-Lágrimas-
“Cuando pienso en ti, las lágrimas empiezan a brotar
Pensé que lo más importante era amar a una persona
Que lo más importante, incluso a pesar del tiempo, era no descuidarla
He perdido…a la persona que más amo”
Frente a mí, todo se desmoronaba, desaparece. Pedazo a pedazo, se pierde en la nada, en la oscuridad. Mientras la sangre, tan sagrada para mí, corre ahora entre mis dedos, sin detenerse.
Grite… al cielo, al mundo… no importa. Que alguien, quien sea… lo detenga. Abres los ojos, me miras.
-No te vayas- susurro, te abrazo. Tus ojos perdidos, tu respiración entrecortada… los latidos de tu corazón se hacen más débiles.- No me dejes- repito. Siento las lágrimas aglomerándose en mis ojos malditos. Siempre, siempre las he detenido; hoy, no quiero hacerlo. Siento tu mano sobre mi mejilla, te miro.
Sonríes.
-No he olvidado… mi promesa- susurraste con la voz entrecortada, débil, sin fuerza.
-Olvídala- continuas sonriendo, te acercas. Con la poca fuerza de tus brazos, tomas mi rostro; como aquella primera vez. Tus labios susurran palabras incomprensibles. Trato de detenerte, se lo que planeas y… no, no estoy dispuesto a aceptarlo. Pero, a pesar de todo, terminas ahogando mis palabras en un beso. Como el primero… el último.
xXx
Miro hacia el cielo. Frunzo el ceño a la vista de ese claro amanecer, como si el mundo quisiera burlarse de mí. Tan perfecto todo a mí alrededor, sin embargo… no estás aquí. Todos se han marchado, la casa sola y llena de telarañas.
Han pasado años desde aquella noche, el clan Furihata desapareció después de eso. Y, no. Yo no fui el causante.
Después de aquello, desaparecí. Lo que se ahora, lo he escuchado por ahí.
En aquellas habitaciones, donde la luz del sol se cuela, aun puedo ser capaz de sentirte, de oler tu esencia. Las manchas rojas sobre las sabanas que, obstinadamente, te negaste a tirar. Todo sigue en el mismo lugar en que lo dejaste. Todo, incluso la pluma descansa sobre el pedazo de papel… que no está en blanco.
Me acerco, lo tomo. Desgastado por el paso del tiempo, pero las letras aún son legibles, tan legible como podía ser tu escritura Leo las primeras líneas, me desplomo… no es una carta… es una despedida.
El sol se oculta y las voces de los niños se vuelven lejanas
Lejos, muy lejos… en alguna parte del cielo, sé que estas
En el final del verano nos escapamos y encontramos ese parque
¿Recuerdas la constelación que encontramos?
Recuerdo, la primera vez que nos encontramos. Eras un enano, tembloroso y cobarde. Nada más que un insecto. Y, sin embargo, me fue imposible separarme de tu lado. Aquella calurosa noche de verano te describí el cielo, las estrellas y constelaciones.
Pensé que, como buen e idiota infante que eras, terminarías olvidando todo o que, simplemente, te aburrirías y me dejarías en paz pero me escuchaste hasta al final. Con esa mirada entusiasta que, después, descubrí tan tuya.
Aunque no podamos estar juntos, quiero que seas feliz al igual que cómo te recuerdo
Recuerdo aquel aroma y los fuegos artificiales explotando
¿Cómo podría ser feliz si tu no estás aquí, idiota?
“-Hueles como las rosas-“recuerdo que mencionaste en medio de aquel festival al que, insistentemente, me invitaste. Sobre mis hombros, solo dios sabe cómo me convenciste de eso, admiraste los fuegos artificiales, sobre el mar, en un cielo estrellado. Desde ese momento, para mí, tu sonrisa se convertiría en mi propio espectáculo de fuegos artificiales.
Quiero ir hacia donde estas, quiero correr hacia ti
Aunque no pueda ver nada en esta oscuridad
Aunque tenga miedo, sé que estaré bien
Las incontables estrellas están aquí junto a mí, igual que siempre
No llorare, porque el cielo que vi contigo hace mucho tiempo era hermoso
Incontables veces, innumerables veces terminaste corriendo hacia mí. Y, una y otra vez, terminaba convertido en tu paño de lágrimas, en el pozo donde derramabas tus frustraciones.
“-Sé que estaré bien”-
Las estrellas alumbran ya el firmamento, mientras sigo aferrado a aquella hoja. Miro hacia fuera, ¿Habrás visto las mismas estrellas mientras escribías? ¿Habrás sentido lo mismo que yo?
No puedo llorar, porque siento que podemos ver lo mismo.
El sonido de tus pasos por aquel camino resuena en mis oídos
Pero sólo puedo ver mi enorme sombra
Aun cuando nada debería haber cambiado,
Los dolorosos sentimientos regresan
No importa cuanto lo piense, tú ya no estás aquí
Quiero ir hacia donde estas, puedo ser pequeño
Pero eres la persona que más amo, así que puedo ser fuerte
Hundido en la oscuridad, después de alimentarme. Puedo sentir tus pasos detrás de mí, como antes, como siempre. Casi estoy seguro que puedo oír tus reclamos.
“-Son humanos” “No los trates como ganado”… “¿es necesario que te alimentes de ellos?”… “Te daré mi sangre”…”solo yo, solo a mi… Sei”
Volteo, hacia el callejón oscuro, esperando poder ver tu estúpida sonrisa. Pero, solo encuentro vacío. Tú ya no estás aquí.
El dolor me estruja el corazón y el alma. Porque, te amaba. Más que a nada, más que a nadie:
Te amo.
Susurre suavemente mi deseo a una estrella fugaz
No voy a llorar, estoy seguro que mi deseo alcanzara el cielo
¿Será que las estrellas escucharan mis plegarias?
“Mi abuela me dijo que, si le pides un deseo a una estrella fugaz… seguro se cumplirá” recuerdo que dijiste, emocionado cuando, de nuevo, me arrastraste a una de tus estúpidas excursiones. “¿tienes algún deseo?” preguntaste, después de un largo silencio, con tu típica voz temblorosa. “No” respondí secamente, deseando que cerraras la boca.
“Pues… cuando lo tengas… pídeselo a una estrella”
Quiero ir hacia donde estas, quiero que tomes mi pequeña mano
Quiero llorar, ese era un hermoso cielo
Susurre suavemente mi deseo a una estrella fugaz
Quiero llorar, estos sentimientos no te alcanzaran en el cielo
Me desmorono.
Las lágrimas no pueden detenerse. Una por unas se derraman sobre mi rostro, hasta el piso. ¿Por qué el cielo se burla de mí? ¿Por qué solo puedo recordar tu cara cuando lo miro?
“Por favor, Estrella” llore “Tráelo de vuelta... Regrésamelo… porque yo, lo amo más que a nadie”
…..
No puede regresar… mis sentimientos no lo alcanzaran.
Que ingenuo fui, pienso, mientras las fuerzas comienzan a abandonarme. Siento el aliento desvaneciéndose lentamente. Y caigo en la cuenta… “No soy absoluto…”
Me sentía invencible, imparable… ahora me doy cuenta que lo único que deseaba era volverte a ver. ¿Estarás en el cielo tan poblado de estrellas? Levanto la vista al firmamento. Rio. Aunque tu formes parte de ese hermoso cielo, yo no podría alcanzarte.
Las lágrimas brotan, caen… se mezclan con la sangre, se tiñen de rojo. ¿Cómo un demonios como yo, podría tener un lugar a tu lado?
“Vamos, Sei” Una mano, blanca y delicada se extiende en mi dirección “Te he estado esperando”
“…Kouki…”
Cuando estés triste, llora. Que las lágrimas son el agua que limpiara tu corazón.
Reza, desea, ama.