Naruto. Ese es mi nombre. Uzumaki...Namikaze...ya no tiene importancia. Soy Naruto. Punto. No necesito nada mas. Despues de todo, no creo que un apellido haga la diferencia.
Estoy encarcelado en esta habitación, viviendo en este lugar hasta que el juicio de mis padres por mi custodia termine. Es por eso que mi apellido ya no me importa. De si soy testarudo como mi madre, o si soy valiente como mi padre. Ya no importa. Despues de todo, hace ya mucho tiempo, que deje quererlos. Si. Eso mismo. Ya no los quiero. ¿Y el porque?, es muy sencillo; La única razón por la que quieren mi custodia, no es por el amor de su hijo menor, si no por el dinero que recibirían del ANSES al “cuidarme”. Aunque ciertamente, la ultima palabra que se les a pasado por la cabeza en los últimos diez años con respecto a mi, es precisamente la palabra “cuidado”. Ellos nunca pensaron en cuidarme. Lo único que les importa es el dinero. Hasta estoy empezando a dudar si se casaron por amor, o por la herencia de la familia Uzumaki y Namikaze.
Pero bueno. Ciertamente eso ya no tiene importancia.
Tengo un plan. No es un plan muy rebuscado, pero es un plan al fin y al cabo. Mi plan es que cuando me toque declarar y me hagan entrevistas para decidir con quien viviré hasta los dieciocho años -si tengo suerte- diré que quiero a mi hermano, que extraño a mi hermano, que muero por verlo e ir a vivir con el. Es un poco estúpido es cierto. Pero ciertamente es muy buen plan, debido a que Deidara, mi único hermano mayor de veinticinco años de edad, es un manager increíble y siempre esta buscando talentos y eventos de beneficencia para sus clientes. Me encanta el trabajo de mi hermano, siempre me a gustado. El tiene un dinero increíble, es mayor de edad, responsable y, sobre todo, familia. Una persona en la que puedo confiar, y el juez debe de pensar igual. O al menos eso espero.
Si me fuera a vivir con Deidara, todo seria distinto. Seria mas...tranquilo. Desde mi punto de vista, claro.
-Naruto, es hora de hablar con el juez. Preparate.-Me estiro en mi lugar y me levanto para seguir a al secretaria que me a llamado. Muy bien. Es hora de poner el plan en marcha.
Los pasillo del edificio son todos iguales. Me sorprende que aun no haya ganado el primer lugar como “el laberinto mas largo y complicado de la historia”.
Al llegar a la sala de espera, mi madre y mi padre -si es que aun los puedo llamar así- me esperan con una falsa sonrisa.
-Hijo, ¡te eh extrañado tanto!-Kushina, mi madre, corre a abrazarme, acción a la que no le doy importancia hasta que siento un pequeño pellizco en mi nuca seguido de un susurro.-Coopera niño malcriado.-Recién ahí es cuando le devuelvo el abrazo con cariño barato comprado en el supermercado.
-Esta sera tu ultima entrevista.-Anuncia Minato, mi padre, quien mira con rencor a Kushina por haberle robado su oportunidad de abrazarme antes y dar pena a los abogados presentes.-Tranquilo hijo, solo entra ahí y diles la verdad; Que estas cansado de que tu madre te explote.-¿Explotarme?...¡Oh!, ya entiendo, debe de ser una de tantas mentiras que han dicho para obtener mi custodia.
-¡Callate imbécil!-Grita deshaciendo el abrazo mi madre, para despues volver a mirarme y acariciarme la mejilla.-Descuida, no tienes porque temer. Solo di la verdad; Que yo no te exploto y que tu padre quiere abusar e ti.-¿Abusar?....¡Oh!, ya entiendo, una mentira peor que la otra.
-Naruto.-De repente una voz gruesa resuena en toda la habitación de espera, proveniente de la oficina del juez. Bien. Ya es hora. Me adelanto caminando tranquilo hasta la puerta y toco dos veces.-Adelante por favor.-Paso y ahí esta. El juez. O mejor dicho “la jueza”; Tsunade.-Buenos días Naruto. ¿Como has estado?-Me encojo de hombros y la miro indiferente. Asumo que ya sabrá como me siento.-Toma asiento.-Obedezco y me siento en la que parece la silla mas dura del universo. ¿Es que no se supone que tienen presupuesto? Enserio, o lo están gastando en barcos y putas, o directamente no se preocupan en el estado del edificio y sus muebles.-Bien. Te escucho.- Okay. Despacio Naruto. Se elocuente, ¡se elocuente!
-Bueno...-Carraspeo.-ah....yo...eh...-¡¿A donde demonios se fueron las palabras?!
-Tomate tu tiempo.-Oh, oh. Alerta roja. Sarcasmo detected.
-Bueno. Lle-llendo directo al grano...ah...yo...creo conveniente que debería irme a vivir con un tercero.-La jueza abre bien grandes los ojos y frunce ligeramente el ceño, dándome a entender que esta sorprendida y que exige una explicación inmediata.-ah...-Explicación que, casualmente, no tengo. Hay, dios. Necesito un empujón.
-¿A que o a quien se refiere?-Gracias.
-Me refiero a mi hermano mayor; Deidara Namikaze.-Ella se sorprende, pero, de alguna u otra forma, se ve interesada en la propuesta. Gracias a dios.-El es mayor de edad y tiene un trabajo estable en los ángeles. Me encantaría ir a vivir con el. Creo que...-Elige bien tus palabras Naruto -Creo que el tiene el soporte emocional y físico que necesito.-Bien...eso estuvo bien...mejor de lo que esperaba.
-Bien...-Ella arquea una ceja en señal de que no se lo esperaba para nada. Aunque, francamente, no detecto desaprobación en su mirada, ni en sus palabras.-¿Porque tomaste esta decisión?, ¿No crees que tus padres sean capaces de proporcionarte el mismo soporte, el cariño y cuidado que tanto deseas y necesitas?-
-No.-Oops. Creo que fui muy directo. Entrecierra los ojos, estudiándome de los pies a la cabeza, buscando algún rastro de duda, supongo.
-Bien.- ¿Bien? -Vivirás con tu hermano.-¡¿QUE?! ¡¿ASI COMO ASI Y LISTO?! ¡¿Es que no tiene mas preguntas?!
-Creí que me haría mas preguntas. Que me arrinconaría hasta sacarme hasta la ultima gota de verdad.-Ala, eso se me a salido sin pesar.
-Francamente, esa era mi idea antes de que entraras.-Auch.-Pero no me hace falta arrinconarte para saber que tienes buenas razones para decidir lo que has decidido. La verdad, Naruto, es que yo tampoco confío en Kushina y Minato.-¡Que directa! Bueno, me alegra no ser el único.-Vamos. Se lo comunicaremos a tus padres y luego a tu hermano.-¡Yaaaaaaaaaay! ESPERA.
-¿Y mi hermano?, Quiero decir, ¿el esta de acuerdo con todo esto?- Se me había saltado ese pequeño detalle.
-Si. El a estado llamando hace mucho, sin embargo, no lo eh tomado como posible tutor hasta ahora.-Guau. Revelación.
-Corre a tu habitación y prepara tus cosas, yo me encargo de tus padres-
-Sip.-Soy libre :D
*/*/*/*(Al día siguiente, por la mañana, en el aeropuerto de Buenos aires)*/*/*/*/*/*
¡Pesa!, ¡Mi maleta pesa!
¿Como es posible que la ropa haga tanto peso? ¡Es solo ropa por amor a la gravedad!
Haber, concentrate Naruto; Vuelo 623. Rumbo a los ángeles....¡Por allá!
Casi que corro con maleta y todo y hago fila. Una larga fila. Larga. Muy larga. Mierda. Esto tomara un rato.
*/*/*/*/*
Despues de HORAS, literalmente hablando, HORAS, casi cinco, de esperar a poder subir al avión, aquí estoy. Por suerte mi maleta es una sola y no es de gran tamaño como para que no entre en el compartimiento de arriba de los asientos, por lo que es algo menos que preocuparme a la hora de bajar. Ahora estamos en vuelo. En la pequeña pantallita de entretenimiento, donde, horas atrás, pasaban el video de seguridad, ahora estan dando crepúsculo. Sip. Hermosa suerte la miá. -sarcasmo detected.- En fin. Por la ventana solo hay nubes, y mi celular no lo puedo prender por lo que adiós música. Conclusión; Solo tengo dos opciones: O pasar el rato a examinar persona por persona en el avión que se encuentre en mi campo de visión, o dormir. Y teniendo en cuenta que el viaje de Buenos Aires a Los Ángeles es de 16 horas, si es que no hacemos escalas, pues...¡A observar!
A ver, a ver...Ese de ahí es un hombre muy anciano. Me pregunto a que ira a los ángeles. ¿Tal vez tendrá nietos haya...?
Esa mujer es muy elegante, parece una secretaria, aunque toda vestida de rojo. Me pregunto si es teñida o rubio natural.
Esa niña me molesta. Hace una hora que esta cantando “un elefante se balanceaba”. Me sorprende la paciencia de su padre. Mis mas sinceras condolencias.
Tengo hambre.
Haber...azafatas...azafatas...¡Ahí!
-Señorita...-¿Esa es mi voz? Madre mía, que tímido soy.
-¿Si?, ¿Puedo ayudarlo en algo señor?-Guau. Nunca había oído un castellano tan claro. Impresionante.
-¿Tendrá algo...de comer?-Rio nervioso y me rasco la nuca. La azafata se ríe por mi timidez. ¿Es que algún día lo superare? Odio ser tímido.
-¿Le parece si le traigo una barra de cereal? No tardare.-
-ah...si, gracias.-¡COMIDA!
-Enseguida vuelvo.-Se marcha y al poco tiempo regresa con una barrita de cereal sabor chocolate.-Buen provecho.-
-G-gracias.-Tomo la barrita de cereal, y espero a que ella se marche. Uno, dos, tres. ¡¡COMIDA!! Desenvuelvo con rapidez inhumana la barrita y la muerdo y...y....-Nada...no sabe...a nada...-¡Wah! ¡Otra vez con lo mismo!, ¿Es que no tienen presupuesto? ¡De verdad! O lo están gastan en barcos y putas, o enserio no se preocupan en lo absoluto por el estado de la comida en los aviones. ¡Joder, que tengo hambre y esto no sabe a nada!
Hay...mejor me voy a dormir.
Los ángeles...Me pregunto...que encontrare allí.