HunHan.
Tres de la mañana.
Tres de la mañana y yo sigo aquí, súper aburrido.
No sé cómo se vea mi rostro en este momento, no es como si me importara tampoco pero, los hombres y mujeres que vienen a coquetearme, salen disparadas al ver mi rostro.
Estamos en una discoteca que sugirió Beakhyun. Que por cierto esta teniendo sexo en la pista de baile, la pareja de hoy, alguien alto, de cabello verde. Extraño.
Pero mira quién habla, yo tengo el cabello vomitado por lay. Puto arcoíris.
No es por gusto propio, por supuesto, solo que perder una apuesta, significa afrontarla con valentía. Y bueno, yo perdí contra el maldito negro de Jongin. Puto negro.
Aunque Luhan siempre menciona que me veo muy guapo y que por favor me lo deje así, pero claro, una semana más, y me teñiré el cabello, aunque Luhan sea mi Hyung favorito, odio este color de cabello. En otras circunstancias, le habría bajado la luna si me lo hubiese pedido, pero esta vez no. Odio este arcoíris. Puto look.
Con vista panorámica, podemos encontrar a YiFan conversando –a gritos- con un chico alto, de cabello negro, o azul, o verde, o rojo. Es difícil notarlo ahora, porque las luces de la discoteca distorsionan todo. YiFan tiene el cabello rubio, lo sé porque lo conozco, no porque pueda decirlo a ciencia cierta.
Jongin ha desaparecido, él fue el de la idea de venir, simplemente lo propuso y el pequeño grupo de amigos acepto, hicieron unas votaciones, y ¡Oh coincidencia! ¡Mira quién es el amigo elegido de hoy! Exacto. ÉL. Pasaron por su encima, nadie lo consideró, fue algo rápido, Jongin sugirió su nombre y todos levantaron la mano de acuerdo. Traición. Puto Jongin.
Aunque, a decir verdad, ser el amigo elegido no significa que tiene que ocuparse de todos los demás. Oh no. Se sabe que, en cuanto a Jongin le entren las ganas, se llevará a rastras el minúsculo cuerpo de Kyungsoo y ambos desaparecerán, también sabe que Suho buscara a alguien para ligar o un simple revolcón. Lo mismo que YiFan, ellos buscan siempre lo pasajero. Y ahora, que lo piensa, Suho ya no está. Al igual que Jongin y Kyungsoo. También sabe que Minseok se encargara de emborrachar a Luhan, porque lo odia. Puto Minseok.
No lo odia en el sentido de, puto bastardo mal nacido Luhan. Oh no. Lo odia en el sentido de, puto bastardo irresistible Luhan. Oh sí, en ese sentido. Porque se nota a leguas que Minseok se quiere tirar a Luhan, pero Luhan lo ve como un amigo. Él es así, te deja en la Friend Zone desde el inicio. A mí también me lo hizo, claro, ahora ya lo habrá olvidado, pero seguimos siendo amigos. Solo amigos. En cambio Minseok, él es su mejor amigo. Puede abrazarlo y besarlo cuando quiera hacerlo. Como ahora, que lo está besando en medio d la pista sin pudor alguno.
Puto Minseok.
Luhan está ebrio. Tiene puesto un pantalón negro apretado, un polo azul, como sus zapatillas, y que tenga el cabello rubio lo hace verse jodidamente irresistible. Minseok lo sabe, y por eso aprovecha. Minseok atrae a Luhan hacia abajo para besarlo, es un enano. Está parado en puntas y sin embargo lo besa, sin reparo. Luhan está ido, no se da cuenta de lo que pasa, solo sabe que el enano de Minseok está atropellando sus, preciosos labios. Puto. Puto. Puto. Puto. Puto. Puto. Puto. Puto. Puto. Puto. Puto. Puto. Puto. Puto. Puto. Puto. Puto. Puto Minseok.
Luhan ríe, se separa un poco de Minseok y mueve sus caderas al compás de la música, Minseok también esta borracho, y por lo que se ve, caliente.
Él debe separar a Minseok de Luhan, por su propio bien. Y el de Luhan.
Mira a su costado, un chico de cabello negro, de mirada gatuna mira a la parejita a lo lejos, sonríe de medio lado y se lame los labios.
-Hey.- digo tocándole en hombro para que me vea. -¿Estas ocupado?- le pregunto, el me escanea de pies a cabeza y sonríe al ver mi cuerpo, pero la seriedad inunda su rostro cuando ve el mío. Yo le tuerzo la boca.
-¿Te estas ofreciendo?- me pregunta, otra vez, esa mirada gatuna hace acto de presencia, yo giro los ojos. Qué asco.
-Te doy veinte dólares si te llevas a ese pequeño insecto de allá, lejos del rubio alto, y le haces pasar unos minutos de… felicidad.- mi dedo señala hacia donde se encuentra Luhan.
Luhan está abrazando a Minseok negando con la cabeza con algo que el otro le dice, Minseok lo tiene sujetado por la cintura. Puto. Puto. Puto Minseok.
-¡Uy! ¿Esa ricura pelirroja?- el de mirada gatuna se lame los labios. –Tenía ganas de jugar. Acepto. Me voy.- sin esperar un cobro, como es debido, el chico se aleja en dirección de Minseok. Sonrió al verlo.
El gatuno atrae a Minseok de la cintura y lo abraza con posesión, Luhan los mira con una mirada llena de confusión y sonríe. Les manda un beso volado a los dos y camina tambaleante en mi dirección. Minseok trata de atraerlo pero, el gatuno le da una vuelta en seco y estampa sus labios contra los del pequeño Minseok. A partir de ese segundo, Minseok se deja hacer.
Luhan camina torpemente hacia mí, me sonríe. Y yo le sonrió de vuelta. Luhan tiene los brazos extendidos y me mira con una mirada soñolienta, pone su cabeza de costado y ¡Oh! Que tierno puede llegar a ser. Y sexy.
Las caderas de Luhan se mueven torpemente de lado a lado, parece que esta caminando kilómetros cuando en realidad, solo son unos metros, busco a tiendas en el bar, mi trago, es el segundo vaso que tomo, cuando lo levanto, Luhan me lo quita, ya está aquí, frente a mí, con su perfecta sonrisa.
-No. no. no.- me dice negando con la cabeza, su vos suena extraña, mas infantil. –Tú no puedes tomar, eres un bebé, deja eso para los adultos.- habla claro, pero se ve demasiado ebrio, es extraño, Luhan nunca deja de sorprenderme.
Luhan se toma el trago al tiro, unas gotitas de licor acarician su cuello y me dan unas tremendas ganas de lamerlo. Lo atraigo de la cintura y lo aprisiono con mis piernas, él me sonríe, se ve tan violable en este momento.
-Luhan, ¿Ya quieres ir a casa?- le pregunto, aunque mi intento por irme es inútil.
-Sehunnie~- me canturrea. Se apega a mi cuerpo y me abraza, ambos brazos estas detrás de mí cuello y me acercan a él, sus labios están tan cerca… -Sé que eres un bebé, y debes dormir temprano, pero.- Lo temido, los labios de Luhan rosan los míos con cada palabra que dice, es tan excitante, tenerlo sobre mí, casi besándome, con esa mira tan perdida y tan llena de alegría, se ve muy sexy. -¿No quieres bailar conmigo?- me pregunta. Y se ríe.
-Hyung.- le digo, el hace un puchero. Y parece que me está dando un piquito. Rio, me parece divertido, esta tan ebrio que no se da vuelta. Le acaricio las caderas y las nalgas con sutileza. Él sonríe no se aleja ni in milímetro, sigue ahí, con sus labios abultados sobre mí. –No me quiero parar~- le molesto, poniendo mi vos infantil también. Él se ríe enseñándome sus dientes perfectos.
-¡Eso no es problema Sehunnie!- me dice, yo levanto una ceja. – ¡Podemos bailar aquí!- me grita.
Las caderas de Luhan se mueven de lado a lado, mientras tararea la canción sobre mis labios, sus brazo me rodean y una de ellas acaricia mis cabellos de la nuca.
Carajo, no soy de piedra Luhan.
Mi hombría crece sin descaro. Me muerdo el labio y me dedico a disfrutar, moviéndome en mi sitio de vez en cuando. Movimientos sutiles, para que Luhan no se dé cuenta. Y para que no se aleje.
Okey. Luhan me pone. Y okey, quizás esté un poco enamorado de Luhan, pero, eso no significa que me valla a provechar de mi Hyung favorito.
O quizás sí.
Sehun se para mirándolo a los ojos, ahora Luhan mira para arriba y no para abajo. Sus ojos lo invitan, lo atraen, lo hipnotizan. Sehun gira a su Hyung, ahora Luhan le da la espalda, tiene libertad infinita de restregarle su miembro en el trasero, y a Luhan parece no molestarle, porque con una mano lo toma de la cadera y lo apega más, y con la otra, le coge la nuca.
Luhan mueve su cabeza hacia atrás, apegándola al hombro de Sehun, dejándole pase libre por su cuello. Sehun se acerca, lo huele, acariciándolo con la nariz. Luhan huele a sudor, a perfume y a trago. Una combinación asquerosa que, extrañamente en Luhan, es excitante.
Le da una lamida y lo muerde, despacio. Un gemido ahogado se escapa de los labios de Luhan y eso le pone más morbo a la situación.
Sehun muerde el cuello de su Hyung una vez más, se siente tan bien, es tan exquisito su Hyung. Es tan poderoso el sentimiento.
Luhan se da la vuelta de golpe.
Lo encara, mirándolo a los ojos, estos han cambiado. Una mirada llena de lujuria hace temblar las piernas de Sehun. Gruñe en vos baja maldiciendo.
Luhan ríe.
Se acerca a él y lo besa.
Los labios de Luhan lo embriagan, literalmente.
Ambos se completan, la lengua de su Hyung juega con la suya, uno de los dos quiere dominar, pero parece que a nadie le importa quién sea específicamente. Sus labios son tan suaves, tan… grrr.
Esta besando a su Hyung.
Ardera en el infierno por esto.
No solo porque se esté aprovechando de su Hyung justo ahora, si no porque sabe, que pase lo que pase hoy, será historia mañana. Se está condenado. Está enamorado de Luhan, pero Luhan ahora solo está caliente, no sabe lo que hace porque esta ebrio.
Luhan se separa de él, sus ojos se abren espacio, el ríe.
Su miranda ha cambiado tanto, sus ojos ya no se ven soñolientos, se ven fijos, electrizantes.
-¿Me amas Sehun?- le pregunta, no sabe si ya está borracho o no, pero le oye perfectamente. La vos de Luhan no suena distorsionada, es más, sean como “profesional” es decir, ese tono de vos que pone cuando quiere hablar de cosas importantes.
-Claro que te amo, eres mi Hyung favorito.- Luhan gira los ojos.
Aun lo tiene abrazado, sujetando con fuerza, quizás demasiada, pero no importa. Sus ojos lo miran como estudiándolo, sus pupilas están dilatadas y sus ojos casi son totalmente negros.
-No así.- reniega. –No me digas que me he dejado comer la boca inútilmente. Yo quería que pienses que estoy totalmente ebrio, iba a declararme, pero ya te lo pregunte. No puedo retratarme. Lo tenía bien planeado, pero luego vienes con tus ojos preciosos, tu sonrisa y tus labios, ¡Oh tus labios!- dice riendo.
No esta ebrio. No está nada ebrio. Carajo. Puto Luhan.
Sehun se sonroja y mira hacia abajo. Que maduro.
-Sí, también me gustan tus labios.-
-¿Te gusto Hunnie?-
-Mucho.-
-Perfecto. Me conformo por hoy. Vamos a casa. Quiero follar.-
Sehun ríe. Porque Luhan es así, directo.
No le importa y jamás le ha importado lo que piensen de él, él es así, simplemente, si te gusta bien. Si no, que pena por ti.
Luhan le toma de la mano y lo arrastra hacia la salida. Él se deja llevar.
Sehun mira hacia atrás, buscando a Minseok. Este lo mira, le saca la lengua y le levanta el dedo medio. Sehun ríe. El gatuno le salvo el día. Aunque ya no esta tan seguro de eso.
Minseok se come al gatuno, se olvida de su existencia, pero no le importa. Ahora solo importa Luhan, sus labios deliciosos, su cuerpo apetecible, su sonrisa juguetona, sus ojos perfectos, y también, el castigo que le pondrá cuando estén en casa, o en la cama. O en el sofá. Depende de cuánto tiempo se contengan, quizás lo hagan por toda su casa. Ya verán que sucede mañana. Quien diría.
No fue tan malo salir de fiesta, no fue tan malo ser traicionado por el puto de Jongin. Quizás ahora ya no sea tan puto. Quizás Minseok tampoco lo sea.
No, el si lo es, beso los labios de su Hyung antes que él. Puto Minseok.
Puto. Puto. Puto. Puto. Puto. Puto. Puto. Puto. Minseok.
Pau - Pau.