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Primaria por panqueque2

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Notas del fanfic:

Holaa ~~ 

 

Éste es mi primer fic, espero les guste y le den mucho amor *-*.

 

Notas del capitulo:

Primer capítulo.

Ojala les guste ~~

Lo miraba pintar tranquilamente con los creyones, uno en cada mano mientras trazaba círculos y líneas de distintos tamaños. Apoyó el mentón en la palma de su mano y se dedicó a seguir mirando al pequeño niño que muy sonriente coloreaba y reía a la par de sus compañeros.

Kim Jongin era educador en la primaria más reconocida de Seúl. A sus escasos 25 años, logró graduarse con honores y conseguir trabajo sin esfuerzo.

Jongin era un joven atractivo, caballero y con una  personalidad atrayente que no dudaba en utilizar cada vez que una bonita chica se cruzaba en su camino. Jongin siempre sintió fascinación por los niños. De pequeño recuerda haber pedido a sus padres un hermano menor pero a cambio, terminó consiguiendo tres cachorros que hasta el día de hoy sigue cuidando cada vez que les visita.

Su vida en general era buena, tenía amigos con los que se juntaba de vez en cuando para desestresarse o simplemente charlar de sus actuales trabajos. La relación con sus padres nunca fue mala, ellos le han apoyado en todas sus decisiones y aconsejado  en los momentos en que ha sentido duda. A su corta edad, contaba con auto propio y departamento en uno de los sectores más acomodados de Seúl. Por esa y otras razones, Jongin no tenía razón para quejarse.

 

Pero no todo podía ir bien en su vida y los problemas comenzaron a llegar cuando entró a trabajar.

Jongin se dio cuenta a sus 17 años que no sólo las mujeres llamaban su atención y lo comprobó en la fiesta que su mejor amigo Sehun organizó. Uno de los chicos más coquetos del colegio, Byun Baekhyun, se acercó a coquetearle. Jongin tuvo que admitir que primero que nada, Baekhyun estaba bueno, segundo, las 5 botellas de Soju que se había tomado le estaban haciendo efecto y tercer pero no menos importante, la forma en la que Baekhyun comenzó a restregar el trasero en su entrepierna, le excitó a tal grado que sólo al día siguiente fue capaz de procesar lo que había hecho cuando se encontró recostado en la pieza de huéspedes de Sehun, desnudo y con un Baekhyun dormido a su lado y en las mismas condiciones.

Pero ser bisexual nunca le trajo grandes problemas, no hasta que conoció a KyungSoo.

La gran disyuntiva con KyungSoo es que al igual que  él, era hombre, mucho menor que Jongin, ¡Ah! Y que apenas tenía siete años.

Jongin no podía dejar de pensar que era un enfermo ¿cómo podría sentirse atraído por un niño? Pero es que KyungSoo no era cualquier niño. Su piel era blanca como la nieve, y contrastaba con sus mejillas rosáceas. Sus abultados labios tenían la forma de un precioso corazón haciendo a Jongin morir de ganas por acercarse y robarle un beso  cuando le veía entrar por las mañanas con su rostro adormilado y su peluche de Pororo bien sujeto bajo el brazo. Y aunque los labios de KyungSoo le fascinaban, Jongin debía admitir que lo que más le cautivaba del pequeño, eran sus enormes y redondos ojos con los que lo miraba cada vez que se acercaba a consultarle algo o simplemente para mostrarle un nuevo dibujo.

Jongin se derretía día a día con las tiernas acciones de KyungSoo. Llegó a conversar de su problema muy abiertamente con Sehun y Chanyeol, sus mejores amigos. Ellos en ningún momento le juzgaron de pedófilo pero sí le aconsejaron que si el problema persistía, fuera a consultar con un especialista.

 

—Amigo, no es normal gustar de un niño. Debe ser simplemente afecto, siempre quisiste tener un hermano menor, quizás este niño ha despertado en ti ese sentimiento de protección.

 

Jongin recuerda las palabras de Sehun cada día. Muchas veces se convencía a si mismo de que su amigo tenía razón pero llegaba el día lunes por la mañana y nuevamente la sonrisa de KyungSoo le hacía dudar y Jongin volvía a sumergirse en su depresión.

 

Volvió a mirar a KyungSoo continuar con sus dibujos. Se levantó de su asiento y caminó hacia él con sus manos metidas en los bolsillos de su pantalón de tela.

— ¿Es un pingüino? Está muy bonito— Dijo.

KyungSoo alzó el rostro dejando a un lado sus colores.

—E-es Pororo — susurró con la vista en el suelo y sus mejillas sonrosadas.

Jongin no pudo evitar sonreír.

—Te ha quedado igualito, buen trabajo Soo.

El pequeño volvió a alzar la vista avergonzado pero su expresión era de gratitud. Jongin le acarició el cabello con delicadeza antes de alejarse a supervisar los trabajos de los otros niños. La pequeña mano de KyungSoo se aferró a la tela de su pantalón y Jongin tuvo que voltear a verle. KyungSoo tenía el dibujo en su otra mano mientras mordía su labio inferior nervioso.

—Es para usted— masculló haciéndole entrega del papel que con mucho esmero pintó.

EL corazón de Jongin saltó en su pecho. ¿Cómo un pequeño gesto como este podía hacer a su piel erizar?

Tomó el dibujo entre sus manos y lo detalló con los ojos, ahora le parecía mucho más bonito.

—Gracias — le dijo a KyungSoo con esa sonrisa encantadora que le caracterizaba.

El niño sonrió de igual forma y con una pequeña reverencia, se alejó a conversar con uno de sus amigos. Jongin le siguió con la vista hasta verle sentar junto a Luhan, uno de sus pequeños alumnos, muy coqueto y agrandado. Pero Luhan no era un mal niño, sólo se creía mayor y le gustaba cuidar de KyungSoo porque decía que éste no era capaz de cuidar de sí mismo, y en parte Luhan tenía razón.

 

El día pasó muy rápido y para cuando Jongin fue consciente de la hora, ya eran las 13:00 hrs, momento para que los niños regresaran a sus casas.

KyungSoo se colocaba su mochila con ayuda de Luhan. Cuando estuvieron listos se despidieron de su profesor y salieron de la sala como almas que persigue el diablo.

Luhan tomó a KyungSoo de la mano mientras iban caminando por los pasillos del colegio.

 

—Maldito Jongin y maldita sala 204 que no aparece.

El niño no pudo evitar voltear al escuchar el nombre de su profesor. Un hombre alto y de cabello rubio miraba una a una las puertas de las salas. Su ceño estaba fruncido pero su rostro era el de un modelo. A Luhan le pareció realmente atractivo. Él a pesar de tener 7 años, tenía claro que no le gustaban las niñas, tampoco los niños de su edad porque eran demasiado inmaduros para él – o al menos eso creía Luhan- . Al contrario, a él siempre le habían llamado la atención los chicos que salían en las revistas o en los grupos de música, chicos con años de diferencia y que se destacaban por su bonito rostro, y justo este hombre, alto, esbelto y rubio, cumplía con cada una de las características  que él buscaba.

Luhan pensó que no podía dejar pasar esta oportunidad.

—Soo espérame aquí, no te muevas ¿bien? — pidió a su amigo.

—Está bien Lu.

KyungSoo muy obedientemente, se quedó quieto y le esperó en un rincón del pasillo. Luhan mientras tanto caminó rápido hasta ubicarse detrás de la imponente figura del chico alto y guapo.

— ¿Buscas al profesor Jongin? — dijo con ese tono de niño bueno e ingenuo que siempre utilizaba cuando quería obtener algo.

El hombre volteó a verle.

¡Dios!, de frente era mucho más guapo. Luhan tuvo que disimular su cara de asombro para volver a su imagen de niño seguro.

—Así es…— respondió el chico de gran estatura. Ni siquiera reparó en la poca formalidad con la cual Luhan se dirigió a él.

—Es la sala de al fondo, mano derecha — indicó Luhan con su pequeña y blanquecina mano — es mi profesor.

EL chico siguió la dirección que su mano apuntó y se dispuso a salir corriendo pero logró percatarse de lo mal educado que sería al irse sin agradecer.

—Gracias niño.

—Soy Luhan — aclaró éste con una pequeña sonrisa— ¿Cómo te llamas tú?

El chico quedó un poco desconcertado por la repentina pregunta del pequeño además, quería apurarse en encontrar a  su amigo.

—Sehun— se apresuró en responder.

—Sehun— repitió Luhan notándose pensativo— me gusta— expresó emocionado y dejo que otra sonrisa se posara en sus labios.

 

A Sehun, Luhan le pareció un chiquillo bastante bonito y con un rostro igual al de una niña, de hecho lo hubiera confundido de no ser por su uniforme masculino.

—Bien… estoy algo apurado Luhan así que me iré, gracias de nuevo.

Y con eso, desapareció entre los miles de niños que salían de las salas. Luhan se quedó viendo el lugar por donde desapareció Sehun, su corazoncito estaba latiendo rápido y supo entonces que por primera vez, alguien había logrado gustarle. Volvió hacia donde estaba KyungSoo y le tomó nuevamente  la mano para continuar su camino. Éste le miró con una expresión de sorpresa en todo el rostro y es que cómo no iba a sorprenderse si Luhan traía una cara de felicidad cosa muy poco usual en él.

— ¿Por qué estás tan feliz Lu? — KyungSoo se atrevió a preguntar.

Luhan le miró de reojo, sonrió aún más grande.

—Porque he encontrado al alguien que me gusta— confesó.

Los enormes ojos de KyungSoo se vieron mucho más grandes por la confesión de su amigo.

— ¿T-te gusta alguien? ¿Es ese hombre con el que conversabas? — preguntó tímido.

 

Luhan asintió. KyungSoo dejó de caminar tirando consigo a Luhan que venía sujeto de su mano.

— ¿Qué ocurre Soo? — preguntó éste al verle tan callado y cabizbajo.

— ¿Te gusta c-como a mí me gusta el profesor Jongin?

 

Luhan le miró, logrando ver sus sonrojadas y abultadas mejillas mientras un puchero se formaba en sus labios. Alzó el rostro de su amigo para hacerle frente y con seguridad afirmó.

—Me gusta tanto como a ti te gusta el profesor Kim, y juntos vamos a lograr hacer que se fijen en nosotros ¿de acuerdo?

Los ojitos de KyungSoo se iluminaron al escucharle hablar, rápidamente asintió y se abalanzó a abrazarle agradeciéndole por su apoyo. Luego de eso, se separaron y ahora sí, se encaminaron hacia el gran portón de salida.

 

 

 

Notas finales:

Gracias por leer , nos leemos pronto.

 


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