No sé qué haces aquí.
Odias el olor a cigarro, sabes que no puedes ver a más de dos metros, tu visión se hace borrosa después de eso. No hay mucha luz y tú odias los lugares oscuros como estos.
Es como un laberinto, lleno de cuartos y pasillos, con la luz casi escasa y con mucha gente fumando en cada puerta. Te miran con deseo, Te miran con gula, Te miran con asco, Te miran con sorna, ¡Míralos! ¡Se están burlando de ti! Deberías irte. Vete. ¡Vete!
Pero no. No te vas.
Porque eres idiota.
Te gustan los tipos, Te gusta que te den duro. Te gusta. Te gusta.
Aunque nunca haigas estado con uno y seas virgen. No importa. No te gustan las mujeres, te da asco tocarlas, tu antiguo novio intento tener sexo contigo pero tuviste miedo y escapaste.
Por eso estas aquí, porque encontraste en su chaqueta la dirección de este asqueroso sitio, hace más de un mes, y al fin te decidiste por venir aquí hoy.
Mira.
Mira como follan, ni siquiera esperaron a entrar a algún cuarto, mira, el que esta atrás, ¿Tiene el cabello de colores? Su espalda es ancha, pero su cintura es pequeña, es muy delgado, ¿Te gusta? ¿Te gusta cómo follan? No sabes si te gusta, tienes miedo.
Mira. El otro chico tiene la cara pegada a la pared, está gritando, tiene todo el cuerpo pegado a la pared, está gimiendo. Es rubio. Es delgado. Son altos. Todos aquí son altos. ¿Por eso te miran como si fueras escoria? ¿Porque solo mides un metro setenta y tres?
Míralos.
Los dos están gimiendo, el chico de extraño cabello de colores tiene las manos apoyadas en la pared, ni siquiera lo toca, solo lo está penetrando y con fuerza, míralos.
¿Quieres que te traten así? ¿Cómo puto?
Sientes que te tocan el hombro. ¿Quién te toca el hombro?
-¿Te gusta lo que ves? Te puedo hacer algo mejor que eso.-
Miralo, tiene los ojos negros, desorbitados, es muy alto y te está sonriendo como drogado, miralo. ¿Quieres que él te folle esta noche? ¿Quieres perder la virginidad con él?
No. No quieres. No quieres. Deberías irte. Vete. ¡Vete!
Miralo bien. Te sigue sonriendo, parece que con cada segundo que pasas sin moverte su sonrisa se vuelve más desquiciada, miralo, miralo, es muy alto. Miralo.
¿Le tienes miedo?
Claro que le tienes miedo, parece drogado, parece un asesino serial, mira sus ojos. Pero, no solo le tienes miedo a ese tipo, también le tienes miedo a ese lugar, mira ese sitio, miralo.
Todo es tan oscuro, más gente está follando fuera de los cuartos, apoyados en la pared. Míralos.
Oye, espera, ese moreno que esta allá, ¿No es tu vecino de abajo? ¿Ese que siempre escucha música y que tiene un amigo rubio delgado?
¿Cómo se llamaba? ¿Cómo se llamaba? Vamos, has memoria, recuerda.
No puedes recordar, pero lo has visto, estás seguro de que lo has visto. Viven en el mismo departamento y quizás te has topado con él un par de veces en el ascensor.
Mierda. Te han pillado.
No dejes que te vea, gira el rostro, entierra tu rostro en el pecho desnudo del más alto, ¡Hazlo!
No debes dejar que nadie te reconozca, eres un buen tipo, vives solo y te gusta leer libros acompañados de una taza de café, eres inteligente, estudioso, cocinas muy bien, ¿Por qué sigues aquí? Deberías irte. Vete. ¡Vete!
El más alto llama tu atención de nuevo. Lo encaras.
Sus ojos se han vuelto filudos, te mira con odio y con deseo, tiemblas. Eres un cobarde.
Su sonrisa está ahí, mas atemorizante que antes, miralo.
Sus manos grandes te han tomado de la cintura y te han apegado a su cuerpo. Huele asqueroso, huele a nicotina, ¿Cuántos cigarros ha fumado? Huele a sudor, ¿Con cuántos tipos a estado? Tiene el cuello mordido, también tiene arañones en todo el cuerpo. Le tienes asco.
Se está acercando, piensa en algo, di algo, quéjate al menos.
¿Por qué todavía estas aquí? Deberías irte. Vete. ¡Vete!
No solo lo mires con esos ojos tan grandes que tienes, pareces un becerro a punto de ir al matadero, te ves tan sumiso, tan accesible.
Te está haciendo daño.
-Bueno. ¿Quieres follar o no?-
Su vos es tan ronca, tienes miedo.
Sus manos están por debajo de tu polera y sus uñas se están clavando en tus caderas, dile que te duele, dile que deje de hacer eso. Dile. No seas un cobarde.
Dos más dos son cuatro.
¿Quién esta tras de ti?
El más alto mira atrás de ti y sonríe más, tienes miedo de ver esa sonrisa. Pero, ¿Qué esperas? ¿Que alguien se enamore de ti y vivan felices el resto de sus vidas? No encontraras esto aquí. Aquí solo vienen a follar, tú lo leíste, ¿Ya no recuerdas?
Solo placer, decía, solo placer, adrenalina y orgasmos, ¿Ya no recuerdas?
Dos más dos son cuatro, dos más dos son cuatro.
Cuatro manos te tocan, el más alto ya no te araña las caderas, ahora parece que te acaricia, se está acercando, miralo, se está cercando. Te va a besar, miralo, se está acercando.
Las otras manos te desabrochan el pantalón con hábiles movimientos, miras hacia abajo, te separas un poco del alto y miras hacia abajo, huele asqueroso.
Tiene bonitas manos, reconoces, son delgadas y perfectas, como si se hiciera la manicura cada tres horas, tiene bonitas manos.
¿Qué está tocando las bonitas manos?
Tu pene.
Sientes como el más alto te besa el cuello, te gusta, sientes como las manos bonitas juegan con tu miembro despacio. Te gusta también.
Las manos bonitas deslizan sus dedos por tu hombría y tu tiemblas, tienes miedo, te estas excitando, te gusta.
Las manos bonitas te masturban, apretando tu miembro con un poco de fuera y te gusta, mueves las caderas involuntariamente. Oyes una risa en tu oído derecho, el más alto te sigue besando y cuello, el lado derecho, ahora te aprieta el culo, al menos ya dejo tu caderas.
Te acarician, se juntan hacia ti y te hacen fricción, te están rosando, ellos se están rosando contra ti, tú estás en medio, oyes sus gemidos, te gusta. Te gusta.
Pero esto no está bien, tu vecino está a unos metros, te puede reconocer, ¿Qué haces aquí? Deberías irte. Vete. ¡Vete!
El más alto se separa de ti. Te das cuenta de que estas totalmente apoyado sobre el dueño de las manos bonitas, miralo bien, aunque el placer te esté embargando, miralo, el más alto, de sonrisa siniestra y de ojos drogados tiene las orejas grandes, se está acercando a ti, de nuevo, se dirige a tus labios.
Está muy cerca, muy cerca, puedes olerlo. Dile que no te gusta.
Dile que su aliento huele feo, dile que tu odias el olor a cigarro y el apesta a eso.
Dile que sus labios son muy brucos. Te está besando, ¿Por qué te está besando? ¿Eres su novio acaso? Dile que no te gusta que intente meter su lengua en tu boca, dile que te da asco. Dile que quieres que te suelte, dile que no quiere que te toque. Dile que quieres irte. ¿Por qué sigues aquí? Deberías irte. Vete. ¡Vete!
El dueño de las manos bonitas te está tocando muy fuerte. Dile que te duele. Dile que no te apriete tanto. Dile que te suelte, también le tienes asco.
Giras la cabeza.
Tu vecino esta allá, ¿Lo recuerdas? ¿Ya puedes recordar su nombre?
Miralo, está follándose la boca de alguien, miralo, tiene la polla grande, enserio, la tiene más grande que la tuya, ¿No se supone que es menor que tú? Parece joven.
Miralo, miralo bien.
Tiene la boca abierta y se está follando la boca de alguien, mira, se muerde los labios y mira hacia arriba, ¿Quién esta arrodillado frente a él? ¿Lo conoces?
No. No lo conoces, pero le tienes envidia.
¿Le tienes envidia? ¿Por qué le tienes envidia? ¿Quieres estar arrodillado frente a tu vecino? ¿Quieres que tu vecino te folle la boca? ¿Eso quieres?
Miralo, miralo bien.
Tu vecino a cerrado los ojos, se ha detenido, mira al otro chico arrodillado frente a él con superioridad, saca su miembro de su boca y se corre. Mira, se está corriendo. En la cara del chico que tiene el cabello naranja. Miralo, es asqueroso. ¿También quieres que haga eso contigo? ¿Eso quieres? ¿Estás seguro? ¿Sigues teniéndole envidia?
Mierda.
Tu vecino, el moreno, te ha visto. Ah clavado los ojos en ti y te ha sonreído. ¿Te a reconocido? Mierda. Jamás volverás a verle la cara después de esto. Mierda.
El miedo se apodera de ti, también sientes asco, ¿Recuerdas? El más alto está besando tu cuello de nuevo, ¿Sientes cómo se quema tu piel? Es asco. Es miedo. Tu vecino te ha reconocido, debes escapar, ¿Por qué sigues aquí? Deberías irte. Vete. ¡Vete!
Tratas de alejarte, así no idiota, usa tus manos. Muy bien, así.
Empujas el torso sudado del más alto, este te mira molesto, su sonrisa sigue ahí pero está molesto. Tienes miedo. Pero debes alejarlo, tienes asco.
Codeas al dueño de las manos bonitas, oyes un gruñido. ¡Sepárate de ellos! ¡Tu vecino te ha visto! ¿Por qué sigues aquí? Deberías irte. Vete. ¡Vete!
Te alejas de ellos. Ellos te miran molestos, el alto drogado se acerca a ti, pero una mano se coloca sobre su torso. Es una mano bonita, es el dueño de las manos bonitas. Miralo. Miralo.
Es más bajo que el más alto, mucho más bajo, pero es más alto que tú. ¿Qué se siente ser un insignificante enano, ojón, pálido y miedoso muchachito? Miralo. Es muy guapo, miralo. Tiene los ojos maquillados, el rostro afeminado y es muy guapo. Hay una sonrisa de medio lado en su cara, el más alto sigue molesto. Tienes miedo. Tienes que salir de aquí. ¿Por qué sigues aquí? Deberías irte. Vete. ¡Vete!
Míralos, ellos se encaran, se acercan y se besan. Míralos, se están besando, frente a ti. Míralos. ¿Cómo te sientes? Hace unos segundos estabas metido entre ellos y te estaban besando a ti, ¿Cómo te sientes?
Míralos, el más bajo, de manos bonitas y de ojos maquilados enreda sus brazos y sus piernas en el cuerpo del más alto, de sonrisa psicópata. Míralos, se están frotando, se están frotando frente a ti, tú estabas entre ellos hace unos minutos, ¿Cómo te sientes?
Míralos, sus movimientos son rudos, solo quieren follar, aquí no hay amor, no vas a encontrar eso aquí, debes irte, te han reconocido. ¿Por qué sigues aquí? Deberías irte. Vete. ¡Vete!
Retrocedes, dos pasos, chocas contra alguien, ¿Alguien estaba tras de ti?
Miralo, es alto, incluso más, que el de sonrisa psicópata, miralo, su cabello es rubio, miralo, te está mirando con asco. ¿Te gusta cómo te ve?
-Aléjate. No eres mi estilo.-
Su vos te hace sentir corrientes en el cuerpo. ¡Maldición! Debes irte, ¡Te han reconocido! ¡Vete!
Agachas la cabeza, esta sonrojado desde hace mucho, pero, tu sonrojo parece incrementar. Estas avergonzado y tienes miedo.
Odias este lugar, debes irte, odias este olor, tus pies te guían en dirección contraria, no sabes si estas saliendo o si estas entrando. Levanta la cabeza, debes saber a dónde vas, te podrías estar metiendo mas adentro de este asqueroso lugar.
Detente.
¿Por qué tienes los ojos cerrados? ¡Abre los ojos!
¿Por qué no los abres aun?
Ah, es por eso.
Tienes la espalda recta pero tienes los ojos cerrados, no los quieres abrir porque tienes miedo de encontrar a alguien que no te guste, sabes que hay alguien delante de ti, sabes que está muy cerca, incluso puedes escuchar como respira, puedes sentir su calor corporal. Tienes miedo, deberías irte. ¿Por qué sigues aquí? Deberías irte. Vete. ¡Vete!
Alguien te toma por los hombros. Aprietas los ojos, tienes miedo, ¿Por qué dejas que te toquen? ¡Aléjalo de ti! ¡Dile que no quieres que te toquen! ¡Dile que quieres irte! ¡Abre los ojos y enfréntalo maldita sea!
Oh, no. Ciérralos. ¡Ciérralos!
Lo que primero te impacta, es lo bronceada de su piel, su torso. Miras hacia arriba, barriendo con la mirada su cuello y su barbilla. Es perfecto, es guapo. Lo conoces. ¿Te gusta? ¿Te gusta lo que ves? Claro que te gusta. Te fascina.
Miralo. Miralo bien.
Sus ojos te atropellan, ese color chocolate casi no se nota por lo dilatas que esta sus pupilas, miralo, miralo. Te está mirando fijamente. Miralo, te está violando con la mirada.
No te dejes llevar, tú quieres irte. No dejes que te hipnotice.
Parpadeas, parpadeas rápido, no mires sus ojos, ¡No mires sus ojos! Así. Muy bien.
¿Por qué tuviste que mirar su hombro?
En su hombro, hay un tatuaje. Son tres letras unidas, curveadas, ¿Sera su nombre? Lo conoces, ¿Por qué esas letras no se te hacen conocidas? Lo conoces, has memoria, di su nombre. ¿Él te habrá reconocido? Quizás no te ha reconocido, quizás solo quiere follar y te ha elegido de carnada, quizás olvide que te vio hoy, mañana.
Tres letras, ¿Qué dice? “KAI” ¿Es un nombre? ¿Es un país? ¿Es un color? No seas idiota, no es un color, ese color no existe. “KAI” ¿Qué es? ¿Son siglas de alguna abreviatura? ¿Qué significa?
No lo veas a los ojos. ¡No lo veas a los ojos! ¡Maldita sea! ¡Te dije que no lo veas a los ojos!
Esos ojos te gustan, te gusta. El chico parado frente a ti, te gusta, es más alto que tú, no como el drogado de sonrisa siniestra pero, es más alto que tú, todos son más altos que tú. Miralo. Esta frente a ti, tiene una sonrisa de medio lado y te mira como si te conociera desde hace siglos.
Mierda. Te lo dije. Te ha reconocido. ¿Por qué sigues aquí? Deberías irte. Vete. ¡Vete!
Sus manos te aprietan los hombros con fuerza. No te duele. No te gusta. Dile que te suelte, ¿Por qué tiene que tocarte? Lo conoces, ¿Le tienes confianza? Es tu vecino. Le has visto hace un rato follándose la boca de otro chico. Dile que te suelte, dile que te quieres ir. ¿Por qué sigues aquí? Deberías irte. Vete. ¡Vete!
Maldición, dile que te deje de mirar con esos ojos, dile que te deje de sonreír así, ¡Maldición! ¡Enfréntalo! ¡No eres una marioneta! ¡Puedes hacerlo! Dile que no te acaricie los brazos, dile que no te tome por la cintura, dile que no te empuje. ¿Por qué retrocedes? ¿Estas cooperando? Dile que no se muerda el labio frente a ti. Dile que si lo hace, tú también querrás hacerlo.
¿Por qué te muerdes el labio? ¿Quieres follar con “KAI”? ¿Eso quieres?
Claro que quieres hacerlo, tu vecino esta desnudo de la cintura para arriba, quieres tocarlo, quieres morder cada centímetro de su piel, quieres lamerlo entero. Quieres hacer cosas que nunca en toda tu vida quisiste hacer con alguna otra persona. Ni siquiera con tu ex novio. Con ese ex novio con el que llevaste casi cuatro años de relación.
El frio de la pared te sorprende. Das un brinquito. Tu vecino te ha visto. Se ha reído. Miralo reír, se ve muy sexual, no se ve para nada a como tu alguna vez lo has visto, con los cascos puestos, ignorándote, no se ve como cuando esta con su amigo el flacucho, sonriendo de oreja a oreja, con el rostro muy apacible, miralo. Se ve tan hot. Se ve tan sexual, se ve tan perfecto. Miralo.
Si no te o coges tú, me lo cojo yo, y se supone que soy tu conciencia. Si no te lo coges hoy te molestare el resto de tu vida con “KAI” recalcándote lo idita que fuiste por no hacerlo. ¿Aun quieres irte? ¿Eso quieres?
“KAI” te ah acorralado en la pared, tiene ambos brazos apegados a tu cara, recostados en la pared, se notan sus músculos, ¿Tu vecino entrena? Parece que lo hace, ¿Por qué no lo tocas? Tócalo, deberías comprobar la dureza de su piel.
Él se acerca a ti. ¿Te va a besar? Y si lo hace. ¿Te vas a dejar besar? ¿Sentirás asco luego? ¿Por qué no te quejas de su olor? Tu siempre te quejas del olor de las demás personas, ¿Te gusta su olor? Miralo. Esta sudando ¿Puedes sentir su esencia? Apesta a sudor. ¿Te gusta?
Claro que te gusta. Y no te importa cual cerca esta, ni que tan mal o bien huele, quieres besarlo. Eso quieres. Te acercas un poco a él. No seas idiota.
Lo has espantado.
Él se ah aleado de ti, solo un poco. Miralo, te mira fijamente. ¿Cómo te sientes? Solo eres una débil presa y él es todo un cazador. ¿Te gusta sentirte así?
Claro que te gusta.
¿Por qué jadeas?
Tienes la boca abierta, tus labios estar rojos, ¿no te duelen? Los has tenido mordidos todo este tiempo. ¿Te gusta sentir el dolor?
Te toma por la nuca. Te acerca a él y te besa.
Oh si, maldición, ¡estas tocando el puto cielo!
Sus labios son suaves, aunque sus movientes bruscos. Ya te lo dije. Aquí no encontraras amor. Aquí solo eres un puto más. Un puto gay.
Su lengua entra en tu boca, te gusta, no sientes asco, te gusta.
Tus manos tocan su torso y oh mierda. Esta duro, su piel es suave pero sus músculos son duros.
¿Por qué tienes los ojos cerrados?
¿Estas disfrutando como sus lenguas bailan? ¿Te gusta? Claro que te gusta.
Él se separa de ti. Tiene los labios entreabiertos y te mira, esta jadeando. ¿Le habrá gustado tanto como a ti? Mira sus ojos. Dicen que quieren más, mucho más. ¿Tú quieres más? ¿Estás seguro de dar este paso? ¿Qué pasa si luego no te gusta? ¿Te quieres arriesgar?
Sí, eso quieres. Eres tan idiota que eso quieres.
Te dejas hacer.
Él te toma de los hombros y te gira.
Estas mirando la pared, él te baja los pantalones con facilidad porque ya los tienes desabotonados, fuera de su sitio. Oyes como tu vecino desabrocha sus pantalones tu cuerpo tiembla, siseas con la boca. ¿Esto quieres? ¿Estás seguro que esto quieres? Aún hay tiempo para escapar, no deberías estar aquí. ¿Por qué sigues aquí? Deberías irte. Vete. ¡Vete!
Pero no te vas. Te quedas quieto, esperando, con la respiración sostenida.
Escuchas como escupe. No me digas que lo hiso.
Qué asco.
Miras por encima de tu hombro. Sí. ¡Lo hizo! ¡Qué asco!
Dile que no te gusta eso.
Dile que te parece antihigiénico además de asqueroso, dile que ya no debería tocarte. Dile que, escupirse la mano y luego pasar la saliva por su miembro, no es un método de lubricación pudoroso. Dile que eso te da asco. Se está acercando a ti. Ta baja más el pantalón, una mano sujeta su miembro y la otra mano te toma por el hombro. ¿Estás listo para lo que se vine? Dile al menos que es tu primera vez y que por favor sea cuidadoso.
Sientes su miembro acariciándote las nalgas, ¿Te gusta sentir eso? Esta frio, es asqueroso, recuerda que hace unos segundos lo escupió. Recuerda que. Mierda.
-¡AAAAAAAHH!-
Un grito involuntario se escapa de tus labios, te ha penetrado de golpe. Te dolió, te duele. Te esa doliendo. Dile que sientes que te está partiendo en dos, dile que no te gusta sentir dolor, díselo. No te quedes cayado, díselo.
Te muerdes el labio, pero no es suficiente.
-¡AAAAH!-
Otra vez, esta vez más profundo, te ha embestido con salvajismo. Puedes oír como él lo está disfrutando, pero tú no lo haces. Díselo, no te quedes cayado.
Te apoyas con una mano en la pared y con la otra mano tratas de callar los gritos de tu boca. Quieres irte. Te duele. Te dije que te fueras, ¿Por qué no me hiciste caso? Te dije que te fueras desde el inicio. Maldición. ¿Por qué no me hiciste caso?
Una vez más. Duele. Duele.
Dejas caer tu cabeza hacia abajo, tus lagrimas se suicidan desde tus ojos. ¿Esto es lo que querías? Los ojos hermosos e hipnotizantes de tu vecino, ¿Valen todo esto?
Otra vez, mas adentro.
Esta vez, eres capaz de acallar el grito, ¿Qué más puedes hacer? No te vas a poner a llorar a hora ¿No? Tú te buscaste todo esto.
Otra vez.
El grito que ibas a dar, muere ahogado en tu garganta. Ya no lloras.
El dolor es el mismo, pero te estas acostumbrando.
¡Busca tu beneficio! ¡Debes disfrutar este momento! ¡Es tu primera vez! ¡Al menos finge que lo disfrutas! ¡Vamos! ¡Hazlo! ¡Puedes hacerlo!
Una vez más.
¿Cómo ha podido llegar más adentro?
Duele, maldición, duele. Duele. Duele. Duele. Duele mucho. Duele. No puedes soportarlo mas.
Te incorporas, tu espalda casi choca con el torso de tu vecino.
Otra vez.
-Me duele.-
¡Victoria! ¡Lo has dicho!
¿Cómo te sientes? Eres todo un ganador. Muy bien hecho. Muy bien.
Pero, lamento comunicarte, que eso no importa.
Escuchas una sonrisilla. ¿A que suena? ¿A molestia? ¿A desdén? ¿A soberbia? ¿A prepotencia? ¿A qué? Contéstame, paliducho, ¿A que suena esa sonrisilla? ¿Es irónica?
Tu vecino “KAI”, te caya. Coloca su mano derecha sobre tu baca y te junta más a tu torso desnudo. Te sigue envistiendo, cada vez más rápido y más profundo, no sabes como lo hace, debe tener experiencia.
Te besa el cuello, el lado izquierdo, y se detiene. Respiras.
¿Has estado aguantando la respiración todo este tiempo?
Te hace retroceder unos pasos, jamás te suelta, te sientes seguro, te patea entre las piernas obligándote a separarlas, te abre. Tú lo haces, cooperando, porque sientes como las capas de sudor empiezan a destilar de tu cuerpo y tu odias sudar.
Te penetra de nuevo. Un grito/gemido se escapa de tus labios, aunque es cayado por la mano de tu vecino, se oye claramente. Tu vecino ríe. Con sorna.
Te ha gustado. Se ha sentido el dolor pero te ha gustado. Te gusta. Ha sido menos incómodo y más placentero, él te esta acomodando. Miralo, lo está haciendo por ti, quiere que disfrutes como el, ¿Le has escuchado gemir? Tiene la voz como los dioses, ronca, masculina. ¿Te gusta oírlo? Claro que te gusta.
Te da un beso más en el cuello, te gusta sentir su toque.
Te toma de la nuca y te empuja hacia abajo, oh, para esto retrocedieron, para que no estrelles tu cara contra la pared en estos momentos, tu cara está cerca al suelo, no tan cerca. Ahora tienes amas manos apoyadas sobre la pared. Inclinado. Te penetra una vez más.
-Oh, Sí.-
Esta vez te ha gustado. ¿Verdad que te ha gustado? Claro que te ha gustado. Parece que te ha dado en un punto específico, en donde se multiplica todo el placer. Es demasiado, Mierda, ¿Estás seguro que puedes soportarlo?
Él te penetra más rápido, ahora empiezas a disfrutarlo, oh, sí, maldición, tu vecino es muy bueno, el dolor está ahí, pero, se siente muy placentero, es tu primera ves y lo estas disfrutando. ¡Maldición, sí! ¡Así!
Tu vecino te penetra una vez más y luego otra y otra, y luego otra más después de esa. Se siente muy bien, te gusta. Te gusta mucho. Claro que te gusta.
Tu vecino “KAI” será el dueño de tus próximas jaladas. Lo recordaras muy bien, jamás olvidaras este día, y lo sabes.
Sientes como tu vecino mete su mano por debajo de tu polera, acariciando tu espalda. Su mano es fría pero te gusta su contacto, te excita, y sabes que si sigue así, pronto vas a explotar. Lo sabes, lo presientes.
Su mano te acaricia la espalda. El placer es invaluable.
Te gusta. Te gusta.
Ya no tienes miedo, ni lloras, te gusta, estas a punto de perder la cordura.
Pronto llegarás al clímax.
Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho dieciséis. ¿Cuántas veces más te ha penetrado? ¿La sabes? ¿Lo sé? No. Claro que no. Solo sabes que te sientes flotar, solo sabes que necesitas aferrarte a la pared, porque tus piernas tiemblan, debes hacerlo o caerás. ¿Quieres caer? No. Claro que no.
Tu vecino deja de acariciarte, te toma de la polera y te atrae a él, otra vez, tu espalda choca su torso, sientes un hormigueo en el estómago. ¿Esa es una señal?
Tu vecino te dobla es cuello salvajemente, te quieres quejar pero no lo haces porque te caya con un beso. Un beso distorsionado y errático, pero un beso al final. Te embiste una vez más, no lo soportas. Te corres, en tus pantalones.
Es asqueroso.
Pero ni siquiera te da tiempo de procesar es la información porque te sigue envistiendo, el aun no llega y está buscando hacerlo. Y lo hace muy bien.
Quieres tocarlo, pero no sabes cómo hacerlo. ¿Cómo puedes llagar a él?
Oh, claro. Perfecto.
Doblas las manos hacia atrás, te sientes cansado pero no importa, quieres tocarlo, tus manos tocan su cabeza, su cabello, gimes con fuerza al mismo tiempo en que tocas su cuello y al mismo tiempo en el que tu vecino se corre. Dentro de ti. El gime.
-Ahhghhhsr.-
Tu vecino se queda quieto. Tres segundos en el que se dan tiempo de regular sus respiraciones, acomodarse y besarse distorsionada mente, de nuevo.
Se sintió genial, deberían hacerlo de nuevo.
¿Lo harán de nuevo? ¿Tu vecino te reconocerá después de esto? ¿Al menos, sabrá tu nombre?
Dile tu nombre. Dile que te llamas Kyungsoo, dile que tienes veintitrés, dile que vives solo un piso más arriba que él, dile que lo has visto un par de veces, ¡Vamos! Sé que quieres decírselo.
Él se separa de ti despacio, como si se estuviera despidiendo. ¿Lo está haciendo? ¿Esto jamás se repetirá? Te separa por completo y tu agachas la cabeza cuando empiezas a oír como tu vecino empieza a abrocharse los pantalones. Lo imitas, acomodándote la ropa y abrochando tus pantalones, tienes la barbilla enterrada en el pecho, no te atreves a verlo.
Él está tras de ti. No se oye ningún movimiento.
¿Querrá hablar contigo? ¿Te dirá su nombre? ¿Al menos te explicara que significa ese tatuaje? ¿Te dirá si se volverán a ver? Oh, por favor, por favor, ha sido genial, deberían repetirlo. Por favor. Kyungsoo. Esto depende de ti. Dile que eres su vecino, que vives en el piso nueve, y que él vive en el piso ocho, dile que siempre te pareció muy guapo, dile que no quieres pasar solo esta noche. Díselo.
El sigue tras de ti, le oyes pasar saliva repetidas veces, ¿Qué está esperando? Él te confunde, ¿Quiere o no quiere hablar contigo? Te estás haciendo daño Kyungsoo. Tu solo te estas hiriendo. Pero eso era algo que ya sabias que sucedería, desde que pusiste un pie en este asqueroso lugar tan oscuro, lleno de gente que te viola con los ojos y olores asquerosos. Tú lo sabias. ¿Te arrepientes? ¿Te arrepientes Kyungsoo?
No. Claro que no. No lo haces y si pudieras, lo volverías a hacer, mil veces.
Está bien por hoy. Debes irte. Ya ha sido demasiado. Basta.
Suspiras, te giras sobre tus talones y lo encaras, esos ojos chocolate te miran de nuevo. Tiene una mirada extraña, no quieres verlo, agachas la mirada.
-Nos vemos luego.-
Te dice. Retrocede dos pasos, se gira y se va.
Grítale que quieres volver a verlo, dile que lo extrañas desde ahora, dile que quieres tocarlo y aun quieres morder y lamer cada parte de su piel, díselo.
-Vale.-
Susurras.
¿A quién se lo dices? Ya no hay nadie frente a ti.
Solo te queda irte.
Caminas con la cabeza en alto mirando fríamente a todo el mundo. Pasas de largo las miradas llenas de deseo que se posan en ti, ignoras el hecho de que alguien te acaba de palmear el culo y sigues caminando.
Sales de ese lugar, estas en un callejón más oscuro que adentro, sientes frio. Camina Kyungsoo, necesitas una ducha caliente, te has corrido dentro de tus pantalones. Estás sudado, eres un asco. Has perdido tu virginidad con tu vecino con quien jamás hablas y ni siquiera has usado condón. ¿Estás orgulloso de ti?
Caminas rápido, trece cayes de frente, cuatro hacia la derecha, cinco hacia la izquierda y dos más hacia el frente. Ya llegaste a tu edificio, ¿Te sientes contento?
No. No lo estas.
Sientes que algo te falta, algo no cuadra, algo no está bien. ¿Lo extrañas? Claro que lo extrañas. ¿Lo volverás a ver? Eso esperas.
¿Y que pasara cuando lo hagas? ¿Te tiraras a sus brazos y follaran? ¿O simplemente te ignorara? La segunda opción, parece ser la más asertiva, Kyungsoo.
Entras al edificio, es la primera vez que llegas tan tarde, son casi las cinco. Te tomo casi una hora llegar caminando. Muestras tu identificación y corres al elevador. Piso nueve. Esperas pacientemente con esa musiquita que te lleven a tu piso, las puertas se abren tú sales casi corriendo. Habitación novecientas doce.
Entras a tu departamento y te quitas la ropa, la doblas y la metes en el cesto de ropa sucia. Corres a la ducha, el agua fría te congela pero lo superas, esta madrugada pasaron muchas cosas. ¿Cómo te sientes? Te sientes mierda. Así te sientes. ¿Te das cuenta de que te han utilizado? ¿Estás orgulloso de ti ahora? Conseguiste lo que querías, ¿No?
Debes estar feliz. ¿Por qué no lo estás?
Sales de la ducha, te envuelves una toalla en la cadera y decides que es hora de dormir.
Estas apunto de colocarte el pijama. Alguien toca la puerta.
¿Quién toca la puerta tan temprano?
Ignoras los primeros tres llamados. Molesto, corres a abrir la puerta al cuarto llamado.
Su corazón se detiene al ver quien está afuera.
-Hola, me llamo Kim Jongin, soy tu vecino de abajo, ¿Podemos conocernos más y follar de nuevo?-
Parpadeas rápido.
¡¿QUÉ?!
¿Estas soñando?
Parece que no.
El chico delante de ti, tiene el rostro un poco sonrojado, la mirada perdida en tu cuerpo blanquecino recién bañado y se está tocando la nuca, con indecisión.
¿Estas soñando?
-Hola, me llamo Do Kyungsoo. Pasa.-
Tu vecino sonríe, te haces a un lado y el pasa por tu costado. ¿Huele a vainilla? Te encanta su olor, ese chico te fascina.
Tu vecino se acera a ti, te da un beso en los labios y te quita la toalla.
Bueno, no fue tan malo visitar ese asqueroso sitio.
Pau. Pau.