Había sido un día totalmente fatal...
Fue una mañana bastante lluviosa y se había quedado dormido, lo que no era usual en él, por lo que no pudo desayunar lo suficiente y se había sentido mareado toda el camino a la estación del bus que perdió, así que para no llegar tan tarde corrió hasta la universidad quedando totalmente agotado y de igual modo perdió un tercio de la primera clase. Prometió que la proxima vez estudiaría más temprano y dormiría a horario.
El examen que tenía era un examen bastante importante, pero por escases de tiempo y por tanto cansancio, daba por desaprobado. Así que iba a tener que darlo nuevamente lo que implicaba que iba a tener que estudiar otra vez todo lo que ya había estudiado, eso lo desanimó totalemente. Ahora solo le quedaba esperar a la siguiente clase.
La segunda clase era muy aburrida y densa, el profesor hablaba de manera tan monótona que su estadía en el aula era un somnífero demasiado eficaz. La mayoría de sus compañeros evitaban aquella clase. Él sabía que sí quería no volver a ver a ese profesor tendría que soportarlo el tiempo que duraran sus clases para poder aprobar la materia y no verlo por un largo rato.
Cuando finalmente terminó aquella clase, dio por terminada su travesía en la universidad por ese día. Simplemente quería llegar a su departamento y descansar, ya no podía pensar en nada más.
Bajó ansioso por las escaleras para por fin dejar el establecimiento pero se encontró con su compañero de la clase de economía, Jung ByungHee.
- Ah, Yang SeungHo- se paró en seco y lo miró como si hubiese visto a un ángel. El otro sorprendido, lo miró extrañado.
- ¿Qué tal G.O?- le había puesto aquel apodo por alguna razón que no recordaba, pero le sentaba bastante bien.
- Bien ¡sí se puede estar bien en época de exámenes!- expresó exaltado- Dime ¿tienes los apuntes de la última clase de economía? Estuve un tanto distraído y estoy necesitándolos para preparar el trabajo de la próxima clase...- preguntó ansioso por la respuesta.
- ¡¿T-trabajo?!- el rubio sentía que el mundo se le venía encima.
- Veo que yo no fui el único distraído esta vez- se rio por lo bajo - Tenemos que entregarlo el martes, así que no te preocupes, luego paso por tu departamento y lo preparamos juntos- le sonrió mientras apoyaba una mano en su hombro.
-Ay....- se puso una mano en el pecho- por un momento sentí que iba a morir, ¡Muchas gracias G.O, no sé qué haría sin ti!- le dijo trasladando su mano hacia el hombro apoyándola sobre la del otro fingiendo un llanto que luego se transformó en risa- en serio, gracias amigo- apretando levemente la mano del pelinegro, sonriéndole.
- Reprobarías sin mí y lo sabes- rio a carcajadas - De nada... pero ahora me voy a mi siguiente clase, no soy tan suertudo como otros que terminan sus clases a medio día- lo miraba con envidia.
-JAJA, puede ser... Pero no tienes que venir a clases un sábado a las 8 am- terminó esa frase con un puchero
- Es verdad... Creo que tengo más suerte que tú- dijo mirando la hora en su celular- Ya, me voy, si no llego a tiempo el profesor Kim se enojará... ya lo conoces- le dijo para darle una pequeña palmada en la espalda y seguir subiendo la escalera.
-Adiós, mucha suerte, ¡y no te duermas en clases!- expresó casi en un grito para seguir su camino hacia la salida.
Para ahorrarse algo de dinero había decidido que la vuelta a casa la haría a pie desde que comenzó sus estudios. No podía darse ciertos lujos, no si pretendía mantenerse en aquel departamento mientras estudiaba con un sueldo de camarero de medio tiempo... por suerte sus padres lo ayudaban a pagar cierta parte, sin embargo no quería ser una carga para ellos así que había decidido ser un poco más independiente, aunque sea un poco.
Vio por uno de los ventanales del edificio el cielo grisáceo, pero no parecía preocuparle. Salió del lugar y siguió su camino por el parque que quedaba justo enfrente de la universidad. Aquel camino rutinario era para él una oportunidad de despejar su mente escuchando algo de música. Sentía que todo su mal día estaba comenzando a cambiar de alguna manera, sentía que comenzaba a revitalizarse, sentía que.... sentía que algunas gotas comenzaban a caerle en el rostro.
Miró al cielo, y sí, efectivamente había comenzado a llover. Fue una lluvia intensa que lo obligó a correr otra vez por las calles ajetreadas. Tanto llovía que había quedado empapado totalmente.
Llegó con mucha prisa al departamento donde vivía, subió las escaleras lo más rápido que pudo, necesitaba cambiarse, lo que menos quería era pescar un resfriado en época de exámenes.
Ya quedando frente a su puerta, comenzó a buscar sus llaves. Buscó en sus bolsillos y nada... Buscó dentro de su bolso y nada tampoco. Trató de hacer memoria ¿Dónde fue que vio sus llaves por última vez?...
-¡Ah!...- exclamó recordando que había salido de su casa sin las llaves- …Si seré idiota…- dijo dándose un corto golpe en la frente con la palma de su mano, sin percatarse que en la puerta de al lado se encontraba un joven observando aquella escena bastante graciosa a sus ojos.
-Ey…- lo llamó aquel joven, lo que provocó que SeungHo se girara a observarlo…