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Save me! por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

--Editado--

 


 


Save me!


VIII


Toumei Datta Sekai


 


 


 


Allen miró impactado lo sucedido, el ‘humor’ de Sakurazuka-san no era para nada divertido. Miró con duda a Sumeragi-san y notó la desaprobación en su semblante, se volvió hacia las otras tres personas que estaban en el extraño lugar y vio la confusión en ellos. Detalló a cada uno, a simple vista se veían amables, a excepción del hombre de ojos ambarinos, Sakurazuka-san.


Si de alguien tendría que cuidarse sería de él. Sin embargo, los demás parecían no prestar mucha atención al aura que el hombre desprendía  o quizá confiaban en que no  les haría daño. Eren y Levi, soldados experimentados parecían relativamente cómodos en presencia del hombre, confiaría en ellos y también debería aprender a confiar en sus ‘compañeros’.


 


--Ellos son parte de las Estaciones, al igual que tú Allen-kun cada uno representan una de ellas. –dijo el joven de ojos esmeraldas.


--Permite que se presentes ellos mismos, Subaru-kun, deben acostumbrarse a su título de ahora en adelante. –intervino el hombre de mirada fría.


--Aún no es tiempo, Seishiro-san. –contestaba Subaru.


--Si no es ahora, ¿Cuándo? Entre más rápido se acostumbren, mejor, ¿No lo crees, Subaru-kun? –insistía Seishiro.


--¿Qué opinan ustedes? –preguntó Subaru a los castaños y el rubio de ojos grises.


--Sakurazuka-san tiene razón, deberíamos irnos acostumbrando. –dijo el rubio de ojos grises, caminó hasta quedar frente al peliplata y se presentó –Mi nombre es Takatsuki Shinobu, soy Otoño.


 


Allen iba a responder pero el movimiento de los castaños lo distrajeron, ambos castaños caminaron hasta quedar al lado de Takatsuki e iniciaron con sus presentaciones.


 


--Mi nombre es Kamijou Hiroki, soy Verano. –dijo el castaño mayor.


--Mi nombre es Takahashi Misaki, soy Primavera. –dijo el menor.


 


Allen sonrió, con esas pocas palabras notó que sus futuros compañeros eran buenos, tomarían sus papel con dedicación y le harían sentir aceptado. El rubio cenizo de ojos grises, era el más joven, se le notaba inteligente, tenaz y con una madurez prematura; el castaño de ojos cafés era el mayor de los tres, parecía de juicio templado, un poco temperamental y secretamente sabio, el castañito de ojos esmeralda parecía el puente entre los otros dos, parecía paciente, constante y tenía el aire de ternura.


Sonrió nuevamente, compartir una posible eternidad con ellos no parecía tan mal.


 


--Un gusto conocerlos, mi nombre es Walker Allen, soy Invierno. –dijo para inclinarse un poco.


--Bien, ya se conocen. ¿Qué les parece dar un vistazo a lo que ‘mis subordinados’ están haciendo? Como con los siguientes ‘elegidos’ no se les permite hablar, les mostraremos parte de sus vidas. –dijo Seishiro.


--No creo que sea correcto, mirar la vida de alguien más sin su consentimiento. –dijo Misaki.


--Técnicamente ya lo hiciste con tu compañero Invierno. –dijo Seishiro, el mencionado miró a los demás en busca de una afirmación.


--Esa fue la situación en la que se encontraba antes que Eren y Levi-san los trajeran, no toda su vida. –defendía Takatsuki.


--Solo son partes de su vida, no toda. Y fue una sugerencia. –dijo Seishiro para luego desaparecer.


 


Los presentes, a excepción de Subaru, volvieron a quedar petrificados, ‘aparecer’ y ‘desaparecer’ era algo a lo que tardarían en acostumbrarse. Su vista quedo fija en un espacio ahora vacío, esperaban que eso no sucediera tan a menudo.


 


--No se preocupen, no es necesario que miren. –dijo Subaru para sacar a las estaciones de su rigidez –El Kekkai se ha estado expandiendo, si gustan pueden explorar la zona, pueden hacer sus rituales o seguir aquí.


>>Seishiro-san no tiene tacto para algunas cosas, por favor no le tomen importancia. –explicó el de ojos jade.


--¿A dónde fue? –preguntó Shinobu aun mirando a su alrededor por si lograba descubrirlo.


--Fue con los soldados, el comentario de Misaki y tuyo le hicieron pensar en lo que los soldados pensarían sobre ‘mirar’ la vida de alguien sin su consentimiento. –dijo mientras se volvía a la Fuente –Además fue a explicárselos él mismo.


--Tengo la sensación que usted y Sakurazuka-san no se llevan muy bien. –dijo Hiroki.


--Así es, Seishiro-san y yo no estamos en los mejores términos. Tan solo cumplimos nuestro deber. –dijo sin más el de ojos jade.


 


Las Estaciones se miraron entre sí, dudaban si acercarse a la Fuente o si alejarse y solo esperar, optaron por la segunda opción. Sus conciencias les decía que no debían ver más allá en la vida de alguien que aún no conocen, no es correcto, no para ellos.


Los castaños y el rubio iban explicando a Allen el concepto que tenían sobre el ‘Kekkai’, le comentaban de lo poco que han observado del extraño lugar que parecía seguir creciendo e intercambiaban opiniones. La charla era casual, casi como viejos amigos reunidos luego de algún tiempo; observaron un poco el lugar, miraron lo concentrado que Subaru estaba en la Fuente por lo que decidieron ‘salir’ a explorar, no entendían mucho sobre lo que Subaru hacía pero algo les decía que requería de concentración y bastante poder.


Recordaron a Seishiro y pensaron que debería tener igual o más poder que Subaru como para desaparecer de un lugar y aparecer en otro muy lejano, en otra realidad. Tanto poder en esas dos personas, tanta responsabilidad en tan solo ellos dos… un gran destino como es asegurarse de la continuidad de la vida. Y ellos eran parte de ese destino, de ese ciclo de vida, ya estaban empezando a captar su verdadero propósito.


“Era un poco aterrador ya teniéndolo de frente”, pensaron los cuatro.


Sin duda su destino estaba cerca. ¿Miedo? Quizá… pero no tanto como para pensar en renunciar, no cuando la vida misma dependía de ellos. No estando ya tan lejos del punto de retorno.


Decidieron concentrarse en el ‘presente’, en prepararse y conocerse mejor, hablaban de ellos, de sus dudas y algunos temores que llegaron a sentir cuando se enteraron de su destino y también hablaron de cómo los superaron. Hablaron de sueños, de anhelos y descubrieron que pese a las diferencias, los cuatro tienen claro que lo que les sucede es por el bien de la Vida misma y que no hay arrepentimientos. Así que no es un sacrificio, no, más bien es un paso más para renovar el ciclo, para asegurar la vida de muchos más.


Las Estaciones seguían conviviendo, mientras, Subaru miraba la fuente, siempre al pendiente de sus soldados, velando por ellos para que no salieran heridos.


 


 


 


 


>>Continuará...


 

Notas finales:

Gracias por leer.


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