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Black & White Souls II por GrimmPanther06

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Notas del fanfic:

En la serie "Black & White Souls" está escrito la introducción de las historias que haré entre otras cosas que están allí escritas. Es la razón por el cual edite el resumen de cada historia para que fuesen únicas, aunque llevan vínculo con la introducción.

 

 

Notas del capitulo:

Segundo Fanfic AU y tal vez OOC(?) que hago. Es un One-shot espero les guste.

Me disculpo si hay algún error en la gramática como en la ortografía. Sin más preámbulos, disfruten.

Disclaimer: Los personajes son propiedad de Tadatoshi Fujimaki.

 

Siendo un guerrero más de las tinieblas era el trabajo del moreno, sus prominentes cuernos que relucía con orgullo lo categorizaban como uno de los más fuertes y respetables del inframundo. Siendo así un demonio con suficiente poder para suplantar al mismísimo Lucifer, pero un defecto suyo, fue la cruel agonía de no volver jamás a ese mundo. Lo que fue como un hogar ha sido nada más que una cruel pesadilla. Cometió un terrible delito en el cual para estos demonios y que de decir de los ángeles era algo para castigar. Su gran delito, fue enamorarse de un humano. Al principio no era su intención, pues solo subía al mundo de los vivos para hacer travesuras en su tiempo libre, pero al encontrarse con este ser lleno de luz, hizo que se interesase, hasta el punto de perderlo.

 

Nunca fue su intención enamorarse, él siendo un demonio, una servidumbre para el rey. Nunca pensó las consecuencias de sus actos, llevando a su ser amado a un destino cruel.

 

Todo comenzó en aquellas oscuras y tenebrosas cavernas; lleno de fuego, gritos, lágrimas y que de decir del cruel trato a los pecadores que caían al inframundo mismo. La vida allí era un total infierno a comparación del cielo. Los demonios tenían la disposición de maltratar a estos pecadores, tenían pocas reglas pues allí casi todo se valía. Los guerreros que iban a la guerra contra el cielo, cada vez iban en aumento, pero pocos de ellos eran los más fuertes y respetados por todos los demás. En este caso, uno de ellos fue el guerrero más notable, por sus enormes cuernos en forma de espiral puestos en su frente, su indiscutible temperamento, ni que decir del cabello azul e igual que sus orbes rasgados. Su tez morena y complexión no tan fornida pero admirable de observar hacia que diera envidia a los otros guerreros.

 

Para ser un respetado demonio también tenía enemigos allí mismo, los celos de los demás hacía que el inframundo temblase de enojo. La ira irradiaba en aquellos demonios que querían más que solo una profesión. Ambiciaban con pelear los más grandes títulos o la fama para ser venerados como reyes.

 

Por el momento su vida era tranquila, siendo guerrero para el rey del inframundo era a la vez un honor y obligación. Su más grande diversión era ir al mundo de los vivos para molestarlos en hacer sus típicas travesuras poco inocentes pues muchas de ellas terminaban en desastres. Un día como cualquier otro, después de una devastadora guerrera con el cielo, el moreno se dispuso a dejar todo aquel estrés en aquel mundo de los vivos. Nunca fue en todos sus años reprendido por los suyos, es más, lo felicitaban por ello. Él solo lo hacía en algunas ocasiones porque estaba tan aburrido estar en su hogar sin hacer nada más que leer pornografía o dormir todo el día.

 

Al caminar por las calles y sin ser visto por nadie porque los seres humanos no tenían el don de ver más allá de lo que pueden ver; se dispone a hacer una que otra travesura, como dejar caer pilas de hierro en las construcciones, hacer que la gente se peleara o hubiera disputas entre policías y gente por desacuerdos. Por ahora, su aburrimiento no saciaba y la diversión se desvaneció. Era para él la misma y simple rutina.

 

Sin embargo, eso se acabó en el momento cuando ve por primera vez a ese ser lleno de luz. Era un chico joven de cabellos rojizos, cejas raras, expresión serena pero ante todo eso, llegó justo a tiempo para presenciar una radiante sonrisa sincera que le dedico a uno de sus amigos supuso el moreno. Cuando lo vio, su corazón empezó a palpitar fuertemente. No supo el porque o cómo sucedió aquello, pero tenía curiosidad por ese humano.

 

Así fue como el demonio lo observó cada día. Era como un fruto prohibido el cual no debía ser probado. Aunque fuese un demonio debería darle igual todo esto, pero había algo en este patetico humano que no podía hacer nada más que saber sus gustos, disgustos, expresiones y demás que con el paso del tiempo lo sabía cada una de ellas. Y sin poder evitarlo, las disfrutaba hasta enamorarse de todas esas cualidades del humano.

 

Por consiguiente, el moreno sin poder evitarlo más, decidió acercarse más al pelirrojo, estar mucho más cerca de él. Aunque este hermoso humano no pudiese verlo. Estaba tan obsesionado del humano, que por primera vez supo el significado de esos raros y repentinos sentimientos que lo invadían.

 

Un día, hubo una guerra contra el cielo, fue tan devastadora que el moreno recibió heridas graves. Sin embargo, eso no impidió el volver a ver a ese pelirrojo a escondidas de todos aquellos demonios. Fue a la casa de este joven por la noche, dejaba rastros de sangre pero no se quejaba, solo contenía el gran dolor que tenía respirando agitada mente. Trepo el árbol que se podía ver perfectamente la habitación del humano pero más que nada, la cama de este. Sentía unas ansias de poder tocarlo. Así que le hizo caso a su consciencia e hizo exactamente eso. Abrió con cuidado el ventanal y se adentró. Miró lo oscuro que estaba pero por vivir en un mundo oscuro, no le era ningún problema ver. Sus iris color azul escanearon el bulto que yacía acostado sobre la cama con las sabanas encima. Se encaminó hacia la cama y se queda en cuclillas observando el fino rostro del pelirrojo.

 

Era la primera vez que lo podía ver así de cercas, y el hecho de que su relajado rostro era hermoso a su vista, no podía negar ahora que estaba completamente enamorado, no, esa no era la palabra correcta. Estaba más que enamorado, lo amaba. Secretamente, una sonrisa minúsculamente sincera se apodero de aquellos labios finos del de tez morena. Inconscientemente, acaricia los suaves cabellos del pelirrojo. Era algo extraño y sorprendente pero al hacer esta acción, parecía que el dolor que estaba sintiendo por sus heridas, poco a poco se estaban aliviando, dándole paz y con solo tocarlo. Se preguntó... que pasaría si lo besaba. Si hacía esto habría graves consecuencias, no era solo de que serían descubiertos por los demonios tiempo después, sino el hecho de lo que le sucedería al inocente pelirrojo que nada tuvo que ver.

 

Cerró sus orbes color azul fuertemente evitando que se acercara más al humano. Se levanto de donde estaba y con una silenciosa mirada a su silueta, se esfuma por donde entró.

 

Le era doloroso no poder ser visto, acariciarlo como el quisiese y que el pelirrojo lo pudiese sentir, el abrazarlo fuertemente, el reírse con él como si todo problema se pudiese resolver con sonrisas, el verlo a la cara y poder decir sus sentimientos, pero le era mucho más doloroso el hecho de que no pudo decirle Te amo. Por qué cuando se hizo de día, y el moreno se acercaba al pelirrojo, los demonios que hacían travesuras se dieron cuenta de esta interacción, haciendo que el moreno y el pelirrojo tuviesen un cruel destino.

 

El peli azul encadenado al estrado con demonios y ángeles viéndolo acusadora mente, había dicho entre dientes que no le importaba el hecho de que no pudiese más estar en su preciado hogar, ser extinguido y no poder nunca más volver entre los tres mundos, pero no era justo que el pelirrojo a quién no tuvo nada que ver con esto, tuviese que morir y tener su mismo destino. No era justo, ¿acaso el amar a un humano era un gran delito?, si era así ¿porqué no dejaban que hiciese lo que quisiese?, es un maldito demonio puesto en el infierno. ¿Por qué los ángeles deben decidir arrebatar la vida de este hermoso ser lleno de luz? no ha cometido algún delito, era inocente. ¿¡Por qué!?

 

Lleno de dolor en su corazón y rabia por no tener la fuerza suficiente de imponerse ante ellos, tuvo que ver el cruel trato a su pelirrojo. Lo llevaron a que viera con sus propios ojos, como los ángeles se encargaban de eliminar al joven. Grito de agonía y desesperación el moreno, pero todo fue en vano. Sin poder evitarlo, le pidió a los ángeles y demonios un último deseo antes de morir. Estos, no teniendo nada que perder pues sería como quiera eliminado también el moreno, concedieron su deseo.

 

Solo tenía unos minutos antes de ser eliminado. Y ahí estaba parado justo enfrente de su preciado humano. Le habían dado el privilegio de estar a solas con aquel pelirrojo en aquel y raro mundo que desconocía, pero estaba totalmente feliz porque aquel pelirrojo podía por fin verlo. El pelirrojo sin poder creer lo que veía frente suyo abrazo con fuerza al moreno. Este sin entender la reacción de su amado, se aleja de este y pregunta...

 

- Tanto tiempo he anhelado tocarte, sentirte entre mis brazos, besarte, pero... ¿acaso me conoces?

 

- Eres Aomine Daiki, lo sé.

 

El peli azul atónito, abre un poco la boca y la cierra sin poder decir alguna palabra. ¿Acaso su pelirrojo lo podía ver todo este tiempo?

 

- Daiki... - sus orbes del mismo color que su cabello, miró con una sonrisa triste al de tez morena.- Estoy muerto, ¿verdad?

 

El moreno no pudo esconder su expresión de total culpa. En ese momento se sentía como si fuese un humano como su amado. Volvió a mirar con agonía y dolor a su pelirrojo asintiendo no pudiendo articular un Lo siento, pero sus labios inconscientemente lo habían dicho aunque no hubiese ruido. Y el pelirrojo entendió.

 

- Daiki, no te culpo - le sonrió con una sonrisa radiante y sincera, haciendo que el moreno se le llenara el corazón de diferentes sentimientos. Culpa, dolor, felicidad y paz. Culpa porque no tenía el derecho de recibir aquella hermosa sonrisa. Dolor por el simple hecho de que cuando pasasen los minutos, jamás lo volvería a ver. Felicidad porque no importa las circunstancias, ansiaba tanto que el pelirrojo tan siquiera una vez le diera una de esas sonrisas y solo para él. Y paz, porque aquel humano que alivio su dolor, su corazón... sabía que el no ser culpado lo llenaba de paz.

 

Al instante, agarra por los hombros al pelirrojo y lo acerca a él para abrazarlo fuertemente. Se quedan unos minutos así juntos y el moreno separa unos pocos centímetros del pelirrojo para poder verlo a los ojos.

 

- Taiga... Te amo. - Lo miró fijamente y en sus últimos minutos, se acercó a la oreja de este para susurrarle.- No importa si pasan años o hasta siglos... te estaré esperando en el nuevo mundo. - Se aleja de su oreja para ver a su pelirrojo derramando lágrimas, de allí a unos cuantos segundos que les quedaba para estar juntos, le besó, para después desaparecer junto al pelirrojo con una sonrisa radiante como la del pelirrojo cuando escuchó que en el último segundo le dijo Te amo, Daiki.

 

Pasaron millones de años cuando por fin pudieron reunirse de nuevo. Re-encarnaron ambos como los guardianes del templo celestial. Sabían los ángeles y demonios sobre ellos pues no olvidaban esos rostros, pero como habían pasado todas las pruebas que les habían hecho todos esos años, los ángeles decidieron tenerlos para que fuesen los nuevos guardianes.

 

Estos seres ahora angelicales, se miraron por primera vez con grandes sonrisas en sus rostros. Sabían que algún día se volverían a ver y ya no había poder inhumano que los pudiesen separar. Lo que fue un destino cruel se convirtió en un buen destino para estos hermosos seres.

 

El gran misterio para Aomine cuando pensó que su pelirrojo podía verlo todo ese tiempo que lo observaba, era falso, pues el pelirrojo lo reconoció desde que eran niños. Humanos. Por un delito que cometió el moreno en su adolescencia y morir tan joven fue inmediatamente puesto al infierno, pero aquel pelirrojo aun sí fuese demasiado grave el delito, nunca dejó de amarlo. A tal grado que sabía que lo observaba desde lejos, pues lo podía sentir muy dentro de su ser.

 

Fin.

Notas finales:

¡Hey! Gracias por leerme hasta aquí y espero que les haya gustado. Es bienvenida cualquier crítica constructiva. Espero responder pronto. Grazie.


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