El dueño de una casa de los suburbios de Seul estaba desesperado. En menos de dos horas salía su vuelo con destino a Japón y si no se daba prisa, lo perdería. Él estaba haciendo las maletas lo más rápido que podía mientras su pareja lo miraba divertido.
-"Lay, ¿por qué tanto apuro?"
El nombrado lo miró, sintiendo su sangre hervir. ¿Acaso no tendría que estar ayudándolo, en vez de estar parado sin hacer nada?
-"Deberías estar ayudándome en vez de preguntar cosas estúpidas, Suho. ¡No llegaremos al aereopuerto a las seis!"
El menor solo pudo reir fuertemente. No podía creer que lo había olvidado.
-"Suho~ no pierdas el tiempo. ¡Fíjate si Jackson ya se desespertó de la siesta! Cepíllale los dientes y ponle algo cómodo para viajar, por favor"
Joonmyun se acercó a Lay y lo abrazó por la cintura. Besó su mejilla y le quitó el short que tenía en sus manos, para luego voltearlo y quedar frente a frente.
-"Te dije ayer en la noche que nuestro vuelo había sido reprogramado para mañana"
El más alto se quedó en blanco, aunque fue lo suficientemente rápido para apartar a Suho, que empezaba a colar sus manos por debajo de su polo, acariciando su vientre.
-"¡Me lo pudiste haber dicho hace una hora!"
-"Te veías adorable"
-"¡Adorable y una mierda!"
En el rostro del mayor apareció una mueca triste. Estaba molesto con Suho por haberle visto haciendo el ridículo, pero también estaba molesto consigo mismo. No quiso gritarle, pero no pudo evitarlo.
-"Lo siento, es solo que..."
El ruido de la puerta azotándose contra la pared hizo que ambos saltaran en sus sitios. Ah~ Jackson y su manía de entrar sin avisar.
-"¡Appas! ¿Ya nos vamos?"
Suho se separó de Lay y caminó hacia el umbral de la puerta, donde se encontraba su hijo, recién levantado, para luego agacharse y quedar frente a él.
-"Lay appa se confundió, Jackson. Mañana temprano nos iremos"
-"¿Entonces podemos ir al parque?"
*****
La familia Kim pasaba por el extenso parque del vencidario. Suho y Lay caminaban tranquilamente mientras Jackson corría alrededor de ellos. Llegaron a los juegos infantiles y dejaron que su hijo se divierta con los demás niños del lugar. Aún no se habían terminado de acomodar en una de las sillas cercanas, cuando su pequeño de tres años y medio fue corriendo hacia ellos, con una mascota en brazos.
-"¡Appas! ¡Appas! ¡Encontré un perrito!"
-"¿Seguro que no tiene dueño, pequeño?"
La voz de Suho sonaba algo preocupada. El cachorro parecía muy bien cuidado para andar por allí solo. Y supo que tenía razón cuando un niño de la edad de Jackson caminó hacia ellos y con la voz llorosa y sus ojitos hinchados les pidó que le devolvieran a su perro.
-"¿Es tuyo, niño?"
Lay se acercó al chiquito, se puso en cunclillas y le acomodó algunos cabellos. Él asintió con la cabeza y extendió las manitas para coger a su mascota. Jackson se lo entregó algo triste, pero recobró la sonrisa al ver al niño feliz por primera vez.
-"¿Puedo jugar contigo?"
-"¡Sip! Me llamo Mark. ¿Y tú?"
-"¡Jackson!"
Los niños se alejaron corriendo ante la vista de Suho y Lay. El menor pasó su brazo por la cadera de su pareja y le sonrió, para después besarle la sien y volver a mirar a los pequeños jugar.
-"¿No crees que sería bueno darle un hermanito a Jackson, Suho?"
-"Es lo que te iba a decir,Lay"