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Un Cuento Antes de Morir por darkness la reyna siniestra

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Notas del capitulo:

Hola, me llena de gusto poder al fin después de tanto tiempo, traerles una actualización de esta humilde historia con la que muchas personas lindas me han apoyado. Ha pasado mucho tiempo pero estoy decidida a estar más pendiente de las actualizaciones, y de la historia en general. Como este fic fue el primer multi-capítulo que hice, noté que había muchísimos errores de ortografía y eso es imperdonable, además de que había algunas incongruencias que me di a la tarea de modificar. Es por ello que volveré a subir todos los capítulos con las correcciones necesarias para que la lectura de esta su historia sea más amena.

 

Gracias a las bellas personitas que me han tenido paciencia y las que por correo me preguntaban sobre el fic o que me daban su punto de vista desde ahí. Yo sin las hermosas personas que me leen, no sería nada en este lindo mundo de la escritura. Y es por ello que todo lo que hago se los dedico a ustedes con mucho cariño.

 

 

 


 


Las hojas del viejo libro de los hechizos se movían con rapidez, en la búsqueda de aquel conjuro que le permitiera unir la maldad del Caballero de Aries con su cuerpo físico sin que éste se destruyera por aún pertenecer al plano mortal. Shi sabia que el tiempo en su trabajo era crucial para llevar a cabo con éxito la formación del Rey de Sombras para que destruyera y sustituyera a Darkness en su poder. No podía dejar que la de Fantasmeria ideara algo para impedirle su cometido.


—Maldita Darkness, no podrás detenerme —murmuró entre dientes aún buscando entre las lineas de los textos que las amarillentas páginas contenían.


 


 


Ϯ†Ϯ†Ϯ†Ϯ†Ϯ


 


El cielo completamente oscuro y cubierto de gruesas nubes, retumbó ante la presencia intimidate de un potente rayo de energía que surcó el firmamento nebuloso, impactando en el suelo con la suficiente fuerza como para partir a la mitad una montaña. De aquel poderoso trueno se desprendieron dos corrientes de colores diferentes, formándose casi de inmediato en una masa que poco a poco iba tomando forma humana hasta que finalmente, la silueta del Caballero de Virgo y la de la dama de las sombras se materializó por completo.


Darkness se puso de pie con esa elegancia tan suya y luego fue al lado de Shaka, él se encontraba de rodillas a un metro de distancia. La azabache conforme se acercaba, pudo notar que el joven hombre llevaba su armadura de oro, no sabía ella como es que la protección había llegado hasta ahí.


—¿Estás bien, Shaka? —cuestionó la peli-negra llegando a su lado y colocando su mano derecha sobre el hombro del rubio, el joven asintió en respuesta.


—Si, estoy bien. Fue un viaje sencillo de cierto modo.


Shaka se puso también de pie encarando a la de ojos carmín.


—Es verdad..., veo que trajiste tu armadura.


—¿Ah?


Shaka no había reparado en la presencia de la armadura hasta que Darkness se lo dijo, el hecho lo había sorprendido bastante.


—¿Como lograste traerla contigo hasta aquí? —le preguntó la muchacha fascinada.


—En verdad… no lo sé. No la he traído yo, quizás Athena la haya enviado para ayudarme —contestó en lo que sus manos palpaban cada pieza.


—Es posible que sea así, estoy segura que Athena te protegerá desde el mundo mortal... —Darkness se puso seria de pronto—. Shaka, comprendo quien eres y lo que representas pero por nada del mundo te separes de mi.


—De acuerdo, tú conoces este lugar mucho más de lo que yo me puedo imaginar, solo te pediré que puedas guiarme hasta donde se encuentra Mu.


—Claro, por eso estamos aquí... Vamos.


Shaka asintió de modo afirmativo iniciando el camino junto a la guardiana.


 


 


Ϯ†Ϯ†Ϯ†Ϯ†Ϯ


 


 


En una de las habitaciones del templo principal, los Santos Dorados, la diosa de la sabiduría, el dios de los muertos y las dos acompañantes de la oscuridad observaban el cuerpo sin vida del guerrero de la Sexta casa del zodiaco. Shaka así como todos los demás guardianes, portaba su armadura de oro. Pero luego de unos segundos después de que Darkness desapareciera, también comenzó a desaparecer el ropaje dorado, dejando al budista solamente vestido con sus ropajes de entrenamiento.


—¡La armadura está desapareciendo! —exclamó el guerrero de Piscis. Los demás miraron sorprendidos el hecho.


—¿Que sucede? ¿Por qué la armadura se desmaterializa? —Athena se alarmó.


—No se preocupen —pronuncio Hades para desconcierto de los otros—, la armadura a seguido a su portador. Ella sabe que su guardián va a una batalla y ha querido protegerle aún en otro plano.


La aclaración del peli-negro dejó más tranquilos a los hombres y a la diosa. Shaka necesitaría mucha ayuda, y su armadura estaba dispuesta a dársela.


—Ahora que se han marchado, deberemos esperar a su regreso. Solo espero que recuerden que tienen un tiempo para poder lograrlo. Si no cumplen con el tiempo establecido, no podré traer de nuevo al caballero.


Hades hablaba con su varonil voz, profunda y pausada, los presentes solo escuchaban atentos lo que el dios de los muertos decía y Athena sentía los nervios a flor de piel.


La diosa no conocía completa la historia que ahora unía a Shaka, Saga y a Mu. Ella solo comprendía que en esta ocasión no podía hacer nada por su caballero, más esperar a que pudieran salvarle de lo que fuera que lo tuviera en aquel estado de sueño profundo.


—Disculpe —Sakarya la protegida de Darkness rompió el aparente mutismo—. ¿El joven de Virgo podrá volver por su cuenta a este mundo?


Los ahí presentes se acercaron unos pasos más para escuchar la respuesta que el azabache diera a la interrogante de la pelirroja.


Hades liberó un suspiro. Y comenzó:


—Verás, cierva, mi sangre es una especie de veneno letal que produjo la muerte del Caballero de Virgo por lo tanto, yo controlo el tiempo que permanecerá en el Reino Muerto, además de eso, también influye la cantidad de veneno que ingirió. Como todos vieron era relativamente poco, solo lo necesario para enviarlo sin destruir su cuerpo desde adentro.


—Espera, Hades —llamó Saga—. Shaka fue en compañía de Darkness, ¿no podría ella traerlo de nuevo?


—No, Caballero de Géminis —respondió sereno—, fue mi sangre quien envió su alma al otro mundo, más allá del Averno. Por lo que solo yo puedo traerlo de regreso, si él no logra su cometido en cinco horas exactas, su alma se quedará atrapada en esa dimensión oscura para siempre.


—¿¡Qué!? –gritó Saori con una tremenda cara de angustia— ¿¡Ni siquiera Darkness podría regresar a Shaka!? ¡Respondan! —exigió la chica a la bicolor y a la pelirroja que temblaba ligeramente.


Gasahadokuro al ver que la pelirroja estaba entrando en pánico, decidió tomar la palabra. Por ende, se colocó frente a Saori con el ceño ligeramente fruncido.


—Athena, Darkness controla todas las almas del Reino Muerto siempre y cuando sea ella la que las haya llevado a ese lugar –aclaró con severa voz ’. En este caso fue Hades el que puso a dormir al caballero, por lo mismo ella no puede interferir con lo que el dios de los muertos hizo.


Athena comenzó a temer por su caballero, Shaka era considerado como uno de los más poderosos de la orden, y era desesperante para la peli-morada saber qué además de haber perdido a Mu, también podía perder a Shaka y sin ella poder hacer nada por ellos. Los demás Caballeros Dorados escuchaban todo con atención y un fuerte sentimiento de pesar en el interior de cada uno. Esas dos entidades les estaban aclarando algo que la peli-morada no había contemplado, y ni Darkness misma se los dijo antes de condenar al hindú a un posible destino tan incierto y aterrador como ese que le estaban exponiendo y podría pasar si no hacían bien las cosas, en esa misión de recuperación del guardián de la Primera casa.


—¿Por qué Darkness no dijo esto desde el inicio? —quiso saber Saga completamente serio— Tuvo que advertirnos de esto antes de pedir la ayuda de Hades.


El nombrado ante la declaración del otro, debatió a favor de la hechicera de las sombras:


—Si Darkness no lo dijo, posiblemente haya sido porque lo supieran ustedes o no, eso no iba a cambiar nada. Ni la determinación del Caballero de Virgo por ir en busca de su compañero, ni la manera de ir al Reino Muerto. Si todo hubiera sido diferente y yo no hubiera sido convocado, su compañero siempre hubiera buscado la manera para ir a aquel sitio pero entonces, Darkness hubiera tenido que matarlo en cuerpo y alma para adueñarse de ésta y llevarla a ese lugar donde los mortales no tienen permitido llegar mientras aún estén atados al mundo terrenal.


—¿Es decir qué… Darkness no dijo nada de eso porque sabía que tanto nuestra diosa como nosotros nos negaríamos a que esto ocurriera, y Shaka hubiera muerto porque él mismo hubiera buscado la muerte con tal de ir por Mu? —Dohko estaba impactado ante lo recién revelado.


Hades asintió con su rostro inexpresivo.


—Así es, ella no les contó sobre esa parte porque está protegiendo al Sexto guerrero. El que me buscara a mi para que yo lo pusiera en suspensión era parte de su plan, pues eso aseguraba que el caballero volvería con ustedes. De otro modo, si las cosas no hubieran ocurrido como van, ese hombre no volvería de la muerte, mientras tanto todo va siguiendo el curso que Darkness tenía creado en su mente, y el único propósito que ella tiene sobre lo que yo he hecho es guiar a Virgo hasta aquí antes de que el tiempo prestado se le termine.


—Todo eso es verdad —vociferó la de Tétrica y todos la miraron—. Darkness no quería cometer más errores para que otro caballero tuviera que pagar por eso. Ella no quería perder a Shaka a cambio de Mu, por eso ni siquiera a Shaka se le fue revelado lo que ustedes están escuchando ahora, Darkness sabía que si le decía esto al guerrero, a éste no le importaría morir para que Mu pudiera salvarse porque lo haría como un castigo aceptado por todo el daño que le hizo a el joven de Aries.


—¿Como una especie de expiación de culpas? —Death había opinado.


—Exactamente…


—Lo comprendo todo ahora —susurró la joven diosa—. Lo comprendo y si es por el bien de mis Santos, entonces acepto el que se hayan hecho las cosas de este modo…


—Diosa Athena, no debe preocuparse, confíe en Darkness, ella no dejará que vuelvan a lastimar a ninguno de esos dos caballeros.


—Yo confío en que así será, Gashadokuro…


La japonesa se alejó con un aire un poco más relajado en el rostro. Por ello ahora fue el Patriarca el que se acercó a las dos chicas del otro mundo, preocupado por su adorado hijo/discípulo.


—Yo —inició Shion—, confío en Darkness y en Shaka para que traigan a Mu de nuevo a la vida, estaré pidiendo a las estrellas por ellos…


Gashadokuro sonrió con amabilidad y agradecimiento al peli-lima. El que alguien mostrara confianza a su amada era muy significativo, pues ella y Sakarya confiaban fervientemente en el poder de la azabache.


—Se lo agradecemos mucho, Patriarca Shion, yo sé que esto no es fácil para usted pero en verdad Darkness está haciendo todo lo que está a su alcance para poder recuperar el alma pura del joven Mu. Nosotras nos hemos quedado aquí para poder proteger el cuerpo y a ustedes en un dado caso las cosas en el Reino Muerto se dificulten.


—Lo sé y en nombre de mi diosa y los Caballeros de Oro, les estamos muy agradecidos por todo lo que hacen para ayudarnos.


—Pero para empezar, Patriarca —interrumpió una voz haciendo que todos los que ahí estaban le miraran—. ¡Todo esto empezó por culpa de esa chica Darkness, así que ir a salvar a Mu es lo mejor que puede hacer porque él está en ésta situación por su maldita culpa!


—¡Milo, cállate! —Camus intentaba detener lo que decía su novio pero éste no se dejaba.


—¿Por qué he de callarme, Camus? Si es la verdad de este asunto.


Sakarya ante lo dicho por el griego, bajó la cabeza avergonzada y triste. Ella sabía bien que lo que el de Escorpio decía era verdad, pero también sabía que Darkness no hizo todo aquello por voluntad propia y ahora trataba de remediar aunque sea un poco de todo lo que ocasionó por las ordenes de Shi.


Gashadokuro por otro lado, apretaba los puños con fuerza por el enojo que poco a poco crecía dentro suyo al escuchar a ese caballero insultando a la dueña de su eternidad. Aceptaba que la Guardiana de las Sombras cometió muchos errores pero también era consiente de lo que Darkness sufría al haber hecho todo lo que hizo, y Gashadokuro no permitiría que Milo siguiera hablando de lo que no sabía.


La Guardiana de los Esqueletos se había separado de la pelirroja para poner a Milo en su lugar, pero cuando pudo captar todo, notó con asombro que alguien se le había adelantado en su objetivo.


Milo estaba con el rostro ligeramente volteado hacía a la izquierda y los ojos abiertos de más, en su mejilla derecha se podía apreciar la rojiza silueta de una mano de dedos largos y finos. La situación era simple: Camus le había plantado tremenda bofetada para hacerlo callar de una buena vez.


Camus conocía la situación de Mu, él mismo se lo había confiado en su desesperación y sentimiento de vacío absoluto, y con el tiempo el Mago de los hielos comprendió que Darkness y Shi pudieron encontrar a Mu por la anímica energía emocional que poco a poco lo llevaba a la depresión. Y por si fuera poco, tanto Saga como Shaka habían tenido más culpa que las mismas espectros.


—Perdoname, Milo, pero es que no sabes cuando callar –negó con tristeza—... Shaka y Darkness son nuestra única esperanza y debes respetar todo lo que está pasando.


—Camus… yo… disculpame, no pensé en nada es solo qué, todo esto es demasiado triste. Mu no lo merecía…


—Lo sé, Milo, lo sé…


Camus abrazó a Milo, los otros suspiraron con melancolía. Ahora solo debían esperar y confiar en que todo saldría bien.


 


 


Ϯ†Ϯ†Ϯ†Ϯ†Ϯ


 


—Debo terminar lo que he empezado si quiero salir victoriosa sobre Darkness… Maldita la hora en que la dejé revelarse. ¡Tuve que haberla destruido desde esa ocasión en la que se negó a seguir cumpliendo mis ordenes!


Los gritos histéricos de Shi en aquella gran habitación hacían un eco casi fantasmal, por ello, el menor que yacía en un profundo letargo inducido por la de cabellos plateados, comenzó lentamente a abrir sus cansados ojos verdes. No podía ver mucho a su alrededor por la parcial oscuridad que le rodeaba como vigilando su sueño, pero aunque no podía ver todo lo que le rodeaba, si podía escuchar a la espectro que maldecía no muy lejos de donde él se encontraba ahora sentado abrazando sus piernas y con dos grandes lágrimas amenazantes de escapar de la prisión de esmeralda que las retenía a duras penas.


—Tengo mucho miedo… —soltó en un susurró moribundo cargado de temor. Susurro que nadie pudo escuchar en aquel silencio muerto.


 


 


Ϯ†Ϯ†Ϯ†Ϯ†Ϯ


 


 


—No hay tiempo que perder, Shaka, debemos llegar al Castillo de Luz, ahí es donde Shi tiene la pureza de Mu.


—Estoy dispuesto a todo por salvar a Mu, no importa lo que me pase, lo salvaré me cueste lo que me cueste.


Darkness sacudía sus grande alas por sobre el cielo mortuorio de aquel paisaje, llevaba a Shaka abrazado de la cintura para evitar que cayera por la velocidad de su viaje aéreo. Ambos sabían que la forma más segura y rápida de llegar a su destino era volando, y tenían razón; a poco de distancia se podía comenzar a ver el Castillo de Shi, pronto llegarían, y estaban más que listos para lo que sea. Esta vez Darkness pelearía sin importarle nada más que llevar a Shi al infierno.


Unos minutos más, en un claro del Bosque de los Lamentos, mismo que está en los terrenos del Castillo. Shaka y Darkness llegaban, la peli-negra movía sus alas cada vez más lento para poder aterrizar de modo seguro para ambos, ella nunca había llevado a nadie de esa manera, por lo que debía ser cuidadosa. Una vez estuvieron en tierra, iniciaron su caminar rumbo al lugar objetivo.


Se movían sigilosamente pero rápido, mezclados entre las sombras que los arboles formaban, y que eran sirvientes de Darkness al ser ella su guardiana. Las sombras los guiaban por el camino más seguro y ellos seguían hasta que al fin, una entrada a aquella temible construcción luminosa se dejó ver para alegría de los dos recién llegados.


—Entraremos por aquí —comunicó la de negro—. Mis sombras nos guiaran por el interior, he estado pocas veces en este lugar, así que no lo conozco muy bien. Solo permanece a mi lado por favor, y mantente alerta.


—Está bien, yo te sigo.


 


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Las largas y estilizadas piernas enfundadas en botas blancas de fino tacón, se movían con gracia en cada paso. Shi se dirigía con el libro de hechizos en los brazos hacía un amplio campo donde se podían ver múltiples figuras formadas como una especie de batallón militar; éstas vestían negras capuchas que lograban acariciar el suelo y cubrir por completo el rostro y el cuerpo en general, solo eran visibles las huesudas manos que sostenían en armónica sincronía grandes guadañas filosas hechas de plata y huesos de los condenados.


Cuando hubo detenido su camino frente a aquellas siniestras figuras, todo el que estaba en la formación se arrodilló frente a su ama, esperando ordenes de su parte.


—Recolectores de la Muerte —comenzó—, he de encomendarles una misión en la que no tienen permitido fallar bajo ninguna circunstancia.


—¿Que desea que hagamos, ama? —la parca líder de ese batallón se adelantó hasta la mujer.


Shi con la mirada más fría y determinada que tenía, respondió:


—Quiero que me traigan el cuerpo del guardián de Aries que está resguardado en el Santuario de Athena en tierra griega, en el mundo de los mortales. Y lo quiero esta misma noche aquí para unir al nuevo Rey de las Sombras con su cuerpo.


—¿Solo eso desea, mi ama?


—No, también quiero que maten a todo aquel que se oponga a que ustedes cumplan con lo que les he ordenado, pero envíenlos al reino de Gashadokuro, así no vendrán a molestarme una vez estén muertos.


—Como ordene, ama.


—¡Partan ya! Dentro de seis horas se celebrará la unión y nacimiento del nuevo soberano de las sombras.


La peli-plata dejó escapar una sonora carcajada, las parcas a su servicio acataron la orden recibida, y se dividieron en dos grandes grupos a cumplir con lo encargado. Subirían al mundo mortal y eliminarían a todos los guerreros que interfirieran con los planes de su señora.


Aunque siempre hay que tener cuidado a la hora de planear algo, Shi y las parcas no se enteraron de que todo lo dicho en ese campo había sido escuchado por uno de los guerreros de mayor rango de Darkness que como sombra del lugar, pasaba completamente desapercibida.


—Esto debe saberlo mi señora…


Y así como apareció, se esfumó como humo en las sombras de las columnas del lugar.


 


 


Ϯ†Ϯ†Ϯ†Ϯ†Ϯ


 


El caballero y la guardiana ya habían ingresado en el Castillo, hasta ahora llevaban cerca de media hora y nadie los había descubierto. El todos los pasillos era normal la presencia de soldados calavera y centinelas de luz.


Ambos corrían por los pasillos guiados por los subordinados de las sombras, aunque al girar a la izquierda en uno de los pasadizos, pudieron escuchar las voces de un grupo de parcas que se acercaban numerosas y a gran velocidad. Darkness tomó del brazo derecho al de Virgo, pegándolo a su pecho y camuflándose con las sombras de un pequeño y oscuro compartimiento a modo de decoración de ese retorcido sitio.


Las parcas pasaron cerca de ellos pero gracias a los poderes de la azabache, no se dieron por enteradas de sus presencias. Cuando los sirvientes de Shi estuvieron lo suficientemente lejos, un sorprendido Shaka preguntó:


—¿Que eran esas criaturas?


Darkness que vigilaba que no se acercaran más parcas, se giró para responder la duda del ilusionista.


—Son parcas, o lo que ustedes conocen como muerte, pero ellas son las que tienen ese aspecto que los humanos tanto idealizan e ilustran: el típico esqueleto con capucha y una hoz.


—Ya veo, pero se veían apuradas…


—Es verdad… tengo un terrible presentimiento, ellas solo salen del Castillo para arrancar la vida de los mortales de modo violento. Y si van de salida, es posible que Shi las haya enviado…


Darkness estaba meditando lo de las parcas cuando una espesa nube oscura comenzó a formarse frente a ella y a Shaka, tomando la apariencia de una joven de piel blanca como el papel, cabello negro corto y ojos grises y serios, enfundada en una ligera pero fuerte armadura de plata negra que cubría la mayor parte de su cuerpo. La alada reconoció enseguida quien era, mientras que Shaka se ponía alerta.


—¿Que es esto? —cuestionó el rubio a la defensiva.


—No te preocupes, Shaka, ella es una de mis guerreras de mayor jerarquía.


—Entonces, ¿trabaja para ti?


—Así es, es posible que Sakarya la enviara a recolectar información, ¿no es así, Yami?


—Así es, mi señora —hizo una reverencia—, la señorita Sakarya me pidió que viniera a investigar lo que Shi hacía porque el palacio se quedó sin sombra alguna por unos minutos. Ella llegó a pensar que usted había desaparecido de las dimensiones.


—Si, ella llegó a donde yo me encontraba en el mundo mortal, usó la sortija de ónix.


—Comprendo, mi señora, hay algo que debe saber usted.


Darkness se preocupó por la expresión sería que el rostro de Yami tomó.


—¿Que has descubierto, Yami? —colocando semblante serio también.


—Shi a ordenado a las parcas que suban al mundo mortal, más específicamente que vayan a Grecia, al Santuario de Athena y traigan el cuerpo que se encuentra ahí, perteneciente a uno de los caballeros del zodiaco.


Darkness y Shaka palidecieron.


—No, ahora comprendo porque iban tan de prisa…


—Y no es todo, Shi les ordenó acabar con todo guerrero que se interpusiera en su camino, enviándolos al reino de Gashadokuro para que no regresaran.


—Maldita… —susurró con rabia la oji-carmín— Shaka, debemos darnos prisa. Yami, reunite con el resto de los Guerreros Eternos y vengan aquí, si Shi quiere batalla, la va a tener.


—¿Pelearemos a su lado, mi señora?


La mayor asintió con determinación.


—Si, pelearemos todos juntos. Ordena a la mitad del ejercito de sombras que suban al Santuario de Athena en el mundo mortal, ve con ellos y dile a Sakarya que tome el control de mis guerreros en mi ausencia, que protejan a los dos caballeros durmientes, y ayuden a los Santos de Athena. También dile a Gashadokuro que deseo que me ayude, que ponga a la mitad de sus mejores guerreros a debatirse y proteger con los míos. Y luchen en contra de las parcas.


—Como usted ordene, mi señora. Cuando haya terminado de cumplir con su mandato en el mundo mortal, volveré con los otros cuatro Guerreros Eternos para defenderla.


—Confío en ti, Yami.


Yami hizo una reverencia a su guardiana, seguidamente, desapareció en el aire dispuesta a cumplir con lo que se le estaba encomendando. Dejando a Shaka y a Darkness solos y ahora afligidos más de lo que ya se encontraban.


—Vamos, Shaka, no queda mucho tiempo, mis guerreros y los de Gashadokuro liderados por Sakarya defenderán a Athena y a tus compañeros.


Shaka asintió en respuesta, y ambos comenzaron a correr, las sombras de los pasillos seguían guiando a la Reina de las Sombras para llevarla a donde estaba Mu.


 


 

Notas finales:

Este ha sido el capítulo 17, estoy trabajando en el capítulo 18 que, si nada sucede estaré publicando la otra semana. Agradeciéndoles de nuevo su apoyo y paciencia para con su historia ??’si porque es de ustedes??’. Me despido y hasta el capítulo 18, ya saben que su opinión es muy importante para mi, así que si desean hacérmela saber, los reviews son bien recibidos y si no, pues siempre les estoy infinitamente agradecida por tomarse un tiempo para leer. Gracias y sigan bella/os.


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