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¿Doble vida o una simple locura? por Shiromiya

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Notas del fanfic:

¡Hola, hola! 

Bueno, obviamente los personajes de este fanfic no me pertenecen, sin embargo la historia que estan a punto de leer sí ^^7 

A lo largo de las actualizaciones pondre las tan anheladas escenas con lemon y posiblemente Mpreg. 

Pareja: RivaillexEren 


                                     El fin de la humanidad. 



¿Quién diría que aquel día tan hermoso en donde los rayos del sol iluminaban hasta en los lugares más ocultos se tornaría totalmente oscuro?.
Nadie, absolutamente nadie lo creía.

Por la mañana los niños no sólo parecían felices. Lo eran. A pesar de estar encerrados en aquellas paredes que les quitaban totalmente la la libertad ellos aún no estaban conscientes de que sus vidas y futuros colgaban de un hilo.
Sus vidas no les pertenecían...aquellos niños que por la mañana se encontraban jugando felizmente y sin preocupaciones...ya no tenían vida.
Sus cuerpos ó mejor dicho, lo que quedaba de ellos yacían esparcidos por las calles pero no sólo eran los restos de esos pequeños inocentes los que se encontraban esparcidos por las calles si no también de personas adultas, mujeres, hombres, ancianos...incluso sus compañeros y él mismo. Para su desgracia él se encontraba con vida, aunque realmente no estaba seguro de que sus compañeros estuvieran muertos, lo más probable es que se encontraran agonizando por el dolor.

Eren Jeager él chico de esos hermosos ojos ya no irradiaban esa luz de esperanza y determinación que siempre lo caracterizaban ahora se mostraban llenos de dolor, sufrimiento y frustración. Se dio la libertad de cerrar sus parpados y esperar a que su muerte llegara lo más rápido posible ¿Y que más podría hacer si su cuerpo se encontraba debajo de los escombros de una casa?. Las vueltas que daba la vida ¿no?. Inconscientemente recordó la muerte de su madre, ahora él al igual que ella en el pasado se encontraba de la misma manera.

-Papá, mamá...pronto los veré- Abrió los ojos con pesar y dejó que las espesas lágrimas inundaran sus ojos hasta rodar por sus mejillas y que éstas se mezclaran con las frías gotas de lluvia. Nuevamente se dio el lujo de cerrar los ojos deseando no volver a abrirlos.

-¡Pero que insolencia la tuya!-

La reconoció, aquella voz la reconoció de inmediato ¿Y cómo no hacerlo?. Pertenecía a su superior, a la persona a la cual más respetaba y sobre todo a la que amaba más que a su propia vida.
¿Acaso esa sería una señal de esperanza?. No. Ya no existía la esperanza. Decidió ignorar esa voz y continuo con los ojos cerrados.

-¡¿Quién te ah autorizado descansar en medio de la batalla?!- La voz de Rivaille se hizo presente de nuevo, con el mismo tono arrogante de siempre.

-P-pido permiso para descan...-A pesar de su estado actual logró pronunciar aquello pero se vio interrumpido.

-¡Guarda silencio!- Se atrevió a interrumpir con evidente molestia- ...permiso denegado-

***

Su expresión mostraba la misma indiferencia de siempre pero en el fondo estaba sufriendo como todos los demás, por primera vez en todos sus años de combatir contra los titanes había causado nuevos sentimientos en su interior, el miedo, la frustración...la impotencia de no haber podido proteger al cuerpo que se encontraba debajo de esos escombros.

-Perdón, pero...ya no puedo- Eren al decir eso abrió los ojos para ver la cara de su superior, al menos quería ver su rostro por última vez.

-¡He dicho que guardes silencio!- Él no quería decir eso...él quería dedicarle palabras totalmente diferentes pero no podía flaquear en esos momentos...no enfrente de él.

Se acercó hacia el cuerpo del castaño dispuesto a sacarlo de los escombros, comenzando a retirar las partes más pequeñas simplemente para eliminar las cosas que le fueran a estorbar, ya fueran piedras, pedazos de madera y ladrillos.

-Es inútil...- Hablo el castaño en cuanto se percató de las intenciones del mayor.

-En vez de decir estupideces ayúdame a sacarte de ahí- Comentó comenzando a retirar los escombros más grandes.

-Vete...- Sonrió con evidente melancolía.

-Mocoso estúpido, no me hables con tal familiaridad-

No hubo respuesta, se creó un silencio totalmente incomodo pero el pelinegro continuo con sus mismas acciones. Pasaron varios minutos y se percató que el castaño comenzaba a moverse inquieto.

-No te muevas, cualquier movimiento en falso y todo se vendrá hacia abajo causando que los escombros te aplasten-

-Ya me están aplastando...- Dijo tratando de sonar divertido pero lo único que logró fue hacer una voz rara.

-Estas respirando, así que aún no te aplastan por completo-

-Cierto...- Dijo con una pequeña sonrisa.

Al ver esa sonrisa sintió como si la vida le hubiera regresado, si, era por esa sonrisa que continuaba luchando, mientras el chico continuara con vida él también lo aria sólo para velar por su bienestar, para protegerlo y verlo feliz.
De no haberlo encontrado ya se hubiera dado por vencido e incluso se hubiera ido a entregar como alimento a esos asquerosos titanes.

-Te sacare ahora, no te muevas-

Eso definitivamente se escuchó como una orden a lo cual él chico sólo hizo un pequeño movimiento de cabeza, dando a entender que había acatado esas palabras.
De no haber sido por lo inestable de esos escombros Rivaille hubiera continuado con la idea de removerlos pero esa idea se vino hacia abajo al ver que cualquier movimiento haría que éstos se cayeran sobre el cuerpo de Eren y eso era lo menos que deseaba, quería sacarlo en una sola pieza.
Gracias a tres palos de madera que eran los que creaban un pequeño hueco entre el cuerpo del castaño habían logrado retener que todo se fuera hacia abajo, pero al parecer los palos no aguantarían por más tiempo.

-¿Puedes impulsarte con las piernas?- Preguntó ya que si no podía impulsarse le dejaría todo el trabajo a Rivaille al intentar arrastrarlo hacia afuera.

-Um...eso creo...- Respondió con una sonrisa estúpida.

-Tch!...- Chasqueo la lengua molesto por esa respuesta, pero lo aliviaba ver que él chico aún era capaz de sonreír estúpidamente en ese tipo de situación.

Se acercó al menor y lo sujeto firmemente de ambos brazos y comenzó a jalarlo con cuidado, sintiendo como el chico trataba de impulsarse, era bueno saber que aún tenía movilidad en sus piernas.

*[Entorno de Eren]*

¿Cómo había sido posible haber pensado y darse por vencido en aquellos momentos?.
Por unos instantes ya no se reconocía a si mismo él no era de ese tipo de persona que se rendía tan fácil. Mientras tuviera vida siempre tendría una salida.
Respiró profundamente al sentir como él pelinegro lo jalaba fuera de aquel lugar tan asfixiante. Pasaron varios minutos de silencio mientras trataba de salir, quería decir algo pero sentía un nudo en su garganta que se lo impedía.
En cuanto menos se lo esperaba ya estaba fuera, tal vez habían pasado 3 minutos y él ni se había dado cuenta de que ya no estaba atrapado bajo esos escombros. Levanto la mirada y observó que su capitán lo veía fijamente.
Inmediatamente al sentir la mirada ajena sobre su cara se sintió culpable ¿Rivaille estaría enojado con él?, no, eso no era lo que realmente estaba pasando por su mente, se sentía frustrado y enojado por lo que había hecho, ó más bien...por lo que no había hecho.

- Lo siento...en verdad lo siento.- Se llevó su muñeca directo hacia sus ojos y los cubrió para que él oji-negro no viera que se encontraba llorando. Era un mocoso. Tal como su superior solía decirle en ocasiones. Un chiquillo que no sabía lo que hacía.

Él mayor no dijo nada al escucharlo sólo se colocó en cuclillas para tener una vista mejor del chico ya que él aún estaba tendido sobre el suelo.

- No tienes por que pedir disculpas- Lentamente llevó su mano a la frente del chico y comenzó a peinar los cabellos que caían sobre ella. Su voz era la de siempre, sin expresión alguna pero su mirada era diferente al decir esas simples palabras.

- Pero fue por mi culpa...por mi culpa todas esas familias están muertas...- Comenzó a llorar aún más fuerte al sentir la mano del mayor sobre su frente, eso lo hizo sentir mucho peor.

- Eren...-

- ¡No!, ¡Cállese...usted no comprende!- Se atrevió a interrumpir a su superior e incluso alzó más la voz, no quería escucharlo.

- Guarda tus lágrimas para después, este no es el momento para tus rabietas de niño- Definitivamente estaba molesto pero no por eso iba a golpearlo, aunque hubiera sido una buena opción para controlar al castaño y ganas no le faltaban.

- Si tan sólo me hubiera convertido en titán...- Continuó hablando como si el mayor nunca le hubiese dirigido la palabra.

- Pero no lo hiciste.-

- Pero...-

- ¡¡Mierda, cállate de una maldita vez!! ¡¿Acaso no comprendes la situación en la que estamos?!-

-...- Aquella reprimenda hizo que él menor dejara de hablar pero continuo sollozando débilmente.

- Así está mejor. Ahora ponte de pie antes de que los titanes comiencen a rodearnos...-

- Sí...- Pasaron unos cuántos segundos para que Eren se pusiera de pie y caminara hacia él mayor mientras se limpiaba los restos de sus lágrimas.

Aquella situación era algo extraña por el hecho de que ningún titan había aparecido a su alrededor, todo parecía tan tranquilo en ese lugar que mostraba un sentimiento de peligro.

-Tenemos que movernos...- Comentó él pelinegro, aunque eso era una orden.

El menor no dijo nada, sólo comenzó a caminar a un lado de su superior, en cuanto pasaron un par de minutos caminando Eren comenzó a sentir una leve molestia en su pierna la cual comenzaba a hacerse más grande pero aún así trato de ignorar ese malestar. Sería mucho más sencillo utilizar sus equipos de maniobras pero había dos grandes problemas. Primero su equipo se había destruido totalmente al estar debajo de esos escombros...y la segunda, él capitán sí tenía su equipo pero estaba seguro de que no le quedaba suficiente gas, así que sólo lo utilizarían cuando realmente lo necesitaran.
A pesar de haber caminado muy poco ya se sentía cansado.


----------*----------
-Oye!, Eren...¿qué tal me veo?- Preguntó totalmente entusiasmada la pelinegro al enseñarle su nueva vestimenta al castaño.

-...Mikasa, tú te vez bien con todo.- Comentó levemente desinteresado al ver que la chica traía puesta una nueva minifalda color blanco con un cinturón negro de adorno, su calzado eran unas botas negras que le llegaban por debajo de la rodilla y una linda blusa color blanco; con un leve escote y por adorno un gatito negro en la parte inferior de la blusa.

-...¿Dices la verdad?...- Preguntó la chica con un leve sonrojo en las mejillas.

-Totalmente...-

-¡¡Gracias!!-

De lo que nunca se dio cuenta la chica fue que él castaño quería que dejara de preguntarle cosas sobre su apariencia, cada vez que conseguía una prenda nueva se la mostraba y le pedía su opinión. Siempre era lo mismo.

-Vamos, Armin nos espera en la cafetería y ya estamos retrasados.- Dijo él chico al ver que su amiga caminaba demasiado lento al llevar esas botas con tacón.

-Eren, ¡¡espérame!!- Apresuró el pasó hasta llegar a un lado de él y lo sujetó del brazo para evitar cualquier accidente por si se llegaba a caer, aunque también era un pretexto para estar pegada al chico.

----------*----------

Abrió los ojos totalmente asustado...¿qué había sido aquello?.

Sintió su pecho oprimirse con fuerza a tal punto que dejó de respirar. Bastante alterado giró su cabeza a la izquierda...no estaba, él pelinegro no estaba. Repitió las mismas acciones pero esta vez giró su cabeza hacia la derecha, un sentimiento de alivio llego a su interior, ahí estaba él mayor viéndolo con una cara llena de preocupación.
No se dio cuenta de que estaba arrodillado en el suelo hasta que fijó su vista para abajo ¿Cuándo había hecho eso?. Volteó su vista nuevamente hacia el mayor y lo vio moviendo sus labios, pero no lograba escucharlo. ¿Por qué no lo escuchaba?

*****
*[Entorno de Rivaille]*

Tenía su porte serio de siempre, caminaba sin detenerse; claro, siempre con precaución ante cualquier tipo de problema que pudiera surgir pero se le había escapado mantener al menos un poco de atención sobre él menor.

Demasiado tarde.

Detrás de él se escuchó un golpe en seco, el ruido que causó no fue demasiado fuerte pero sí lo suficiente audible como para que él mayor lo escuchara. Se dio media vuelta para ver que es lo que pasaba y se encontró con la figura del menor en el suelo, arrodillado y con la cabeza hacia abajo.

- ¡¡Ey mocoso, ponte de pie!!, ¡no hemos caminado demasiado como para que te derrumbes en el suelo! -

No hubo respuesta.

Avanzó un par de pasos hacia él chico ya que estaba algo apartado de él, muy apenas podía distinguir aquella figura.
Algo andaba mal.
Caminó un par de pasos más hasta llegar con él y de inmediato se dio cuenta de lo irregular que era la respiración del castaño. Al darse cuenta rápidamente se colocó en cuclillas para quedar a la misma altura del menor y así tratar de ver o descubrir que era lo que causaba su problema...pero él chico se estaba hiperventilando.

- ¡Eren! - Dijo su nombre mientras lo sujetaba de los hombros y lo movía un poco, un intento bastante inútil para hacer que reaccionara.

- ¡Abre los ojos!...- Volvió a hablar intentando que él chico saliera de aquel trance; él castaño para ese momento ya se encontraba sujetándose la cabeza con ambas manos y los ojos fuertemente cerrados, sumando aún su respiración irregular.
Aquello realmente andaba mal.

Después de varios intentos fallidos para tratar de hacerlo entrar en razón por fin él menor abrió los ojos sin embargo su vista parecía pérdida.

-¡Eren, mírame!...- Le dijo mientras lo sujetaba de las mejillas.

Nuevamente no hubo respuesta.

Frunció notablemente el ceño, no había tiempo para ser amable, retiró ambas manos de las mejillas ajenas y dio un gran suspiro. Sin pensarlo dos veces levanto su mano derecha y la estrelló fuertemente contra la mejilla del chico; haciéndolo parpadear un par de veces y por consecuencia haciéndolo reaccionar.
Por un acto de impulso él menor se lanzó a los brazos del pelinegro para abrazarlo y comenzar a llorar en su hombro.

-...Oye, no te he golpeado tan fuerte- Comentó al escucharlo llorar, a pesar que el tono de su voz sonaba molesto dejó al chico en la misma posición en la que estaba.

-¿Qué fue lo que pasó?- Preguntó calmado mientras comenzaba a acariciar los cabellos castaños del ojiverde.

-...no sé...- Él menor respondió con una tenue voz.

- ¿No sabes? - En esta ocasión preguntó algo incrédulo.

- Me duele...me duele la cabeza.- Ignoró por completo la pregunta.

Él mayor iba a hablar pero un voz no muy lejana se hizo presente, haciendo que él menor pegara un leve brinco hacia atrás mientras él pelinegro simplemente frunció el ceño al reconocer esa voz.

- ¡¡Eren!!...¿qué ha pasado? - Aquella voz se hizo presente nuevamente.

- ¿Mikasa?...- Preguntó él castaño algo sorprendido mientras se limpiaba las lágrimas que se habían acumulado en el borde de sus ojos.

-...Eren... ¿por qué lloras?- Llegó corriendo para ir a un lado del ojiverde. -¿Acaso él enano te hizo algo?...- Preguntó nuevamente pero esta vez con la mirada ensombrecida.

- No...- Respondió con su voz algo temblorosa, mientras él mayor simplemente se limitaba a ver y escuchar todo con el ceño fruncido.

-Mikasa...pensé que algo malo te había pasado...- Sus ojos nuevamente se llenaron de lágrimas pero esta vez no se permitió llorar.

La chica simplemente negó con la cabeza mientras su rostro mostraba una expresión afligida.

- Estoy bien...todos están bien-

Él ojiverde simplemente suspiró aliviado por esa noticia, sus amigos estaban bien, al fin algo bueno.
El haber asumido que al fin algo bueno había pasado fue totalmente un error, pensé eso en uno de los peores momentos.

Todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos.

Hace unos momentos atrás el lugar en donde nos encontrábamos estaba tan tranquilo, pero esa tranquilidad se vio interrumpida por los sonidos tan exagerados que producían las pisadas de los titanes al correr, y cada vez se escuchaba más cerca.
Entré ligeramente en pánico puesto que él capitán era el único armado, Mikasa sólo contaba con su equipo de gas ya que en el lugar donde deberían estar las cuchillas estaba vacío, y yo...yo simplemente no me podía convertir en titán.
De inmediato me puse de pie ya que en ese momento era él único que se encontraba en el suelo, pero el dolor en mi cabeza era insoportable haciendo que perdiera el poco equilibrio que tenía.

Mikasa al darse cuenta fue hacia donde estaba y me ayudó a estar de pie, giré levemente mi cabeza y observé como Rivaille sacaba ambas cuchillas de su equipo dispuesto a cortar las cabezas de los titanes.

-Mikasa, tenemos que ayudar- Dije apartándome de ella para comenzar a caminar directo a Rivaille.

- ¿Acaso estás loco?- Esperaba escuchar la voz de Mikasa, pero no la del capitán quien se negó a recibir mi ayuda.

- ¡Pero están demasiado cerca y no sabemos cuántos son!-

- Eren, es mejor que vayamos con los demás- Esta vez fue Mikasa quien habló. ¿Cómo era posible que dijera eso?.

- ¡Ya te dije que tenemos que ayudar!-

- Tú amiga tiene razón, váyanse y busquen un lugar que sea seguro. -

- Pero...-

- ¡Cállate y hagan lo que les estoy ordenando!, con tú estado actual sólo me serás un estorbo.- No tuve palabras para reclamar ese hecho, la verdad era que aún me encontraba algo aturdido por lo quemé había pasado pero y el dolor en muy cabeza se hacía más y más insoportable.

- Eren, vámonos- La mirada de Mikasa se veía triste pero había determinación en sus palabras, ella sabía que me estaba haciendo daño con esa decisión, pero entonces ¿por qué no me dejaba con él?.

-No quiero.- Esa fue mi respuesta y avance aún más cerca de Rivaille.

Sabía que los titanes estaban cada vez más cerca gracias al sonido de sus grandes pisadas. Sabía que estaba actuando de una manera bastante estúpida, sabía que les estaba causando problemas, sabía que le estaba quitando tiempo valioso a Mikasa para que pudiera escapar, pero estaba totalmente seguro de lo que quería y era quedarme; si iba a morir sería a un lado de él.

- ¡Mocoso estúpido!, ¡¿Que no haz entendido?!- Él avanzó hacia mí sólo para darme una patada en el estómago y seguido de eso me dio un golpe en la nuca para dejarme inconsciente.

-¡Eren!- Sabía que Mikasa estaba cerca pero su voz se escuchaba demasiado lejos.

-Ya no es un problema, ahora llévatelo de aquí- Al igual que la voz de Mikasa la de él también se escuchaba lejos pero su voz seguía igual de inexpresable.

Sentí los brazos de Mikasa rodearme y de pronto ya no estaba en el frío suelo, ella comenzó a caminar sin detenerse y sin dirigirle la palabra a Rivaille, sabía que ella estaba enojado con él por haberme golpeado; así era ella y estaba seguro de que no cambiaría.

-Ackerman...- Escuché nuevamente la voz de Rivaille quién llamaba a Mikasa, ella sin embargo se detuvo para escucharlo. -Mas te vale que lo cuides y si es necesario hazlo con tú propia vida.-

-...Lo haré, pero no por que usted me lo pide.-

Y eso fue lo último que escuché, mis ojos se cerraron por completo y de inmediato entré en un profundo sueño.
Se que fue un sueño profundo ya que cuando desperté me informaron que había estado inconsciente por una semana entera y en toda esa semana no había rastros del paradero de Rivaille, con los pocos miembros de los escuadrones que habían logrado sobrevivir se hicieron grupos pequeños encargados de buscarlo, pero en todos esos días no habían encontrado nada, ni una pista para averiguar en donde se encontraba...muchos decían que había sido totalmente devorado por los titanes, otros decían que su muerte había sido tan atroz que posiblemente sus restos estaban totalmente deshechos.
Obviamente yo no creía en nada de eso, él era el hombre más fuerte de la humanidad...y lo sigue siendo ya que él está vivo.

Notas finales:

Bueno, ese es todoel capitulo po hoy, espero que les haya gustado, sie es así hagan favor de dejar sus Reviews, y si de plano no les gusto pues haganmelo saber para dejar de subirlo (?) 


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