Cuarenta y cinco minutos.
Cuarenta y cinco jodidos minutos y Choi Minho no se dignaba a aparecer. Y ni siquiera contestaba las llamadas.
A Taemin, un ser pacifista y tranquilo, la ira se le estaba acumulando en el interior. Se suponía que su novio debería haber llegado hace cuarenta y cinco largos minutos pero no. Choi Minho no estaba por ningún lado.
Taemin nunca ha sido un novio celoso o posesivo, ese es el papel de Minho, no el suyo. Sin embargo justo ahora su cabeza estaba volando muy lejos imaginando cosas que no le hacían ningún bien. No quería desconfiar de Minho, el capitán del equipo de fútbol jamás le dio motivos para hacerlo. Pero entonces ¿Por qué no contesta sus llamadas? ¿Por qué lo hizo venir si no iba a aparecer? ¿Por qué no le mandaba ni siquiera un puto mensaje?
Lanzando un suspiro de resignación, Taemin decidió que mejor se iba de regreso a su casa. No tenía sentido seguir aquí esperando como un idiota. Le mandó un último mensaje a Minho y abandonó el parque en el que se supone que se encontrarían.
***
Minho corría desesperado, el sudor bañaba su rostro y sus pulmones protestaban por oxígeno, pero él se negaba a detenerse. Necesitaba llegar al lugar en el que citó a Taemin y hablar con él, eso si lograba encontrar a Taemin ahí.
Cómo maldecía a Sulli, su amiga de la infancia. La chica regresó a Corea después de años de vivir en Estados Unidos y quiso visitarlo justo unas horas antes de su encuentro con Taemin.
Siendo quien Sulli era, su madre le pidió que platicara con ella y se pusieran al día, algo con lo que Sulli estuvo encantada. Lo peor de todo es que no pudo enviarle ningún mensaje a Taemin porque su celular no aparecía por ningún lado.
La conversación con Sulli se extendió más de lo que él hubiera querido y antes de que se diera cuenta ya llevaba media hora de retraso. Sin pensarlo dos veces dejó a su madre con Sulli y fue en busca de Taemin.
Jadeante y cansado llegó pero, como lo supuso y para su mal, Taemin ya no estaba ahí. Maldijo en voz baja y miró por los alrededores. A lo lejos divisó una figura delgada que caminaba a paso lento, esa cabellera larga y rubia le era demasiado conocida.
Caminó con prontitud hasta estar a sólo unos pasos de la persona. Estaba más que confirmado que era Taemin. Minho lo reconocería donde fuera. Estiró las manos para posarlas en el cuerpo de Taemin y asustarlo pero el asustado fue él cuando, antes de que siquiera tuviera oportunidad de lograr su cometido, Taemin volteó sorpresivamente.
«Oh, Oh. Esto no es bueno»
Taemin cruzó los brazos sobre su pecho, su pie golpeaba el suelo repetidamente y sus labios formaban una fina línea. Minho sintió que se le avecinaba algo muy malo, por lo menos el ceño fruncido en la cara de Taemin y esa mirada tan llena de reproche se lo decían claramente.
—H-Hola Taeminnie —dijo con dulzura.
—Ni siquiera te atrevas a ir por ese camino Choi Minho —advirtió Taemin.
Minho se estremeció, Taemin nunca lo llamaba por su nombre completo. Eso no era una buena señal.
—¿Estás molesto verdad? —preguntó con cautela.
—¿Yo? ¿Molesto? ¿Por haberte esperado como un estúpido por casi una hora? No que va, para nada. —dijo con sarcasmo, que al parecer el cerebro de Minho no registró porque Taemin lo vió relajarse y exhalar un suspiro.
Taemin quería ahorcar a Minho cuando este sonrió y dijo —Qué bueno, creí que tú estarías...
Con fuerza interrumpió —¡Claro que estoy molesto!
—Lo siento Taemin ocurrió algo en casa y no pude llegar a tiempo. —se disculpó con prisa intentando aplacar la ira de Taemin. No existía nada más agresivo que un pacifista enojado.
—¿Porqué no llamaste para decírmelo? ¿o enviaste un mensaje? —reprochó— Ni siquiera contestaste mis llamadas.
—No encuentro mi celular por ningún lado —argumentó— Creo que está perdido. Además ni siquiera tuve tiempo de buscarlo adecuadamente por lo que ocurrió.
Taemin dejó ir un poco de su molestia preguntándose qué podría haber pasado. A lo mejor algo grave detuvo a Minho de llegar a tiempo y él estaba comportándose como un novio desconsiderado. Se golpeó mentalmente por actuar de esa forma.
—¿Qué? ¿Es algo grave? —cuestionó sintiéndose algo culpable por su actitud.
—No, nada de eso —tranquilizó Minho— Sulli volvió a Corea, tuve que platicar con ella. —dijo Minho muy suelto de huesos.
Taemin sintió la furia volver a él con renovada fuerza. Un tic nervioso apareció en su ojo. No, tal vez escuchó mal y Minho no había dicho eso. Sí, eso debía ser.
Por las dudas mejor quiso asegurarse —Espera... ¿Estás diciéndome que llegaste tarde a nuestra cita por estar con Sulli?
—Emm ¿Sí? —contestó confundido.
Taemin apretó los labios y sus manos se hicieron puños a cada lado de su cuerpo, miró a Minho con cara de pocos amigos.
—Tú... realmente... —dijo con los dientes apretados y luego golpeó a Minho con sus puños sin importarle donde caían los golpes, Minho se cubría con las manos mientras emitía pequeños gemidos de dolor.
—¡¿Porqué estás tan molesto?! —gritó Minho frustrado por estar siendo golpeado sin razón. Tomó las manos de Taemin para evitar que su hermoso, y ahora furioso, novio lo siguiera golpeando.
—¡¿Que por qué estoy tan molesto?! ¡¿En serio?! —dijo con incredulidad Taemin mientras se soltaba del agarre de Minho y paraba un taxi cercano y se subía en él sin darle la oportunidad a Minho de detenerlo.
Su novio era un total y completo estúpido. Definitivamente los futbolistas sólo tenían músculo y nada de cerebro.
—¡Taemin espera! ¡Taemin! —Minho golpeaba el auto intentando detenerlo sin éxito, viendo cómo su novio se alejaba de su lado— ¡¿Y ahora qué fue lo que hice mal?! —preguntó a la nada.
Una chica que estaba al otro lado de la calle, al frente de Minho, y había presenciado toda la discusión lo miró, enarcó una ceja y luego negó con la cabeza mientras se marchaba. Bueno, tal parece que incluso una desconocida sabía lo que había hecho mal menos él.
***
Taemin estrelló la puerta de su casillero al cerrarla. Kai a su lado sólo negó con la cabeza. Desde que llegó a la universidad Taemin no había parado de refunfuñar y hablar sobre castrar a una rana desgraciada. No hacía falta ser un genio para darse cuenta que hablaba de Minho. Kai se preguntaba que metida de pata haba cometido para tener a Taemin tan molesto.
—Oye, el casillero no tiene la culpa de nada. —bromeó
—No. La culpa es de Minho por ser un idiota. —refunfuñó Taemin
—¿Qué fue lo que hizo?
—Llegó tarde a nuestra cita por estar con Sulli
—¿Sulli está en Corea?
—Sí —dijo con fastidio— La jodidamente perfecta Sulli está de regreso.
—Por dios Taemin —se burló Kai— No puedes estar sintiéndote amenazado por ella ¿o si? —Al ver que Taemin sólo desvió la mirada, resopló— Taemin. Sabes que Choi y yo no nos llevamos bien pero hasta yo sé que ese tarado se muere por ti.
Taemin se mordisqueó el labio inferior sopesando las palabras de Kai —Mira mejor dejemos de hablar de eso y vayamos a la clase de baile o la maestra Kwon va a matarnos. —eludió dirigiéndose a su clase.
***
Minho se estaba volviendo loco. Habían pasado tres días desde que discutió con Taemin, tres días en los que Taemin ni siquiera lo volteaba a mirar. Tres putos días sin sentir a su dorito hermoso y comestible. Y para colmo quien estaba todos los días pegado de Taemin era Kai, ese nigga del mal. Kai era el mejor amigo (casi hermano) de Taemin, pero eso no quitaba que a Minho le dieran unos celos terribles verlos juntos.
No tenía ni idea de qué hacer para lograr que Taemin lo perdonara, todas las veces que intentó acercarse a Taemin algo ocurría y Taemin se veía incluso más molesto. ¿Sería porque siempre que algo ocurría Sulli estaba involucrada? No, eso no podía ser ¿O sí?. A Minho ya se le estaba quemando el cerebro de tanto pensar.
En tan sólo dos días sería San Valentín y Minho no quería pasarlo lejos de Taemin. Como el año anterior le regaló oso de peluche , este año había pensado regalarle un retrato de ellos dos juntos pero algo le decía que este año algo como eso no sería un buen regalo.
Unos pasos furiosos dirigiéndose en su dirección lo sacaron de sus cavilaciones encontrándose con un endemoniadamente molesto Kyungsoo. Un aura oscura y asesina rodeaba al pelinegro que entraba al campo de entrenamiento y parecía querer arrancarle la cabeza. Minho tragó duro por esa imagen mental.
—Tú —lo señaló con su dedo índice— Choi Minho contigo me quería encontrar.
—¿C-Conmigo? —cuestionó asustado
—O solucionas tus problemas con Taemin o te cortaré las bolas y te las haré comer —amenazó con voz baja y mortal. Minho llevó su mano a su entrepierna, protegiéndola— Ya estoy harto de esta situación.
—Pero a ti ni siquiera te agrada Taemin —dijo temeroso y algo confuso. ¿Por qué su primo Kyungsoo se preocupaba en que se reconcilien si él odiaba a Taemin? Era raro.
—Sí pero por culpa de tu pleito con él, Kai me ha dejado de lado por estar consolándolo —acusó— Y ya que se acerca el 14 quiero a mi novio a mi lado.—dictaminó— ¿Entiendes?
—Sí pero es que Taemin no me quiere perdonar, ya no sé qué hacer —habló abatido por sus mismas palabras.
—Yo sí sé qué. —dijo con seguridad— Dejar de asuntar a Sulli en primer lugar —Minho iba a decir algo pero una mirada de Kyungsoo lo detuvo— Después y más importante, preparar el mejor regalo-disculpa de San Valentín que se te ocurra.
—¡Pero no se me ocurre nada! —gritó frustrado.
—No sé cómo puedo estar emparentado contigo —se lamentó Kyungsoo— Voy a tener que ayudarte ¿verdad?
—¿Lo harías? ¿Me ayudarás a reconciliarme con mi dorito sexy?
—Por pasar mi día entero de sexo desenfrenado con Kai, haría hasta lo imposible.
Minho puso cara de asco —Demasiada información Kyungsoo.
—Cállate —ordenó, llevó su mano a su mentón y luego tronó los dedos y sonrió— Ya sé lo que vamos a hacer pero necesitaremos personas que nos ayuden
—¡Hey chicos los necesito! —Minho les gritó a sus compañeros de equipo, quienes rápidamente al oírlo se dirigieron hacia él— Y a ustedes también. —les dijo a las animadoras.
Kyungsoo sonrió complacido —Bien, entonces este es el plan.
***
14 de febrero, día del amor y la amistad, día en que todas las parejas se profesaban su amor romanticamente, día de melosería y romanticismo extremo. Pero para Taemin estaba siendo el día más horrendo, solitario y triste de su corta vida. Las cosas con Minho no se habían solucionado aún y a este paso tal vez nunca lo harían.
Taemin ya tenía el regalo de Minho listo desde hace un mes. Logró conseguir la camiseta autografiada del futbolista favorito de Minho. Ahora ya no sabía si tuvo sentido preocuparse tanto por conseguir ese regalo cuando ellos ni siquiera pasarían este día juntos como una pareja.
Pensar que dos años de relación se terminaran así como así trajo lágrimas a sus ojos. Él amaba a Minho con todo el corazón, sí, aunque sonara cursi era verdad; sin embargo pareciera que Minho no lo amaba de la misma forma.
Unos golpes en la puerta de su habitación llamaron su atención, se limpió las lágrimas mientras se levantaba de la cama y abrió la puerta. Era Kai, Taemin simplemente se dio la vuelta volviendo a la cama esperando que su amigo entrara.
—¿Por qué aún no estás listo? —fue lo primero que preguntó.
—No voy a ir —dijo Taemin sin ganas.
—Sabes que la asistencia es obligatoria. —le recordó.
Taemin sabía de sobra que la asistencia era obligatoria pero simplemente no podía ir, no quería ir. En la universidad se llevaría a cabo un partido de fútbol entre universidades y era más que obvio que Minho estaría allí capitaneando al equipo.
—No quiero ver a Minho —lloriqueó tapándose la cara con una almohada— Hoy no.
—Pues lamento decirte esto pero vas a ir quieras o no. —dijo Kai con simpleza.
—No puedes obligarme. —retó
—Puedo y lo haré —lo miró con suficiencia— Kyungsoo amenazó con dejarme sin sexo por el resto del año si no te llevo conmigo al juego.
—¿Por qué Kyungsoo haría eso? No me soporta. —refunfuñó. A él tampoco le caía muy bien el primo de Minho.
—Y aun así no quiere que te quedes aquí a llorar tus penas —suministró— ¡Así que muévete!
Taemin salió de la cama a regañadientes. «¡Maldito Kai hijo de Yuri!» Después de largos minutos en que Kai no dejaba de apresurarlo logró terminar de alistarse. Salió de su casa acompañado de Kai y con un ánimo de perros.
Llegaron al campo de fútbol de la universidad y Kai se dirigió hacia un lugar específico con Taemin detrás suyo. Kyungsoo les había guardado dos lugares. Perfecto, ahora a parte de tener que ver a Minho jugar también vería a Kai y Kyungsoo ponerse cachondos, porque esos dos no se ponían melosos, ellos se ponían jodida y asquerosamente cachondos. «Asco»
Después de tres minutos de espera el partido se puso en marcha. Los jugadores entraron a la cancha y Taemin se encontró con la mirada de Minho cuando este levantó la vista hacia las gradas donde se encontraba Taemin, incapaz de soportarlo Taemin rompió el contacto visual desviando la mirada.
El partido comenzó y Minho se sumió en la tarea como siempre lo hacía, el fútbol era una pasión para él. Taemin se encontraba casi sin aliento al ver a Minho correr cual gacela, el sudor perlando su cuerpo, los músculos marcándose en cada movimiento. Minho era un dios griego, el pecado hecho hombre. «¡Lee Taemin deja de pensar cochinadas! Él es un idiota ¿recuerdas?» Su subconsciente le recriminó.
El primer tiempo pasó tortuosamente lento en opinión de Taemin, pero ahora que había un pequeño receso podría descansar de ver a Minho. La porristas hicieron sus coreografías de siempre en el entretiempo y luego el partido se reanudó. El marcador se mantuvo en cero, el juego muy parejo por largo tiempo hasta que una jugada maestra entre Minho, Doojoon y Luhan marcó el primer y único gol del juego, dando como ganador al equipo de Minho.
Todos saltaban de emoción por el triunfo del equipo y Taemin sólo quería salir de allí lo más rápido posible, aunque estuviera demasiado emocionado por el triunfo de su rano. Nadie podía culparlo por eso, amaba a Minho a pesar de estar molesto con él.
De pronto de la parte de los vestidores empezaron a salir varios estudiantes y colocaron micrófonos, las porristas se desplegaron con un cartel que Taemin no podía ver con claridad, una suave música resonó en el lugar y los futbolistas suplentes se dirigieron al centro del campo con unas especies de cartulinas, banners, Taemin no podía distinguirlo.
Y justo cuando todo mundo empezaba a preguntarse qué estaba pasando. Minho, que había desaparecido a penas terminó el partido, hizo su reaparición micrófono en mano y pidió la atención de todos los presentes. Taemin se sintió extrañamente nervioso, a su lado, Kyungsoo sólo esbozó una gran sonrisa.
—Emm... su atención por favor —dijo Minho mirando a la multitud, todos se callaron para oír lo que tenía que decir— Gracias. —sonrió— Como todos saben hoy se celebra algo importante, bueno por lo menos para los enamorados es importante —dijo algo nervioso, luego confesó— Se supone que hoy yo debería estar celebrando el triunfo del equipo al lado de la persona que más amo en la vida.
Taemin sintió que su corazón se estrujaba. ¿Minho estaba hablando de él o de alguien más? El simple pensamiento de que Minho ya no lo amara le dolió demasiado.
—Si, estoy hablando de Lee Taemin —dijo Minho para sorpresa y alegría de Taemin— el chico de allá. —Minho lo señalo y Taemin se encontró siendo observado por todos— Pero como pueden ver no es así, porque yo lo arruiné todo. Lastimé su corazón por ser el idiota que soy... —el dolor, culpa y arrepentimientos eran tan claros cuando la mirada de Minho se encontró con la suya— por eso Taemin quiero que escuches esto que preparé para ti. Porque quiero que sepas cuánto te amo y lo importante que eres para mí. —dijo Minho mirándolo con amor y ternura, haciendo una declaración amorosa frente a todos.
Jonghyun, Key y Onew hicieron su aparición tomando lugar frente a los micrófonos cuando una suave y dulce melodía comenzó a sonar, Minho se unió a ellos y Taemin sintió su respiración quedarse atrapada cuando los cuatro empezaron a cantar.
Estaba pasando tiempos difíciles cuando te conocí
de alguna manera me perdí y no podía encontrar mi camino
Me frustraba demasiado, incluso sentí que me estaba dando por vencido
No chico, pero tu me hiciste querer mostrarte mi mejor lado
Incluso si mi cuerpo se quiebra
Incluso si mi corazón se rompe
Hice la promesa de siempre estar contigo
y esa promesa será por siempre la misma
Nada puede detenerme de amarte a ti, a ti, a ti
La razón por la que respiro eres tú, tú, tú
La razón por la que canto eres tú, tú, tú
La razón por la que sigo vivo eres tú, tú, tú
Nada puede detenerme de amarte
Taemin recordó cuando con mucho miedo se le confesó a Minho y éste, demasiado asustado y confundido, lo rechazó. Taemin sufrió, no por el hecho de ser rechazado, más bien fue por perder a su mejor amigo. Muy a su pesar se alejó de Minho para no incomodarlo con su presencia, pero a los pocos días, un miércoles que se quedó hasta tarde en una sala de práctica, Minho se apareció y le dio el beso más increíble de su vida para luego ordenarle que nunca más se atreviera a alejarse de su lado. Que lo amaba y lo perdonara por ser un idiota. Taemin estuvo más que complacido de obedecer.
¿Por qué la gente está a tu lado cuando se está bien
pero te dejan uno por uno sin mirar atrás cuando se está mal?
El corazón de un humano es como el cristal, tan débil
profundamente herido y lastimado por cosas tan pequeñas.
No seamos así
Incluso si lo odiamos, incluso si duele
La promesa de estar a tu lado
eternamente seguirá siendo la misma.
Nada puede detenerme de amarte a ti, a ti, a ti
La razón por la que corro eres tú, tú, tú
La razón por la que bailo eres tú, tú, tú
La razón por la que sigo vivo eres tú, tú, tú
Los ojos de Minho no abandonaron los de Taemin ningún momento mientras cantaban. Las animadoras extendieron el cartel y Taemin sintió sus ojos llenarse de lágrimas. En el cartel se observaban diversas imágenes de Taemin y Minho juntos y sonrientes, una era una foto de su primer aniversario, otra de cuando aun no eran novios, otra de un paseo con sus amigos. Todas de momentos inolvidables.
Años vendrán y años se irán,
los días bueno e incluso los malos
Soy tuyo. Cuando estoy feliz
Soy tuyo. Cuando estoy triste
Soy tuyo. No sólo lo estoy diciendo
Soy tuyo. Intento mostrártelo
Años vendrán y años se irán,
Incluso cuando algún día nos hagamos viejos
Soy tuyo. Cuando estoy feliz
Soy tuyo. Cuando estoy triste
Soy tuyo. No sólo lo estoy diciendo
Soy tuyo. Intento mostrártelo cariño
Algo como esto no debería pasar
Pero incluso si tu corazón cambia y me dejas
¿Sabes que no voy a ser capaz de olvidarte?
Los futbolistas se ordenaron una fila delante de los que estaban cantando voltearon las cartulinas formando así la frase: Te amo con cada latido de mi corazón ♥.
Minho comenzó a caminar en dirección a Taemin sin dejar de entonar tan hermosa canción. Taemin sentía sus rodillas débiles, su respiración errática y su corazón desbocado.
Porque te quiero a ti, a ti, a ti
La razón por la que canto eres tú, tú, tú
sí, eres tú, tú, tú
Todas mis razones son tú, tú, tú.
Cuando la canción terminó Minho estaba parado justo enfrente de Taemin, sus miradas conectadas. Sonrió y dijo —Te amo Taemin. Por favor perdóname por ser un idiota.
Taemin le regaló a Minho la más deslumbrante de las sonrisas y lo besó. Un beso cargado de amor, cargado de todos los sentimientos que tenía su corazón para Minho. La gente alrededor vitoreaba, silbaba y varios aplaudían, pero a Taemin sólo le importaba Minho, este momento eran sólo ellos dos.
—¿Cómo podría no perdonarte después de tan hermosa sorpresa? —dijo con una sonrisa boba adornando su rostro— Te amo Minho. Eres mi príncipe rano, eres mío, sólo mío.
—Y tú eres mío dorito sexy —se rió Minho— Tanto te guste o no, estás atrapado conmigo y no te dejaré ir por nada del mundo. —declaró apretando a Taemin a su cuerpo.
—Eso es algo que te obligaré a cumplir.
—Y yo estaré gustoso de hacerlo.
Kyungsoo y Kai hicieron sonidos de nauseas y ellos sólo podían reír y volver a unir sus labios, besándose lentamente sin importarles nada más que su amor, que estaban juntos de nuevo y que nada volvería a separarlos. Nada.