Me sentía perdido. Mi cabeza parecía dar vueltas y no podía recordar ni donde estaba ni como había llegado allí. Suspire mientras trataba de enderezarme, la verdad es que se vuelve una tarea muy complicada cuando el mundo parece estar de cabeza. Apoyo mi mano en lo que creía era el piso, pero los pisos no suelen quejarse por el peso de alguien, por lo que abro rápidamente los ojos y miro alrededor. Mala idea… muy mala idea, entre el mareo que me agarró y darme cuenta que junto a mí, desnudo, dormido y babeando estaba nada más y nada menos que el desgraciado de Harry Potter, no le hace nada bien a mi salud.
Me levante lentamente, para no despertar a la bestia que tengo al lado, y, gracias al cielo y todos sus ángeles, yo sigo vestido. Respiro de alivio al notar ese pequeño detalle…bueno ese gran e importante detalle. También noto que no somos los únicos dormidos por aquí, la maldita comadreja, la hermana comadreja, Granger e incluso Zabini y Pansy se encuentran tirados por aquí. Ah no…me olvide también de Longbottom, y Sirius Black?. Okey esto ya es muy raro. Recojo todas mis cosas y me marcho sin hacer ruido alguno.
Lentamente empiezo a recordar cómo llegamos a esa situación tan extraña. Cierto, luego de la guerra Pansy y Granger se hicieron amigas y, en un aparente intento de lograr que todos nos lleváramos bien, organizaron una “fiesta especial para que gatos y serpientes rastreras se lleven de maravilla”. Si eso decía la pancarta que pusieron en la puerta, claramente están locas. Y cuando quisimos escabullirnos y salir corriendo, nos atraparon y nos obligaron a jugar un tonto juego con alcohol, claramente no tolero el alcohol porque al segundo shot ya no recuerdo nada… y creo que al tercero me desmaye. Aunque también me pude haber desmayado porque antes de tener que tomar el tercer shot Potter tuvo que elegir entre tomar o hacer una prenda, el muy desgraciado podría haber seguido tomando, estoy seguro. Pero nooo Potter “voy a demostrar que puedo con todas sus patéticas prendas” tenía que aceptar. La prenda era hacer un maldito striptease, y por mucho que diga, jure y perjure que lo odio…el muy, muy hijo de su… esta como un tren. La guerra y el quidditch hicieron que el cuerpo le quede realmente tonificado. Por suerte pude esconder mi pequeña admiración hacia su estado físico. Porque obviamente no es nada más que una reacción a su físico… PARA QUE ME ENGAÑO SI ESTOY HABLANDO CONMIGO MISMO?. Desde que entramos a Hogwarts no hay nada ni nadie que me llame más la atención, ni que pueda acelerarme el corazón, como Potter.
-Tengo que parar esto –Digo en un susurro, más para mi mismo que para que alguien escuche. Tengo que dejar de pensar en Potter y terminar de una vez por todas con estos sentimientos. Nunca van a ser correspondidos y solo producen dolor, porque veo como se besa con la maldita hermana comadreja y yo no puedo hacer nada. Porque me busque que me odie, busque que no se acercara a mi por nada del mundo. Y lo logré, tristemente lo logré.
Suspiro mientras trato de serenarme. Llego a mi habitación, donde se encuentra Theo durmiendo, el muy maldito pudo escapar. Agarro ropa limpia y entro en la ducha, lo que necesito es ducharme tranquilamente, respirar profundo, ponerme la máscara de “soy el mejor de mundo” y salir como si nada hubiese pasado.
Como si mi padre no estuviera en Askaban y me odiara, como si mi madre no se hubiera suicidado, como si nadie nos odiara (algunos por hacer lo correcto y otros porque no creen que lo hayamos hecho, creen que solo queríamos salvarnos al final), como si mis amigos no hubieran perdido a toda su familia. Como si en Hogwarts todo siguiera igual, cómo si en el mundo todo siguiera igual. Como si la guerra jamás hubiese existido.
Aunque sepa que no es así, tengo que pretender. Tengo que ser fuerte por todos, por mis amigos, por mis enemigos, por Severus, por mi Madre. Las cosas no pudieron haber resultado peor, y aunque lo único que deseo en este momento sea llorar y seguir llorando no puedo hacerlo, no puedo dar siquiera una muestra de debilidad o todos se desmoronarían. Siempre fui el fuerte del grupo, a pesar de que ellos me traten como su hermanito menos, siempre fui el que los mantuvo a flote cuando estaban tristes, o asustados. Por eso no puedo dejar de serlo ahora que más me necesitan. Al diablo con mi ducha para tranquilizarme y serenarme.
Vuelvo a suspirar mientras salgo del baño y noto que Theo se está cambiando lentamente.
-Buenos días Dragón –Me dice con la voz apagada. El padre de Theo dio su vida en la guerra para salvarlo de la marca tenebrosa. Lamentablemente quienes hacen eso realmente “dan la vida”. Era la única familia que le quedaba, bueno aparte de todos nosotros. Al menos él no forma parte de los “mortífagos de Hogwarts”
-Buenos días Theo, como dormiste? –Le pregunto tranquilamente mientras me seco el pelo.
-Bien, me enteré de su pequeña fiesta con alcohol en el cuartucho de los leones. Se divirtieron? –Escucho que intenta bromear. Todos lo intentamos, intentamos volver a lo de antes, o seguir adelante… ya no estoy seguro. Miro mi marca tenebrosa mientras me cambio. Aunque lo esconda con un hechizo “Glamour”, yo sé que tiene varios cortes. No quiero suicidarme ni nada de eso, solo quiero que desaparezca porque es un recordatorio de lo que pasó.
-Muy chistocito Theo, tu porque te salvaste –Le continuo la broma mientras termino de cambiarme.
-Bueno, eso es gracias a que yo sé cuando esas dos planean algo –Me dice con una media sonrisa. Me rio un poco y es cuando Blaise entra al cuarto, parece más zombie que otra cosa- Bueno, parece que alguien se divirtió a lo grande- Continua molestando Theodoro, Blaise solo le contesta con un gruñido mientras entra al baño.
Nos miramos con uno de mis únicos amigos y sonreímos lo mejor que podemos, le avisamos al muerto viviente que lo esperamos en el salón comedor y comenzamos a caminar hacia allá. En el camino podemos escuchar muchos cuchicheos y gritos, ninguno agradable esta de más decir. Tratamos de no darle importancia y entramos al comedor. Se hace un gran silencio mientras nos sentamos y todos se nos quedan mirando, la mayoría con desprecio. Theo se encoje un poco y mira hacia abajo, eso no me gusta. Nosotros no tuvimos la culpa de nada, es más ayudamos en la guerra más de lo que todo el mundo sabe. Sí, nuestra forma de actuar, más con Potter y compañía, fue muy fea, pero así tenía que ser, Voldemort no podía sospechar que no estábamos de su lado o todos hubiésemos muerto. Sacrificamos muchísimas cosas, y perdímos a mucha gente querída asique no estoy dispuesto a pasar por esto. Me siento totalmente recto y voy mirándolos uno por uno, con intensidad, retándolos a desafirame. Veo que la mayoría desvía la mirada y, los que no, fingo desinterés.
Miro la comida, ya no tengo hambre, pero veo a Theo, Blaise y Pansy que están cada vez más flacos y, agarrándole la mano a Theo para que me entienda les ordeno comer. Les digo que tengo que ir a hablar con Severus y que comeré algo haya con él, aunque sea mentira.
-Draco, no lo hagas. No nos mientas- Me dice mi amiga.
-Tienes que comer Dragón –Acota Blaise mirándome con preocupación.
-Les juro que comeré algo con mi padrino –Doy por finalizada la conversación mientras camino hasta la puerta. Salgo casi corriendo hasta las afueras del colegio para tratar de relajarme, me siento en un puente que cruza el Lago Negro, metiendo los pies y balanceándome.
Para cuando quiero darme cuenta alguien me ha empujado al lago, golpeándome el brazo contra una madera y hundiéndome en el agua. Sé nadar, pero me faltan fuerzas y quizás un poco de ganas, me dejo ir mientras miro para arriba y todo comienza a nublarse.