Para cuando quiero darme cuenta alguien me ha empujado al lago, golpeándome el brazo contra una madera y hundiéndome en el agua. Sé nadar, pero me faltan fuerzas y quizás un poco de ganas, me dejo ir mientras miro para arriba y todo comienza a nublarse.
Comienzo a pensar sobre todo y sobre nada. Sé que tendría que tratar de nadar, de salir a la superficie y respirar pero… no quiero. Dije que no quiero matarme y es verdad, no tengo la intención pero si se me presenta la posibilidad… la realidad es que la tomaría, como en este momento.
Cierro los ojos resignado, duele no poder respirar y tragar agua pero estoy cansado. Pienso que ese es mi fin, morir en un sucio lago; Sin embargo parece ser que alguien tiene otros planes. Siento un tirón y que soy arrastrado hacia arriba para luego sentir que presionan mi pecho.
Lentamente comienzo a escuchar una voz.
-Vamos Draco, respira… -Y si, quien otro podía ser sino mi padrino. Quien sin pensarlo dos veces se había lanzado al agua para salvarme, comienzo a toser y eliminar el agua de los pulmones mientras me lloran los ojos por el esfuerzo y el dolor. Cuando presto más atención veo a mis amigos que me miran con ojos preocupados, al igual que los leones, evito la mirada esmeralda del tonto de Potter pues no me interesa para nada cruzar miradas con él. No quiero que vea lo débil que me volví ni lo mucho que me cuesta mantener esta farsa de “estar bien”.
Cuando me recupero un poco puedo notar la mirada seria y severa, aunque también muy preocupada de Severus.
-Estoy bien padrino- Le digo lentamente, mi voz suena rara y me duele la garganta al hablar. Comienzo a mirar a mi alrededor al ver que nadie se va, sé que es una gran noticia que yo cayera al lago y casi me ahogara pero para tanto? Ya me vieron que estaba bien, que aun sigo respirando… asique porque siguen así? Miro a todos y cada uno hasta que mi mirada se detiene en un morocho que, además de preocupado se lo nota enojado mientras mira mi brazo. Mi brazo derecho. Mierda.
Con la caída mi túnica se corrió y quedó a la vista la marca tenebrosa. Bien eso no sería nada, sin el pequeño detalle que, cuando estas a punto de desmayarte y morir ahogado se te olvida mantener los hechizos comúnes que usas en ti. Como el hechizo glamour. Mis cortes se notaban claramente, había por lo menos 6 cortes grandes. Aclarandome la garganta, con mucho dolor, me tapo la marca incómodo.
-A mi oficina luego de que te cambies Draco –Es lo único que escucho de mi padrino antes de que se levante y se vaya. Miro hacia el piso para luego volver a endurecer mi mirada y levantarme tranquilamente.
-Y ustedes que ven eh? Esto no es un espectáculo! –Grito mientras me escurro un poco el agua de la ropa. No quiero mirar a mis amigos ni a mis ex-enemigos, mucho menos al maldito “niño que sobrevivió peleó y venció solo para estar con una cazafortunas”. Okey eso tal ves es un poco exagerado, no es que la familia esa me caiga mal, es que ella me cae mal. Anda siempre pegada a Potter como si no pudiera vivir más de 2 centímetros lejos de él y siempre que el moreno no hace algo que le agrade le grita y arma una escena no importa donde sea. Claramente no tiene clase.
-Draco… -Me saca de mis divagaciones el tímido llamado de Pansy. No puedo ni mirarla a la cara, tengo miedo de derrumbarme si me dicen algo. Le sonrio ampliamente mientras le contesto
-Vaya esta helada el agua. Tengo que cambiarme para no resfriarme, encima seguro que Severus me sermonea una hora entera por ser tan descuidado- Comienzo a caminar como si nada, con una sonrisa que no engaña a nadie ni por medio segundo.
-Draco- Es ahora Blaise el que me llama, menos tímido que mi amiga pero aún algo cohibido. Decido que no puedo responderle, que no quiero escucharlos….que no puedo quedarme más tiempo allí. Asique con un movimiento rápido de varita desaparezco y aparezco en mi cuarto. Sé que es donde primero me buscarán por lo que me apresuro a cambiarme y salir corriendo de allí.
Me escabullo por varios pasillos, puertas trampa y otras zonas de dudosa estabilidad arquitectónica, ya esta oscureciendo y ni aunque estuviese loco iría con mi padrino. Sé que me quiere, se que lo hace..que todos lo hacen porque están preocupados por mi pero aún así no puedo dejar que vean esto..que conozcan como me siento. Ellos también están sufriendo, no tienen porque sufrir más. Yo puedo manejarlo, yo estoy bien.
Llego a la torre de astronomía y me siento en el borde de la ventana, mirando a la luna que empieza a distinguirse mientras el sol se va “apagando”. Aunque quiera llorar estando solo y sacar todo este dolor, no puedo. Es como si hubiese formado un muro que ni yo mismo puedo traspasar. Suspiro y empiezo a balancear mis pies mientras miro hacia abajo. Solo se llega a distinguir negro, un vacio tan grande como el que sentimos casi todos los de los últimos dos años de Slytherin.
-Si tienes pensado saltar por favor hazlo estando solo –Escucho que me dicen. No tengo que girarme para saber de quién es esa voz.
-Porque viniste? –Le pregunto mientras sigo mirando hacia abajo y siento su presencia a mi lado. Que descarado de su parte, sentarse sin ser invitado.
-Tuve el presentimiento que cierta persona estaría aquí, y que tal vez hiciera una tontería. Asi que vine a asegurarme que eso no pasara –responde con un aire altanero mientras se apoya en sus manos y queda recostado hacia atrás.
-Ja-ja que chistoso. Ya viste que estoy bien. No voy a tirarme ni nada de eso asique puedes volver a tu vida –agrego poniéndome en la misma posición.
-Deja de repetir “estoy bien “como un disco rayado. Sí sabes que nadie te cree, verdad? –Lo golpeo suave en el estómago por la pregunta y él se rie un poco. –Ya, en serio, nadie quiere verte así Draco- Me giro a mirarlo.
-Que descarado Potter, que a ti nadie te dio permiso de llamarme por mi nombre- Me ofusca que sea tan confianzudo.
-Quien fue el que me dio un golpe por una broma como si fuéramos amigos de toda la vida? –Se burla, mirándome con una sonrisa muy molesta. Yo solo gruño y miro hacia otro lado. El cómodo y despreocupado ambiente comienza a tensarse lentamente y yo sé por qué.
-Anda preguntalo que te mueres de ganas –Digo desganado.