Capitulo 1°: Lágrimas derramadas
“Cada noche, cada día, cada despertar, solo pensaba una sola cosa en lo lamentable que soy.”
-no lo hagas James-escuche esa voz retumbar por mi cabeza. Lagrimas brotaban por toda mi cara, sentía el viento resoplar, todo el lugar se encontraba con tranquilidad.
Cerré mis ojos un momento recordando esa hermosa canción que solía cantar ella.
En la bahía de Naniwa Florecen las flores Que se recluyeron en invierno Y ahora que es primavera Florecen las flores.
Di un paso tras otro hasta llegar al borde, estaba decidido a lo que haría, abrí mis ojos y contemple el cielo, de un momento a otro comenzaron a caer gotas por todo mi cuerpo, estaba lloviendo.
Tome la pequeña lanza y la pose sobre mi pecho.
-por favor James tú tienes que vivir.-otra voz esa voz que atesoraba con todo mi ser.
Tome algo de aire y solté un grito-MATAMEEEEEE…..MAAA…..MATAME.-caí de rodillas sobre el piso.-devuélvela, llévame a mí pero a ella hazla regresar.
Solté la lanza de mi mano, y deje mi cabeza caer contra el piso.
Después de unos minutos de odiarme a mí mismo por no ser capaz de lograr hacerlo, cerré mis ojos, recordando cada imagen de ella.
Al despertar note unos pasos caminando hacia mí.
-pensé que ya estarías muerto, sabes en verdad quería ir a tu funeral.-soltó una risa y puso su cara muy cerca de la mía, dejando caer sus largos cabellos en mi frente.
-ella me detuvo, no me deja hacerlo.-me miro muy burlonamente.
-basta de tus delirios pequeño James, ya lo has intentado más demasiadas veces y no logras hacerlo, Eliot quiere vernos lo antes posible.
-no pienso ir.- me levante y me dirigí hacia la puerta.
-te castigara si no obedeces sus órdenes.
-estoy cansado de eso, sabes Lisa odiaba obedecer esas insensatas ordenes de Eliot.-baje la mirada hacia el piso.
-ella solo se preocupaba por lo que estaba bien, no sé porque Eliot no había hecho nada antes.
-no podría echar a su propia hermana.
-a veces es muy blando, pero tienes que ir James, tú no eres el único que sufrió por su muerte.
-lo sé muy bien Jim, me lo pensare.
-te estaré esperando, más te vale llegar.
Salió por la puerta.
Jim era una chica de alrededor de los 23 años, cabello rojizo, de 1´80, delgada, pelo un poco rizado, le llegaba hasta la espalda, ojos cafés oscuros, siempre llevaba ropa negra. Tenía una actitud bastante arrogante, a veces molesta pero en verdad tenía sentimientos aunque no los mostrara, ella era una Nefilim.
Baje por las escaleras de la terraza me pare en el tercer piso hacia mi cuarto el 307, saque mi llave de mi bolsillo y la abrí la puerta.
Estaba todo empapado por lo que decidí darme un baño rápido.
Abrí la llave de la bañera y entre, el agua estaba fría como me gustaba, trate de relajarme un poco y despejar mi mente.
Al terminar me coloque una toalla sobre mi cintura y salí al cuarto para cambiarme, tomé unos pantalones negros, una chaqueta de igual color, una camiseta blanca, y unas botas con cordón, me mire un poco el espejo, tenía el pelo revuelto, lisó de color café castaño, era un poco más alto que Jim, era delgado tenía 20 años.
Formaba parte de la organización de Eliot desdé que cumplí los 16 años, mis padres estaban muertos, la única persona que me quedaba era Lisa pero me la arrebataron, yo la amaba más que a nada en el mundo y sigo haciéndolo.
Suspire un poco, y salí de edificio, camine hasta el parque donde estaba sentado en una de las bancas que se encontraban.
Mire a mi alrededor, todo lleno de árboles, se respiraba una aura fresca y acogedora llena de paz y tranquilidad.
A estas horas no se encontraba casi medien, eran las 7:00 de la tarde, tenía pensado ir a la reunión de Eliot, sus reuniones empezaban a las 12:00 de la noche por lo regular
Respire un poco ese aire, y note a un chico durmiendo recargado en un árbol, sostenía con una mano un libro.
El chico era de menor estatura que la mía amenos media 1´60 y tendría como unos 17 años, tenía el pelo negro azabache, no pude notar el color de sus ojos ya que los tenia cerrados.
Decidí acercarme un poco a él, por lo que me pare del asiento, al llegar me agache un poco y le llame.-oye chico.-estuve sin respuesta unos minutos.
-ehh que pasa-soltó un pequeño bostezo.
-mmm. Casi nada solo que ya está oscureciendo y es mejor que te vallas.
-está oscureciendo-dijo un poco sorprendido.
-son más de las siete de la tarde.-solté una pequeña risa.
-no mis padres en verdad me mataran.-en verdad que estaba asustado.
-tranquilo no pasara más que un regaño, inventa una excusa.
-no los conoces, son muy sobreprotectores.
-si eso lo sabes porque dormiste.
-solo quería un lugar donde pudiera leer en paz.
-ya.-lo mire de reojo- Observando sus ojos negros como la noche.- pero si no te vas oscurecerá más.
-es cierto.-se levantó y tomo su libro y yo imite su acción.
-por cierto soy James.
-Jon, gracias por despertarme.
-no fue nada adiós.
-adiós- se echó a correr mientras levantaba la mano para despedirse.
Yo en cambio me quede parado observando cómo se iba.
Continuara...