No hay nada más bello que disfrutar de tus 17 años recién cumplidos en compañía de tus amigos, poder salir cuando quieres y con quienes quieres, no sufrir por el reprobar materias o el soportar a unos padres hostigosos, al menos nada de eso había en mi vida, podía decir que tenía una vida normal, nada anormal o que saliera de lo común, solo un pequeño e insignificante (o al menos para mí lo era...) que me hacía diferente de mis demás amigos.
Estaba en el salón de clases, viendo como el profesor de biología humana daba escribía sus típicos garabatos en el pizarrón, mientras todos esperábamos con ansias (sarcasmo) el tema del día de hoy. Yo me mantenía concentrado observando por la ventana esperando el momento en que el chico nuevo (ni tan nuevo con el que llevábamos seis meses de conocerlo) hiciera aparición.
-Muy bien chicos-habló el profesor con un tono demasiado diferente al que solía usar todos los días- hoy iniciaremos un tema nuevo-sonrió- y quiero saber que tanto saben de ello.
Todos en el salón intercambiamos miradas tratando de predecir el tema de la clase.
-Hoy hablaremos de sexo.-el rostro de mis amigos cambió drásticamente, parecían... bueno, no parecía, realmente sabían algo al respecto, ya que todos los que conozco tuvieron su “primera vez” desde inicio de primer año, ya sea como ukes o semes... murmuraban entre ellos como todos unos expertos.-Joven Lu, ¿Qué nos puede decir al respecto?-el maestro se dirigió a mí, la respiración se me paralizó, las manos me habían empezado a sudar y las palabras se me atoraban en la garganta, no tenía experiencia alguna con respecto “eso”, todos en el aula callaron esperando a mi respuesta. –Joven Oh Sehun-me salvó la campana-es la cuarta vez que llega tarde a clase, la siguiente ocasión irá suspendido a casa-el chico “nuevo” de rubios cabellos había hecho aparición.-El hecho de que usted venga de un colegio cuyo nivel es superior al de nuestro instituto no le otorga el derecho de burlarse de los profesores-el chico sólo lo ignoró y se acomodó en su asiente que justamente se encontraba enfrente mío. Oh Sehun era el chico nuevo, y como había explicado el profesor, venía de un colegio donde el sistema era más “avanzado” que el nuestro, estaba el en primer año, pero de la noche a la mañana terminó en último año... algo complicado de explicar.
-Joven Do KyungSoo... que nos puede comentar usted al respecto-y el maestro cambió de presa... me sentía agradecido, y el aire volvió a mí.
***
Las clases habían terminado, había ido a refugiarme a la cancha arboleada para que al menos la sombra de uno de los cerezos pudiera tranquilizarme por lo sucedido en la clase de biología humana. Pero mis amigos no tardaron en hacer aparición tacleándome con preguntas incomodas.
-Luhan!-gritó Xiumin- ¿Qué pasó allá?
-Empalideciste!-rió Tao. Yo sólo mantenía la mirada cabizbaja.
-No es gracioso.-me defendí.
-Oye Lu, ¿aún eres virgen?-me preguntó Lay haciendo a un lado a los demás.
-Si-respondí después de tragar saliva.
-¿Es en serio?-preguntó Kristal. Solo asentí con la cabeza. Todos guardaron silencio haciendo una expresión como si fuera algo imposible de creer.
-Tenemos que ponerle remedio.-insistió Lay como si fuera algo de lo que dependiera mi vida.
A lo lejos venian JongIn y Wu Yi Fan, KyugSoo no tardó en poner al tanto a su novio de segundo año.
-¿Y porque no lo intentas?-dijo el moreno.
-No tengo con quien...-me excusé.
-Explícate-exigió Wu Yi Fan.
-Mi último novio fue en la secundaria.
-¿Y porque no le pides el favor a Sehun?-sugirió Lay. Sentí como un fuerte escalofrío me recorrió toda la espalda.
-No sería mala idea-sonrió Kristal.
-Sabemos que te gusta, ¿no?-insistió Xiumin. En eso tenía toda la razón ya que desde que lo conocí, sufrí el muy mencionado “amor a primera vista”, pero no podía decir lo mismo de él hacia mí.
-Cómo si fuera tan fácil decírselo...-desvíe la mirada cruzándome de brazos.
-Ya... entiendo-dijo Kim JongIn,-entonces-se separó un poco tomando a Wu Yi fan, Lay, Xiumin y a Chanyeol (quien se había mantenido callado toda la discusión)-¿Quién de nosotros te gusta para tener tu primera vez?- ¿lo decía en serio?, volteé a los lados viendo como KyugSoo me veía con recelo al igual que Kristal, Tao y Baeckhyun lo estaban haciendo... sin decir nada, corrí molesto lejos de donde los demás estaban, no era gracioso, no era algo para tomarse tan a la ligera...
Corrí hasta llegar a otra de las canchas que se encontraba al otro lado del instituto dando vueltas desesperado.
-Como si tan sólo pudiera decírselo...-grité frustrado.
-¿decir qué a quién?-escuché una voz que respondió a mi propia interrogante. Regresé la mirada viendo a un alto detrás de mí.
-Sehun...-dije asustado-no te había visto
-No hay problema... ¿te ves fastidiado?, ¿cansado?-preguntó.
-Si... todo eso y más.
-¿Qué pasó?- se detuvo enfrente de mí.
-Aaah-suspiré- ya sabes como son los del salón, me habían puesto a escoger con quien tener mi primera vez-la expresión de Sehun cambió a confusión, extrañeza.-todos ellos ya tienen pareja y si terminaba escogiendo a uno sentiría remordimiento y me terminarían odiando... pero-hice una pausa-¡AAAhh!-grité pasándome las manos por los cabellos.
-¿Note gustaría tener tu “primera vez” conmigo?-levanté la vista, su mirada era seria como siempre, sus labios formaban una fina línea pero podía ver algo en él que me daba entender que lo decía enserio.
-¿eh?-pregunté sin entender lo que había dicho...
-Lo que escuchaste... Yo no tengo a nadie así no podrás sentir “remordimiento” como dices.-hizo una ligera sonrisa. Inconscientemente, accedí con una mueca. Juntos caminamos fuera del colegio cruzamos sólo un par de calles hasta llegar a un edificio nada lejos del colegio.
-¿Y tus padres?-pregunté nervioso.
-No vivo con ellos. En mi antiguo colegio me acostumbré a vivir sólo, mi madre solo me vista algunos fines de semana.
No dije nada. Entramos a un pequeño departamento pero al mismo tiempo acogedor con un dulce aroma..., aaa, aaa, aaa, no sabría cómo explicarlo.
Me senté en un mullido sillón color hueso con aroma a te de burbujas de leche. Dirigí la vista hacia dónde Sehun quien estaba en una cocinilla sirviendo un par de vasos con agua, pude notar que algo efervecía en ellos, o eso parecía.
-Ten-me tendió uno de los vasos. Lo observaba con desconfianza.-No es veneno- me sonrió-me lo agradecerás.-me empiné el vaso bebiendo todo su contenido, por el rabillo del ojo pude notar una mueca, una sonrisa ladina en el rostro de Sehun. Él también bebió su vaso, y estando los dos vacíos, los llevó de regreso a la cocinilla. A los pocos segundos, comencé a toser, la cabeza me daba vueltas y una horda de calor hizo aparición en mi cuerpo... Me levanté del sillón, para apoyarme en uno de las paredes de la habitación, Sehun se aproximó a mí tomándome por el rostro buscando mis labios con desesperación acorralándome en la pared. Su cuerpo se encontraba demasiado pegado al mio, su tacto me provocaba escalofríos.
-Hyun...-decía entre besos- me... ah... me gustas...-rodeé su cuello con mis brazos, sus labios eran demasiado rápidos y ágiles en comparación con los mios, escuché como mi saco del uniforme había caído al suelo junto con el de Sehun, torpemente entramos a la única habitación que había en el lugar, por obvias razones, la habitación de Sehun, quien me había dejado caer sobre la cama levantando mis brazos sobre mi cabeza, abriendo bruscamente mi camisa, sus labios rozaban mi cuello, mi clavícula y sus manos acariciaban mi abdomen, me gustaba la sensación qué éstas dejaban cada vez que pasaban por cada milímetro de mi piel, trataba de no liberar suspiros o gemidos pero era algo muy difícil de hacer, más si era Sehun quien los provocaba, volvió a acercarse a mis labios, introduciendo su lengua dentro de mi boca para jugar con la mía a la vez de que “inspeccionaba” todo el espacio que había en ella, eso me robaba el aire, pero aun así no me separaba de él, me camisa calló al suelo, mientras que la de Sehun seguía intacta, torpemente desabrochaba botón por botón hasta dejarla también en el suelo, mis manos pasaban por la espalda de Sehun hasta sus caderas y la curva de su trasero, sus rodilla rozaba con mi miembro al igual que su abdomen tallándolo por encima de la ropa, no podía controlar el no retorcerme, quería algo más, pero no podía decirlo ya que Sehun me tenía atrapado. Mordió uno de mis labios haciéndome gritar, gemir, suspirar... pedir por más...
-Sehunnie... ahhh...-me vio, me sonrió de forma lasciva, y de un cajón sacó una pequeña soga con la que amarró mis manos a la cabecera de la cama.
-Esto te va a gustar-susurró sobre mis labios delineándolos con su lengua.
Desabrochó el cinturón de mi pantalón y de un solo jalón, éste terminó en el suelo con el resto de la ropa, abrió mis piernas acariciándolas suavemente, y entre ellas se abrió espacio, mordía mi cuello, lo lamía hasta llegar a mis pezones, mordiéndoles, succionándolos, chupándolos agresivamente, pero al mismo tiempo de una forma tan placentera, mientras que una de sus manos acariciaba mi miembro que cada vez se ponía más erecto, en cualquier momento podría correrme y aún así seguir pidiendo por más, mis caderas se retorcían y mi espalda se arqueaba, soltando gemidos cada vez más enloquecedores, cada vez que Sehun me tocaba, la temperatura de mi cuerpo aumentaba, cada vez que me besaba, no quería soltarlo...
-¿Quieres más?- ¿era sarcasmo o qué? Claro que quería más.
Aún seguía jugando con mis pezones, mordiéndolos a su antojo, hasta qué los dejó, desabrochó su pantalón, quitó mi bóxer; una prenda más para lo colección del suelo, introdujo uno de sus dedos dentro de mí, dolía, grité, pero después se volvió en algo mucho más agradable, introdujo un segundo dedo, éste ya no dolió, hacía un movimiento de tijerillas, más gemidos de mi parte, mis manos trataban de desatarse pero el nudo de Sehun había sido perfecto. Un tercer dedo, definición de éxtasis completo.
Sacó sus dedos, posteriormente introdujo su miembro, grande... caliente, palpitante, había entrado con dificultad, y en cada embestida, éste se expandía cada vez más, mis gritos ahora eran totalmente desenfrenado, éste entraba y salía de mí haciendo que mis caderas se partieran en dos, no sabía por dónde estaba... sólo sabía que estaba dentro de mi marcándome en cada entrada y salida que éste hacía en mí. Busqué los labios de Sehun, que éstos me terminaron encontrando a mí, la cual hacía lo mismo que le miembro de Sehun, marcar un ritmo frenético con nuestros labrios, ahogaba mis gemidos en los labios del rubio.
Rodeé sus caderas con mi piernas haciendo que su miembro entrara más en mí, había llegado más lejos, sacando un lado de mí que ni yo mismo conocía.
-Lulú...-su voz era tan sexy...-¿te... gustaría... salir... con mi...migo?-me había preguntado sin dejar de besarme, ¿verdaderamente esperaría a que le respondiera en una situación así?
-A... acep...to...-dije entre un gran gemido.
Sus estocadas volvieron pero ahora más fuertes, sentía como algo caliente corría por mis entrañas... se había corrido dentro de mí. Desató mis manos dejando unas marcas rojas alrededor de mis muñecas. Sehun cayó a un lado mío acariciando mi rostro, esto no había sido todo, yo lo sabía, me posé encima de Sehun juntándonos en un nuevo beso, más lento, para saborearlo mejor, sus manos recorrían mi cuerpo, todo lo que tenía a su alcance.
-Quédate así-me susurró al oído, obedecí, y a los pocos segundo sentí como me había vuelto a penetrar, yo me mantenía recargado en mis manos y mis rodillas, los gemidos y gruñidos de Sehun se mezclaban con los mios, las piernas me temblaban, ya no podía contener el equilibrio, contraía mis paredes, haciendo que Sehun gimiera a la par que yo, sus manos, se aferraban a mis caderas jalándome más a él, en ésta posición era la única forma en que Sehun podía entrar por completo en mí, ahora lo sentía más grande y más caliente que al principio.
Sin salir de mí, se acercó a mi boca, para besarme a la vez que me penetraba, la fuerza de las embestidas de Sehun era tal que cualquier dolor se quedaba atrás después de esto.
Por segunda ocasión volvió a correrse dentro de mí, nos separamos cayendo rendidos, caí en el regazo de Sehun, éste acariciaba mis cabellos empapados en sudor, mi respiración estaba toda descontrolada, pero no pasó mucho tiempo en que volviéramos a la normalidad.
Sehun se sentó en la cama, volviendo a sacar “algo” del mismo cajón de dónde sacó la soga, la vista la tenía nublada, así que no pude ver que era. Bruscamente, me volvió a besar, con el fin de introducir algo en mi boca, era algo de amargo sabor que terminé tragando. Nos separamos dejando un hilillo de saliva, me sonrió...
-Me lo agradecerás...
Éste sería un largo día.
***
Estaba en el salón de clases observando a través de la ventana a que Sehun hiciera aparición, ésta mañana habíamos llegado juntos al colegio, ya que, (como se puede suponer y por obvias razones) la noche anterior me había quedado en su casa. Habíamos llegado, Sehun me tomaba de las manos, ya que ahora él era mi novio... después de tanto tiempo.
-Luhan-escuché a Lay algo asustado-¿Qué te pasó en las muñecas?-señaló las marcas que tenía alrededor de ellas.
-Un accidente.-sonreí inocente, ya que yo no era bueno dando explicaciones innecesarias.
***
Era el tiempo de receso, todos mis amigos, Sehun y yo estábamos en la cancha arboleada como solíamos hacer todos los días.
-Oye.-rió JongIn-me llegó el chisme de que Sehun y Lulú son novios.-casi me ahogo con mi bebida al escucharle.
-¿Si?-sorprendido, dijo KyungSoo-¿Desde cuándo?-se dirigió a mí.
-Desde ayer-respondió Sehun a la vez que me tomaba de la mano y plantaba un beso en ella. Yo sólo sonreía algo tímido.
-¿Y cómo te le confesaste?-siguió JongIn emocionado.
-Mientras teníamos sexo.-y una vez más estuve a punto de ahogarme. Todos se quedaron boquiabiertos al escuchar la noticia.
-¿Es en serio?-dijo Lay sorprendido.
-Es la forma más extraña de confesarse a alguien que he oído.-rio Xiumin.
-Eso explica las marcas de tus manos.-siguió Lay incrédulo.
Este sería un largo día.
Las clases habían terminado, caminaba fuera del colegio con las manos en los bolsillo, ¿Qué explicación le daría a mis padres de las marcas en las muñecas?, tenía tiempo suficiente hasta llegar a ella.
-¿A dónde vas?- Sehun corrió a mi atrapando mi boca desesperadamente.
-A mí... casa...
-Te acompaño-dijo sin dejar de besarme.
-No... ahhh Sehun... suéltame...-sus manos sujetaban de las mías.
-Con una condición...-pregunté (según yo) con un gemido.-Su jugamos un rato...-una oferta tentadora... y una sola respuesta para ello.
-Acepto.