Aquella noche Sasuke no pudo dormir, simplemente se quedó pensando en el “¿Qué siento por ti Naruto?” finalmente no logro llegar a una conclusión que lo convenciera.
sabía que debía pensar como Sasuke y no como Susano, pero era jodidamente difícil dar una respuesta siendo los dos a la vez, teniendo un sentimiento de amistad de por medio que Naruto desconocía y que se suponía él también debía desconocer.
Entro forzándose a dejar sus pensamientos de lado, necesitaba un respiro, un momento para dejar de pensar en su dolor de cabeza. Se dirigió a su asiento, siendo seguido por las miradas de sus compañeros, a los cuales él ignoraba, igualmente al profesor. Aún seguía en su mundo, en su tormenta de pensamientos. Solo logro reaccionar cuando el profesor poso su mano sobre su hombro y lo obligo a girar. Y como auto reflejo él lo aparto de un empujón.
— ¿Qué son estas horas de llegar Uchiha? —le pregunto severamente Kakashi. Todos habían quedado sorprendidos por la actitud del azabache.
— No tengo porque estar dándole explicaciones. —Le contesto arto, estaba cansado de no sentir la tranquilidad que se suponía manejaba ante cada situación. No se refería al tener que contestarle a Kakashi, o a las preguntas de Naruto. Estaba cansado de no poder contestar esas preguntas para sí mismo.
—Entonces supongo podrás contestarle eso a la directora.
Sin más preámbulo, dirigió su mirada hacia aquella mirada azulina que lo miraba interrogante. Dio media vuelta y se dirigió a la salida del salón.
En cuanto la puerta se cerró tras de él, pudo escuchar a sus estúpidas compañeras chillar su nombre reclamándole al profesor.
Con cansancio se dirigió a la oficina de la directora, toco tres veces la maldita puerta frente a él, hasta finalmente escuchar un “Siga”. Tras pasar, se sentó sin esperar a que se lo indicaran frente al asiento de Tsunade, quien mantuvo su mirada atenta en los papeles sobre escritorio, cuando finalmente termino de leerlo, coloco su firma, un sello y levanto la mirada para posarla sobre aquellos pozos negros que la miraban con irritación.
— ¿Qué sucedió? —Pregunto finalmente la rubia. —No esperaba verte alguna vez en mi oficina para algo más que no fuera por alguna condecoración.
—El maldito de Kakashi no me ha dejado entrar a clase.
— ¿Y se puede saber porque?
—Llegue tarde a su clase. —Comento sin más.
—…… ¿porque?
—Me perdí en el sendero de la vida. —Le contesto imitando a Kakashi.
La rubia tomo algunos de los papeles de su escritorio, organizándolos los dejo sobre una silla, sabía perfectamente a lo que se refería el Uchiha. Kakashi no era un ejemplo de la puntualidad, y que no dejara entrar a su alumno por algo que él cometía todos los días en cada clase, molestaba a Sasuke de sobre manera.
—Hablare con él después. —Se levantó de su asiento, tomando otra gran cantidad de papeles. —Puedes hacer lo que quieras.
Sasuke se levantó de su asiento y sin dirigirle una palabra, más se dirigió a la biblioteca. No deseaba para nada ir a clase, ver a sus compañeros, a su profesor y a Naruto…
Las clases para el Namikase fueron aburridas, la actitud de Sasuke lo sorprendió un poco. Finalmente no logro prestar mucha atención a lo que Kakashi decía, tomo algunos apuntes de las ideas que logro asimilar mientras el profesor hablaba y su mente deambulaba. Tanto así, que no se dio cuenta en que momento todos salieron del salón. Dirigió su mirada por unos segundos hacia la puerta sin obtener ninguna reacción.
La primera reacción de su cuerpo fue sacar su móvil, mirar la hora, y buscar a su amigo online.
Me siento raro…
Pero no obtuvo respuesta alguna.
Sasuke se encontraba completamente indispuesto, había apagado su celular desde ya hace rato. Leía uno de los mil libros que se encontraba en la biblioteca, sin siquiera poder entender lo que leía, su mente se distraía a cada momento, tras un suspiro llevo su mirada a la ventana para contemplar el azul del cielo, de la misma manera en que lo hacia Naruto desde el asiento en el que se encontraba.
Ambos chicos no podían dejar de pensar en lo que realmente sentían. ¿Tan complicado era amar?... ¿O tan complicado era creer amar a alguien?
Las semanas transcurrieron con rapidez. Desde aquel día, Sasuke pidió un cambio de asiento, se sentía frustrado, ver a Naruto lo hacia sentir peor, desde aquel día se dedicaba a evadirlo, lo que era exactamente igual a ignorarlo. Cada vez que Naruto lo detenía para preguntarle “¿Qué paso?” el enojo crecía dentro de él, porque no sabía, no sabía la respuesta, no sabía el por qué lo quería… él porqué lo deseaba… de aquella manera en que lo hizo en la azotea y en el baño.
Susano dejo de existir desde aquel entonces, no se había conectado durante un mes. Había obligado a Naruto a separarse de aquel aparato por el cual duraban horas hablando. Veía a Naruto de vez en cuando jugar futbol en los recesos, sin perder aquel detalle que lo perturbaba más. Aquellos momentos en los que Naruto miraba su teléfono celular esperando algo… esperando un mensaje, esperándolo a él…
Las cosas habían cambiado desde aquel día, pero cambiarían aún más desde ese día en especial.
Naruto se encontraba sentado sobre su cama con las manos sobre su teclado. La ventana estaba abierta, permitiéndole entrar a las brisa del aire, lograba escuchar las ramas de los arboles grujir ante el movimiento, permitiéndole a la oscuridad de la noche irrumpir en su cuarto y brindarle inspiración para terminar la letra de su canción.
ജ
¿Sueño o ilusión?
¿Pesadilla o aventura?
¿Si la verdad no existiera…si la mentira no existiera?
¿Si el amor no existiera?
Sus dedos flotaban sobre el teclado con delicadeza, sus ojos azules estaban perdidos tras el color blanco de la pared frente a él, su corazón latía rápidamente mientras la imagen de Sasuke se apoderaba de su cabeza. Sus recuerdos, aquellos momentos en los que todo era confuso…. Y no dejaba de serlo. Parecía que jamás dejaría de serlo…
Las cosas han cambiado…
Aquel sentimiento que parecía lejano
Parece seguirme
Torturarme
Confundirme
Asustarme
¿Acaso no me odiabas?
Mis sentimientos aun no cambian…
Su corazón dio un vuelco sobre su pecho, sus manos temblaban, sin embargo no podía dejar de tocar, no podía dejar de pensar en cómo terminaría aquella canción.
Susano… quien siempre estuvo con él, ahora había desaparecido, su confidente, lo había abandonado, eso prefería pensar a que le hubiera realmente pasado algo. Aquella otra persona, Sasuke… aun no lograba saber que era lo que realmente quería de él… todo cambio tras aquella pregunta. Todo cambio en aquella noche en la que los dos dormían juntos en la misma cama. Sasuke pareció no poder contestarle, al día siguiente simplemente no le volvió hablar.
Mis emociones se mantienen intactas.
Mi cuerpo tiembla ante tu presencia
Mi sonrisa se vuelve una extraña mueca
¿Por qué las cosas han cambiado?
Tus ojos oscuros penetran mi alma, detienen mi llanto
Pero tu actitud arrogante es la causa de ello…
El agua salada recorre mis mejillas
¿Emoción o tristezas?
Obra de tus palabras, actos y hazañas
¿Qué es lo que realmente quieres?
Estoy confundido
Asustado y aterrado
Tu cabello azabache, tu piel blanquecina, tus labios curveados en una sonrisa arrogante, llena de prepotencia
El sabor de tus labios
El coquetear de tu lengua
La impaciencia de tus actos
Las lágrimas se acumulaban en sus ojos, su mirada desde entonces se mantenía gacha, no dejaría escapar ni una sola lagrima, no… y menos en aquel momento en el que era grabado. Una cámara se encontraba frente a él, grabando cada uno de sus movimientos, sus notas pegadas en la pared, su despedida…. “¿Serias capas de suicidarte?” pensó el rubio en aquel momento. Una ligera sonrisa curveo sus labios. “Es una promesa” recordó.
Día y noche
Ying y yang
Opuestos alternos
¿Amigos o enemigos?
¿Amantes o rivales?
¿Y si los sucesos de ese día jamás hubieran pasado?
¿si mis sentimientos aun permanecieran sellados?
¿Me aceptarías como tu amigo o te seguirías burlando?
Los recuerdos del pasado me atormentan
Las sombras de la noches y se roban los rayos de luz
Mi esperanza se opaca
Y una sonrisa se dibuja en mi rostro
La calidez de tus brazos me brindan seguridad
Protección…
Y la esperanza que hace poco me robabas…
Naruto levanto su vista, reteniendo las lágrimas en sus azules ojos. Su mirada se dirigía directamente a la cámara frente a él, su semblante mostraba seguridad.
La esperanza que mantienes atada a tu sombra.
Me abandonas… te abandono…
Me disculpo, por sentir esto hacia ti…
Por imaginar un quizás…
Manchas mi alma
Ensucias mi cuerpo
La sangre que recorre mis venas aún permanece intacta,
Pero este…
Es el adiós.
—Aun no entiendo porque las cosas cambiaron. —Comento Naruto pasando su brazo derecho sobre sus ojos, para secar las lágrimas. —Me refiero a todo… desde el día en que te confesé mis sentimientos, desde el día en que decidiste hablarme, aquel día en que me besaste… aun no entiendo muchos de tus actos, pero especialmente no entiendo el por qué después de todo aquello decidiste simplemente marcarme como un “No existe” Sasuke… esperaba poder terminar esta canción de otra manera… pero… —Suspiro apoyando una de sus manos en su pecho— No supe como… sé que no sabes todo de mi… ni yo de ti… quizás deberías saber que muchas veces pensé en suicidarme sin embargo no lo hice… y no lo haré. Me iré del país… quise decírtelo antes, pero… —Sonrió un poco— No has querido escucharme…. Gracias por mostrarme un poco de tu gentileza….
Naruto guardo la organeta y la acomodo junto a otro montón de cajas dentro de su habitación. Luego tomo las notas pegadas en la pared, para guardarlas dentro de una caja, la cual acomodo sobre otras. Suspiro tomando la cámara y sacando la grabación, la cual metió dentro de un sobre. El cual solo tenía las palabras “gracias”.
La metió a su maleta para luego solo dedicarse a descansar, ya mañana vería la manera de dársela a Sasuke.
Sus amigos ya sabían que sus padres habían decidido vivir en otra ciudad, su padre había sido ascendido, pero aquella oportunidad solo sería en otra ciudad.
—Sasuke…
El Uchiha miraba a Naruto desde que se dirigía a él, estaba frente a su casillero. Ver a Naruto aún le molestaba. Pero no de aquella manera en la que lo hacía desde el principio. El silencio se mantuvo durante unos segundos, luego se giró y se dirigió a su salón de clase, ignorando nuevamente el llamado del rubio.
Naruto decidió seguirlo, para luego acomodarse en su lugar y prestar algo de atención a clase. Miro su celular como lo hacía de costumbre. No había dejado de mandarle mensajes a Susano del porque su desaparición, a pesar de que el intento fuera en vano. Esperaba que alguno de ellos le llegaran… ya que cada vez que le enviaba uno, la pantalla le decía que no era posible hablar con esta persona, no es que lo hubiera bloqueado, Susano había eliminado su cuenta…
En el receso se dirigió con sus amigos a la cancha, este sería su último partido.
Se dirigía con el balón hacia la cancha contraria, frente a él estaba un azabache que le recordaba a Sasuke, al encuentro que habían tenido una vez, admitía había sido realmente divertido y le gustaría volverlo a repetir, sin embargo aquel deseo se veía lejano. Esquivo sin dificultad a su compañero para luego pasarle el balón a Kiba, quien anoto de inmediato el gol.
Sin darse cuenta no supo en qué momento se encontraba jugando él solo. Era bueno, realmente era bueno, se había ganado una beca para dedicarse a esto. Sus amigos lo seguían esperando que les pasara el balón, sin embargo ya había anotado 5 goles jugando únicamente él contra el otro equipo, realmente esa era una manera de desahogarse…
Dirigió su mirada por unos momentos hacia las gradas, exactamente al mismo lugar en el que había estado Sasuke en el partido pasado, y su sorpresa fue verlo ahí, se detuvo, sin ser consiente que le quitaban el balón, contemplando como aquel Uchiha se besaba con la persona que podía odiar más en aquel momento.
Los gritos no lograron sacarlo de aquel trance, cuando se dio cuenta el tiempo ya se había acabado y habían perdido el partido.
Shikamaru apoyo una de sus manos para llamar su atención, en aquel momento el Uchiha se separó de Sakura para mirarlo fijamente, para quemarlo con la mirada.
—Debes olvidarlo. —Le dijo Shikamaru a Naruto, quien se giró a mirarlo y asintió ante sus palabras —Busca otra oportunidad a donde iras.
¿Por qué?... ¿Por qué lo había hecho? Lo sabía… más sin embargo no quería admitirlo… sabía perfectamente porque lo había hecho.
—Naruto… —Susurro el Uchiha al ver como se alejaba después de ver como se besaba con Haruno. Sabia… sabía perfectamente que lo había hecho al sentirse hipnotizado por verlo jugar. Recordaba aquel momento en el que se habían retado en un partido de futbol, aquel momento en el que lo acorralo en la azotea, aquel momento en que lo quería a la fuerza en el baño…
Tomo con brusquedad el cabello de Sakura para atraerla nuevamente a sus labios, intentando suplantar el recuerdo de aquellos deliciosos labios, por los que estaban ahora sobre los suyos.
— ¿Qué piensas hacer?
—No lo sé…. —Contesto el rubio ante la pregunta de Kiba. — ¿Podrías… darle esto?—Comento sacando un sobre de su maleta.
— ¿Qué es eso? —Pregunto Shouji.
—Una grabación…
—No. —Contesto Shikamaru. —Imagino debe ser duro, pero creo que es algo que debes hacer personalmente. Dáselo a Sasuke antes de que salgan del instituto.
Naruto asintió no muy convencido, pero con más ánimo se dirigió al salón de clase.
Las horas pasaron rápidamente, se levantó apresurado en su última clase, para sujetar del brazo a Sasuke, quien estaba a punto de salir del aula.
El Uchiha se detuvo ante el agarre, sin embargo no se dignó a mirarlo.
— ¡Suéltalo! ¡¿Qué haces?! ¡Le pagaras la peste! —Lo abofeteo Sakura. — ¿Qué quieres de Sasuke-kun?
—Sasuke… —Naruto lo llamo.
— ¡Mejor vete, no vez que él no quiere hablar con alguien como tú!
El rubio saco de su maleta el sobre y lo extendió hacia el mayor, quien aún le daba la espalda.
En ese momento Sakura tomo el sobre y lo tiro a la basura.
— Sera mejor que te largues. —Le ordeno sujetando la mano de Sasuke. — ¿Qué no ves que no le interesas?
El rubio miro la caneca de la basura y luego la espalda de Sasuke, con enojo pasó junto a él. Definitivamente jamás cambiaria. Un teme jamás dejaría de ser un teme.
Cuando finalmente Sasuke no pudo ver la espalda de Naruto se soltó con brusquedad de la peli rosa, ordenándole irse. Sakura tras nombrar su nombre con reproche decidió dejarlo solo. En ese momento Sasuke saco su teléfono celular, busco sus contactos y decidió llamar a Kyubi.
Naruto contesto, sin embargo las palabras no salieron de su garganta, decidiendo finalmente terminar la llamada. Se dirigió a la caneca de basura para sacar aquel sobre y dirigirse a su casa.
Lo que Naruto no sabía, es que la cinta de la cámara se había acabado antes de que lograra terminar su despedida. Las últimas palabras que la cámara logro grabar fueron “Quizás deberías saber que muchas veces pensé en suicidarme…”
—Ya es hora. —Hablo una peli roja muy feliz, subiendo al auto en donde ya su marido e hijo se encontraban.
Minato encendió el motor, para empezar a avanzar en la profunda carretera. Hablaba a gusto con Kushina que no paraba de sonreír por las cosas que harían en aquel nuevo país.
Naruto contemplaba la pantalla de su celular. “Creo que este también es nuestro adiós Susano…” aquel aparato empezó a vibrar en sus manos. “Nuevamente ese número” pensó contestando. Sin embargo nadie contesto al otro lado del teléfono.
— ¡Espera, Naruto!
— ¿Sasuke? —Se preguntó a si mismo viendo como la llamada se terminaba. Se giró para ver como Sasuke corría tras el auto de sus padres, al escuchar nuevamente el mismo grito.
— ¿Un amigo? —Pregunto su madre.
—No… Un gilipollas. —Contesto, notando como su padre empezaba a bajar la velocidad —No pares, no quiero hablar con él.
Sus padres se dirigieron la mirada, sin embargo decidieron hacer caso omiso a la petición de su hijo.
“Azul y negro” ambos se miraban fijamente.
—Teme…
—Dobe…
Cuando finalmente Sasuke solo lograba ver una mancha negra en medio de la carretera, saco su móvil rápidamente.
“Cumple tu promesa”
Una leve sonrisa se dibujó en el rostro del rubio en aquel momento.
“la cumpliré… bastardo.”
“Dobe…”
Un enorme alivio se apodero del cuerpo del Uchiha en aquel momento. ¿Qué siento por ti, Naruto? Aquella pregunta parecía no querer abandonar su cabeza, hasta encontrar la respuesta.
“A dónde vas”
“Me iré de la ciudad…”
“¿Nos encontraremos alguna vez?”
“Tenlo por seguro… es una promesa”