Prologo: Atrapados en la oscuridad
Estocolmo…
Prologo: Atrapados en la oscuridad
La música sonaba fuertemente en aquella fiesta las personas se divertían y bailaban mientras consumían una que otra cerveza. Entre ellos se encontraba Christian Mason un chico de 16 años de cabellos castaños oscuros, ojos grises, traía un piercing en la oreja derecha y una argolla en la izquierda, vestía un pantalón de mezclilla azul oscuro y una camisa a cuadros roja, acompañado de unos converse negros. Al ser casi las dos de la mañana la fiesta se fue apagando poco a poco, hasta que llegó el momento de retirarse, acompañado de un grupo de chicos subieron a una Cherokee color plata 2002 los chicos venían en estado de ebriedad y al ser el que estaba más sobrio le toco a Christian manejar, además de que era su camioneta y prefería chocarla el a que la chocara uno de sus amigos.
Conducían por una desolada carretera que cruzaba por el bosque, la fiesta había sido en una casa a las afueras de la cuidad en la que vivia.
Pero una silueta cubierta por una capucha de una sudadera blanca caminaba por la orilla de la carretera, acompañado de un perro negro y rojo con rasgos humanos, al ver la camioneta pasar sonríe de manera psicópata y una siniestra idea cruza por su cabeza.
Los chicos iban ajenos a aquella presencia en la carretera pero una sacudida y un chillido los hacen detenerse. Al salir aun medio tomados de la camioneta no logran ver exactamente qué fue lo que arroyaron pero parecía un zorro o un perro. Un chico venia corriendo mientras gritaba ‘‘¡Smile! ¡Smile!’’ Los chicos miraron al recién llegado que se arrodillo junto al can heridoy acariciaba su cabeza para tranquilizar al perro. Los chicos se disculparon y se ofrecieron a llevarlo a su casa o un veterinario, el chico acepta sin reparos, mientras mira al can y le sonríe de una manera extraña.
Los chicos se adentraron a un sendero que se adentraba al bosque, logaron divisar una fábrica abandonada, dentro de los límites de la construcción abandonada había una casa, el chico dijo que él vivía en esa casa pues trabajaba como cuidador del edificio para evitar el vandalismo. Los invito a pasar a tomar algo se dirige a la cocina toma un par de vasos sirve un poco de alcohol que encontró por ahí y agrego una pastilla para dormir en cada vaso. Volvió al recibidor y les ofreció las bebidas los chicos, Christian miraba fijamente a su anfitrión algo en él le parecía tan, familiar, tan lejano. Pero el alcohol en su sangre le impedía recordar a más de lo que paso en la mañana. Tras unos minutos de platica en la que se enteraron que el chico de se llamaba Jeff y tenía 15 años, 5 minutos después las píldoras hicieron su efecto cayendo inconscientes uno por uno. Lo último que Christian logro ver fue la sonrisa psicópata de Jeff. Después solo vio oscuridad.