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Akatsuki por Ruminau

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Notas del fanfic:

hola!

solo por si acaso aclaro que este fic no es de naruto

 

Notas del capitulo:

 

espero que te guste este oneshot.

Si una estrella te dijera que cumplirá lo que sea que tú le pidas ¿qué desearías?

 

“desearía que todo fuera diferente”

 

No podía conciliar el sueño, por más que lo intentara no podía lograr dormirse, así que frustrado se levantó miro el reloj que estaba en la mesita al lado de su cama 5:15 am. Era muy temprano, faltaba mucho para ir al colegio, salió de su habitación y fuera de esta se encontró con su fiel acompañante aquel que sabía que nunca lo dejaría, este se despertó al sentir su presencia y allí en la oscuridad previa al amanecer le vio con sus ojos azules.

-quieres ir a dar un paseo, fili?-susurró, el perro ladró y movió su cola con ímpetu en respuesta, asustándole sus padres seguían dormidos, no quería despertarlos. Con pasos sigilosos tomo sus llaves, se calzó y salió de la casa junto con el husky siberiano cachorro a su lado. Todavía habían estrellas en el cielo y este poseía una mezcla de colores entre morado oscuro, azul y un rosado con anaranjado en el horizonte, creando una vista con pocos testigos para contemplarla- ¡¡Achu!!- había olvidado traer un suéter y el frío aún reinaba en las solitarias calles del vecindario, pero no regresaría ya había llegado al parque cerca de su casa, después de subir muchas gradas para llegar a este, pudo observar un gran árbol de cerezo en el centro con bancas rodeándole, en el lado izquierdo del parque juegos para niños y en el derecho mesas con bancas, y allá detrás de todo esto un mirador desde el cual se podía ver la ciudad durmiente, camino hasta allí y pudo divisar como los postes de luz se iban apagando, pronto amanecería, se apoyó en el barandal, las estrellas iban desapareciendo una tras otra, pudo ver como los colores rosado y anaranjado daban paso a un extraño color rojo, no es como si nunca hubiese visto un amanecer, es solo que este era diferente a los que había visto antes, no era uno de los tantos tonos anaranjados que hay en este mundo, no, y aunque uno de sus ojos color miel estaba hinchado y morado, podía ver muy bien el color que manchaba las blancas nubes, el color que bañaba la ciudad que despertaba, sus ojos estaban maravillados, y su corazón se llenó de calidez, algo que normalmente no había en él, sabía muy bien que probablemente no volvería a ver ese amanecer, sabía que en unos minutos tendría que volver a casa y cuando llegara a esta sus problemas iniciarían otra vez, sabía que antes de que su miserable vida iniciara de nuevo tendría que disfrutar el más hermoso amanecer que había visto, el color de este le recordaba a cierta persona que pronto conoceremos y que todos desearíamos, como nuestro protagonista , que fuera tan cálida como ese amanecer, porque la belleza de este ya la posee, la altivez tan bien, pero no la calidez, la calidez de ese hermoso amanecer bermellón.

 

El gran instituto se llenó de alumnos que iban puntuales a su primera clase. El uniforme para las chicas era una falda gris que muchas utilizaban muy corta, un saco azul marino y debajo de este una camisa blanca con un listón azul hielo en el cuello de esta. Para los chicos un pantalón gris, el saco azul marino debajo de este la camisa blanca y una fina corbata azul hielo. El típico e irritable timbre que anunciaba el inicio de clases sonó, y los alumnos que estaban en los comedores, canchas y patio se dirigieron con rapidez a sus respectivas aulas. Antes que el guardia y la profesora que los recibía en la entrada del colegio para checar que sus uniformes estuvieran en orden, cerraran los portones un chico entro corriendo sin saludar a sus mayores, a toda prisa hacia los salones. Con rapidez  el chico corría, mientras bebía una bebida energética ya que no había desayunado, un chico de 16 años, 1.66 de altura, su cabello lacio color caoba empezaba a cubrir sus ojos color miel, los cuales no captaban bien las cosas a la distancia y por eso usaba lentes, su ojo izquierdo estaba ligeramente morado, y su tez era clara, estamos hablando de  Sasaki Yuta. Al llegar a su salón este ya estaba cerrado y a la primera hora tenían historia y el profesor que la impartía era muy estricto, era claro que no dejaba entrar a nadie después de 5 min del inicio de su clase. Suspiró y se sentó al lado de la puerta sacó un libro de su maletín " Green light by Tamaki Yura" y se puso a leerlo. Era nuevo en eso del yaoi, así que aquel libro portaba grandes revelaciones y sorpresas para nuestro protagonista. Yuta no había llegado tarde porque se quedó dormido, no, todo lo contrario, no podía dormir así que salió a dar un paseo y se quedó absortó contemplando un hermoso amanecer que cuando llego a casa solo faltaba media hora para que las clase iniciaran. No hubo alguien que le sermoneara, tampoco alguien que le hiciera desayuno, ni alguien que le dijera "Ten cuidado" cuando saliera de casa, sus padres ya se habían marchado a sus respectivos empleos. No es que aquello le afectara en demasía, ya estaba acostumbrado a la frialdad de sus padres, pero eso no quiere decir que dejara de sentir aquel vacío en su pecho.

Aun le dolía el cuerpo, cierto ya no tenía el ojo hinchado, gracias a los antiinflamatorios, pero aún le dolía el hombro habían un gran moretón allí. Hoy en la mañana cuando se miró al espejo luego de bañarse, y en la pierna tenía la marca de una hebilla, al recordar eso su corazón se turbo y cerró el libro, no podía concentrarse, levanto la vista y miro el cielo azul a través de las ventanas y recuerdos vinieron a su mente.

 

 

** Flash back**

 

 

 

 

Su padre estaba furioso y su madre lloraba y suplicaba. Había reprobado una clase ¿y solo por eso su padre le golpeaba? Si y la clase que reprobó sólo empeoraba las cosas, pero su relación con su progenitor ya estaba mal desde dos meses atrás, claro, también por su culpa, oh cuanto desearía regresar el tiempo y no haber dicho " otto-san, oka-chan, creo......creo que me gustan los chicos"  ¿Porque creyó que sus padres le comprenderían? ¿Porque creyó que le aconsejarían? ¿Porque no lo pensó mejor? ¿Porque su boca no podía mantenerse cerrada? Si esta lo hubiese hecho aún poseería el amor de sus padres, y en estos momentos su padre no le estaría golpeando, nunca antes había reprobado una clase pero Yuta desde hace dos meses estaba en una especie de depresión, y no entro a la clase que menos le gustaba y como consecuencia de sus actos ahora su padre hacia eso, y como te podrás imaginar su padre antes de la noticia presumía de su único hijo, probablemente antes solo le hubiese reprendido y castigado. Ahora se molestaba por cualquier error que cometiera. Yuta se sentía herido y traicionado, aunque pasaran dos meses aun no podía creer la reacción de sus padres, " si tan solo me hubiese quedado callado" pensó Yuta mientras lloraba, incapaz de defenderse.

- ¡Dejarlo! ¡Ya! ¡¡Por favor!!- lloraba, su madre desesperada, intentando quitarle a su padre de encima, este dejó de golpearlo y estiro sus dedos.

-¡¡Cállate!! ¡Esto es tu culpa por tener un hijo marica!- grito su padre dándole una cachetada a su mujer. Quería defender a su madre, decirle a su padre que no la tocara pero gracias al dolor en su cuerpo no podía levantarse del suelo.

- Como puedes decirle así, ¡es tu hijo! - su madre se sobaba la mejilla y lloraba desconsolada.

- ¿Mi hijo?- preguntó- no se parece en nada a mí- probablemente esto era lo más tonto que su padre había dicho, su madre tenía los ojos verdes y el cabello negro por lo tanto el cabello caoba y los ojos miel eran herencia de su padre, así que en efecto aquello era lo más tonto que aquel hombre había dicho- sabes que- dijo con frialdad - quiero el divorcio.

- ¿Qué? - preguntó su madre sin poder creérselo

- ¿Qué acaso estas sorda? He dicho, quiero el divorcio

- no puedes hacerme esto

-¿Ah, no? Solo observa- dijo y salió de la habitación.

Su madre lloraba en silencio sentada en un sofá, yuta con mucha dificultad se sentó en el suelo.

- Mama.....yo- susurró con voz ronca- perdonam-

-¡¡Cállate!!- le interrumpió esta- todo esto es tu culpa, tenías que venir y arruinarlo todo diciendo que eras gay, lo arruinaste todo, ¡te odio! ojala no hubieses nacido!

 

 

 

 

**Fin del Flash Back**

 

 

 

 

"Ella…..ella no lo dijo en serio" se repetía Yuta una y otra vez aguantando las ganas de llorar. Si, estaba decidido, cuando saliera del colegio iría directamente a casa y les diría a sus padres que olvidasen lo que había dicho, que no lo había dicho en serio, que se casaría con la chica que ellos eligieran, que sería obediente y que nunca más les volvería a causar problemas, si eso haría.

 

El timbre sonó y la puerta se abrió, un profesor alto y de edad avanzada salió del salón y al bajar la vista sus ojos se encontraron con Yuta

- Sasaki-kun ¿sucede algo? Por qué no entro a mi clase?

- Uhm buenos días Yamato-sensei - se levantó e hizo una leve reverencia a su profesor - lo siento me he quedado dormido- mintió con una sonrisa apenada.

-Sea más responsable Sasaki-kun esto no es normal en usted, y sé que está mintiendo, viniendo de usted supongo que tiene una buena razón para hacerlo así que no indagare más, mañana haré un pequeño examen así que estudie.-

-Uhm gracias Yamato-sensei- hizo otra leve reverencia, el profesor se fue y Yuta entro al salón.

 

Había un gran bullicio en el aula, sus compañeros platicaban y algunos salían al pasillo mientras esperaban al siguiente profesor. Yuta entro cabizbajo intentando pasar desapercibido, y cuando faltaban dos pupitres para llegar al suyo alguien le puso una trampilla y cayo de rodillas, sus cosas se salieron de su maletín y las mofas de sus compañeros no tardaron nada en llegar. Yuta estaba muy avergonzado y con las manos temblorosas recogió sus cosas, alguien se paró en el libro que estaba leyendo. Levanto la vista y vio a una chica cruzada de brazos y con aire de superioridad.

-Que patético, Sasaki- dijo aquella chica que sin temor a exagerar puedo decir que era su versión femenina, misma altura, mismo tono de piel, los mismos ojos, cabello (solo que ella lo llevaba hasta la cintura y no era su color natural) y lentes (que no necesitaba), si los miran juntos se podía creer que eran hermanos, ¿cuál es su nombre? Es Mia, ¿y su apellido? No vale la pena mencionarlo. Esta chica también es novia del chico que le puso la trampilla a Yuta, y ese chico es la razón por la que Yuta cree ser homosexual. Es todo un enredo, ¿no es así?

-Ya muérete- susurró Mía y pateó el libro de Yuta hacia la parte de atrás del aula, seguido fue hasta donde estaba su novio y se sentó en las piernas de este, quien la miro desinteresado. Yuta se puso de pie y fue a recoger su libro lo limpió y se sentó en su lugar.

- Déjalo Mia no es necesario que le recuerdes lo patético que es- dijo el novio de Mia

- claro que lo es- dijo la maldita castaña acariciando la nuca de su novio- así conoce su lugar.

 

Mia le caía muy mal por obvias razones, y lo peor de todo era que antes eran amigos, pero su amistad se fue al caño hace seis meses cuando sin ninguna razón se tiñó el cabello, se puso lentes y comenzó a salir con el chico más codiciado del colegio. ¿Mia sabía que Yuta estaba enamorado de ese chico? Si lo sabía, y aprovechaba cada oportunidad para presumir su novio a Yuta. Pero este nunca dijo o hizo algo al respecto, y no planeaba hacerlo.

 

¿Y quién era aquel chico por el cual las chicas morían? ¿Quién era aquel por el cual su amistad se fue al demonio? Bueno pues era Harada Akatsuki, un chico de 17 años, 1.82 de altura, ojos color negro como ónix, y su cabello lacio color rojo bermellón y tez blanca, si, esta era la persona en quien pensaba Yuta mientras miraba el amanecer. Harada siempre había sido amable con todos los demás excepto con Yuta, con nuestro protagonista siempre era grosero, lo trataba mal, lo empujaba, le dejaba caer, lo molestaba, gracias al cielo no lo ha herido directamente, quiero decir no ha convertido a Yuta en un saco de boxeo. Si Harada Akatsuki era tan malo con Yuta, ¿porque este último estaba enamorado de él? Bien eso ni el mismísimo Yuta lo sabe. ¿Era masoquista? Tal vez. ¿No tenía orgullo? Probablemente. El corazón hace lo que quiere cuando quiere, es decir que este elige de quien enamorarse, y es tan terco que no importa lo mucho que tú le contradigas, o la infinidad de argumentos válidos que tú poseas para negarle la razón, nunca te escuchara y seguirá latiendo por aquel a quien ha escogido.

Mia y Harada ahora se estaban besando con ímpetu, lo cual le provocaba vasca, " Mia es toda una puta" pensaba Yuta, aun no entendía porque esos dos eran novios, no tenían nada en común, le dolía el corazón cuando los miraba juntos, y a veces pensaba seriamente que debería dejar ese amor enfermizo y unilateral que sentía por el pelirrojo. A veces se preguntaba cómo se sentiría si Harada Akatsuki le amara, incluso si alguien más le amara, ¿cómo era sentirse amado? ¿Cómo era sentirse necesitado? ¿Qué haría si descubriera que alguien más le amaba? ¿Cómo se lo agradecería? Porque para Yuta el que alguien llegase amarlo sería el mejor regalo que le pudieran dar. Y su mayor inquietud era ¿cómo le mostraría a esa persona su gratitud? “Le amare, aprenderé amarlo, le seré fiel por sobre todas las cosa, le amare incluso aunque me duela, incluso aunque me pida que deje de hacerlo, aun si me traiciona, aun si la distancia que hay entre nosotros es más grande que el océano. Le amare con cada gota de mi sangre, con cada célula de mi ser, y le atesorare por el resto de mi vida." Porque........ ¿Qué más podía hacer? No se consideraba atractivo (aunque lo fuera) tampoco tenía mucho dinero propio. Así que todo lo que podía hacer era entregar su corazón a aquel que se enamorara de él.

 

Pero ¿cuáles eran las probabilidades de que Akatsuki-kun se enamorara de alguien como Yuta? Muy pocas, tal vez ninguna creía el peli-caoba, así que lo mejor, según Yuta, era olvidar ese amor.

 

Ahora que lo pensaba bien, ¿que no se había planteado decirles a sus padres que olvidaran lo que había dicho, y que haría cualquier cosa para enmendar la situación? Entonces debería dejar eso que sentía atrás y así demostrar que iba en serio, que haría lo que fuera por recuperar el amor de su padres. Pero una cosa es pensarlo o decirlo y otra muy diferente es hacerlo.

 

La clase paso rápidamente y ahora estaban en la clase que Yuta más odiaba, aquella que había reprobado.

 

Educación Física

 

Las chicas jugaban voleibol en el gimnasio, el uniforme de estas era una camiseta blanca, y short corto azul marino. Los chicos jugaban fútbol en el campo detrás del gimnasio, sus uniformes eran una camiseta blanca y un pantalón deportivo azul marino. Yuta esperó a que todos se cambiaran para hacerlo él y por eso llego tarde. Su plan original era sentarse en la banca, como lo hacía cuando no faltaba a la clase. Pero como llego tarde el profesor le vio entrar y ahora era uno de los porteros. Ah como odiaba aquel hombre, aún más que a Mia. Siempre sermoneándole "Yuta entre a mi clase" " Yuta está muy delgado, aliméntese bien" " Yuta tienes una pésima condición física, haga ejercicio, incorpórese  a la clase, sea más sociable - ¡¡YUTA CUIDADO!!- "Yuta cuidado" siempre diciéndole que hacer. Y por no hacer caso el balón de fútbol le dio de lleno en la cara, y cayó al césped.

El sabor metálico de la sangre inundó su paladar, el profesor y varios de sus compañeros se acercaron incluyendo el que había pateado el balón directo a su cara.

-¿Yuta estas bien? - preguntó el profesor ayudándole a ponerse de pie.

-Uhm..... Si

-Ten más cuidado Harada, sé que lo hiciste a propósito- le dijo el profesor a Harada Akatsuki, quien puso mala cara y chasqueo la lengua- Yuta déjame ver

-¿Eh?- el profesor agarro el mentón de yuta  y se acercó a su rostro- uhm, Tanaka-sensei...es-estoy bien- Yuta se puso nervioso por la cercanía del profesor, este era joven y atractivo, si le ponías un uniforme no creerías que fuera un profesor, nervioso Yuta aparto la mirada y sus ojos se encontraron con  los de Akatsuki que le dedico una fría mirada.

- Tienes el labio reventado, pero no es nada grave tus lentes no recibieron daño alguno así que ve a lavarte y regresas al juego-dijo después de sonreírle y soltarlo- muy bien el resto siga en lo que estaba.

 

Yuta hizo lo que Tanaka-sensei le dijo que hiciera, lo que menos quería ahora era volver a jugar, la mirada que Akatsuki le había dedicado le provocó malestar ¿porque le caía mal al pelirrojo? ¿Hizo algo malo? ¿Mia le injurio delante del más alto? al regresar de nuevo al campo para su sorpresa Akatsuki se acercó a él lo que le inquieto, Akatsuki hostilmente le entrego el balón en las manos.

-Concéntrate imbécil o creeré que lo que pretendes es coquetear con el profesor-

 

~

 

Yuta arrastraba los pies, cabizbajo y los hombros caídos de camino al aula, ya estaban en receso y la mayoría de los alumnos estaban en los comedores y en los pasillos. Se había dicho que iría a leer a la azotea cuando terminara aquella horrible clase de tortura física, pero ahora no tenía ganas. ¿Por qué su vida era así? ¿Por qué era tan patético? ¿Por qué sus padres no fueron más comprensivos? ¿Porque la persona que más amaba le odiaba? ¿Por qué se sentía tan miserable? Esas eran las preguntas que le atormentaban. Yuta deseaba que las cosas fueran diferentes mientras bajaba las escaleras. Deseaba no ser tan torpe, deseaba ser más valiente y decidido, anhelaba recuperar el amor de sus padres y que el pelirrojo arrogante le amara. Deseaba esas y muchas cosas más cuando en medio de las escaleras que estaban antes de llegar a su salón, estaban tres chicos, para su desgracia compañeros suyos, y para empeorar las cosas con ellos estaba Harada Akatsuki.

Pensándolo bien, quería saber cómo terminaba el libro que estaba leyendo, dio media vuelta con intención de ir a la azotea, pero una voz le detuvo.

- ¡Oye, Sasaki!, ven queremos preguntarte algo - dijo uno de los chicos que estaba con Akatsuki. Yuta arqueó una ceja, ¿qué querían preguntarle? Sea lo que fuera, su consciencia le dijo que no sería nada bueno, y siguió su camino, pero esta vez no le detuvo una voz sino una mano que sujeto su muñeca, se dio la vuelta, el mismo chico- anda Sasaki, no mordemos- y el chico sonrió de lado, llevándose a Yuta adonde estaban Akatsuki y el otro chico. Yuta miraba el suelo y sus manos sudaban.

- Oí, Yuta, ¿cierto?- dijo el otro chico que estaba con Akatsuki. Yuta asintió, ¿Quién se creía ese para llamarlo por su nombre? - dinos ¿es cierto que eres la putita de Tanaka-sensei? - Yuta abrió los ojos como platos y levanto la cabeza, los dos chicos y el estaban en el mismo escalón, y estos le miraban divertidos, Akatsuki estaba un escalón arriba y le miraba atentamente.

-Uhm... ¿qué?- preguntó con el ceño fruncido- no...no sé de qué hablas

- No te hagas- dijo el chico que le detuvo antes pasando su brazo por los hombros de Yuta- nos hemos fijado en cómo te mira y............. Queremos probar- susurró al oído de Yuta, provocando un escalofrió en este

-De-déjame....

-Admítelo Yuta, y deja nos probar- yuta sintió vasca y el otro chico rio disimuladamente, Akatsuki no dijo nada.

- Ve- vete al diablo - Yuta se lo quitó de encima e hizo ademán de alejarse, pero el otro chico estiro el pie, provocando que Yuta tropezara, perdiera el equilibrio y antes de cerrar los ojos con fuerza pudo ver la larga caída que le esperaba.

 

 

 

“desearía…...desearía que todo fuera diferente….”

 

 

Los lentes se impactaron contra el suelo más sin embargo no se quebraron. El dolor de aquella caída no llegó, Yuta con el corazón en la garganta abrió con miedo los ojos, viéndose a sí mismo inclinado sobre las gradas y solo las puntas de los pies en el escalón. Sintió presión en su brazo izquierdo, lo miro y una mano lo sujetaba fuertemente hasta el punto de hacerle daño, levanto la vista y su corazón palpito con fuerza. Akatsuki...........Harada Akatsuki le había salvado de esa larga y dolorosa caída. Akatsuki le atrajo hacia él y le rodeo con sus brazos quedando la cabeza de Yuta oculta en su pecho. Abrió los ojos como platos y los latidos de su corazón destrozaban su pecho.

Los dos chicos les miraron sorprendidos y Akatsuki los fulminó con la mirada- ¿por qué le salvaste?- preguntó uno con el ceño fruncido

- ¿Te importa? - dijo en cambio Akatsuki con un tono amenazante

-Tsk, Matsuda vámonos- y los dos chicos se fueron dejándolos solos

- ¿Estas bien? - pregunto el pelirrojo deshaciendo el abrazo. Yuta asintió

- Uhm po-porque tu.....-

- No preguntes- dijo Akatsuki revolviendo sus cabellos- ven, ¿tienes hambre? - dijo sujetando su mano, sorprendiendo a Yuta

-Uhm n-no- contesto intentando soltarse

- Si tienes, vamos ven conmigo

 

¿Quién era este y que había hecho con Akatsuki? Él no era así, jamás en su vida le había tratado con tanta amabilidad, y ahora la situación era aún más extraña, estaban sentados en una de las mesas del patio trasero del colegio, Akatsuki no le quitaba los ojos de encima, y le había comprado unas crepas

- No has contestado la pregunta que te hizo Matsuda- dijo el pelirrojo más serio

- ¿Q-qué pregunta? - ¿ese era su plan tratarlo con amabilidad y comprarle comida para sacarle información? Yuta sintió un malestar en el pecho y se removió incómodo

- Te acuestas con Tanaka-sensei? - espetó sin rodeos mirándole con esos ojos oscuros, mirarlos era como mirar el vacío.

-n-n-n-n-¡NO! no es v-verdad- dijo yuta negando con las manos y rojo de la vergüenza, ¿cómo podía preguntar algo así? ¿Eso era lo que decían de él? ¿Quién había inventado un rumor como ese?

-te creo- dijo el pelirrojo después de observarlo minuciosamente para luego esbozar una hermosa sonrisa, una que yuta nunca había visto y que le hizo estremecerse- eres lindo, yuta-

-¿Eh?- sintió el rostro arder y se lo tapó con ambas manos y Akatsuki se echó a reír, yuta le miro entre los dedos “se está burlando de mi” pensó haciendo un puchero. puede que suene tonto pero a la distancia que estaban a los ojos del peli-caoba, Akatsuki se veía aún más apuesto, nunca había tenido la oportunidad de verlo bien, mucho peor verlo reír con tanta libertad, una melodiosa risa, no la risa cruel y burlesca que siempre soltaba cuando lo molestaba, también se dio cuenta, que Akatsuki tenía las pestañas largas y un pequeño lunar en la sien, también que cuando sonríe se le formaban adorables hoyuelos en las mejillas, ¿cómo se dio cuenta? Yuta era un buen observador, perspicaz, habilidad otorgada por la soledad, es decir por pasar mucho tiempo solo y sin hacer nada. No se dio cuenta de estas cosas antes porque como mencione antes no había tenido la oportunidad. Un silencio un tanto incomodo reino entre los dos, hasta que Yuta lo rompió

-uhm Ha-Harada-san

-Deja las formalidades y dime Akatsuki- interrumpió el pelirrojo apoyando su rostro entre sus manos

-A-Akatsuki…...kun…..uhm ¿puedo preguntarte algo?- yuta miraba hacia abajo y jugaba con sus manos, estas comenzaron a sudar

-Adelante-

- Uhm…. ¿Porque estas siendo así co-conmigo tan…...de repente…?-

- ¿A qué te refieres?- el tono de voz usado por el pelirrojo provoco que Yuta dudara en seguir hablando, tomo una gran bocanada de aire y con el corazón a mil por hora continuó

-Uhm….qui-quiero decir tu…...siempre me….-Yuta buscaba las palabras más adecuadas para expresarse-....tratas mal...y ahora estas siendo amable…- lo último lo dijo en una voz tan baja que al pelirrojo le costó escuchar.

- ¿Quién dijo que estoy siendo amable?- dijo en tono amenazador, Yuta se encogió sobre sí mismo y Akatsuki sonrió - es broma Yuta mmm la razón por la que estoy siendo amable, ¿eh?.... mmm no- te- lo -di-re-

-Pe-pero…...- el escandaloso timbre sonó anunciando que el receso se había acabado dejando a Yuta con la palabra en la boca

-vaya, vaya, ¿ya se acabó? ¿Tan pronto? Mmm te diré una cosa Yuta- ambas miradas se encontraron, una segura y la otra no- Si haces lo que yo quiera por el resto del día, te diré porque estoy siendo amable contigo, ¿qué dices? ¿Es un buen trato no?

-Eh? Pe-pero yo....

-Tienes 10 segundos para responder

-A-Akatsuki-kun yo no...-

-5..4..3...2..-

-E-Esta bien…… haré lo que tú quieras- farfulló, Akatsuki sonrió triunfante, se puso de pie y comenzó a caminar

- Vamos, hay un sitio que quiero enseñarte, estoy seguro que te gustara-

-Uhm Akatsuki-kun y.... ¿y las clases?- recordó Yuta alcanzando al pelirrojo

- No tengo ganas de entrar, anda ven, confía en mi- dijo en un tono en el que Yuta percibió una pizca de súplica, el pelirrojo tomó su mano

- Pe-pero ¿y si nos metemos en problema?- razonó Yuta

-Hace unos segundos has dicho que harías lo que yo quisiera, ¿piensas faltar a tu palabra?- su voz se tornó seria

- No es eso, es qu-

- Bien entonces vamos.

 

La mano de Akatsuki era  grande y fuerte y al mismo tiempo cálida y suave, en cambio la suya era pequeña y estaba sudando. Así que bajo la mirada atenta y sorpresa de el pelirrojo soltó la mano de este y seco la suya en su pantalón para luego volver a sujetar la mano del más alto, quien al ver esto le dedico una linda sonrisa, Yuta también sonrió, provocando que el corazón de cierto pelirrojo latiera con fuerza y se sonrojara levemente y para que el más bajo no le viera en ese estado, miro hacia adelante y apresuro el paso. Yuta esbozo una sonrisita “tonta” de esas que pone la gente cuando esta condenadamente feliz y no puede evitar hacer esa sonrisa que tanto los delata, así que el peli-caoba bajo la cabeza y miraba el camino de piedra a través de los lentes.

 

Llegaron a una parte del colegio a la que Yuta nunca había ido, pero que siempre anhelaba visitar: el bosque detrás del instituto, era un lugar prohibido para los estudiantes, ya que en años anteriores se ha encontrado jóvenes drogándose con los hongos venenosos de este lugar y también parejas consumando su amor, claro estos adolescentes han sido expulsados y si un profesor los miraba allí probablemente serían sancionados, pero eso no parecía importarle al pelirrojo.

 

Desde el punto de vista de Yuta aquel bosque era asombroso y en verdad lo era empezando por la entrada de este, dos pinos torcidos, seguramente por el viento, formaban un arco romano, que daba aun caminito creado con el pasar del tiempo, aquel bosque de pinos muy altos, donde los rayos del sol alumbraban tenuemente el camino y el rocío de la mañana que daba la ilusión de millones y diminutos ojitos de cristal, el fresco aroma de los pinos, el clima ligeramente frio, daba un aire mágico que le hacía a Yuta imaginar pequeñas hadas que se escondían en las flores, duendes que se camuflaban en los hongos e incluso un imponente dragón que cuidaba celosamente un mar dorado en el cual dormía bajo la tierra del bosque, estos y muchos personajes de los mejores libros de fantasía que nuestro protagonista había leído, se ocultaban solo ante los ojos de la imaginación de Yuta en aquel bosque.

 

Llegaron a un claro de pasto verde que aun poseía escarcha, pero a Akatsuki-kun no pareció importarle y se recostó boca arriba en este, y obligo a Yuta a recostarse a su lado. Había un silencio pero no era un silencio mortal, en el que sientes que la tensión te roba el aire, no, estoy segura de, que alguna vez has ido al mar, un rio, una laguna o incluso una piscina, de lo que no estoy segura es si alguna vez has decidido dejarte llevar por el agua y simplemente flotar, mientras observas el cielo cambiante, y una tranquilidad te invade, donde tu corazón se siente dichoso y es tan tranquilo que Morfeo aparece para intentar seducirte, pero tú le ignoras y disfrutas de aquel momento especial, bueno aunque Yuta y Akatsuki no flotaran en el agua así se sentían, se dejaron llevar por el  soundtrack de la naturaleza, el sonido que hace el viento al coquetear con las hojas, el trinar de los pequeños pajaritos y la vista del hermoso cielo y el sol acariciar los árboles. Ni en sus mejores sueños Yuta había imaginado algo así, y su corazón danzaba con efusión ante el tacto de la mano del pelirrojo sujetar la suya fuertemente, pero ese era el dilema, aquello era demasiado bueno para ser real y yuta no podía evitar preguntarse ¿por qué Akatsuki sujetaba su mano? ¿Por qué Akatsuki estaba actuando así de repente? Pero sobretodo y la pregunta que más trascendencia tenia era ¿por qué Akatsuki parecía sentir lo mismo que el?

 

No pudo soportarlo más y aunque el pelirrojo dijo que le diría porque actuaba así, cuando hiciera todo lo que él le pidiera ya había cumplido parte del trato ¿no es así? Entonces merecía parte de la verdad.

 

 

Pero al girar el rostro para verle se encontró con dos gemas ónix que le miraban detenidamente, eso no se lo esperaba, abrió los ojos como platos, pareció que por un momento dejo de respirar y su rostro se tornó carmesí y no solo el suyo el rostro de Akatsuki competía en tono con el cabello de este. Con el corazón desbocado, Yuta aparto la mirada y la poso en el cielo y el pelirrojo le imitó.

-       Yo…-empezó Yuta acomodándose los lentes con el dedo índice- qui-quiero saber…. ¿por qué….tu?

-       Yuta, bésame

-       ¿Disculpa?...cr-creo que no escuche bien

-       Que me beses Yuta – eso desubico por completo a Yuta y miro a Akatsuki como si le nacieran cuernos

-       ¿Qué?- no es que ahora no le escuchase, es solo que aún no podía creérselo, no podía creer semejante petición

-       Si me haces repetirlo una vez mas no te diré lo que quieres saber – dijo tajante, eso puso muy nervioso a Yuta, es cierto que quería saber la razón del extraño comportamiento del pelirrojo, pero… ¿un beso? Y no es como si no quisiera hacerlo, es más llevaba largo tiempo fantaseando en compartir un beso con el pelirrojo, pero que se lo pidiera así tan de repente, simplemente era demasiado para Yuta, se dio la vuelta aun recostado en el césped y se apoyó en sus codos, estaban muy cerca el uno del otro y Yuta no podía soportar la penetrante mirada del pelirrojo expectante a sus movimientos.

-       Ci-cierra los ojos- Akatsuki sonrió de lado y los cerró, no debería decir esto pero cierta personita, que no es Yuta, se encontraba muy ansioso. Las pestañas largas del pelirrojo llamaron la atención de Yuta, también su pequeño lunar al lado del ojo, pero sobre todo sus incitantes labios y sin más espera, le besó……en la mejilla. Cuando sus labios dejaron de besar la suave piel de Akatsuki, este abrió los ojos y le miro, como un meme famoso que circulo por internet llamado “are you fucking kidding me?”

-       ¿Es en serio?-Yuta asintió- ¿no puedes hacer algo mejor?- yuta negó con la cabeza y Akatsuki suspiro quitándose el cabello de la frente, luego miro a Yuta y volvió a suspirar y uso su mano como almohada , acaricio la mejilla del peli caoba y luego el cabello que estaba encima de su oreja derecha, está de más decir que Yuta se sonrojo-como tú me diste algo parecido a lo que quería, pero no lo que yo quería, yo te daré algo parecido a lo que quieres, pero no lo que quieres- le miro detenidamente, dejo de acariciar su cabellos y el pelirrojo, aparto la mirada-  …..Mia… - dijo más para sí mismo que para Yuta- ….me dijo que tú y Tanaka-sensei llevan saliendo durante un año y que tu estabas muy enamorado de…

-       ¡No es cierto!- exclamo Yuta por acto reflejo. Akatsuki le miro desconfiado

-       No te ofendas Yuta, pero me es difícil darte crédito- dijo provocando una especie de vacío en Yuta- te he visto muy cerca de Tanaka-sensei, por eso me es difícil creerte- él no estaba muy cerca de Tanaka-sensei, Tanaka-sensei estaba muy cerca de él, Maldita Mia, no iba a dejar que Akatsuki tuviera ideas equivocadas de él, por culpa de un rumor creado de la niña mimada, Mia.

-       ¡Ha-hare lo que sea pa-para que me creas! Por favor n-no pienses eso de mí….-dijo en voz baja. Akatsuki sonrió

-       Está bien, ya pensare en algo para que probar tu inocencia y…- Akatsuki guardo silencio al ver una mueca de dolor en el rostro de Yuta- Oe Yuta ¿estás bien?- Yuta asintió, pero no era así, sintió un dolor agudo en la cabeza, y ahora ya no sentía nada, no, no era así, era más como un hormigueo en la sien derecha.

-       Mentiroso-dijo Akatsuki- ven, aquí el tiempo pasa rápido, te llevare a casa

-       ¿a casa?- pregunto Yuta, recordaba bien lo que había pasado con su padre y su madre, por muy extraño que suene no quería volver a casa

-       Si, tonto, a casa, soy tu vecino, ¿no lo sabias?- ¿Qué si no lo sabía? Era imposible no saber que la persona a la que acosaba vivía cerca de su casa, lo supo desde el primer día que le vio en el colegio, creo que incluso antes.

 

 

Una de sus fantasías con el pelirrojo era que caminaran juntos a casa, no importaba en que situación, como compañeros o desconocidos, como amigos o como amantes, el solo quería caminar junto a la persona que amaba. Todos los días cuando volvía a casa, siempre caminaba lento ¿Por qué? Porque el pelirrojo siempre caminaba delante de él. Por la forma en que le trataba Akatsuki nunca se atrevió a hablarle, tenía miedo de hacerlo, tenía miedo que le insultara, que lo rechazara, pero sobre todo tenía miedo que le ignorara. Le miraba caminar frente a él y aunque la distancia no era mayor de 4 m, el sentía que había miles de kilómetros entre él y Akatsuki, al mirar su espalda, no importa lo mucho que estirara su mano, no podía alcanzarle, no importaba lo mucho que gritara, él, no podía escucharle y su corazón se dejaba seducir por la tristeza y las hermanas frustración y desesperación les encantaba ver ese cortejo.

 

Y ahora estaba allí a la luz del atardecer caminando juntos a casa, se sentía tan dichoso que las lágrimas amenazaron con salir, el nudo en su garganta, no era amargo y difícil de deshacer.

 

Nunca, pero nunca el camino a casa se le había hecho tan corto, no quería llegar a su “hogar” anhelaba pasar más tiempo con el pelirrojo, y la sonrisa que este le regalaba cuando sus miradas se encontraban volvía más ferviente ese deseo.

 

Aunque había un pequeño detalle, uno insignificante, para aquel increíble, hermoso y tan anhelado momento, pero que tu mi querido lector  debes recordar muy bien. Mientras caminaba, Yuta, por más presión que hiciera en su pie izquierdo, no podía sentir el tobillo, esto no le daba problemas al caminar pero no podía sentirlo, el hormigueo en su sien derecha tampoco se había ido y además tampoco sentía el hombro derecho, también se sentía liviano, pero no se sentía mal. Yuta creyó que talvez se iba a resfriar, pero no era si y escribo en serio cuando escribí que debes recordar bien eso, así las cosas te serán más entendibles. Pero no te obsesiones con ello, puedes olvidarlo por el momento, estoy segura que lo recordaras cuando lo necesites.

 

-       Bueno Yuta, como sabrás mi casa queda a 3 más de la tuya- dijo metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón- nos vemos luego- Yuta se despidió sin decir nada, simplemente con el movimiento de una mano, Akatsuki se miraba indeciso y Yuta pudo notar eso, finalmente el pelirrojo dio un paso adelante, se inclinó y junto sus labios con los del menor, un casto beso, un casto beso en el que ambos pudieron saborear los labios del otro, aspirar el aroma del otro y finalmente sentir lo que el otro sentía.

 

“SDCF” estado en que entra una persona sin querer. La  SDCF es “sonrisa del condenadamente feliz” que con frecuencia intenta ocultarla, mejor conocida como “sonrisa tonta” o “embobada”. Bueno Yuta tenía una SDCF mientras abría la puerta de su casa, está de más de decir qué provoco que Yuta esbozara una SDCF.

-       Tadaima -  dijo más por costumbre, que por anunciar su llegada ya que no había nadie más en casa porque sus padres estaban trabajando. los ladridos de su perrito lo recibieron, yuta se puso en cuclillas y acarició a su mascota

-       Okaerinasai – dijo una voz aterciopelada y suave. Yuta abrió los ojos como platos, su pulso se aceleró y la SDCF se esfumó, miro a su alrededor para ver si se había equivocada de casa, pero no podía ser cierto ya que fili estaba allí- ¿qué tal tu día?- su madre apareció en el pasillo, y se limpiaba las manos en su delantal mientras sonreía amablemente, ¿Qué hacia su madre allí? Se supone que debería estar trabajando. Tal era la confusión de Yuta que incluso se dio la vuelta para ver si había alguien más detrás de él, no había nadie, miro a su madre desconcertado y esta sonrió abiertamente, yuta incluso se señaló a sí mismo  y su madre rio- claro que si tonto- dijo su madre divertida- ¿a quien más podía ser Yu-chan?, ven he preparado tu platillo favorito- dijo su madre caminando hacia a él, le tomo de la mano y lo guio hasta la cocina.

 

Un plato de curry recién hecho estaba ante él, un plato que no probaba desde que tenía 13 años, el aroma perfumaba la cocina y Yuta sentía un revoltijo en el estómago, trago saliva, se acomodó los lentes con el dedo índice, sostuvo la cuchara, tomo un poco de curry y se lo llevo a la boca. Las lágrimas bañaban sus mejillas, el curry estaba muy caliente, pero, como sabrás, esa no era la única razón por la que lloraba, su madre no estaba siendo la misma, no, no era así, la verdad es que su madre había vuelto a ser la misma y su corazón experimento una calidez que no sentía desde hace 3 años.

-       Pero si serás…..Yu-chan, tienes que soplarlo- dijo aquella dulce mujer limpiando sus mejillas- esto solo provoco más llanto- ya, ya anda come, cuando termines ven a la sala, ¿sí?- Yuta asintió entre sollozos.

 

Cuando termino de comer llevo su plato al fregadero y lo lavo, antes de salir de la cocina miro el reloj que estaba sobre la estufa, pero no pudo ver bien los números, así que se quitó los lentes, los limpio y salió de la cocina. Al llegar a la sala, su madre estaba sentada en un extremo del sofá, sujetando una foto entre sus delicadas manos. Al ver a Yuta de pie, en el marco de la puerta dio palmaditas en su regazo y regalo a Yuta una tierna sonrisa, Yuta se sentó en el mismo sofá y descansó su cabeza en el regazo de su madre, aquella mujer de ojos cansados y sonrisa triste acarició los cabellos de yuta y le quito los lentes, los puso en la mesita que había a un lado del sofá y le dio la foto antes mencionada a su hijo. En ella había una joven muy bonita y de mirada alegre, era su madre, y junto a ella estaba un joven de cabellos rubios con una sonrisa sincera, no lo reconoció y miro a su madre, esta entendió la mirada confundida de su hijo suspiro y hablo.

 

-       Cuando…tenia tu edad… -dijo mirando a la nada aun acariciando sus cabellos- conocí a un chico muy agradable, pasar el tiempo con él era muy divertido, era muy amable-hizo una pausa- ¿Quién no se enamoraría de alguien así? Paso el tiempo y habíamos pensado en comprometernos, dejaríamos la escuela e iríamos a Tokyo, rentaríamos un pequeño apartamento y yo lo cuidaría mientras él trabajaba, pero fuimos descuidados y no tuvimos paciencia, antes de irnos salí embarazada- hizo otra pausa y esta vez más larga y en su rostro había rastros de tristeza – Tu abuelo estaba furioso, me golpeo y el intento defenderme, ambos terminamos en el hospital……yo….perdí al bebe, pero el dolor que sentí, no se comparó al que me atormento meses después, re….resulta que en la pelea “el” recibió un golpe en la cabeza” estuvo un tiempo en el hospital- gotas de agua salada comenzaron a caer sobre el rostro de Yuta- una mañana, la recuerdo muy bien estaba nevando, “el” me pidió un libro, dijo que se sentía aburrido, yo le dije que le narraría lo que él me pidiera, no quería dejarlo, tenía un mal presentimiento no quería dejarlo solo, su familia también había pasado de él, pero él insistió, fui a la librería y compre el libro que él me pidió, se llamaba “la mejor forma de decir adiós” no le tome importancia, decidí llevarle una frutas “el” adoraba los kiwis, cuando…..cuando volví e-el ya…ya no estaba lo único que encontré fue el molesto sonido de esa máquina- los sollozos acompañaron el relato de su madre y estaba lloraba, Yuta nunca la había visto llorar así, con tanto dolor- yu-yuta…..hic… perdóname, he…..hic… sido una mala madre…sniff….- su madre se limpió las lágrimas y trago sus sollozos, aún no había terminado- M-me deprimí mucho, un día fui a la farmacia y compre unas pastillas, sentía mucho dolor y ya no podía soportarlo, no sé como pero tu abuela me descubrió una tarde en la que tu abuelo trabajaba, lloró y lloró mucho y no me dejo sola en ningún momento, hablo conmigo y me dijo “ se, que no he sido una buena madre, pero el corazón viejo, de esta mujer que no sabe nada y que no pudo proteger a su hija, te pido que no te vayas, eres lo único que me queda, no me dejes sola, te extrañaría mucho, permíteme ser egoísta, y pedirte que me convierta en tu razón para vivir, sé que con el tiempo encontraras una mejor razón para luchar en este mundo tan triste y hermoso. También quiero que recuerdes algo que leí en el libro que trajiste el otro día los sueños se hacen realidad con esfuerzo, esfuérzate y tus sueños morirán, y tu vivirás, esfuérzate y no dejaras este mundo de forma penosa (NT: los sueños mueren cuando se hacen realidad)recuerda bien esa palabras hija”

 

-        Tiempo después tu abuelo me comprometió con tu padre y luego naciste tú, Yuta quiero que sepas que tú eres esa nueva razón por la que vivo, sé que la situación no está bien, Yuta por favor perdóname, lo que dije ayer no lo dije enserio, no deseo que no hubieras nacido, si tu no hubieras nacido yo…sniff…yo no estaría aquí después de la muerte de tu abuela y ahora a ti te dedico las palabras que tu abuela me dijo, al pensar en que tu podrías intentar suicidarte sentí mucho miedo y quiero que recuerdes muy bien, por favor Yuta recuérdalo “los sueños se hacen realidad con esfuerzo, esfuérzate y tus sueños morirán y tu vivirás y no dejaras este mundo de forma penosa” Yuta, mi pequeño e indefenso bebe, vive no importa lo que los demás digan, no tu importa la situación quiero que vivas luchando por lo que quieres, te amo Yuta, perdóname. –Yuta extendió su mano y limpio las lágrimas de su desconsolada madre que habían vuelto a brotar-

-       No llores mamá, no hay nada que perdonar, yo te amo y siempre lo hare de todos modos soy tu razón para existir, ¿no es así?- su madre asintió entre sollozos, Yuta no pudo soportarlo más y se quebró – so-solo tengo…..u-una pregunta, ¿cuál era su nombre? Del chico

 

-       Yuta, su nombre…era Yuta

 

 

 

 

 

 

~

 

 

Akatsuki le había obligado de nuevo a faltar a clase, incluso le había obligado a escaparse del colegio y ahora estaban en el parque con el gran cerezo en el centro, parque que quedaba cerca de su casa, estaban apoyados en el mirador, y aunque se sentía muy feliz, no podía evitar preocuparse, ¿y si su padre se daba cuenta que se había escapado? Seguramente la paliza que le dio hace dos días no se compararía a la que le daría si se diera cuenta.

 

Pero valía la pena no es así, pasar tiempo con el pelirrojo era lo mejor que le estaba pasando. Yuta recuerda muy bien cuando admitió que estaba enamorado de Akatsuki, que se dijo así mismo que haría lo que este le pidiera, así que, allí estaba a la luz de un atardecer bermellón, de esos que son únicos en la vida, con un chico de cabellos rojo bermellón. Durante el día aprendió que al pelirrojo le encantaba “Katekyo Hitman Reborn” que para coincidencia también era la serie favorita de Yuta, pasaron toda la tarde hablando sobre la manga. Y ahora un ameno silencio reinaba entre ellos mientras miraban al sol morir, para poder renacer en unas horas.

 

-       Yuta- dijo el pelirrojo rompiendo el silencio y llamando la atención del peli-caoba –

-       ¿Mmm?

-       Cierra los ojos y no te muevas

-       ¿Eh? ¿Por qué?

-       Solo hazme caso- Yuta suspiró y obedeció, se sintió nervioso y ansioso por saber que haría el pelirrojo, unos segundos pasaron y Yuta inmóvil con los ojos cerrados pudo sentir, las manos del pelirrojo acariciar sus mejillas, su cabello, su cuello, sus brazos y por último tomo sus manos y sintió unas inmensas ganas de abrir los ojos- si abres los ojos, te lanzare por el mirador- agregó el pelirrojo y Yuta se tomó en serio esa amenaza (aunque no lo fuera) y cerró los ojos con fuerza, pasaron algunos segundos más y yuta volvió a sentir algo, algo presionando sus labios, otros labios suaves e incitantes, pero el maravilloso contacto no duro mucho- no abras los ojos- repitió el pelirrojo, Yuta pensaba que estaba siendo injusto, quería ver la expresión que tenía Akatsuki, quería saber si su expresión era seria o burlona, quería ver sus ojos. Un dedo pulgar se posó en su labio inferior, abriendo su boca- no los abras, Yuta…- repitió antes de capturar sus labios de nuevo pero esta vez con más ímpetu, penetrando en su boca con su lengua, Yuta al principio no respondía, eso no se lo esperaba, no sabía qué hacer y sentía sus orejas arder. Tímidamente intento corresponder el beso, el pelirrojo le dijo que no se moviera, pero sentía que sus piernas pronto le traicionarían, y al subir de tono el beso Yuta se aferró a los brazos del pelirrojo. El beso era apasionado y húmedo  y Akatsuki poso su manos en la cintura de Yuta, la opresión en sus pulmones les dijo que debían separarse, unidos por un hilo de saliva- te dije que no te movieras- dijo el pelirrojo con voz grave y seductora que hizo que yuta abriera los ojos y que Akatsuki le mirara sorprendido, no esperaba que Yuta le desobedeciera y al hacerlo pudo observar las mejillas de Akatsuki teñidas de carmesí. Eso provoco que el pulso de Yuta se acelerara- no me hiciste caso- dijo el pelirrojo serio y con el ceño fruncido-mereces un castigo- lo agarró del brazo y lo apoyo de espaldas en la barandilla

-       ¡¡Que!! N-no espera…- los brazos del pelirrojo le cerraron el paso al apoyarlos en la barandilla y el más alto se inclinó hasta quedar a la altura de Yuta, sus labios se rozaban y podían sentir la respiración del otro

-       En serio creíste que te lanzaría por el mirador- pregunto burlón

-       N-no, no – dijo yuta negando con las manos, intentando hacer más espacio entre él y el pelirrojo, pero este último no se movió ni un centímetro y rio por lo bajo- ¡N-no te burles d-de mí!- agrego Yuta rojo de la vergüenza y contrariado, Akatsuki le callo con otro beso y antes de separar sus labios mordió el labio inferior de Yuta ganándose un gemido de este, el pelirrojo sonrió triunfante, seguido dio cortos besos en las mejillas, en las sienes, en los parpados, en la punta de la nariz y en el mentón y el cuello. Yuta se sentía raro, está de más decir que aquella era la primera vez que experimentaba algo así. El pelirrojo se mordió los labios y lamio los de Yuta esta vez el premio fue un jadeo, sus labios volvieron a unirse, Yuta rodeo el cuello del pelirrojo con sus brazos temblorosos, y este último abrazó la pequeña cintura del peli-caoba juntando más sus cuerpos en busca de calor y contacto físico, sus lenguas elaboraban una danza placentera y aunque una no supiera bailar, la otra era una experta y la guiaba, succionando y saboreando los labios del otro y aunque uno gritara con cada célula de su ser lo mucho que amaba a la persona con la que ahora compartía un beso que siempre añoro, la otra intentaba ocultarlo, y aquellos besos eran de prueba, pero ya no podía callarlo más, rompió el beso y su mirada penetrante se posó en la confundida de yuta.

-       Yuta, yo….veras…yo te…- no lo completo, no dijo la palabra más importante, porque al ver los ojos de yuta a través de los lentes de este, recordó que había algo más que debía decirle, deshizo el abrazo y se apartó el cabello de la frente, luego miro a Yuta y al ver confusión en aquellos ojos color miel, revolvió los cabellos color caoba y sonrió- Yuta recuerdas que te dije que pensaría en algo para que me demostraras que entre tú y Tanaka-sensei no hay nada – Yuta asintió con efusión- bueno se me acaba de ocurrir algo- Yuta le miro con interés-Yuta, para ganarte mi confianza y hacer que yo te crea, lo único que tienes que hacer es mirarme a mí- dijo inclinándose a la altura de Yuta y mirándole directamente a los ojos- solo mírame a mí, siempre, solo tienes que  mirarme a mí, ¿ahora entiendes porque hago todas estas cosas?- pregunto amablemente, Yuta negó con la cabeza, Akatsuki rio por lo bajo luego de mirarle sorprendido- sabes, a pesar de que tienes buenas notas, no eres muy listo- Yuta masculló algo sin sentido e hizo un puchero- perdóname Yuta, por todas las cosas malas que te hecho, pero créeme, por favor créeme, cuando te dijo que te amo- esas dos últimas palabras hicieron eco no solo en la cabeza de Yuta sino también en su corazón, se escucharon tan fuertes, claras y decididas, tanto tiempo fantaseando con esas palabras y ahora estaba allí, con su primer amor, su primera ilusión, bajo el primer atardecer bermellón juntos.

 

-       Yuta, te amo por eso necesito que despiertes

-       Eh?

-       Despierta yuta por favor- dijo Akatsuki arrodillándose ante él tomando sus manos y besarlas con lágrimas en los ojos. El corazón de Yuta se encogió no hace falta decir que esa era la primera vez que miraba al pelirrojo llorar con tanta desesperación.

-       A-Akatsuki-kun q-que estas di-

-       Yuta por favor tienes que abrir los ojos- las lágrimas también bañaron las mejillas de yuta, sus lentes se empañaron y miraba borroso-

 

 

-       Yuta despierta- escuchó, como si de un susurro se tratase. 

 

 

ierta…

 

ta…

 

des….pierta….

 

uta….

 

Despierta…

 

Yuta…

 

 

 

Por favor Yuta recuérdalo: “los sueños se hacen realidad con esfuerzo, esfuérzate y tus sueños morirán y tu vivirás y no dejaras este mundo de forma penosa”

 

 

Por favor Yuta despierta

 

 

 

Pesadamente sus ojos se abrieron con lentitud, borroso, todo se miraba difuminado, volvió a cerrar los ojos- Yuta por el amor de Dios debes despertar- la voz se le hizo extremadamente molesta y contra su voluntad volvió abrir los ojos lo primero que vio fue el rostro de una mujer de edad avanzada y la preocupación era un adornaba su cara- oh, gracias a dios por fin despiertas llevo una hora intentando levantarte- en el estopor que se encontraba pudo percibir que el color blanco predominaba en aquella habitación- siéntate y toma estas pastilla-dijo poniendo un vaso de agua y las pastillas en una mesita- intentamos llamar a tus padre pero ninguno contesto, dime ¿Cómo te sientes?

Yuta se sentó su ofuscación era extrema y como se sentó de súbito sintió como si un bate de baseball le golpeara en la sien hizo una mueca de dolor y se quejó intento llevarse una mano al lugar donde el dolo le atormentaba pero al hacerlo u nuevo dolor le invadió miro su brazo derecho y vio que su hombro y su brazo estaban vendados.

-       ¿Do-donde…?

-       Estas en la enfermería del colegio

-       ¿Q-que pasó?- dijo tocando su sien derecha con la mano izquierda solo para descubrir que su cabeza estaba vendada

-       ¿No recuerdas nada?- pregunto la mujer con bata blanca, yuta intento negar con la cabeza pero el dolor se lo impidió- te caíste de las escaleras durante el receso, te golpeaste la cabeza, te dislocaste el hombro, tienes un esguince en el tobillo, también tienes pequeños moretones yuta- dijo la mujer mirándole seria- debes ir al hospital, como te dije antes intentamos llamar a tus padres pero nadie contestó, y como el director dijo que no era nada grave no nos dejó llamar a una ambulancia, yuta en serio debes ir al hospital, te golpeaste muy fuerte en la cabeza puede llegar a ser grave- yuta no entendió nada de lo que la mujer le dijo, buscó sus lentes, que encontró en una mesita junto a la camilla, se los puso y miro las pastillas que estaban a un lado de un vaso de agua, tomo el medicamento y con un trago de agua se los tomo. Sentía un extraño vacío, se sentía muy triste, pero no sabía la razón. Decidió ponerse de pie, iría al hospital, pero cuando sus pies hicieron contacto con el frio suelo el calambre le recorrió el pie izquierdo, un dolor y una sensación de alivianes. Seguido y lo más importante, recuerdos de algo que nunca sucedió en el mundo material golpearon su cabeza. La sonrisa de Akatsuki, las lágrimas de su madre, los besos del pelirrojo y los secretos de su progenitora.

 

Las lágrimas bañaron sus mejillas y la desesperación lo atormentó

 

-       ¡Yuta! ¿Qué sucede, estas bien?- pregunto muy preocupada, Yuta la ignoro y ahogándose en sollozos salió corriendo fuera de la enfermería con un pie lastimado- ¿yuta? ¡Yuta! ¿a dónde vas? ¡¡¡Yuta!!!

 

 

Tropezando y segado por las lágrimas yuta corrió escaleras arriba, las hermanas frustración y desesperación estaban jugando con él otra vez y les encantaba hacerlo sufrir. El nudo en su garganta era insoportable y aunque su cuerpo estuviera mal herido su corazón se había destrozado, su pie lastimado le fallo y dio de lleno en la cerámica, ahora lloraba con más fuerza, sus lentes se habían quebrado, no los recogió y siguió corriendo, se arrancó las vendas del brazo y las tiro en el camino.

 

Abrió la  puerta de la azotea con brusquedad, se quedó de pie allí el sol comenzaba a morir e hizo razonar a Yuta, todo había sido un sueño, todo, su miserable vida seguía, porque los sueños son solo eso, sueños, al volver a casa su padre le volvería a golpear, su madre le diría que nunca quiso tenerlo, mañana Mia lo volvería a humillar, y sobre todo Akatsuki le trataría como siempre lo hacía, ese pensamiento fue la gota que derramo el vaso, Yuta se dejó caer sobre sus rodillas, lloro y le imploro a Dios que hiciera algo para cambiar su situación, lo que fuera, Yuta se convenció a si mismo  que no funcionaria, ahora no solo lloraba, sollozaba, maldecía y gritaba abrazándose a si mismo con fuerza hasta el punto de hacerse daño, no importaba lo que dijera o lo que hiciera nada cambiaria y su desesperación aumento. Sus ojos privados de ver con claridad vieron el atardecer bermellón un atardecer igual al amanecer que había visto hoy en la mañana, con la mirada perdida y las lágrimas aun brotando, apretó fuertemente los puños y los dientes, una idea ilumino su mente, ya estaba cansado, muy cansado y se consideraba incapaz de seguir adelante, no es como si antes no lo hubiese intentado, pero aun así nada funcionaba, si seguir intentando significaba sumergirse en un bucle del fracaso, preferiría acabar con todo, y con la la luz bermellón como testigo, acabaría con todo cuando la luz bermellón se apagara. Se puso de pie camino hasta la barandilla, con los pies trémulos, se agarró fuertemente al barandal primero paso una pierna y luego la otra, se dio la vuelta y encaro al sol, miro hacia abajo y el vértigo le inundo, 10 pisos antes de llegar al suelo, era una muerte segura, solo esperaba que no fuera tan dolorosa.

 

De todos modos ¿habría algún problema si el muriera? ¿A alguien le importaría si desapareciera? ¿Hay alguien en este triste y hermoso mundo que le extrañaría? ¿Alguien lo notara? ¿A alguien le importaría? No hay ningún problema si se suelta. Ah, lastima no había nadie que fuera testigo de sus últimas palabras, no había nadie que le sonriera antes de morir, que le brindara calor cuando su corazón estaba frio, claro que no había nadie, si alguien estuviera allí, no estaría en esos momentos a punto de arrebatarse la vida.

 

No había nadie que le entendiera, así que no había ningún problema si se soltaba, con lágrimas en los ojos miro el atardecer por última vez, pensó en lo hermoso que era, en su madre y al pensar en ella un recuerdo vino a su mente

 

*Flash back*

 

 

Yuta era solo un niño de 4 años y en esos tiempos su madre trabajaba y como su padre salía antes del trabajo él era el encargado de ir a traerlo al jardín de niños. Fue una tarde en que jugando en los columpios se cayó y lastimo las manos y sus lentes se quebraron, la maestra las curo pero dijo que no podía hacer nada por los lentes, yuta los miro con tristeza esos eran los lentes que su madre le había dado. Pasaron dos horas desde la hora de salida y él estaba sentado en la entrada del jardín de niños, era el único que quedaba y la maestra ya estaba desesperada. Otra hora paso y la maestra se fue, le dijo que si se quedaba allí sus padres pronto vendrían por él y que por ninguna razón tenía que moverse ni irse con alguien mas, cuando la maestra se fue, yuta comenzó a llorar en silencio y abrazo sus rodillas y oculta la cabeza entre los brazos. Su padre nunca llego.

-       ¡YU-CHAN!- pero su madre si lo hizo y venía a corriendo hacia el descalza y con los tacones en la mano, se miraba agitada y muy preocupada, yuta corrió hacia ella y abrazo las piernas de su madre mientras sollozaba- Ah, Yu-chan así que aquí estabas, imagina mi sorpresa cuando llegue a casa y no te encontré, tu padre está en serios problemas, ya Yu-chan ya no llores ya estoy aquí- la madre de Yuta limpio sus lágrimas y el pequeño Yuta saco sus lentes rotos y se los enseño a su madre- aww Yu-chan tus lentes y tu manos también, ¿Qué sucedió?

-       M-me caí

-       ¿De verdad? Pobre Yu-chan ¿y lloraste?- Yuta negó la cabeza con efusión y su madre rio- que bien porque los niños valientes no lloran, ¿eres un niño valiente?- Yuta asintió con entusiasmo y extendió los brazos y su madre lo cargo entre los suyos- claro que eres un niño valiente, te has quedado aquí solito y has sido paciente-su madre beso su mejilla y Yuta se abrazó a su cuello- ven te comprare algo, ¿qué te gustaría? ¿un chocolate o un helado?

-       ¡Chocolate!

-       Está bien chocolate será….

 

 

*Fin del flash back*

 

 

 

El recuerdo le hizo sentir melancólico y las lágrimas se perdían en la nada. Pensó en Akatsuki en la sonrisa que este tenía en sus sueños, e hizo un esfuerzo para recordar si había visto esa sonrisa del pelirrojo en la vida real, si la había visto ahora que lo pensaba bien, si la había visto.

 

 

*Flash back*

 

 

El viento soplaba y los pétalos del cerezo bailaban en el aire era la ceremonia de entrada Mia le había dicho que la esperara en la entrada, y así hizo para ese tiempo todavía eran amigos. Mientras esperaba unos chicos mucho mayores que él, chocaron con Yuta y le dejaron caer botando sus lentes, lo peor es que le obligaron a disculparse, Yuta lo hizo y los chicos se fueron riendo, estaba buscando sus lentes arrodillando en el piso, podría jurar escuchar el sonido del vidrio quebrarse ese era el sexto par de lentes su madre se enojaría con él, si algo les pasaba y oftalmólogo lo sermonearía de nuevo.

 

-       ¿Estás bien?- dijo una voz aterciopelada el dueño de la voz le ayudo a levantarse tomo una de sus manos y puso allí los lentes rotos- lo siento-

-       N-no te preocupes, Uhm gra-gracias uhm…

-       Akatsuki, soy Harada Akatsuki- el pelirrojo sonrió a Yuta pero todo lo que el más bajo vio fue una figura borrosa – Uh debo irme, suerte…

 

 

 

*Fin del flash back*

 

Tal vez no sea el recuerdo más bonito, ya que su madre si se enojó y el oftalmólogo le sermoneo, pero yuta podría jurar ver al pelirrojo sonreír.

 

 

El viento soplo una vez más, llevando consigo pétalos de cerezo y las lágrimas de yuta, la luz del atardecer paso a un anaranjado cálido, sin duda era una hermosa vista para ser la última no todos tienen el privilegio de escoger en donde y en qué momento de día quieren dejar este mundo material, sin más yuta un sollozó escapo de sus labios y…….se soltó.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

.

 

 

“los sueños se hacen realidad con esfuerzo, esfuérzate y tus sueños morirán y tu vivirás y no dejaras este mundo de forma penosa”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El verso recitado con la aterciopelada voz de su madre hizo eco en su cabeza, y sus manos volvieron aferrarse al barandal. Es cierto, solo tenía que esforzarse aún más, ahora que lo pensaba toda su vida dejo que los demás pasaran por encima de él, nunca le dijo lo que pensaba a nadie. Suicidarse significaba darle la razón a todas aquellas personas que lo consideraban patético, suicidarse sería dejarle el camino libre a la desgraciada de Mia, y aunque su madre el día anterior deseo nunca haberle otorgado la vida Yuta sabía que no lo dijo en serio, aquella mujer solo….no sabía que hacer… además yuta recordaba que en aquel sueño este le dijo que lo único que deseaba era que luchara por vivir de la mejor forma. Y así lo haría averiguaría que es lo que el pelirrojo siente por el e  realidad, investigaría si la historia de su madre era solo un producto de su subconsciente o era real, y dos años más e iría a la universidad eso significaba que solo tenía que aguantar a su padre dos años más, pueda que para algunos parezca mucho tiempo, pero déjenme decirles que es poco comparado al tiempo que tienen que espera otras personas.

 

 

Con mucha cautela y sujetándose con fuerza al barandal se pasó al lado seguro, miro el atardecer que ahora era violeta y suspiró, limpió sus lágrimas y ahora le dolía mucho la cabeza se llevó una mano al lugar donde supuestamente se había golpeado y al sentir algo húmedo y mirar su mano con pánico observo que estaba sangrando, bueno talvez después de todo si era necesario ir al hospital, caminó, más tranquilo, hacia la puerta.

 

 

 

 

Cumpliría sus sueños con determinación

 

 

 

Bajo las escaleras con parsimonia, pasó por el baño y se lavó la cara minuciosamente, cuando iba por el séptimo piso encontró las vendas que tiro hace unos minutos, en el quinto piso encontró sus lentes quebrados cuando se paró en ellos, los recogió y los metió en uno de sus bolsillos, de todos modos todos los lentes que había quebrado, perdón que le habían quebrado los guardaba, porque era su madre la que lo llevaba al oftalmólogo sonrió al pensar que esta vez esa costumbre no cambiaría, llego a la enfermería y con cautela abrió la puerta.

 

-       Oh Yuta-chan ¿qué paso?¿adónde fuiste corriendo así’- preguntó la enfermera acercándose a él con evidente preocupación- ¿qué sucedió con tus vendas’ y ¡¡Oh Dios mío estas sangrando!!

-       L-lo siento sensei, tenía que……-Yuta intento pensar en una buena excusa, pero no encontró ninguna convincente-….ir al baño…-terminó susurrando tal cosa que ni un niño creería. La enfermera lo miro con la duda plasmada en la cara, suspiro y se masajeo el puente de la nariz- uhm sensei l-le importaría acompañarme al hospital, n-no me siento bien

-       Oh por supuesto Yuta-chan yo voy contigo- dijo la enfermera muy dispuesta a acompañarle- ah, por cierto deberías agradecerle a la persona que te trajo aquí, no se apartó ni un momento de tu lado y se miraba muy preocupado, me ayudo a vendarte, estaba nervioso y pudo jurar que le vi llorar, estuvo aquí hasta que las actividades de los clubes terminaron, hace como una hora

-       ¿D-de verdad?- pregunto Yuta incrédulo, él pensaba que un maestro le había traído- ¿Qui-quien era?- se atrevió a preguntar

-       Mmm me dijo que por nada en el mundo te lo dijera o me metería en problemas con él, pero yo no le tengo miedo, ah, los jóvenes de hoy en día, así que te lo diré, uhm su nombre era…….- hizo una larga pausa se llevó una mano al mentón y la otra a la cintura- Oh! No lo recuerdo, perdona Yuta-chan soy vieja y las cosas se me olvidan

-       N-no importa sensei, uhm gracias…..por todo

-       Bah, no me des las gracias para mi es todo un placer ayudar a los heridos, anda recoge tus cosas mientras yo intento recordar el nombre de aquel joven- Yuta obedeció y comenzó a recoger sus cosas mientras la enfermera parecía estar haciendo un gran esfuerzo por recordar aquel nombre, pasados unos segundos y Yuta ya había recogido sus cosa, el rostro de la enfermera se ilumino mientras metía unos papeles en su bolso.

-       ¡¡Yuta-chan ya recuerdo su nombre!! ¡El nombre de la persona que te trajo!

-       ¿Cu-cuál era su nombre?

 

 

-       Akatsuki 

Notas finales:

hola! ¿te gusto? ¿no te gusto? ¿por que?

algunas palabras:

uhm pues la idea de este oneshot la tengo desde a mediados del año pasado, era el final de un fic que planeo publicar el otro año, pero me parecio muy cruel asi que decidi hacerlo una historia aparte.

el nombre del perrito "fili" era tambien el nombre de un perrito de mis hermanas que murio el mes pasado

en cuanto a eso "los sueños mueren cuando se hacen realidad" me lo dijo un amigo pero tambien mencionan algo parecido en FMA, antes de saberlo la idea solo era "esfuerzte y tus sueños se haran realidad" solo le agrege lo que escuhe en FMA y lo que me dijo mi amigo.

creo que eso es todo, gracias por leerlo y espero que te gustara!

 

saludos!


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