantaría esta casa!- Mikoto sonreía triunfante pues había puesto gran esfuerzo en acomodar bien la casa.
-claro que si cariño, dime como no iba a gustarnos lo que esta preciosa mujer hace?-
Fugaku rodeo la cintura de su esposa y le dio un beso en los labios, mientras los dos jóvenes desviaban la mirada y mejor se entretenían en mirar a detalle su nuevo hogar.
-espero que sea un buen lugar- dijo tranquilo el menor de los hijos mientras se sentaba cómodo en el sillón color rojo y blanco.
-este lugar es perfecto!- el primogénito dijo con entusiasmo mirando a sus padres.
-en este lugar estaremos tranquilos- Fugaku sonrió y Mikoto rápido levanto su mano
-pero vamos! Sigamos conociendo nuestro hogar- la mujer se llevo a su hijo y esposo, seguidos por Sasuke, en todos lados la mujer les enseño cada detalle de la casa.
Al medio día la familia Uchiha ya se encontraba comiendo algunos trozos de pizza, afortunadamente no tenían que preocuparse por desempacar porque unos días antes habían enviado todas sus cosas para que los empleados que trabajaban con Mikoto acomodaran todo.
-no hay nada como comer pizza en un buen lugar- Itachi termino de masticar su ultima rebanada de pizza de tres quesos.
-prefiero comer cosas cocinadas por mamá- Sasuke seguía pellizcando su rebanada de pizza
-aww mi pequeño ama mi comida, gracias cariño- Mikoto miro con dulzura a Sasuke quien solo miro a otro lado.
-bueno, bueno, todos amamos la comida de mi amada esposa PERO! porque siempre debe haber un pero
Todos miraron a Fugaku porque ya sabían que es lo que seguía
-también aman mi comida verdad? Porque no es por nada cariño pero yo cocino mejor que tu- Mikoto puso sus ojos en blanco y continuo comiendo.
-claro papá- Itachi sonreía a su padre y luego los dos miraron a Sasuke quien los miro extrañados, suspiro, ya sabia lo que debía decir pero era tan fastidioso que solo miro su pizza, cansado de que no dejaran de mirarlos dijo en un susurro
-eres...el mejor papá...
Fugaku levanto una ceja -como dijiste Sasuke?...dilo un poco mas alto porque no te escucho-
Itachi puso su cara seria pero por dentro se moría de risa.
Sasuke miro a su padre con cara de "no me hagas repetirlo" pero su padre no dejaba de mirarlo -dilo mas alto Sasuke...es una O-R-D-E-N-
Mikoto se cruzo de brazos mirando a su esposo mas este solo ignoro la mirada y Sasuke como impulso grito -ERES EL MEJOR PAPÁ !!-
Fugaku golpeo en la mesa con su puño y con su cara de orgullo extendió sus brazos -soy el mejor!- Itachi se rió, Sasuke solo negó y mejor se puso a comer, Mikoto no pudo mas y también comenzó a reirse.
Este nuevo comienzo estaba siendo el mejor para esta peculiar familia que escondía un secreto.