-Te esperaba más tarde. –dijo el guapo hombre sin dejar de mirar aquellos papeles que sostenía.
-Sé que ni siquiera sabías que iba a venir. –Dijo el menor mirando aquella oficina tal pulcra y amargada como su dueño. –Sólo lo haces para no decir que te asusté.
-Me conoces muy bien… Key.
-Por favor. MinHo. Evita llamarme así.
-¿Por qué? Antes te gustaba. –dijo mientras se acercaba a paso lento y sensual.
-Antes. –dijo sacando una pequeña lima de su bolso de Gucci, procediendo a limar sus uñas ya limadas y con manicura. Para disimular el nervosismo.
Claro, ese hombre de ahí, aún le hacía temblar las piernas, no por razones precisamente amorosas. Pero él... ÉL ES Kim Ki Bum, por tanto no debía sentirse nervioso o intimidado frente a nadie.
Pero MinHo no era nadie.
Antes de complicar más la historia, debemos saber quién es Kim Ki Bum y quién es Choi MinHo
Ki Bum o KEY, es un popular cantante, modelo y actor nacido en China, su carrera está en la cima y no parece querer bajar de ahí. De 23 años recién cumplidos, a pesar de tener un carácter dominante propio de una Diva, Ki Bum ha tenido que pasar muchas penurias en su vida. Claro que esto con el auge de su carrera ya había terminado.
Una de estas penurias fue su matrimonio con el guapo empresario Choi MinHo. Cuando aún no era nadie. Cuando tenía que estar besándole los pies a un marido infiel y violento para poder comer.
Vale, sí, el dinero y la fama lo habían cambiado radicalmente. Ya no era más Kim Ki Bum el chico de Jiangxi, una de las provincias más pobres de China; ni el Ki Bum que tuvo que trabajar de empleado del hogar sufriendo el abuso sexual, físico y psicológico del patrón y del hijo de este. No. Ya no era ese Ki Bum del que todos de aprovechaban. Ya no era ese Ki Bum al que todos pisoteaban.
Mientras que MinHo era harina de otro costal. Empresario coreano, nacido en Seúl, exactamente en el sector más rico de ésta ciudad. Con 26 años siendo próximos los 27, movió cielo, mar y tierra para poder casarse con Ki Bum. Obviamente no por amor. No. Claro que no.
Lo único que MinHo quería era probarlo así que se valió de los recursos más humanamente cursis para atraer al rubio.
Y vaya que lo logró.
Puede sonar muy cruel, inhumano o simplemente despiadado, pero… la verdad es esta:
Choi MinHo abusó de todas las maneras posibles de Kim Ki Bum, obligándolo a abortar al enterarse que su primer pequeño venía al mundo, claramente no lo llevó ninguna clínica para dicho proceso. No.
MinHo mató a su hijo no nato a golpes.
Ki Bum había sentido tanto dolor y terror que fugó de nuevo a China. Pero ¿Para qué? Si al siguiente mes había perdonado al mayor, haciéndose a la idea de que eso jamás había pasado de que serían nuevamente felices.
Pero ese fue su gran error.
Su segundo bebéestaba en camino. El rubio volvió a sentir el mismo pánico y angustia por la pequeña vida que ahora habitaba en su interior. Así que decidió fugar de nuevo. Y para asegurarse de que MinHo no lo buscara o algo por el estilo, hizo lo inimaginable. Sabía que el compañero de trabajo, al que más odiaba y detestaba MinHo, Jun Myeon, estaba enamorado de él, así que sería bastante fácil de convencerlo para pasar una noche juntos.
Claro, por ahí como dicen… una madre hace todo por sus hijos…
Estaba más que dicho que Ki Bum nunca fue infiel, lo que hizo fue embriagar a Jun Myeon, desnudarlo y hacerle creer al de ojos grandes que había cometido adulterio.
Pobre e ingenuo SuHo…
De por sí, la furia de MinHo era catastrófica y mucho más si es que llegaba a casa ebrio y veía su esposo desnudo y con otro hombre que no era nada más y nada menos que el chico que le había robado el puesto de subgerente de la empresa de su propio padre.
Vaya desgracia.
MinHo no había medido la fuerza con la que sacudió a SuHo contra la pared, ni mucho menos con la que lo estaba ahorcando.
Así que el 15 de noviembre del 2010 a las 02:30 a.m., Kim Jun Myeon murió por asfixia mecánica.
Ki Bum había aprovechado en huir de ese lugar al que llamaba hogar mientras un ebrio Minho seguía desfogando su ira en el ya inerte cuerpo de Jun Myeon. Lo sentía mucho por él, pero su hijo, claramente era mucho más importante.
La libertad nunca le había parecido tan dulce…
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-Vale, entonces déjame preguntar el por qué me estás jodiendo desde tan temprano querido Bummie –dijo con burla.
-¿Para qué más querría yo ver tu asquerosa cara de sapo si no es para que firmes los putos papeles de divorcio? –dijo ya bastante mosqueado
-Boquita de caramelo –se burló –entiende que yo jamás te dejaré libre.
-¿Por qué? –Preguntó desesperado -¡Si ya tienes a TaeMin y a Meali! –Dijo -¿Tu novio y tu hija no te parecen suficientes para formar una feliz familia dejándome de lado a mí?
-Escucha dulzura –dijo acercándose –yo amo con todo mi ser a Tae y a Meali –susurró –pero te odio con la misma e incluso mayor intensidad, por tanto, no voy a parar hasta verte en la miseria. Como sabes, no me refiero precisamente a la miseria económica cariño, no sería tan hijo de puta como para dejar a ese pobre bastardo que tienes sin un pan para comer y un harapo para vestirse.
-¿Entonces? –preguntó confundido
-Entonces nada. Sencillamente no me divorciaré de ti. Razones no tengo, salvo que el aún estar unido a mí, te provoca desesperación y hasta asco. Así que supongo que vale la pena.
-¿Supones? –Preguntó indignado -¿Quieres decir que sacrificarás la felicidad y paz de TaeMin y tu hija sólo para verme sufrir a mí?
-Meali es un bebé aún y no entenderá. Por ello, no va a sufrir.
-Eso no tiene nada de sentido, me refiero a que TaeMin vivirá siempre con la duda de que mientras tú estés casado conmigo, puedas dejarlo y “regresar a mí” –dijo lo último dramatizando
-Tú bien sabes que jamás regresaría con una zorra de tu tipo.
Ki Bum se mordió la lengua antes de contestarle algo. Si quería que MinHo le hiciera caso, debía ser bastante asertivo.
-Bien, pero eso no lo sabe TaeMin.
-No.
-¿No te das cuenta? ¡Si esto sigue así, ni tú ni TaeMin ni tu hija ni yo vamos a ser felices!
-Es un precio que estoy dispuesto a pagar con tal de que aprendas que nadie se burla de Choi MinHo. –Susurró con furia –ahora, si me disculpas, tengo una reunión muy importante. –dijo saliendo de su oficina. Dejando a Ki Bum, como tantas veces, con la palabra en la boca.
Continuará....