Cuando Luhan abrió los ojos se encontró completamente solo en la habitación miro a todos lados en busca del rubio sin encontrarlo ni siquiera en el baño, salió de la habitación encontrándose con un par de empleadas que lo miraban con la boca abierta mientras lo recorrían de pies a cabeza, Luhan se sonrojo furiosamente al imaginar lo que esas chicas estaban pensando, no les dirigió la palabra y se fue directo a su habitación para tomar un ducha y luego ir al comedor.
Una vez estuvo listo y decidió bajar podía sentir claramente las miradas de completo odio que las empleadas le dirigían, al entrar al comedor la imagen de Sehun fue la que se encargo de recibirlo, el rubio lo miro de pies a cabeza para después regresar su total atención al periódico en sus manos, pensó en decir algo con respecto a la noche pasada pero la voz jovial y amable de BoA lo interrumpió.
-Buenos días señorito Luhan, ¿qué va a desayunar?-le pregunto
-Lo que sea está bien-sonrió viendo a la duce mujer asentir y retirarse mientras el tomaba asiento al lado de Sehun
-Ahora que estamos aquí creo que es buena idea poner las reglas-Luhan miro a Sehun que alejaba el periódico poniendo su atención en él
-¿Reglas?
-Si Luhan reglas, aunque a decir verdad solo son dos, primero que nada no puedes salir de aquí por nada del mundo a menos que yo o BoA noona vayamos contigo y obviamente lo haya autorizado antes y segundo no puedes habar hablar con alguien que desconozcas-el peli rosa asintió en silencio mirando la mesa como si fuese muy interesante-Luhan desde ahora te digo que lo que yo diga es una orden y no aceptare que tú desobedezcas como anoche ¿está claro?-pregunto seriamente
-Básicamente soy tu muñeco, ya me lo imaginaba pero si te sirve y hace tú ego más grade, si Sehun entendí-la mirada amenazante de Sehun no lo hizo retractarse de lo dicho porque en realidad estaba molesto, no entendía como el rubio podía ser tan amable en ocasiones pero bastaba un segundo para que lo arruinara por completo
-Espero le guste-Luhan vio el plato que BoA coloco frente a él ignorando la mirada de Sehun para luego sonreír para la hermosa mujer
-Muchas gracias BoA noona-ella asintió y tras una reverencia se retiro dejando solos a ambos chicos
-Cuando acabes de comer ve a la sala de estar, hay algo que necesitas revisar-explico poniéndose de pie
-¿Tus empleados saben a lo que te dedicas?-pregunto curioso
-Por su puesto Luhan, ellos saben que soy un joven y exitoso inversionista-sonrió visiblemente divertido por su explicación
-Tú no eres un inversionista-afirmo con el ceño fruncido
-Si lo soy de donde saque el dinero para hacer dichas inversiones ya es cosa mía Luhan, no creerías que soy tan imbécil como para no encontrarle un uso productivo a ese dinero ¿verdad?-Luhan jamás había pensado en eso-No soy tan imbécil amor mío, termina de comer y reúnete conmigo en la sala de estar-indico antes de salir del comedor dejando solo a Luhan
Aquella casa se sentía incluso más vacía que cuando vivía con sus padres en ella y ellos se ausentaban, una vez que termino de comer hizo lo que Sehun le había dicho que hiciera, camino apresurado y con la cabeza agachada para no ver a ninguna de las empleadas a la cara y escuchar sus murmullos sobre las posibilidades de lo que había pasado la noche pasada entre el señor de la casa y él, entro a la sala de estar donde Sehun miraba con indiferencia a la hermosa mujer que le mostraba una camiseta y le explicaba algo sobre la calidad del material.
-Oh estas aquí amor, ven aquí-indico
Luhan sentía que iba a desmayarse o a gritar si volvía a escuchar a Sehun llamarlo de esa forma, se acerco lentamente hasta el rubio que lo invito a sentarse a su lado, en cuanto estuvo sentado sintió la mano de Sehun sujetar la suya entrelazando sus dedos, desvió la mirada incomodo para ver el rostro de la pelirroja que antes estaba con Sehun, la encantadora mujer le sonrió a manera de saludo obligándolo a hacer lo mismo aun cuando sonreír era lo último que le apetecía hacer.
-Esta mujer trabaja en una tienda de ropa en el pueblo y me estaba mostrando un poco de lo que venden, como ya te había dicho puedes quedarte con lo que quieras que yo me hare cargo de todo-aseguro
-Si me permite mostrarle lo más nuevo de la temporada, le aseguro que le fascinara-le dijo aquella mujer
Era igual que cuando sus padres vivían, una enrome mansión donde había un millón de empleados listo para cumplir cualquiera de sus ordenes, ropa de marca o cualquier otro objeto puesta a su disposición para que el pudiera escoger y tomar todo lo que quisiera sin importar el precio y fue igual que antes, no le gusto nada de eso, nunca había disfrutado de nada de eso, siempre había preferido las pequeñas cosas de la vida, esas que pasaban sin previo aviso pero eran las más especiales del mundo.
-¿Nos hemos visto antes?-le pregunto la pelirroja atrayéndolo de vuelta a la realidad
-¿Qué?
-¿Qué si nos conocemos de antes?, es que siento como que lo he visto antes pero no logro recordar en donde-explico ella
-Debe ser su imaginación, es la primera vez que nos vemos-aseguro con una sonrisa mientras en su mano sujetaba una chaqueta de una marca para la cual él había sido la imagen principal
Después de que eligiera todo lo que iba a quedarse, Sehun ordeno que llevaran todo a su habitación mientras ambos permanencia juntos en un completo e incomodo silencio por unos instantes más hasta que Sehun le indico que podía retirarse, al regresar a su habitación fue directo al closet de la habitación para ver el interior ahora lleno de ropa y zapatos de diversos precios y marcas, lo toco todo con la punta de los dedos y se decidió a ir en busca de Sehun para decirle que no necesitaba nada de eso, que él estaba bien con lo que tenía, abrió la puerta de su habitación y descubrió que no únicamente lo vacio que llegaba a sentirse con lo mucho que había tenido siempre había vuelto a él sino también los comentarios crueles y las dolorosas criticas que lo hacían sentirse insignificante.
-No entiendo porque el señor Sehun hizo eso por alguien como ese niño-comento la voz femenina de una persona frente a su puerta
-Es porque es su novio-respondió con obviedad otra voz
-Tampoco entiendo que le ve el señor Sehun a ese chico, es decir es tan insignificante y poca cosa para él, no tiene nada que llame la atención de un hombre como el señor Sehun-volvió a soltar la venenosa voz de la primera vez
-Algo bueno debe tener, por algo durmió con él la noche pasada-si esa persona buscaba defenderlo lo hacía mal porque únicamente lograba que doliera más
-Como sea, dudo que aun cuando se ponga todo eso haya mejoría en él, es decir, ya lo viste-hubo risas
Luhan cerró la puerta lentamente sin que ellas se dieran cuenta y se recargo en ella, siempre le habían dicho eso más de una vez, por eso se había creado aquella mascara de belleza al ser modelo, era en buena parte para defenderse y escudarse tras ella de los comentarios crueles y maliciosos de quienes lo rodeaban, recorrió nuevamente aquella habitación que en ese momento parecía inmensa para el solo y algo se instalo en su cabeza, fue directo al baño encendiendo la ducha para meterse bajo el agua fría aun con la ropa puesta, se quedo ahí unos intentes antes de salir y desvestirse retirando los restos de agua de su cuerpo, tenía que defenderse y lo único que tenía para hacerlo era su vieja mascara de seguridad.
Sehun esperaba con impaciencia al pequeño chico al cual BoA había ido a decirle que bajara a comer hacia media hora atrás peor el muy necio no bajaba, estaba perdiendo la paciencia y si él no bajaba en los próximos cinco segundos iba a subir a buscarlo, volvió a mirar a BoA que se encogió de hombros haciéndole saber que no entendía el porqué del retraso del menor, escucho por fin sus pasos regresando su atención al frente listo para enfrentarlo por su retraso únicamente para quedarse mudo al verlo.
Luhan ya era hermosos sin hacer mucho esfuerza pero en ese momento era una imagen indescriptible, se veía más haya que perfecto dejándolo completamente mudo, Luhan miro con satisfacción como las empleadas se tragaban sus palabras al verlo y aun más satisfactorio fue para él la expresión en el rostro de Sehun, él no tenía nada que demostrarle a nadie eso ya lo sabía pero no iba a quedarse con las ganas de ver como esas arpías se tragaban sus comentarios.
-Lamento la demora amor-le dijo a Sehun plantándole un beso rápido en los labios
El rubio lo miro incrédulo recibiendo una sonrisa falsa de parte de Luhan, odio eso, odio ver esa sonrisa pintada en sus labios aun cuando sus ojos reflejaban todo lo contrario a la felicidad, se veía maravilloso sí pero él no parecía ser feliz con toda esa ropa puesta escondiéndose tras el maquillaje que había en su rostro, odiaba verlo así.
-¿Estás bien?-quiso saber
-Por supuesto, no veo que podría estar mal ahora mismo-esa maldita sonrisa seguía ahí solo que más grande
-Bien comamos-se ahorro sus comentarios y siguió como si nada
La cena termino en completo silencio, Luhan miraba a la nada como si tratara de ver algo que obviamente no estaba ahí, su mano busco la del menor que al sentir su tacto giro sonriéndole con falsa alegría provocando que apretara su pequeña mano y aun así Luhan siguió sonriendo, Sehun alejo su mano mirándolo casi con miedo, algo le habían hecho a su dulce niño y necesitaba saber que.
“No hagas nada, si quieres alejarlo para mantenerlo a salvo ya no trates por nada del mundo en acercarte a él, duele lo sé pero debes dejar que todo siga igual, es por su bien” y ahí estaba su fastidiosa conciencia recordándole lo que tenía que hacer, vio a Luhan levantarse y aun cuando sintió el deseo insano de retenerlo y abrazarlo dejo que todo siguiera su curso.
-Me iré a descansar a mi habitación por si me necesitas, sé que es temprano aun pero de verdad estoy cansado, nos vemos más tarde-se despidió dejando con sus fríos labios un nuevo beso
Luhan no cambio su actitud cuando bajo a compartir la merienda con él y él solo lo dejo así, recibiendo sin chistar los besos fríos que Luhan le daba a manera de saludo o despedida, compartiendo con él cada sonrisa falsa que le dedicaba mientras comían, sintiendo como si se muriera cada vez que veía los ojos de su pequeño ángel.
-Me voy a dormir ahora, buenas noches amor-se despidió con otro beso helado
Sintió la mirada de Sehun seguirlo mientras se marchaba pero no giro a mirarlo, regreso a su habitación donde por fin puedo quitarse el maquillajes que cubría su rostro dejando de lado su papel de la persona feliz y sin preocupaciones que había caracterizado aun cuando sus padres vivían, se puso la camiseta de Chanyeol que ahora era su pijama y se metió bajo las mantas buscando el calor que no podía encontrar.
A media noche sus ojos seguían abiertos y su corazón hecho pedazos en su pecho, sus estúpidos ojos se negaron en detener las lagrimas que bajaban a cada lado de su rostro, sus manos trataron de callar esas voces que le estaban destrozando el alma, no quería seguir escuchando, quería desaparecer, era lo único que deseaba en esos momentos.
-¡Sí, así Sehun!-escuchaba con asco los gemidos de aquella que fuera la amante de Sehun por esa noche
Era patético de su parte estar ahí llorando como un estúpido mientras a Sehun parecía importarle menos que nada estar haciendo eso, ¿para que lo había presentado como su novio entonces?, era seguramente únicamente porque el rubio disfrutaba de verlo llorar como en ese momento, seguro que si lo viera estaría más que feliz con su sufrimiento, maldita fuera la hora en que había dejado que Sehun manejara a su antojo todo su mundo.
No durmió en toda la noche y se quedo como el idiota y masoquista que era recordando una y otra vez lo que había escuchado por la noche, al mirarse al espejo no trato de contener su risa por lo lamentable de su patética y miserable imagen, se baño lentamente desenado detener el tiempo y así no tener que ver la cara del causante de todos sus problemas, al salir de la ducha fue hasta su tocador para tomar todo lo que ese día cubriría su miserable y deprimente estado, porque había aprendido que no había cosa que el maquillaje y una sonrisa mecánica no cubrieran.
Al salir de su habitación escucho los murmullos y las risas de las empleadas, pero se negó a comentarios como “que estúpido al no haberse dado cuenta lo que su noviecito le hizo anoche” o “sabía que él no era suficiente para Sehun” le afectaran en lo más mínimo dejando impecable su expresión de total tranquilidad y alegría.
-Buenos días amor-saludo pero en esa ocasión prefirió besarlo en la mejilla
-Buenos días-respondió el rubio en voz baja
-¿Dormiste bien anoche?-le pregunto con su falsa sonrisa, Sehun lo miro a los ojos sabiendo que Luhan sabía perfectamente lo que había hecho pero aun así no le diría nada directamente
-Si así fue, ¿qué tal tú?-quiso saber aun cuando sabía que estaba echándole limón a una herida aun abierta
-Dormí maravillosamente, estaba muy cansado a decir verdad, de hecho aun me parece que dormí solo segundos y no horas-río un poco
-Luhan
-Sehunnie-llamo con un tono amargo aun cuando el puchero que puso era totalmente dulce-Deberías poner atención a lo que haces, mira que descuidado-dijo limpiando con su pulgar sus labios como él lo había hecho la otra noche-Ten más cuidado bobo-hizo un hermoso puchero que hubiera derretido a cualquiera pero para él no fue más que una puñalada
Sehun sabía que Luhan fingía todo ese cariño con el que lo estaba tratando y también sabía que lo hacía para protegerse de algo pero aún cuando lo estaba viendo hizo como sí nada pasará, el menor se quedó mirándolo durante un momento sonriendo de esa despreciable manera cuando le regreso la mirada, Luhan volvió a concentrase en su plato permitiendo que después de ese punto todo pasara en total silencio hasta que la cena acabó.
-Bueno Sehunnie-llamó con esa frialdad disfrazada de dulzura que comenzaba a resultarle repulsiva-Yo realmente quiero explorar un poco la mansión así que iré a dar una vuelta, llámame sí me necesitas-se despidió con un beso en la mejilla
El menor salió en silencio ignorando las sonrisas burlonas de las sirvientas, no quiso ver nada dentro de la casa porque realmente ya la conocía de antes y le gustaba más la idea de mantenerla como en su memoria en vez de verla con muebles nuevos que le recordaban que ya no era como antes, se dirigió al inmenso jardín trasero de la mansión, había una piscina que no estaba ahí con anterioridad, era bastante impresionante a decir verdad, camino alrededor de ella mirando la cristalina agua mecerse suavemente distorsionando su reflejo.
-Buenos días-saludo alguien más
-Buenos días-saludo de vuelta mirando con desconfianza al joven frente a él
-¿Usted debe ser el novio del señor de la casa, verdad?
-¿Y usted es?
-Discúlpeme mi atrevimiento, soy Yixing el jardinero, puede llamarme Lay sí quiere, todos lo hacen-se presento aquel muchacho castaño con una sonrisa que mostraba su hoyuelo
-Mucho gusto yo me llamó Luhan-sonrió de vuelta-Pero… ¿cómo supiste que yo era el novio de Sehun?-pregunto extrañado ya que a ese chico no recordaba haberlo visto antes de esa vez
-Bueno lo que pasa es que me dijeron que el novio del señor era algo más allá de lo angelical y al único con esa descripción que he visto hasta ahora es a usted-Luhan río ante las palabras del otro
-Seguramente eso le dices a todo el mundo o bueno por lo menos se lo dices a todas las personas con las que quieres algo más haya-acuso recibiendo una negativa de parte del otro
-No realmente, no me gusta mentir y mucho menos jugar con los sentimientos ajenos, lo que le dije es algo cierto-aseguro con una sonrisa
-Muy bien te creer entonces
-Me alegra haberlo dejado claro
-¿Qué edad tienes?-pregunto curioso por conocer más de aquel chico
-Diecinueve, ¿qué tal usted?
-Dieciséis
-Sorprendente, ¿no es muy joven para ser novio del señor?-pregunto algo confuso
-Tal vez, pero lo que importa es el amor ¿no?-las palabras del peli rosa le parecieron muy amargas al otro pero era un simple empleado así que no opino sobre eso
-Supongo que si, como sea yo sólo me acerque a usted para darle algo-Luhan no comprendió eso y vio al chico estirar su mano-Aquí tiene-Luhan miro asombrado el hermoso jazmín que el castaño le entregaba-Tómelo como un obsequio de bienvenida-se animo a tomar la flor sonriendo agradecido
-Gracias, debo irme pero espero verte más amenudeo
-Así será-aseguro
Luhan dio la vuelta regresando al interior de la mansión, Yixing no le quitó la mirada de encima hasta que desapareció de su vista, alzó la mirada a una de las ventanas del segundo piso encontrando en ella la mirada de odio de Sehun a quien le sonrió antes de volver a su trabajo, el día pasó lento y aburrido después de eso, Sehun y Luhan se mantenían en sus propios mundos ignorando por completo la existencia del contrario hasta que la noche cayó y con ella el martirio de Luhan empezó.