Juego mortal
Estocolmo
Chapter 1: Juego mortal
Cuando Christian abrió los ojos lo primero que vio fue a sus amigos atados en sillas, sus manos estaban atrapadas por cinta adhesiva, miro a su alrededor se encontraba en una gran habitación el piso estaba lleno de sangre al igual que las paredes, el terror lo invadió cuando la puerta se abrió lentamente creando un rechinido algo macabro. Un chico de no más de 16 años se adentró su piel era tan blanca como la nieve, sus parpados habían sido quemados y una siniestra sonrisa le cruzaba el rostro tallada de oreja a oreja. Vestía una sudadera blanca manchada de sangre y un pantalón de vestir negro. Un cuchillo de carnicero era el objeto que se encontraba en su mano derecha, camino hacia el centro de la habitación, miro con atención los chicos a su alrededor.
-Escuchen bien, este es mi juego ¿Quieren vivir? Sigan mis reglas-miro a un pelirrojo que tenía el rostro lleno de ira y miedo-mi primera regla es sonrían-dicho eso se abalanzó sobre el chico y con su cuchillo le tallo una sonrisa en el rostro del chico deleitándose con los gritos de horror, con los que provocaba la impotencia de no hacer nada para poder liberarse, con la sangre que llenaba su cuchillo.
Cuando termino contemplo al chico y sonrió de manera psicópata, miro a su alrededor, dirigió sus manos a sus labios y soltó un fuerte chiflido, por la puerta entro con aire siniestro un enorme can rojo sangre y negro tinieblas. Su rostro era casi humano y una macabra sonrisa le adornaba el rostro.
-¿Qué te parece si jugamos un poco Smile?-el can acentuó su sonrisa
-me encantaría Jeff-el can miro a los 9 chicos, que tenían el miedo en el rostro
-bien vamos a jugar-Jeff saco una venda de su sudadera y se acercó a Smile vendo los ojos del perro sonriente y levanto dos dedos frente a el-¿Cuántos dedos vez?
-no veo nada Jeff-respondió honestamente el can, ya tenía una idea de lo que su amo tenía planeado y no podía evitar emocionarse
-un ruido-dijo con voz lenta y tenebrosa a los chicos atrapados-un solo ruido, el más mínimo movimiento. Smile atacara-los chicos tragaron grueso-puedes empezar Smile-dijo mientras se recargaba en un pared llena de sangre.
El primer minuto pasó. Los chicos tenían la respiración pausada y trataban de no hacer ruido. Christian se le quedo viendo a Jeff, este estaba apoyado en una pared, con el rebelde cabello negro cubriéndole el rostro, su respiración pausada y también se encontraba atento a cualquier sonido. Miro con mucha atención al asesino. Su cuerpo era pequeño y delgado, sus manos eran pequeñas, sus piernas eran largas y sus ropas estaban viejas y llenas de sangre. Su rostro era blanco como el marfil y la sonrisa rojiza hacia resaltar su rostro de una manera llamativa, su cabello era largo y negro, cayendo sobre sus hombros. Al verlo no pudo evitar pensar que parecía una persona frágil, incluso dulce con ese aire pacifico aun con la sonrisa su rostro era muy hermoso. ¿Esperen acaso pensó hermoso? Se sonrojo ¿Qué era lo que le pasaba?
Jeff tenía la mirada baja y escuchaba todo con atención, Smile frente a él tenía los ojos vendados y estaba quieto atento. Pasaron 2, 4, 6, 8, 10 minutos en total silencio, ambos asesinos estaban atentos al más mínimo ruido.
De repente Jeff levanto su mirada y el perro sonriente levanto su oreja derecha. El chico aun lado de Christian trago grueso y abrió los ojos al notar su error. Al mover las manos un poco el tape hizo un pequeño ruido y al tragar de forma un poco ruidosa supo que venía a continuación. Smile se abalanzo sobre el chico, con sus dientes desgarro como si de hojas de papel se tratara la piel del torso del chico, con sus garras araño el cuerpo del chico. Al ver la vida a punto de extinguirse en los ojos del chico, mordió su rostro arrancando toda la piel a su paso los gritos del chico se fueron apagando y su cuerpo sin vida se convirtió en la comida de Smile, el cual comía gustoso los órganos frescos del chico.
Los presentes se asquearon al ver como el perro hurgaba con su hocico el sangriento cadáver de su camarada, por otro lado Jeff veía todo con diversión. Llamo a Smile y ambos salieron de la habitación. Pero antes de eso el pelinegro con una voz llena de maldad dijo ‘‘Go To Sleep’’ luego de eso lanzo una diabólica sonrisa y cerró la puerta tras de él.
Los chicos se miraron entre ellos asustados por su inevitable destino. Algo les decía que lo que vivieron ese mismo día no iba a ser nada comparado con lo que vendría a continuación.