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—Amor online— por Eliza Uchiha

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Notas del capitulo:

disculpen la demora, la inspiracion casi no llega... sin embargo, a pesar de que me demore,  terminare mis historias. 

— ¡Ya basta! —Decía entre risas el menor  siendo sujetado de la cintura. — ¡No más Gaara! —Rogo por décima vez mientras el mayor lo sujetaba entre sus brazos y daba vueltas sobre su mismo eje.

Naruto volvió a carcajearse pero con más tranquilidad en cuanto cayo junto al peli rojo sobre el sofá. Ambos rieron con diversión como de costumbre. Risa que se evaporo de los labios del menor en cuanto escucho su celular sonar.

— ¿Otra vez? —Comento un poco fastidiado Gaara, mirando como vibraba aquel aparato sobre la mesa de centro, mientras aquella  irritante canción sonaba. No es como si la canción fuera pésima, al contrario, era muy buena, pero cada vez que sonaba Naruto parecía entrar en una especia  de trance. Y antes de que Naruto se decidiera a tomarlo entre sus manos, lo hizo él. Pero paso exactamente lo mismo,  nadie contesto al otro lado del teléfono. Colgó irritado apagando el celular. —Deberías bloquear ese número, o cambiar de celular.

—No… —Contesto Naruto un poco dudoso, no sabía porque, pero no quería… aquel numero ya llevaba llamándolo durante más de dos años… desde aquel día en que se alejaba de su casa y se despedía con la mirada de Sasuke, de…aquel gilipollas.

Molesto, Gaara dejo aquel aparato sobre la mesa para luego salir del apartamento.

Naruto suspiro, levantándose también del sofá, para sentarse frente al escritorio de su laptop.

¿Qué haces?

 

Sasuke se detuvo en mitad de la calle para sacar su móvil del bolsillo derecho, y contestar.

Nada importante.

— ¿Nada importante? —repitió molesta su compañía. — ¡¿Qué acaso no es importante estar conmigo?! ¡Con tu novia!

—Nada importante. —Le confirmo Sasuke. Si te molesta, puedes irte, Sakura.

Sakura, disgustada se sujetó al brazo del mayor. A pesar de que en alunas ocasiones Sasuke la trataba como si fuera inferior a él, ella no podía darse el lujo de terminar con el chico  que  deseaba.
Sin embargo le molestaba que  cada vez que su celular sonaba con aquella maldita canción, él preferia ponerle más atención a su amigo online a que a ella.
Deseaba…. Que aquel desconocido muriera.

—Sakura. —La llamo el azabache soltándose bruscamente de ella— Nos vemos después.

—Pero…

El mayor la sujeto de la cintura apegándola a su cuerpo.

—Obedece.

—Está bien…. —Susurro enrollando sus brazos alrededor del cuello del Uchiha, para acercarse poco a poco a su rostro, específicamente a sus labios,  los cuales no demoro en encontrar. 

Sasuke la sujeto con mayor fuerza, recordando aquel deleite que había disfrutado hace casi 3 años en la azotea.

—Como tú digas Sasuke-kun…

El azabache se soltó de Haruno al terminar aquel beso, aquel beso que siempre suplantaba con los recuerdos.

Tras eso, Sasuke tomo otro camino, dejando a Sakura tras de él. Se dirigía al parque central. No sin antes escribirle a Kyubi:

Lento como siempre Dobe.

En cuanto llego al parque se sentó sobre una de las bancas con vista al lago, de alguna manera aquel azul le  recordaba a los ojos de Naruto, aquella tranquilidad le recordaba a Kyubi, y eso le gusta.

¡Estaba preparando algo de comer! Teme

Apuesto a que ramen

¡Pues sí…!

¿No te cansas de comer porquería?

¡No es porquería!

Como digas.

Bueno…Lo que quería decirte es que voy a volver…

Visto: 1:45

12 minutos después             

Volver… ¿Acaso había leído bien? Naruto… ¿iba a volver?

Susano… iré con un amigo…

Sasuke libero un amargo suspiro, ya sabía de quien se trataba,  de aquella persona que parecía  querer conquistarlo. Y… en el fondo agradecía que Naruto aún no le correspondiera.

Quiero verte antes de tomar una decisión.

¿Una decisión?

                                                                   Si…              

 

—Naruto… ya es hora.

—Haya voy… —Comento el menor mirando la pantalla de su computador, esperando impacientemente una respuesta

Susano, debo irme… platicamos después…

 

Y sin esperar, apago aquel aparato, para luego tomar su móvil, encenderlo y salir tras su madre. Quien lo esperaba para despedirse de sus amigos.
Su padre, tras casi tres años, se había cansado de aquel ambiente, añorando lo que era su ciudad natal, el ascenso ni el dinero podrían suplantar aquello. Su verdadero hogar.           

Naruto y su madre salieron del enorme edificio en el que se venían hospedando, caminaron unas cuantas cuadras para luego detenersen en un pequeño restaurante que había sido alquilado por una noche. Restaurante que era propiedad de su actual amigo Gaara.

—Se demoraron mucho. —Comento otro rubio acercándose a los recién llegados.

—Naruto estaba algo distraído. —Comento su madre mirándolo con reproche. Todos en general se habían dado cuenta del problema que tenía el rubio con su amigo online. Una razón más por la que todos deseaban volver, si Naruto conocía al tal Susano, quizás él dejaría tanto apego a los móviles y latops

—Ya imaginamos con quien hablaba. —Comentaron todos en coro. El rubio pareció sonrojarse un poco  riendo nerviosamente se acercó a Gaara para preguntarle si se sentía mejor. Era algo que hacía muy constantemente, lograba entender tan solo un poco el enojo del pelirrojo.

Sin recibir respuesta alguna se dejó abrazar y ser guiado entre la multitud hasta el centro del restaurante, siguiendo los pasos de su compañero de baile.

Un año  de tortura tuvo que vivir Gaara para que los padres de Naruto aceptaran a un homosexual como pareja de su hijo. Y con él tiempo se habían dado cuenta que a  pesar de que para ellos no era lo correcto,  su hijo era feliz. Y a pesar de lo que pensara la sociedad, la felicidad de su hijo estaba primero. Todos los presentes empezaron a bailar alrededor de la pareja sumidos en la melodía y en susurros intendibles de diversas conversaciones.

—No lo hagas. —Le pidió Gaara al escuchar aquel sonido proveniente de los pantalones de Naruto. —No contestes.

Asintiendo lentamente Naruto dejo sonar su móvil y continuo bailando hasta que este dejo de sonar.

Aquella noche era para despedirse de todos  aquellos con quienes compartió esos casi tres años.

 

— ¡Y lo mejor de todo fue cuando cayó dormido al charco! —Contaba Naruto entre risas sujetándose a los hombros del mayor, quien lo guiaba por el pasillo— ¡Chouji no dejaba de comer  sus papitas mojadas!  JAJAJAJAJA y… y…

—Espera, sujétate bien, abriré la puerta. —Le indico Gaara  interrumpiéndolo  viendo como el menor se tambaleaba un poco, y sujetándolo a tiempo impidió una dolorosa caída.   —Nunca antes te había visto tomar tanto.

Ambos entraron cerrando la puerta, habían tenido que abandonar la fiesta por las condiciones del menor, a quien guio hasta el sofá y dejo caer.

—Mierda, Naruto, te has pasado esta vez. —Comento dejándose caer junto a él, había tendido que subirlo casi  a rastras 10 pisos, porque no le gustaban los ascensores.

—Lo siento…  —Susurro el menor   quitándose la camisa que traía por encima de los hombros y tirándola en alguna parte de la sala se levantó para dirigirse a su habitación y buscar su pijama, pero en aquel movimiento perdió nuevamente el equilibrio cayendo sobre las piernas del pelirrojo, quien lo sostuvo  con fuerza.

El silencio se hizo presente mientras sus miradas no se apartaban de sus ojos, Naruto se apoyó de los hombros del mayor viendo por unos instantes que aquellos ojos color jade eran negros, tan negros como el carbón, y volviendo a tomar asiento, se acercó a sus labios, teniendo sus piernas abiertas alrededor de las del mayor, sus lenguas se unieron en una danza mientras las manos del mayor recorrían entre caricias la espalda del menor, Naruto  separándose de sus labios, empezó a desabotonar la camisa que traía puesta Gaara, viendo frente a él, a un pelinegro  de ojos color carbón,  que lo acariciaba con deseo y lo acercaba más a su cuerpo, el peli rojo besaba su cuello, descendiendo poco a poco por su acanelado cuerpo y  acostándolo de golpe sobre el sofá, empezó a  besar su pecho y jugar con sus pezones, unos pocos gemidos salieron de los labios rosados del menor mientras sentía  como el mayor desabrochaba su pantalón y se deshacía de él.

Las caricias poco a poco aumentaban mientras la ropa iba desapareciendo de sus cuerpos.

—Hazlo… —susurro Naruto abriendo sus piernas y enrollándolas a la cintura del mayor para acercarlo hacia sí. —            Hazlo… Sasuke… —Susurro al mismo tiempo en que aquel aparato infernal sonaba dentro de su pantalón en alguna parte de la sala.

Gaara se encontraba con sus manos apoyadas sobre el sofá, a los costados del menor bajo él, deteniéndose de inmediato, y  cerrando los puños con enojo se levantó de golpe mientras el móvil seguía sonando. Naruto se sentó confundido llamándolo una y otra vez, hasta ver claramente como aquella cabellera negra que parecía una ilusión, poco a poco iba tomando su verdadero color.  Una cabellera rojo intenso salio por la puerta.

Confundido se levantó siguiendo el sonido hasta encontrarlo, lo miro por unos segundos hasta que este dejo de sonar, mientras las lágrimas empezaban a escapar por sus ojos.

—Lo siento Gaara…

Poco a poco las lágrimas aumentaban y tal como lo esperaba el móvil volvió a sonar.

— ¿Eres tú? Dime que eres tú… Sasuke…

Pero nadie contesto al otro lado del teléfono.

Y como siempre pasaba, el sonido de que acababan de colgar empezó a sonar. Cansado Naruto empezó a recoger su ropa  con dificultad, aun embriagado por el alcohol. Y con esfuerzo logro recoger todo y volver a su habitación.

Agotado se dejó caer sobre su cama, desnudo y envuelto entre las sabanas decidió dormir.

 

Sasuke se encontraba frente a  la fuente del parque, no había salido de aquel lugar durante todo el día, pensando en lo que le había comentado el menor “volveré” pensaba una y otra vez.

—No creo en esta mierda… pero… —Susurro bajo el cielo estrellado, y poco convencido saco  una moneda de su pantalón— Quiero otra oportunidad— Rogo internamente lanzando la moneda, viendo como esta se hundía en el agua junto a otros deseos, que probablemente jamás se  cumplirían.

Y con ese pensamiento en mente decidió caminar a casa, pensando en cómo recibir al menor.

 

— ¡Naruto,  espero ya esté listo porque salimos en una hora! —Le advirtió su madre al otro lado de la puerta de su habitación.

Naruto se levantó de golpe tras el grito de su madre, con el cabello revuelto  y un poco adormilado abandono  su cama con dirección al baño.

Una hora después la familia  Uzumaki se encontraba  frente a un auto rojo esperando a Gaara en la estación central, en donde se habían puesto de acuerdo se encontrarían.

—Naruto, llámalo. —Le  pidió su madre— Es extraño que aún no haya llegado.

El menor asintió llamando al peli rojo que se demoró en contestar disgustado.

— ¿Después  de anoche te a  través a llamar?

— ¿Después de anoche?—Pregunto confundido el menor.

— ¿En serio no lo recueras?

— ¿Qué debería recordar? —Pregunto Naruto alejándose un poco de sus padres— Gaara… ¿Anoche… nosotros…?

—Llego en 15 minutos. —Le   contesto el peli rojo colgando.

A pesar de su enojo y su disgusto al saber que realmente Naruto no había superado su amor platónico, lo entristecía en el alma, sin embargo, aún lo deseaba… lo deseaba como estuvo a punto de tenerlo anoche, deseaba que le correspondiera a él, y más que eso, deseaba conocer a Sasuke.

Y tal como Gaara lo indico, llego a los pocos minutos,  soltó sus maletas, dejándolas caer al suelo para abrazar con fuerza a un Naruto confundido.

— ¿Estas bien, Gaara? —Pregunto el menor un poco asombrado y confundido.

—Si… —Le susurro al odio.

Los padres de Naruto también confundidos decidieron darles su espacio, kushina subió al auto después de ayudar a su esposo a guardar las maletas del peli rojo y tras unos minutos los jóvenes subieron al auto.

—Abróchensen el cinturón. —advirtió el rubio mayor sin permitir siquiera que lograran hacerlo, para de inmediato encender el motor y conducir por la carretera como si buscara un suicidio.

Después de media hora todos corrían con su equipaje hacia el avión, logrando subirse minutos antes de que despegara.

Los adultos se sentaron frente a los menores, quienes terminaban de acomodar parte de su equipaje.

—Al fin volveremos. —Dijo alegremente kushina.

—Sí. —Dijo con seguridad el rubio mayor. —Podrás volver a ver a tus amigos, Naruto. Gaara, me encargue de hablar con la universidad de konoha, podrás terminar de estudiar ahí junto a Naruto.

Los menores asintieron, Naruto emocionado y Gaara un poco inseguro, pero dispuesto afrontar a las personas las cuales estaba seguro serian un obstáculo.

—Por favor apaguen sus teléfonos celulares, podrán encenderlos después de despegar. —Pidió la azafata caminando por el pasillo dando indicaciones de seguridad.

Y después de despegar Naruto pudo encender su móvil, Susano aun no le había contestado.  Triste, miro hacia la ventana, pensando en  si a su amigo  online la idea le hacía feliz o no.

“Estaré en el aeropuerto de konoha, hoy, 
a las 8:30, te estaré esperando, Susano…”

Y tras escribir aquello guardo el móvil, sintiendo como Gaara tomaba su mano para entrelazarla con la suya, tranquilo decidió cerrar los ojos y dormir un poco entre sus recuerdos

 

— ¡Bastardo!… —Grito Naruto al no poder sacar de su cabeza la imagen de Sasuke corriendo tras el auto de sus padres.

Habían pasado tan solos dos días  después de que tomo el avión y  escapo de su ciudad natal. Se encontraba en un parque, frente a una laguna, viendo a los patos nadar, sin embargo aquella hermosa  mañana no podía pensar en algo más que no fuera Sasuke.

—Asustas a los patos. —Comento un peli rojo viendo como aquellas aves  se alejaban tras los gritos del rubio.

El menor se giró para ver a un peli rojo un año mayor que el contemplar los peces mientras caminaba hacia su persona.

—Lo siento. —Comento Naruto con sinceridad.

“Lo siento” pensó el peli rojo tras las palabras del rubio frente a él, la primera persona que se disculpaba por algo tan insignificante  o poco trivial como asustar a unos patos.

— ¿No eres de aquí, verdad?

—No… —Contesto poco convencido de sus palabras. ¿Acaso pensaba molestarlo?

— ¿Cuál es tu nombre?

—Uzumaki Naruto… ¿Y el tuyo?

— ¡Cuidado! —Grito un muchacho a unos cuantos pasos del rubio y el peli rojo.

Un balón de futbol se dirigía  a la cabeza de Naruto, y como auto reflejo  el mayor lo empujo  sin ser consiente hacia el rio, ya que el rubio se encontraba de espaldas y no lograba ver el balón.

— ¿Estas bien?  —Pregunto el muchacho que había gritado en forma de advertencia  hacia los dos. Y extendiéndole la mano junto al peli rojo ayudaron a salir a Naruto del agua.

— ¡Serás teme! —Se quejó el menor imaginando por unos instantes  que quien lo había empujado  había sido Sasuke. — ¡¿pero porque lo has hecho?! —Pregunto  esta vez consiente  de quien realmente lo había hecho. Y enojado intento escurrir un poco su ropa mientras el chico con la pelota se alejaba.

Y sin saber que decir, Gaara se  quedó mirando aquel rostro que empezaba a sonrojarse por el frio,  descendiendo poco a poco por su pecho para ver como la ropa mojada se le pegaba al cuerpo.

Y al no recibir respuesta  Naruto prefirió ignorarlo para volver a casa.

 

Desde aquella noche en que Sasuke vio alejarse tras la carretera a quien estaba seguro era su mejor y peor enemigo,  decidió seguir como Susano. Sabía que Naruto volvería y lo necesitaba… a pesar   de aun no saber quién era realmente… sin embargo sabia como pensaba. Y estaba seguro Naruto lo perdonaría.

Había tomado el habito de llamarlo… simplemente eso, escuchar su  voz para luego colgar.

— ¿Si? —Escucho al otro lado del teléfono. — ¿Por qué me llamas y nunca contestas?

Tras escuchar esas palabras Sasuke decidido colgar. Y tomando su móvil decidido hablar con el rubio.

“¿Estas  Dobe?”

“¡Si teme! Por cierto… ¿me ayudas?”

“¿Otro trabajo? Creí que lo que te había enseñado bastaría.”

Y me ha salvado de muchas… todo lo que me enseñaste… gracias, pero necesito que me ayudes a  buscar a alguien…”

“¿Qué quieres que juguemos a los detectives?”

“No seas teme.”

“¿A quién necesitas?

“Quiero… saber sobre Sasuke…”

El azabache leyó repetitivamente las palabras escritas por el menor. ¿Quería saber sobre él?  ¿Qué se supone debería decirle…?

20 minutos después.

“¿Susano, lo harás?”

“No lo conozco.”

“Te puedo decir en donde vive… y en donde estudia.”

“¿Qué es lo que quieres saber exactamente de él? Se supone es quien te humillo.”

“Lo sé… pero… Sasuke… es mi amigo...”

*Mi amigo…* pensó Sasuke dibujando una  leve sonrisa en su rostro, a pesar de todo Naruto lo consideraba su amigo.

“Esta bien”

Y tras decirle en donde podría encontrarlo  ambos decidieron ir a dormir.

Sin embargo un  azabache entre confundido y feliz no podía conciliar el sueño, le costaba creer que a pesar de no saber nada sobre él, decidiera saberlo después de un año.  Sin embargo, aún no estaba seguro en que debía decirle ¿Qué estaba saliendo con Sakura? ¿Qué seguía siendo el mismo gilipollas que él odiaba?

 

Naruto se removió un  poco en el asiento del avión, sin ser consiente que llamaba entre susurros y el llanto a Sasuke y a Susano.
Gaara por su parte sujetaba con más fuerza la mano del menor, convencido definitivamente que había perdido la batalla sin siguiera darla.

 

Los recuerdos de Naruto habían tomado otra dirección y habían vuelto a los besos forzados que le había dado Sasuke, a las canciones que escribió dedicadas a él y entre recuerdos divago hasta llegar nuevamente a Gaara.

 

— ¿Por qué lloras?

Naruto se giró tras secar sus lágrimas  para ver como aquel chico que lo había arrojado al rio   se acercaba a él hasta sentarse a su lado bajo  el árbol con vista a la laguna.

—Tú otra vez. —Comento enojado.

—Siento lo de la otra vez. Por cierto, me llamo Gaara.

Naruto se le quedo mirando sin contestar, aun  se sentía enojado y triste.

— ¿llorabas por dejar a tus amigos?

—No…

Sinceramente, a pesar de querer a sus amigos, no  era realmente lo que le hacía falta. Incluso llegaba a pensar  que se había vuelto un masoquista al que le gustaba que humillaran. Porque a pesar de encontrarse muy bien en donde estaba, los recuerdos de Sasuke no dejaban de atormentarlo.
Sasuke… se había vuelto un problema para él, lo confundía, lo juzgaba y lo amaba… a pesar de ver reflejado a Susano en él, ambos eran muy parecidos…

Gaara no pregunto más, simplemente se quedó junto a él, acompañándolo entre el silencio y la tranquilidad del ambiente, pocas risas se lograban escuchar a esa hora en el parque.
Y a pesar de la hora, Gaara no se alejó ni hablo en ningún momento. La luna acaba de llegar a lo más alto, indicando que ya casi era media noche, y en ningún momento el peli rojo se quejó.

—Nos vemos mañana… a las 4:00 —Le indico Gaara al ver como el rubio se levantaba y  tras escucharlo asintió.

Y desde aquel entonces Naruto y Gaara empezaron a encontrarse constantemente para hablar o simplemente pasar el rato, conociendocen poco cada vez más, con el trascurso del tiempo.

“¡Teme!”

“Ya, ya llegue”

“Llegas tarde”

“¿Para qué  quieres que llegue temprano si igualmente ahora no te conectas a la hora de siempre?”

“Lo siento… pero…”

“No tienes que darme esplicaciones.”

Aquel mensaje lo escribió un poco enojado, ya que estaba acostumbrado hablar con Kyubi  desde las 4:00pm es como si hubieran formado un trato  para encontrarsen siempre a esa hora, trato que Naruto había roto…

“Lo siento…”

“Ya tengo la información  que me pediste.”

Escribió ignorando el mensaje anterior, definitivamente no deseaba saber sobre el amigo que tenía Naruto actualmente, se sentía… remplazado.

“¡¿Enserio?!”

“Sí. “

“¿Qué esperas? ¡Dime como esta!”

Un poco dudoso  decidido escribir consumido entre su enojo.

“Esta con una  chica llamada Sakura, actualmente está  estudiando en la universidad de konoha.”

El rubio tras leer aquellas palabras quedo completamente en silencio en medio de su habitación, no sabía realmente que escribir… Sasuke, estaba con la chica que más odiaba…

4 minutos después

“Es un Teme…”

“Kyubi… tengo algo que contarte, pero no es sobre Sasuke. Es sobre mi hermano”

“¿Está enfermo?”

“No, Mi hermano… fue asesinado.”

Y como si quisiera joderlo más, Naruto no supo nuevamente que contestar, inclusive, esta vez se demoró 30 minutos en contestar ¿escribirle un “lo siento”?  no lo consideraba apropiado, sabía que Susano la estaría pasando mal, a pesar de ser un gilipollas parecido a Sasuke, él también sabía lo que era amar.

“Susano…  yo…Quiero abrazarte”

Esto lo escribió con los ojos húmedos. No sabía muy bien el porqué, pero era como si aquel dolor que su amigo online no le daba a conocer lo pudiera sentir él, y lo diera a expresar, de la forma en la que estaba seguro Susano no lo haría. Llorando.

“Recibiré tu abrazo cuando nos veamos.”

Contesto el azabache colocando el video que le había dejado Naruto antes de partir a otra ciudad. Y escuchandolo se prometió a sí mismo  no mostrar debilidad, de la forma en la que lo hacia el rubio…

Después le contaría que su padre quería obligarlo a tomar su lugar en la empresa, negándole lo que realmente le gustaba estudiar.

 

Y  entre lágrimas, Naruto despertó con la respiración agitada siendo observado atentamente por Gaara.

— ¿Estas bien?...

—Si… —Le contesto con  dificultad, su garganta le dolía.

Gaara le pidió a la azafata traerle un vaso con agua y tras tomárselo casi de un trago, Naruto le sonrió con mayor tranquilidad, y a pesar del latir de su corazón, deseaba seguir soñando… y sin que nadie se lo impidiera decidido volver a sus recuerdos.

 

Naruto y Gaara se encontraban caminando  hacia el lago en el que se habían conocido, Gaara tenía una sorpresa para él, y al llegar decidieron desvestirse y entrar al agua, asegurandosen de no ser descubiertos por algunos guardias que rondaban por el parque, asegurando la seguridad de sus habitantes y que además de eso no se estuvieran realizando cosas prohibidas en aquel lugar. Como fumar, entrar al lago, tener sexo dentro de las carpas y no cuidar correctamente a los perros.

— ¿seguro que no nos descubrirán? —Pregunto el menor  entrando lentamente.

— ¿Confías en mi? —Le pregunto el mayor ofreciéndole la mano, y en cuanto Naruto la tomo un poco dudoso contesto afirmativamente, sin esperar que Gaara lo jalaría hacia si dentro del agua.

El peli rojo abrazo con posesividad al rubio en sus brazos, susurrándole un te quiero al menor quien se erizo ante las palabras nombradas en su oído.

—Naruto, ¿aceptarías ser mi novio? —Le pregunto Gaara apartándolo un poco de sí, deseaba ver la expresión confundida y asombrada del rubio frente a él.

Naruto por unos instantes permaneció en silencio, mirándolo fijamente para luego bajar la mirada y contemplar el agua, no entendía en que pensaba, no creía que fuera una pregunta difícil de contestar, sin  embargo su reflejo en el agua le dio a entender que había alguien más en su corazón, que había alguien que Naruto aun no lograba olvidar.

—No tienes que darme una respuesta ahora, —Le aseguro el mayor— Yo lograre que así lo desees.

—Gracias… —Susurro Naruto levantando la vista, siendo atrapado nuevamente en los brazos del mayor.

 

Sasuke se encontraba acostado en el sofá, dentro de  su apartamento, mirando tras las ventanas cerradas el azul claro del cielo, el cual empezaba a oscurecerse, asegurando una terrible tormenta.
Aun no llegaba a un acuerdo interno sobre qué hacer, a pesar de que él y Susano eran la misma persona, empezaba a pensar que desde que tenía que actuar como dos, Susano se había convertido en una parte de su personalidad.

Agotado de tanto pensar decidió tomar su móvil y marcarle al rubio, deteniendose ante el recuerdo desagradable de hace más de un año:

 

Como de costumbre Sasuke llamaba al rubio, tan solo para escuchar su voz por unos segundos y luego colgar, sin embargo esta vez no escucho la voz que tanto añoraba en aquel momento.

— ¡Ya deja de llamarlo! ¡No sé quién diablos eres, pero ya deja a Naruto en paz!

El Uchiha permaneció por unos instantes en silencio, sin embargo el orgullo y los celos que en aquel momento no logro percibir actuaron de manera impulsiva en aquel momento.

—Soy Uchiha Sasuke. ¿Dónde está Naruto?

 

—Hasta que al fin el impedimento de Naruto decide hablar. ¿Por qué no dejas de torturarlo?

— ¿De torturarlo?

— ¡Si, ya deja de llamarlo! ¡Tus malditas llamadas no lo dejan olvidar!

Y sin dejarle contestar la persona al otro lado del teléfono colgó. Naruto en aquel momento no se encontraba, había salido a comprar algo, olvidando por completo su móvil.

Sasuke, enojado apretó con fuerza el aparato en su mano, deseaba lanzarlo contra la pared y romperlo en mil pedazos, sin embargo, aun deseaba escuchar la voz de él… de Naruto…

 

Saliendo de sus recuerdos Sasuke miro el móvil en su mano que empezaba a sonar. Era un número nuevo, y sin pensarlo mucho contesto.

—Imagino que ya sabes que Naruto volverá. ¿No es así, Susano?  Bien, quiero que lo dejes en paz. No lo busques. Sasuke, no lo busques.

Gaara se encontraba en el baño del avión, había anotado el número que solía llamar a Naruto una y otra vez hace más de un año, pensando en cuando seria el momento en que lo llamaría, y este parecía ser el momento. No quería que Uchiha Sasuke interfiriera en su relación con el rubio, menos ahora, sabiendo que estaban tan cerca. Imaginando lo que podría suceder y conociendo los sentimientos que el menor intentaba reprimir.

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Gracias por la espera, seguire escribiendo. 


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