Konohagakure, bastante reconocido por sus instituciones y buenos restaurantes –como también por su alta gama de hoteles- era el lugar más elegido si de vacaciones se trataba, no solo por sus maravillosas vistas sino también por ser un lugar rodeado de bosques en el cual se disfruta de la tranquilidad de la naturaleza –eso para los amantes de la paz y tranquilidad- por otra parte también gozaba de diferentes centros de recreación, tiendas de ropa, o del famoso parque de atracciones AkatsukiLand, un lugar lleno de diversión, con diversas atracciones conocidas, entre ellas el Chidori y el Rasengan dos de las más rápidas del parque –eso para aquellos amantes de la velocidad y la no tranquilidad- todo ello conseguía que Konohagakure fuera un lugar muy visitado. Pero no todo era diversión, si bien era el lugar más elegidos por los turistas, Konoha también contaba con sus centros escolares entre ellas destacaban la Guardería Konoha, la Primaria y Secundaria Shinobi –dividas en dos edificios- y por último la Universidad AMBU.
En esta historia nos centraremos en la guardería Konoha, y más específico en el pequeño que asistía a esta.
Sasuke Uchiha, el hijo menor del matrimonio Uchiha –Fugaku y Mikoto- y su hermano mayor –Itachi.-
A diferencia de otros niños –y a pesar de tener 5 años- Sasuke poseía un carácter algo fuerte –realmente ¿quien iba a imaginar que alguien tan pequeño pudiera tener tan mala leche?- para Sasuke, lo más importante era demostrar que era mucho mejor que su hermano mayor –del cual planea vengarse- y demostrarle así a su padre que él era mucho mejor– en ocasiones como aquella, Fugaku no sabía si sentirse bien por la motivación de su hijo, o mal por oírlo decir que se iba a vengar de Itachi en nombre del clan ¿ De que jodido clan hablaba? Eso solo Sasuke lo sabia.-
El pequeño vengador –nombre autoimpuesto por él mismo- asistía a la guardería Konoha –algo inútil según él, tendría que estar planeando su venganza y no en la estúpida guardería esa- aunque eso no estaba a discusión cuando su amorosa –como también terrorífica- madre le decía amablemente –y con aquella mirada de “si no vas te daré dos azotes en el culo por no hacer caso”- que debía ir. Estúpida ley que prohibía a los infantes saltarse las clases, estúpidos maestros que llamaban para decir que intentaba saltarse las clases, estúpido Itachi roba ensalada de tomates, estúpidos todos (menos cierta persona)-
Itachi, aquel ser –según Sasuke alguien tan maligno como él no podía tener nombre- que le había echo tanto daño. ¿Qué clase de hermano se atreve a comerse la ensalada de tomates que con tanto esfuerzo, sudor y lagrimas –ni tanto- le había echo su madre? Peor aún. ¿Qué clase de hermano se atreve a cometer ‘tomacidio’ –nombre impuesto por Sasuke también- delante de su hermano menor? Sí, Itachi Uchiha era un monstruo a los ojos del pequeño Sasuke –cabe recalcar, que el tomacidio, es el acto en el cual en lugar de coger los tomates y cortarlos de forma suave e indolora (método solo usado por Sasuke) los trituras de manera sádica y desalmada esparciendo sus restos por todas partes- Itachi era un desalmado y Sasuke, como el último Uchiha –con sentido común según él, ya que sus padre no veían nada malo en triturar tomates- iba a tomar venganza sobre esto, en nombre de todos los tomates “asesinados” como también en nombre del clan Uchiha y el suyo propio.
Pobre de ti Itachi, ¿Quién te iba a decir a ti, que ganarías el odio de tú pequeño y tonto hermano menor, solo por querer hacerte zumo de tomate?
Esos pensamientos eran los que rondaban la mente de Sasuke, mientras iba directo hacia la guardería en coche. Une vez allí, Mikoto estaciono su auto y se preparo para otra lucha con Sasuke, o eso pensaba, por que en frente de la puerta de la guardería, dándole la bienvenida a los niños estaba la única –y que se recalque la palabra única- persona capaz de hacer que Sasuke baje del coche.
Naruto Uzumaki Namikaze, a pesar de contar con 14 años, ayudaba en la guardería de sus padres –claro, eso después de que Sasuke consiguiera que la última chica renunciara, estúpido mocoso malcriado.- Y no era que al pequeño Uzumaki le molestara cuidar a los niños, es más, los adoraba, eran todos tan tiernos, con sus caritas redonditas, con sus risas tan dulces y sus ojitos tan expresivos, y todas esas cosas que hacían a los niños adorables, claro eso si hablamos de un niño normal, si bien Sasuke era adorable –y más te valía no decir eso en voz alta- distaba mucho de ser un niño “normal” – ¿Puede un infante tener una mente tan perturbada? – esa era la pregunta que se hacia constantemente Naruto, como también la de -¿Y a que hora viene por el mocoso?- No era que odiara a Sasuke, al contrario, si sabías leer bien al pequeño era una monada de niño, realmente podía llegar a ser dulce –y cuando dormía era todo un angelito- pero estando despierto y con su modo vengador activado -¿Vengador? ¿Enserio? Los niños a su edad se ponen nombres más lindos, como caballero, héroe, o cosas así, recordaba que de pequeño él lo hacia mucho eso de ser un héroe ninja- podía ser todo un dolor de cabeza, realmente el pequeño era algo de temer.
Y hablando del rey de roma, ahí, como todas las mañanas estaba Mikoto-san, intentando bajar al pequeño Uchiha del coche –para ser tan pequeño el mocoso tenía fuerza- y una vez más tendría que ir él al rescate, se estaba planteando eso de ser héroe e intentar cambiar la mentalidad loca del pequeño Uchiha.
-Buenos días, Mikoto-san’ttebayo – Ah, ahí estaba su salvador, Naruto era su pequeño ángel dispuestos a ayudarlo con su pequeño “vengador”.
-Buenos días, Naruto-kun.-
-Buenos días a ti también Sasuke’ttebayo.-
-Jum… dobe.- 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7… eso es Naruto, vas bien sigue contando y no mates al pequeño, aun eres muy joven para ir a la cárcel.
Y sin mayor esfuerzo el pequeño Uchiha bajo del coche, obviamente, no es que lo hiciera por su bonito dobe, no, no era nada de eso, solo que justo en aquel momento recordó que también su misión –secreta obviamente- era la de proteger a su rubio despistado, de todos aquellos niños tontos que se creían con el derecho de monopolizarlo sin más, tsk…estúpidos parvulitos.
-Vamos, dobe, se hace tarde.- Mikoto a veces se preguntaba que pasaba por la mente de Sasuke, pero de momento prefería ignorarlo, mientras que Naruto rezaba a cualquier deidad por paciencia y no acabar matando al pequeño Uchiha.
oOoOo
-Bien, en la clase de hoy vamos a dibujar aquello que más nos gusta.-
-Naruto-sensie – la pequeña Sakura Haruno, era una niña de cabello rosa, con unos bonitos ojos verdes, era de las que tenían esa aura de niña buena, aunque claro, eso a Naruto no le engañaba, si bien era una buena niña, también tenia su lado loco, al igual que la pequeña Ino Yamanaka, según Naruto, la única que se salvaba era la pequeña Hinata Hyuga –aunque claro esta, no era como que se fiara mucho, un día de estos y le sale que la niña se le trastoca del coco, con los compañeros que tenía no le extrañaría para nada.-
-Dime Sakura-chan.-
-¿Podemos hacer un dibujo de la persona que nos gusta?- Adiós tranquilidad. Ahora iba a empezar el jaleo de todos los día, primero serian las niñas chillando por querer dibujar a Sasuke, siguiendo con la pelea de quien tiene derecho de quedarse con Sasuke, continuando con Sasuke intentando huir a la clase de Orochimaru-sensei mientras chilla que era para volverse fuerte y vengarse de Itachi –claro, teniendo en cuenta que los alumnos de Orochimaru-sensei quedaron como los mejores en la competencia que hicieron hará unos dos meses, Sasuke pensaba que si estaba con ellos se haría más fuerte- y por consiguiente con él intentando atrapar a Sasuke, más Sasuke chillando que no lo detuviera ya que él no iba a volver, para finalizar con él –sacando su lado Uzumaki- chillando un estruendoso “silencio” y así poder continuar con su clase.
Sí… el pan de cada día.
Por eso hoy Namikaze Naruto –por que para estos casos su lado Namikaze era más útil- opto por la vía más fácil.
-Sasuke-chan, ven aquí- Y con una sonrisa cálida cuando el niño se acercó lo apreso con una cuerda –que llevaba escondida entre sus ropas- por la cintura y lo sentó entre sus piernas, ligándose, claro esta el extremo de la cuerda en su cintura. –Muy bien, y contestando tu pregunta Sakura-chan, hoy sí, pero solo si están callados y no hacen alboroto’ttebayo, sino, dibujaran lo que yo les diga.- Y un sí general se escucho. Ah~ que bien sentaba hacer las cosas al estilo Namikaze –téngase en cuenta que si usamos el estilo Uzumaki acabaremos con un alboroto general.- Aunque lo único que le pareció por demás extraño –y eso ya era decir- era la falta de protestas por parte de Sasuke, aunque claro, la mente del pequeño Uchiha era todo un laberinto, que obviamente, él no iba a ponerse a desenredar.
Por otro lado, el pequeño Uchiha estaba en el paraíso, su amado dobe le quería tanto que tal parece y no pudo evitar las ganas de tenerle entre sus brazos, ah~ su rubio era tan lindo, y solo por eso hoy no dibujaría solamente sus amados tomates, dibujaría a su dobe en un jardín con muchos tomates.
Sí, lo tenía decidido, cuando fuera mayor, se casaría con su rubio y tendrían muchos “Sasukitos”, ¡oh! También tendrán plantas con muchos tomates. Una vida perfecta.
Y, mientras Sasuke estaba en Narutolandia, el susodicho se preguntaba a que venia la risa de desquiciado que llevaba el niño en la cara. Cada día se convencía más de que el chiquillo no era normal.
oOoOo
Si las miradas mataran, en ese momento habría un charco rojo, y no precisamente seria salsa de tomate.
-Sasuke-kun, er… yo sé que tu quieres volverte más “fuerte” pero, por favor ¿podrías no interrumpir mi clase?-Orochimaru, un hombre de 30 años, realmente –y a pesar de su carácter- adoraba a los niños, ahora bien, no entendía que tanto buscaba Sasuke diciéndole que le enseñara a ser un buen vengador. Juraba no volver a interpretar una obra en la cual a él le toque ser el malo, joder, que ahora todos creían que realmente era malo, y peor aun, incluso afirmaban que tenia pacto con las serpientes –¿Que? el que tuviera una como mascota a una serpiente no quería decir nada- además ¿a que venia la dichosa venganza? Que él supiera, el pequeño Itachi era un amor de niño, además ¡Porque él! ¡Que él no tenia nada en contra del pequeño Itachi! Si es que le daba la razón al pequeño Uzumaki, el menor de los Uchiha estaba, como decirlo, ¡ah, sí! ¡Jodidamente perturbado y falto de actividad extraescolar! Que le apuntaran a boxeo o judo, o algo de eso –que en Konoha habían muchos lugares de actividades extraescolares.- Algo por el estilo, recordaba haber intentado sugerirle al padre, pero rápidamente intervino Naruto, diciendo que si le apuntaban a algo así, capaz y usaba lo aprendido contra Itachi. Maldito mocoso sin obligaciones.
oOoOo
El realmente no entendía a su hermoso dobe, y tampoco ayudaba que mientras su rubio le hablaba él se distrajera mirando sus hermosos ojos azules, o las graciosas marquitas de su bonita cara, o esas pequeñas pequitas que tenia su carita –sí, esas que solamente se ven si ves de cerca (muy cerca) a alguien- o esos hermosos labios con un color rosadito realmente lindo ¿usaría algo para tenerlos de ese color?
-Me has entendido Sasuke’ttebayo- Oh, mierda. Y ahora que le contestaba. Sabia que si le decía que sí, le obligaría a que repitiera aquello que había dicho -para comprobar que fuera verdad- y si le decía que no su rubio se enfadaría y le ignoraría el resto de la clase –por haberle ignorado- así que mejor callo.
-La verdad no.- Bien. Estúpida sinceridad Uchiha y estúpido cerebro ignora órdenes.
-Que voy a hacer contigo Sasuke’ttebayo…- Bueno, si se lo preguntaban a él, le aconsejaría que le dejara ir a por su venganza, y luego le secuestraria y tendrían Sasukines y también Narutines a montón, pero mejor no se arriesgaba, después de todo siempre que decía algo como aquello le estiraba las mejillas, y él no quería eso precisamente.
-Pues, amarme y tener a mis hijos.- Ups… se le escapo.
-…-
-Es un buen plan.-
-…-
-¿Dobe?-
-…-
Menma, sí, Menma era un buen nombre, y además, de hace mucho que tenia planeado como debía matar al señorito Uchiha alias “el vengador” así que eso ya estaba solucionado, se compraría una casa en Suna, junto a su mejor amigo Gaara y montaría una empresa que venda ramen, la llamaría Naruto’s Ramen, era un buen nombre…
-¿Sasuke, eres consciente de lo que dices?- OH, ahí vamos de nuevo, eso le molestaba de Naruto, el realmente quería estar con Naruto cuando fuera mayor, y le haría tener muchos bebes suyos, pero Naruto nunca le creía.
-Dobe…-
-¡Naruto-sensei para ti’ttebayo!- Oh~ que lindo que era su dobe cuando se enfadaba, arrugaba su naricita y –inconscientemente- hacia un gracioso puchero y ni que decir de la jodida muletilla, realmente el dobe si que era lindo.- Sasuke Uchiha te estoy hablando, has el favor de ponerme atención.-
-Tsk… eres ruidoso dobe.- Quizá… y con suerte convencía a Orochimaru-sensei para que le ayudara a crear el crimen perfecto.- Dobe, ahora eres tú el que no escucha.
Suspiro, ese mocoso conseguiría que le salieran no solamente canas verdes sino también que tuviera alopecia juvenil ¡seguro!
oOoOo
Un nuevo día. Una nueva aventura. Nuevas estrategias para tener controlado al pequeño Uchiha, que no podía pasar más de tres segundos sin intentar huir a clase de Orochimaru-sensei.
Y, como pan de cada día…
Oh… Eso era nuevo, Sasuke había entrado solito y sin obligación por esa puerta…
¿Quién coño era ese mocoso y donde estaba el mini Uchiha tarado de todos los días?
-Buenos días, Sasu-chan.-
-Buenas Naruto-sensei.- Un escalofrió recorrió el cuerpo de Naruto… ¡¡Naruto-sensei!! ¡El mocoso no le llamaba así ni a golpes!
-Er… Sasuke’ttebayo ¿estas seguro de que estas bien?- La verdad sea dicha, el pequeño Uchiha no estaba del todo bien, y eso sus mejillas sonrosadas lo decían.
-Si… - Oh, el pequeño sonreía… Naruto siempre creyó que le daría tiempo a tirarse en paracaídas antes de que llegara el apocalipsis.
-Ven, Sasu-chan, te estirare un futon para que duermas en un rincón, pero antes te daré algo para que bajes la fiebre’ttebayo.-
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Al final, resulto que el mocoso Uchiha no tendría que haber llegado a clase, pero, tal parece tenia que venir a clase alegando –y esto dicho por Itachi- que no podía dejar solo a su pequeño kitsune solo -aunque nadie le había dicho que había un peluche de zorrito en la clase, con lo que a él le gustaban- pero –y quitando todo lo demás- el pequeño no armo alboroto, es más, era asta obediente y estuvo tranquilo sin fugas aparentes.
oOoOo
Bien, si el día e ayer fue una completa calma, el de hoy no fue para nada tranquilo, el mocoso Uchiha volvió con las pilas recargadas y con ganas de armarla a lo grande, no se estuvo quieto en todo el día, y para colmo de males se escapo a clase de Orochimaru-sensei unas cuatro veces.
Y mientras Naruto intentaba calmar su aparente enfado, el pequeño Uchiha refunfuñaba estando de cara a la pared –un castigo poco digno para alguien como él.- A veces pensaba que él tendría que castigar a su dobe por no dejarlo irse de Konoha, y ligarlo a su cama no le parecía mala idea… -mocoso precoz- pero bueno, se juraba a si mismo no rendirse, algún día se marcharía de Konoha y ahí si que su dobe no lo podría detener.
Sí, lo tenia todo planeado, luego de otra ardua batalla de él contra su dobe, le dejaría inconsciente –con todo el dolor de su alma- no sin antes darle un beso de despedida, y luego iría a la guarida de Orochimaru-sensei –también conocida como su clase- y se volvería fuerte para acabar con el demonio Itachi, vengaría a su familia –a pesar de que todos estaban vivitos y coleando- y como sabia que su dobe le amaba estaba seguro de que le perseguirá, pero como era él –y aunque fuera su amado dobe- no se dejaría atrapar, aunque una vez concluida su venganza sí, volvería para tener un montón de Sasukines y Narutines.
Dos días después, el pequeño Sasuke consiguió su cometido, pero el resultado de ello no le gusto para nada.
¿Por qué? Fácil. Como todos los días intento su fuga, pero esta vez, apareció Orochimaru-sensei, diciéndole que después de tanto, había conseguido que le cambiaran a su clase, así que –y demostrando una verdadera emoción a través de sus ojitos negros- Sasuke se cambio de clase, y a pesar fe ver la carita de su dobe sonrosada por las ganas de llorar, no se detuvo y se marcho con él. Primera fase del plan de venganza contra Itachi superado.
Lo que el pequeño Uchiha no sabia era que el rubio lloraba, sí, pero de la emoción de no tener que aguantar más los acosos de un mocoso de 5 años, pero sobretodo, podría impartir su clase sin tener que ligar a ningún alumno como si fuera un perro con rabia.
Y durante toda la mañana las cosas iban bien, hasta que los ojitos negros de Sasuke le vieron, ese ser que al igual que Itachi se gano su odio…
Sai Shimura, su copia barata.
Y lo peor de todo es que el muy… ¡beso a su dobe en la mejilla!
¡Dobe infiel! ¡Copia aprovechada! ¡Ahora con más razón se vengaría de Itachi! Si no fuera por él, no tendría que haberse marchado, seguiría al lado de su dobe, y alejaría a esa copia barata suya del dobe.
Y ese fue el motivo por el cual, en cuanto el apuesto e inocente Itachi, entro a su casa, recibió una soberana patada –por parte de Sasuke- y le oyó chillar –mientras huía a su cuarto- que se vengaría por provocar que su kitsune ya no le quisiera- luego cerro la puerta de su habitación de un portazo, para volver a abrirla, asomar su cabecita –llena de estupideces- y chillar que si no tenia Sasukitos adorables la venganza seria mucho peor.
-¡Mama, ya llegue! ¡Ah, también decirte que de mayor seré psicólogo, alguien tiene que ayudar a Sasuke con sus problemas mentales!-
-¡Vale cielo, pero ponte abrigo! –Que cojo… su madre no le escuchaba, su hermano estaba mal de la azotea, miro a su padre salir de su despacho y murmura un ‘Todos locos’ para luego volverse a encerrar en su en este. Sí, todos locos.
La vida puede ser toda una odisea si te lo propones.
A pesar de que el pequeño Sasuke, moría por volver junto a su dobe fue fuerte y… aguanto tres semanas lejos de él –lejos, a pesar de que las dos clases estaban una junto a la otra- y no es como que volviera por voluntad propia, pero al parecer Orochimaru-sensei le dijo que ya le había enseñado todo lo que debía, y demás –eso, y que al pobre hombre ya le tenia negro de tantas locuras, así que le envió de vuelta con Naruto, cruel, pero al menos dejaría de volver a casa con migraña- y es por eso que el pequeño Uchiha se prepara para un rencuentro con su bonito dobe después de tres largas semanas –toda una vida lejos de su rubio escandaloso.- (segunda fase de su venganza superada.)
Para empezar, marco territorio frente al idiota que tenia por copia –dejándole en claro que el dobe era suyo- como también –y muy a su pesar- descubrió que su rubio se había marchado con su abuelo a una excursión –excursión a la que una hora después, al volver a casa, se entero que había ido Itachi- por lo tanto su venganza por secuestrar –si a ir por voluntad propia se le llama así- al dobe seria mortal.
Esto da a entender, que hay recuerdos realmente hermosos… o perturbadores o de mocosos atolondrados con más azúcar en la sangre de la que su joven cuerpo puede resistir.
O al menos eso pensaba Naruto, y es que hoy por fin, después de casi una eternidad –o al menos eso le parecía a él- de haber aguantado al Uchiha menor, los pequeños dejaban la institución, para comenzar con su vida de estudiante de primaria, secundaria y para finalizar universidad… Menuda futura generación.
Y ahí estaba, su pesadilla enfundada en un trajecito de color azul oscuro acercándose con su familia y con un Itachi con… ¿una correa en el cuello y con un traje con estampados de tomate… y eso que olía también era tomate? –tercera fase de la venganza, completada.-
Oh~ al final el jodido chiquillo si que se vengo, y menuda “venganza”.
-Bueno dobe- hay seño, ahora que soltaría el chiquillo- Muchas gracias por tus esfuerzos y por cuidarme tan bien- ¡Oh, por todos los tazones de ramen del mundo! Que lindo…
-De nada Sasu-chan –y procedió a agacharse para estar a su altura, viendo como el pequeño hacia una mueca de disgusto le preguntó que le pasaba.
-Nada, es solo que eres muy alto- Claro… “alto” para su edad era bajito, pero eso el mocoso no lo tenia por que saber
-Oh~ y lo seré mucho más que tu Sasu-chan, como también más fuerte- si… Teniendo en cuenta que él era mayor, difícilmente el mocoso seria más alto y fuerte que él, por eso aquella sonrisa tan confiada.
-Bueno, como sea quería.. s-sa-saber, si me da-daria un be-beso de despedida…- ¡Wah! El chiquitín si que podía llegar a ser adorable, seguro de mayor seria igual de lindo.
-Claro Sasu-chan- ¡AH! Pero nadie se espero que el pequeño e “inocente” Sasuke Uchiha besara a Naruto Uzumaki en los labios, y ese beso –a pesar de su edad- fue algo largo y poco infantil… ¡¡Joder, que el mocoso le metió la lengua!! No conforme con eso, le abrazo y las palabras que le dijo, en lugar de ayudarle a relajarse le hicieron tener un escalofrió.
-Nos veremos, Naruto-sensei. Oh, y procura estar prepara dobe, por que vas a ser mio sensei.- le susurro. Enserio, de donde aprendían eso los mocosos.- ¡Hasta dentro de un tiempo sensei! Vamos Itachi, tengo hambre y pagas tú.
Cabe decir que quedarse de piedra, se quedaba corto a como estaba Naruto, y que el sonrojo que llevaba en su rostro juraba que no desaparecería dentro de muuucho tiempo.
-Vaya con Sasuke-kun’ttebane.-
-Jajaja, vaya con los niños de hoy en día no Naru-chan…- Minato, al no recibir respuesta de su adorado bebe se extraño – ¿Naru? Vamos bebe, que es solo un niño…
-E-e-ese e-era mi… ¡ESE ERA MI PRIMER BESO MOCOSO UCHIHA’TTEBAYO!-
//13 años después//
A cada que recordaba esos momentos, no podía reprimir una sonrisa en su rostro, oh, y que decir de saberse el primer beso de su rubio escandaloso, eso fue lo mejor.
Como buen Uchiha –y a pesar de los años, vengador nato- iba para cumplir su promesa para con su dobe. Es por ello, que en estos momentos de dirigía hacia la Guardería Konoha, a acabar aquello que se quedo inconcluso.
-Buenas tardes, Kushina-san.- Sabia que Naruto siguió trabajando en la guardería pesar de haberse graduado, como también que a esa hora los mocosos que cuidaba el dobe ya debían de haber salido todos.
-Oh, Buenas Sasuke-kun, hace mucho que no te veía, te despareciste’ttebane… pero mira nada más que guapo que estas Sasuke.- le contesto Kushina con una bonita sonrisa. Su “suegra” era una mujer encantadora.
-Sí, decidí irme fuera a estudiar fuera, pero eh decido volver y comenzar la universidad aquí en Konoha. Ah, por cierto ¿y Naruto?-
-Seguro que se quedo dormido otra vez en el aula en la que da clase, cielos… a veces me pregunto quien cuida a quien’ttebane.-
Jum… con que su bonito rubio se atrevía a recibirlo de manera tan vulnerable, pues bien, él no iba a desaprovechar la oportunidad.
-Quieres que vaya y le diga que…
-No, esta bien así Kushina-san, iré a despertarle yo mismo.- concluyo con una sonrisa, que a ojos de Kushina denotaba simpatía, pero que en realidad presagiaba que el rubio no iba a salir bien de esta.
-¡Sasuke-kun, dile a Naru que ya hemos cerrado todas la puestas y que solo queda la de su aula, y que le esperamos en casa’ttenabe!-le grito al estar un poco mas lejos
-¡Claro Kushina-san, yo le digo!- contesto el.- Bien dobe, ahora sí –dijo mientras se desasía el nudo de su corbata- Ahora si, que no podrás escapar de mi kitsune.
Entro lentamente al aula, y la imagen que le recibió fue por demás encantadora, su rubio hermoso estaba dormido abrazado a un peluche de zorrito, simplemente una imagen encantadora. Se acercó poco a poco hacia él, y se puso sobre el rubio. Por lo que veía, el ojiazul no creció mucho, ni tampoco se volvió más “fuerte”. Ja, solo lo hacia para presumirle de que cuando tenia 5 años no le llegaba ni a la rodilla, pero bueno, ese ahora no era el caso, por ello se acercó a su oreja y le empezó a susurrar obscenidades en ella.
-Naruto-sensei… Vamos, eh venido a acabar lo que no pude hace 13 años, así que no seas malo kitsune y despierta, si no me veré en la obligación de ponerte en cuatro y follarte sin tu permiso.
Vale, ante eso último el rubio abrió sus ojos de sopetón, quien demonios le estaba diciendo tantas guarradas en el oído. Y su respuesta vino cuando identifico unos ojos negros como el carbón, un pelo –con un peinado que identificaría en cualquier parte- y el portavoz de aquella voz –a pesar de los años- lo reconocería en cualquier lugar.
-Sa-sa-sa ¡Sasuke!- chillo de manera estrepitosa, se levanto de golpe –con el zorrito aun entre sus brazos- y mientras se recuperaba de su mini-infarto se dio cuenta de unas cuantas cosas, como que el Uchiha había crecido unos centímetros –unos cuantos- se le veía mas fuerte –claro, sin exagerar- y por sobre todo, llevaba una sonrisa de prepotencia, mas unos ojos que no predecían nada bueno ¡oh, y una erección que hasta un actor porno envidiaría!- ¡Que demonios haces aquí’ttebayo!- Exigió saber, eso y que intentaba hacer tiempo para buscar una manera de huir, pero sus esperanzas murieron al ver la puerta de la clase cerrada y al percatarse de que no había nadie más.
-Bueno, digamos que vengo a cumplir mi promesa de que tengamos “Sasukitos”- En ese momento no supo que pensar, si sentirse perturbado por que le quisieran dejar embarazado, o embobarse con la sonrisa que puso el Uchiha al mencionar lo de tener bebes. Jodidos genes Uchiha que le hacían estar bueno.
-Soy un hombre, y los hombres no se embarazan’ttebayo- concluyo de manera convencida, o eso creyó ya que la sonrisa del Uchiha no desapareció, como tampoco se detuvo, sino que siguió avanzando, es más, el único que se detuvo fue él al chocar contra la pared.
-Bueno dobe, entonces me correré tanto dentro de ti que quedaras embarazdo…-para ese momento era tanta la cercanía que lo ultimo se lo dijo en un susurro –sí o sí –y con aquel beso tan apasionado Naruto supo que el caminar –al día siguiente- iba a ser tarea de titanes –digamos que el pantalón no ocultaba muy bien la Sasukonda.-
Así que, quien sabe… quizá y si hayan Sasukitos y Narutines, después de todo, la planta de tomates se la regalaron hace unas semanas.