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Un Cuento Antes de Morir por darkness la reyna siniestra

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Notas del capitulo:

aqui esta el cap siete. Dios, me arden los ojos de estar frente al computador tanto tiempo pero al fin actualizare un pocomas rapido.

Gracias a esas personas especiales que me dejan sus reviews y siguen el fic.

Saint Seiya no es mio hermosuras solo los utilizo sin fines de lucro. Los unicos personajes que son mios son Darkness y la nueva criatura Shi que en japones significa muerte. Bien sin mas espero que les guste el cap, me quedo mas largo pero creo que es mejor asi.

Eran alrededor de las siete en Grecia, el sol ya comenzaba a calentar la tierra pero sin llegar a ser molesta, era temprano así que aun la frescura del amanecer estaba presente.

Aioria venia descendiendo junto con Aioros hacia el Coliseo, irían a entrenar como cada mañana. El mayor de los hermanos venía hablando sobre planes para la tarde con el leonino, venían hablando muy animadamente cuando el de Leo se detuvo en seco en uno de los peldaños que venían de la casa de Tauro. Aioros lo noto.

 

-¿Qué ocurre Aioria? –indago el mayor mirando al menor para luego voltear a ver hacia donde el otro miraba con el ceño fruncido.

 

-… -el rubio cenizo no respondió, solo miraba con enojo hacia el frente.

 

Aioros suspiro.

 

-No ganas nada con esa actitud hermano. –le dijo el mayor colocando su mano en la espalda del más joven.

 

-Ya lo sé pero… no entiendo qué diablos hacia ahí.

 

-Sea como sea, ya se va. Además no creo que haya habido problema porque todo está en calma.

 

-Supongo… que tienes razón.

 

Aioria miro a su hermano con una cara entre de derrota y conciliación y es que lo que había hecho detener al griego había sido ver a Saga salir del primer templo de manera lenta para luego perderse escaleras abajo hacia el Coliseo.

Ambos griegos ignoraban por completo que en ese momento el guardián de Aries no se encontraba solo, debido a que aquel espíritu que había comenzado a acompañar a Muu, no tenía un cosmos el cual sentir, al menos momentáneamente.

 

-Escucha Aioria, si quieres a Muu, tendrás que dejar que el resuelva sus conflictos internos primero. –Aioros se giró al otro para mirarle de frente, y poniendo una mano en el hombro de Aioria agrego. -No debes presionar las cosas, el ahora necesita de mucho tiempo de meditación para despejar su mente y corazón de esa manera cuando tu trates de acercarte, él no te alejara de su lado y entonces podrás brindarle compañía y compresión que es lo que necesita para completar la sanación de su alma.  –el arquero sonrió transmitiéndole a su hermano que nada era imposible y dándole a entender que debía a tener paciencia. Aioria sonrió y asintió con los ojos brillantes de esperanza pues quería mucho al peli lila y lo único que quería era que este estuviera bien y con esa alegría y humildad que lo caracterizaba. 

 

-Entiendo hermano, esperare mi oportunidad pacientemente. –sonrió. –Bueno, vamos a entrenar.

 

-De acuerdo.

 

Ambos se disponían a marcharse hasta que unas voces conocidas los hicieron frenarse de nuevo.

 

-¡Deja mi cabello Milo!

 

-Definitivamente lo tienes muy largo, cualquiera podría tomarte de él y hacerte caer en una pelea.

 

-No lo cortare, además nunca ha sido un estorbo en una batalla, nunca me han halado del cabello en un enfrentamiento eso sería absurdo.

 

Aquellas voces no eran de otros sino de Camus y Milo que venían bajando los peldaños también. La noche anterior, Camus se había ofrecido a pasar por Milo en la mañana para que no se le hiciera tarde bajar a entrenar pues era muy conocido que el escorpión por muy temprano que se levantara, siempre llegaba tarde por algún motivo desconocido.

En esta ocasión el aguador se veía frustrado porque el octavo custodio había venido molestándolo sobre lo largo de su aqua cabellera, diciéndole que podían usarla para derrotarlo en una pelea y Camus le había dicho una y mil veces que eso nunca le había ocurrido y no le ocurriría.

Aioria miraba divertido la cara del francés con un ápice de enojo e impaciencia hacia su compañero peli azul. Así que interrumpió en la discusión.

 

-¿Qué te pasa Camus? Pareces irritado.-el de Leo se ganó la atención de los dos peli largos.

 

-¿Se me nota tanto? –bufo fastidiado, Aioria asintió sonriendo. –Pues Milo me viene hostigando desde el octavo templo sobre que mi cabello esta largo y cualquiera podría tomar ventaja de eso. –Camus miro feo a Milo.

 

-¡Oye! Te lo digo para evitar que quedes calvo. Mira, mira esto. –dijo tomando con una de sus manos la parte media del cabello del otro, poniéndolo frente a su rostro. –Imagina que quien este debatiendo contigo te tome así y te hale hacia atrás. –Milo tiro del cabello sin lastimar al otro.

 

-¡Dame eso! –el de Acuario tiro del cabello quitándoselo al griego de la mano para ponerlo todo “a salvo” sobre su hombro derecho dejando su cuello blanco al descubierto.

 

Los hermanos griegos rieron con ganas al ver el conflicto tan absurdo de sus compañeros.

 

-¿Solo por eso discuten? –interrogo el mayor de los cuatro.

 

-Esto es una tontería y ¡tú! –señalando al escorpiano. –Aléjate de mí cabello o ¡me encargare de dejarte sin el tuyo! –Camus se dio la vuelta para marcharse del lugar dejando al bicho con los otros dos griegos.

 

Una vez a solas, Aioria hablo.

 

-Milo, ¿Por qué sacas a Camus de sus casillas? Sabes, esa no es una buena táctica de seducción. –el rubio se cruzó de brazos con una sonrisa.

 

-Sin mencionar que puedes acabar congelado. –agrego el castaño.

 

Milo suspiro.

 

-Quería tener una excusa para tocarlo, su cabello están hermoso, todo él lo es aun cuando este enojado je je. –Milo sonrió nerviosamente sobándose la nuca.

 

 -¿Por qué no simplemente vas y le dices todo lo que guardas en tu corazón por él? –hablo el arquero.

 

-Créeme Aioros, lo he pensado muchas veces pero al final siempre me acobardo… es raro que me acobarde ante algo pero Camus… es especial. –el peli azul sonrió de una manera soñadora, Aioria se vio reflejado en Milo.

 

-Te comprendo perfectamente. Pero al menos tú tienes la oportunidad de estar con él casi siempre, en realidad… creo que el copo te corresponde también, solo esta esperándote. –Aioria le palmeo la espalda al de Escorpio quien le sonrió.

 

-Aioria… tú sabes algo que no me has dicho.

 

 -… Bien, me declaro culpable… en una ocasión en la que Camus y yo fuimos a una misión de reconocimiento, comenzó a llover demasiado fuerte, así que nos resguardamos en una cabaña aledaña. Hablamos de todo un poco hasta que tú saliste como tema de conversación. Camus me confeso que estaba comenzando a sentir cosas por ti más allá de la amistad pero que no te decía nada por temor de que lo rechazaras.

 

La confesión que Aioria le estaba dando le paro el corazón. Su adorado aguador lo quería más que como su amigo y él ni en la cuenta.

 

-¿E-Estas seguro?  -cuestiono incrédulo.

 

-Claro, dudo mucho que Camus haiga estado ebrio para vacilar con eso.

 

-Lo ves Milo, ya no debes tener ninguna duda. Confiésale a Camus tus sentimientos por él, solo así él también te mostrara los suyos. –alentó el castaño sonriéndole.

 

-Tienen razón. –el bicho puso su mejor cara de determinación. –Hoy mismo le diré a Camus cuanto lo amo. Gracias Aioria, Aioros, debo alcanzarlo, nos vemos en el Coliseo. –Milo se despidió y corrió para darle alcance a su copo quien iba llegando a la entrada del Coliseo.

 

Los hermanos solo lo vieron partir mientras retomaban su camino de nuevo, formando planes para la tarde pues querían pasar una tarde de fraternidad el uno con el otro puesto que dado a que Aioros pasaba la mayor parte del tiempo con Shura, y Aioria la mayoría de tiempo entrenando o con alguno de sus amigos eran pocos los momentos que compartían “en familia”

Ignorando lo que en ese momento sucedía en la casa de Aries y que el hermoso peli lila estaba siendo despojado de su corazón.

 

 

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-

 

 

Las sombras de aquel lugar se unieron en una sola comenzando a formar una figura lentamente. Al estar completamente reformada, Darkness camino con pasos solemnes sobre el suelo de piedra antiguo de su templo del que era protectora y gobernante. Llego a una sala donde se divisaba una especie de trono de cristal negro con incrustaciones de rubíes y piedras preciosas. Una nueva figura se hacía notar sobre aquel majestuoso asiento. Era una joven con gran hermosura, de cabellera completamente plateada y brillante, sus ojos eran de un negro profundo, su piel blanca casi pálida y con unas hermosas alas blancas grandes como su altura que era igual a la de Darkness. Llevaba un hermoso vestido blanco largo que cubría completamente sus piernas, brazos y cuello. A su lado, descansaba una amenazante oz de gran filo y brillo.

 

-¡Shi!  ¿Qué haces aquí? –pregunto con sorpresa la guardiana de las almas posándose frente a la peli plata.

 

-Hola Darkness, al menos salúdame ¿no? –sonrió con autosuficiencia. 

 

La voz de aquel espíritu tenía un tinte más profundo como si fuese la voz de una gobernante a la que se debe obedecer.

 

-Claro, disculpa. Me has tomado por sorpresa. ¿A que debo el honor de tu presencia en mi castillo? –Darkness se acercó más a la visitante.

 

-Nada en especial, solo vine a ver cómo te va con la nueva alma en pena.  –Shi alzo una blanca ceja mientras cruzaba la pierna y jugaba con uno de sus mechones plateados.

 

La peli negra se tensó pero no lo demostró.

 

-Ya tengo su corazón. –informo alzando más su rostro.

 

-Eso está bien pero no es todo lo que quiero… -la de blanco se puso de pie frente a la oscura. –Recuerda Darkness, Muu es un caballero de la diosa griega Atena, su alma es la de un poderoso guerrero aunque se haya dejado llevar por los estúpidos mismos sentimientos que a ti te llevaron a estar aquí ahora.

 

La oji rojo cerró los ojos con pesar.

 

-Si quieres ser libre tendrás que traerlo a Fantasmeria a que él tome tu lugar como guardián de las sombras.

 

-Shi, ese joven no merece cargar con mi destino. –dijo en un sollozo el espectro oscuro.

 

-¡Cállate! Me pediste que no te quitara tu alma al convertirte en el ángel de las sombras. Pero me estoy dando cuenta que eso fue un error. Si te hubiera quitado esa unión con tu lado humano, tal vez ahora serias verdaderamente eficiente y cumplirías con tu deber.

 

-¡No quiero quitarle lo único que le queda. Muu ha sufrido ya bastante! –grito desesperada Darkness.

 

-Tendrás que hacerlo, quiero esa alma en mis manos. Imagina como será de fuerte una vez que lo despoje de esos estúpidos sentimientos y esas estorbosas emociones. ¡Vamos Darkness! el no volverás a sufrir porque no volverá a sentir absolutamente nada más que el interés en sí mismo y en su propio bienestar sin importar nada más.

 

-¿Así como tú?

 

-Así como tú… recuerda cumplir con lo que te he encargado y no me defraudes, recuerda que aun puedo quitarte tu alma. –el espectro de blanco llamo su oz de al lado del trono solo alzando su mano. Cuando este llego a su poder, dio una última mirada a la negro y desapareció en un leve rayo de luz. 

 

Darkness al verse sola, cayó al suelo de rodillas sollozando con profundo pesar pues aunque ya no tuviera su corazón. Aún tenía su alma lo que le permitía sentir con verdadera potencia. No sabía qué hacer, no quería que ese hermoso peli lavanda sufriera tanto como ella al no poder amar, al no sentir latir todos sus sentimientos en su interior.

Muu era un ser por demás inocente y no comprendía como Shi lo había encontrado hasta arrastrarla a ella ente él para llevarlo poco a poco a ese mundo donde había caído convirtiéndose en ese espectro que era.

 

-No quiero lastimar a Muu, pero si no lo hago yo, lo hará Shi y entonces será peor para él.

 

Darkness estaba atada de manos, tenía que pensar en una salida o una forma de evitar que el ariano perdiera todo aquello que lo hacía humano, pues el sufrir muchas veces es parte de la enseñanza de casi todo lo que se aprende en la vida y el sufrimiento nos hace humanos, nos hace seres con la capacidad de sentir piedad y perdonar y ella no le quitaría a Muu ese hermoso regalo con el que las personas vienen al mundo.

 

-No dejare que sufras como yo Muu. No le entregare tu alma a Shi aunque me pierda en las sombras, no te entregare a ella.

 

Había tomado una decisión y por nada del mundo la cambiaria, rompería la cadena aunque a ella le costara su alma y su humanidad.

 

 

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-

 

 

Todos los caballeros estaban entrenando a excepción de uno que no había llegado aún y muchos incluyendo a Saga, Shaka y Aioria creían que no llegaría. La mayoría desconociendo completamente los motivos y solo unos pocos sabiendo de ante mano las razones. Pero se equivocaron…

Muu llegaba a la arena con sus ropajes de entrenamiento muy para sorpresa de los involucrados recientemente con él y alegría para los demás que llevaban mucho sin verle.

 

-Muu, amigo tanto tiempo sin verte, en verdad me alegra que estés aquí. –saludo Afrodita sonriente quien se había acercado al ariano para saludarle después de mucho tiempo sin contacto.   

 

-Igualmente Dita. –saludo cortésmente Muu.

 

Camus y Aldebarán así como también Shura y Death Mask se acercaron al carnero para saludar.

 

-Hace unos días que no nos habías acompañado en el entrenamiento Muu, nos hacías falta. –comentaba el francés.

 

-Es verdad, erais mi compañero de práctica y sin ti me las he tenido que ingeniar para entrenar. –le decía Shura.

 

-Lo lamento Shura, he estado meditando en mi templo y no he podido venir.

 

-Tranquilo Muu. –intervino Aioros uniéndose a la conversación. –Practicando conmigo se ha mantenido ocupado. .-sonrió hacia el español quien también sonrió para luego darle un dulce beso en los labios al arquero quien lo abrazo con un brazo. 

 

-Al menos no has estado solo Shura. –el comentario del carnero hizo sonreír al hispano.

 

-Claro que no. –rio el griego.

 

-Muu… -llamo una nueva voz, el nombrado se giró para ver quien lo llamaba.

 

-hola Aioria. –pronuncio dulcemente el tibetano acercándose al rubio cenizo.

 

-Me alegra verte aquí, eso significa que estas un poco mejor. –el león miro fijamente el rostro fino del otro hombre frente a él, notando casi de inmediato los ojos ajenos. Esos ojos verdes, grandes y brillantes ahora lucían de un color más oscuro y se percibían opacos y sin esa chispa de ensoñación que poseían. Aioria se quedó pensando, cosa que fue notada por Muu. 

 

-¿Pasa algo? Te has quedado callado solo mirándome.

 

El griego salió de sus pensamientos.

 

-N-No, no pasa nada. Me alegra que estés aquí. –en un impulso, el mayor tomo a Muu en sus brazos en un abrazo cargado de tantas cosas que tenía que tragarse para evitar más conflicto en el menor. Muu correspondió el abrazo con una sonrisa.

 

El peli lavanda aún tenía esa esencia de humanismo pues no tenía su corazón pero si conservaba su alma lo que le permitía retribuir a los sentimientos de los demás mas no sentirlos ni crearlos.

Aquel contacto que le diera Leo a Aries estaba haciendo a cierto rubio hervir de los celos y el enojo. Shaka no sabía nada de los sentimientos del buen Aioria por el carnero pero sin duda aquella muestra de afecto para con SU Muu, lo estaba volviendo loco, esto debido a que no soportaba que nadie y cuando decía nadie era NADIE estuviera cerca de lo que él tomaba como suyo.

Saga noto el cambio casi agresivo que sufrió el cosmos del budista, miro al rubio con atención, lo noto tranquilo e impasible como si todo en el universo estuviera en calma. Como solía ser Shaka a la hora de la meditación o simplemente como si estuviera contemplando un atardecer pero su energía decía algo completamente diferente a su bello rostro.

El gemelo mayor volteo la mirada a donde el rubio miraba con “calma”, comprendiendo de golpe lo que ocurría en el interior de su koi. Vio el abrazo que Aioria le daba a Muu y entendió que ese sentimiento que Shaka emanaba era furia por ese contacto de los dos caballeros.

Por un momento se preguntó si a Shaka le gustara Aioria y por eso el trato frio que le daba a él. El mismo géminis sintió una punzada desconocida en su ser al ver al que alguna vez fuera suyo en brazos de otro, pero restándole un poco de importancia, se centró en el de la India y su resultado no le había gustado para nada.

Vaya ingenuo Saga que no sospechaba de Muu…   

Ambos dorados se separaron, uno no queriendo hacerlo y el otro agradecido por un poco de calor.

 

-Y dinos Muu. Puesto que Aioros te relevo de pareja de Shura, ¿Con quién quieres entrenar? –indago el toro poniendo una mano en el hombro del menor.

 

Muu miro a todos y cada uno de sus compañeros sin excepción centrándose en uno solo de ellos.

 

Ambos se miraron fijamente.

 

Muu hablo.

 

-Shaka… ¿Entrenarías conmigo? –Muu sonrió de manera cínica, cosa que sorprendió a los presentes dado que esa mueca nunca la habían visto en el rostro del ariano menor y más aún al estarle pidiendo a su “rival” que entrenaran juntos cuando todos sabían que Muu le huía a Shaka en una práctica.

 

Shaka se sorprendió en sobremanera pero como siempre, no demostró sus emociones.

 

Dando un paso al frente el rubio respondió.

-Como quieras… -dijo de forma seria.

 

Con porte altivo Shaka se dio la vuelta para dirigirse hacia el centro de la arena. Saga se estaba comenzando a poner nervioso pues creía que Shaka le haría daño a Muu o viceversa.

 

Muu seguía de cerca al hindú hasta que por fin ambos se encontraban frente a frente colocados en posición de ataque.

 

Todos los santos dejaron lo que estaban haciendo hasta el momento en el que el de Aries apareció, yendo a las graderías del Coliseo para ver detenidamente el encuentro que estaba por llevarse a cabo entre el primer y sexto guardián del zodiaco. En ese momento, Aioros se acercó con Shura donde su hermano menor se encontraba sentado mirando pensativo al pupilo de Shion.

 

-Aioria ¿En qué piensas tanto hermano? –el castaño y el peli negro se sentaron al lado del rubio.

 

-Hermano, algo paso con Muu. –sentencio con un tinte de preocupación en su voz, lo que preocupo más a los mayores.

 

-¿De qué habláis? –indago Shura.

 

-Verán… hoy cuando me acerque a Muu, lo mire fijo a los ojos y sus ojos… eran más oscuros de lo normal, además estaban opacos, no brillaban… no me reflejaba en sus orbes… y su piel… su piel era fría y sus labios han perdido un poco de su color.

 

-¿Estás seguro? –esta vez fue el mayor de los griegos el que pregunto.

 

-Si… su mirada es diferente.

 

-Yo he sentido un cambio en su cosmos, se siente diferente. Es más pesado, ¿Que creéis que tenga?

 

-No lo sé, solo sé que no es el mismo que solía ser.

 

En ese preciso momento, llegaba el Patriarca Shion con el caballero de libra Dohko a ver entrenar a los caballeros pero casi se va de espaldas al ver que su adorado pupilo estaba a punto de pelear con Shaka de Virgo pues el peli verde conocía la relación que ambos jóvenes tenían.

 

-Pero ¡¿Qué hace Muu enfrentándose al caballero de Virgo?! –grito alterado el ariano mayor llegando a donde mucho de los caballeros se encontraban sentados esperando a que el combate empezara.

 

-Créanos Patriarca nosotros también estamos muy sorprendidos. Muu no había venido a entrenar en unos días y ahora bajo y le pidió a Shaka entrenar con él. –narro Afrodita levantándose de al lado de su novio.

 

-Pero… ¡Ellos dos tienen una relación terrible! ¡Será una batalla de mil días! –decía fuera de si el oji rosa.

 

-Shion tranquilízate, tal vez este encuentro les ayude a limar asperezas. –alentaba el chino.

 

Shion suspiro resignado.

 

-Espero que tengas razón mi buen amigo.

 

El Patriarca no se movió del sitio, esperando a ver que sucedía.

 

 

 

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-¿Porque me elegiste a mí? –el rubio miraba al peli lila sin moverse de su posición.

 

-Porque eres lo más fácil. –respondió con una sonrisa burlona el primer custodio mirando fijamente al oji celeste.

 

Por primera vez en ese encuentro, Shaka vio fijo los ojos del carnero, notándolos opacos y vacíos.

 

-¿Qué te ha ocurrido en la soledad de tu templo mi ángel? –Shaka hablaba bajo, como un murmullo que interrumpía al viento que bailaba con el polvo de la arena.

 

-La oscuridad me ha reclamado como suyo Shaka… créeme cuando te digo que te cobrare lo que me hiciste aquel día.

 

-Tuve que hacerlo, era la única forma que encontré para hacértelo saber. Si no, siempre hubieras pensado que te odiaba pero en realidad tú te lo buscaste por no amarme como yo te amo. Te enamoraste de alguien que nunca te amo y que ama al hombre que te ama a ti. ¿No es estúpido?

 

La intención de Shaka con aquellas palabras, era hacer reaccionar a Muu sobre lo que debería sentir y comprender para dejar de penar por un amor que no vale la pena. Pero para desgracia del rubio, Muu ya no sentía nada de lo que antes invadía su atormentado ser.

 

Sin más Muu ataco.

 

-Ya no me importa lo que tú creas Shaka.

 

Muu se abalanzo sobre su contrincante con un veloz puñetazo que de no ser por un ágil salto que diera Shaka, seguro hubiera volado muchos metros lejos en un doloroso golpe. Claro Shaka no se quedaría atrás y atacaría también, colocándose en una posición de loto con sus ojos cerrados para pocos segundos después comenzar a levitar y su cuerpo se cubriera con un resplandor dorado.

Muu iba dispuesto a atacar de nuevo con otro certero golpe más fue imposibilitado por una fuerza invisible que choco contra él haciéndolo volar varios metros en el aire para luego estrellarse de lleno en una columna y caer al suelo aparatosamente.

Todos los espectadores se pusieron de pie preocupados por el estado del carnero pero la sorpresa fue mayúscula al ver a Muu levantarse sin problemas del suelo, solo limpiándose un poco la ropa y un hilillo de sangre que descendía desde su labio inferior.  Los dorados sabían que Muu era uno de los más poderosos de la orden dorada pero no dejaban de pensar que ese combate seria por demás peligroso tanto como para él como para Shaka así que aguantando la respiración, volvieron a sus lugares dispuestos a ayudar a sus amigos si lo necesitaban.

Muu camino un par de metro cerca de Shaka para luego desaparecer y en un parpadeo aparecer tras del budista dispuesto a golpearle con una potente patada pero el semidiós fue más rápido y volteo justo a tiempo para tomar la pierna del peli lila y arrojarlo por los aires pero dado a que Muu realizo complejas piruetas en el aire pudo quedar apoyado en otro de los pilares de la arena del cual tomo impulso para empujarse hacia al frente en dirección de Shaka que seguía en el medio sin abrir sus ojos. El oji verde trato de atacarlo con uno de sus ataques pero el rubio lo empujó hacia atrás colocando la mano en el abdomen de Muu, quien retrocedió con violencia dejando una marca profunda en la tierra producto del arrastre de resistencia que hicieran sus pies al ser impulsado para atrás con tanta fuerza aunque Shaka apenas lo tocara.

Muu sin muchas opciones, invoco uno de sus poderes para neutralizar al semidiós aunque sea por un corto tiempo.

 

-¡Red de cristal! –invoco el ariano y casi de inmediato se formó una especie de tela de araña al parecer hecha de cristal la cual se enrollo en el cuerpo del rubio velozmente dejándolo inmovilizado frente al de Aries.

 

Muu se volvió a tele transportar frente a Shaka sin que este se diera cuenta, pues el acto había sido hecho a velocidad luz. Sin tocarse el alma, el tibetano dio un poderoso golpe en la cara del peli dorado el cual casi cae de no ser porque la red de cristal lo sostenía.

El tiempo se detuvo para todos en el Coliseo, nadie soltaba el aire de los pulmones tratando de analizar lo que había sucedido. En la historia algún contrincante de Shaka de Virgo había golpeado su rostro… y Muu había sido el primero en lograr aquello que para muchos era algo imposible.

Shaka abrió sus ojos dejando escapar como ola potente todo su cosmos acumulado, su mirada mostraba ira y rabia, rencor y coraje.

Muu ante ese hecho invoco su muro de cristal para evitar ser alcanzado por esa poderosa energía que sabía le otorgaría la muerte en menos de lo que crea un pensamiento.

Los demás caballeros estaban de pie, visiblemente angustiados. Sobre todo Saga y Aioria que casi mueren de la impresión al ver un encuentro tal como el que acabaran de presenciar.

Shion también preso del pánico, ordeno finalizaran el encuentro y así se hizo. Todos los guardianes corrieron al centro de la arena para ayudar en lo que fuera necesario a los combatientes y felicitar a Muu por su coraje y proeza.   

Cuando Shaka se hubo recuperado, miró fijamente a Muu de lejos y decidió acercarse con sigilo. Al estar frente al menor de los arianos, hablo.

 

-Muu de Aries… -ante ese llamado, Muu lo miro sin intimidación alguna.

 

-Shaka de Virgo. –sonrió de medio lado el peli lavanda.

 

-Fue un gran combate… -Shaka se acercó al oído del menor y susurro. -Pero espero que entiendas que la próxima no tendrás tanta suerte.

 

El más cercano a Dios se alejó lentamente e interiormente estaba más que emocionado pues lo que Muu le había hecho, si, le molestaba pero también le admiraba que llegara tan lejos, y aunque fuera una simple práctica, sabía que debía tomar en serio cada cosa que viniera de Muu y ahora se convencía más que tenía que hacer grandes cosas si quería ganarse el corazón del ariano. Aunque literalmente tendría que hacer MUCHO para llegar a ese corazón que ahora pertenecía a la guardiana de las sombras.  

 

 

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-

 

La mañana voló entre emociones variadas de cada uno de los guerreros zodiacales.

Muu trato de irse de nuevo a su templo pero sus compañeros no se lo permitieron alegando que no le habían visto en muchos días y querían pasar un rato ameno entre amigos. Por ello desde el segundo guardián hasta el décimo segundo se encontraban en el templo del onceavo por idea de Milo por supuesto, para celebrar una reunión amena para convivir con el ariano que según Dita, ya casi no se dejaba ver.

Todos disfrutaban a excepción de dos de ellos. Shaka había acudido a su casa para tomarse un baño y meditar sobre lo acontecido hacía ya unas horas. Pero su paz fue interrumpida por la presencia de Saga en el recinto de la virgen. El hindú camino como si nada hacia el mayor de los gemelos solo con una bata de algodón blanco cubriendo su grácil figura.

 

-¿Puedo ayudarte? –cuestiono con serenidad el dueño de casa.

 

-Quiero que hablemos. –sentencio el mayor seriamente.

 

-Te escucho… pasa Saga. –Shaka camino hacia una habitación donde habían bastantes cojines un poco grandes regados por el suelo y unos tapetes con diseños complejos y extraños también desperdigados por el suelo de la habitación. Saga lo siguió y como el rubio le ordeno, se acomodó sobre uno de esos cojines. El geminiano vio al de Virgo salir y le cuestiono.

 

-¿A dónde vas?

 

Shaka giro para ver al mayor sentado en el cojín.

 

-Iré a vestirme y a preparar algo de beber, ya vuelvo. –siendo esta su última palabra, salió de la estancia dejando solo al tercer custodio.

 

Pasaron alrededor de quince minutos cuando el pupilo de Buda volvía a su lado ya cómodamente vestido. Traía consigo una bandeja de madera donde se podían ver dos tazas con diseños de oriente cuyo contenido era un té hindú de hierbas muy degustado por el mismo Shaka.  

 

El rubio acomodo la bandeja frente a Saga invitándolo a tomar una de las tazas de humeante contenido el cual el griego acepto.

 

-Bien, ¿de qué quieres hablarme? –pregunto mientras se acomodaba en uno de los cojines frente al peli azul.

 

-… Bien… hoy en el entrenamiento, sentí como tu cosmos cambio radicalmente… al ver a Aioria abrazando a Muu… -Saga miro fijamente a Shaka quien alejaba la taza de sus labios.

 

-Es verdad. –acepto el menor. –La ira me envolvió.

 

-¿Por qué? –el gemelo dio un sorbo a su bebida.

 

-Porque Aioria abrazo a Muu. –soplo su bebida para darle un nuevo sorbo con calma y elegancia.

 

-Dime ¿Te gusta Aioria? –indago dejando la taza en la bandeja.

 

-No Saga… amo a Muu. –confeso mientras también ponía su taza en la bandeja junto a la de Saga. –Lo amo a él y solamente a él.

 

-¡¿C-Como me dices eso con tanta calma?! –el griego se puso de pie mirando al otro sentado imperturbable con los ojos cerrados.

 

-Es lo mismo que tú hiciste con Muu, ¿recuerdas?

 

Bien eso había dolido, Shaka había dado en el clavo pues Saga palideció por completo. El más joven se puso de pie y encaro al antiguo Patriarca.

 

-Entonces ¿Por qué estás conmigo?

 

Shaka viro el rostro hacia otro lado.

 

-En un principio lo hice para lastimar a Muu por no amarme como te amaba a ti. Era una especie de castigo a su corazón y el que tú cayeras ante mí era el objetivo. El que estuvieras enamorado de mi fue un bono extra, entonces me entere de que la relación que tenías con Muu era para que yo te notara lo que me dio más poder para herirlo. Luego lo dejaste por mí, dejándolo expuesto.

 

Saga no podía creer todo lo que estaba escuchando, nunca pensó que él sería el utilizado en ese juego que él y Kannon crearon.

 

 

-El día en que Muu nos encontró, fui a su templo. Él estaba destrozado por tu engaño, fue entonces que le declare mis sentimientos. Le dije que lo amaba y lo hice mío.

 

Esa confesión si dejo perplejo a Saga. ¿Suyo? ¿Cómo iba a hacerlo suyo si Muu en ese momento estaba sufriendo? Tenía que saberlo o enloquecería sin remedio.

 

-¿Cómo que lo hiciste tuyo? –Saga toma al rubio de los hombros zarandeándolo con algo de fuerza.

 

-¡Tu solo entiende eso Saga! –alzo la voz soltándose del agarre. –Muu es mío y quiero que te alejes de él. Esta farsa se acabó, voy a ser todo lo que esté a mi alcance para tener su amor y tú no debes estorbarme o de lo contrario, te acabare.

 

-¿Así que eso crees? Estas muy equivocado si crees que te tengo miedo Shaka. Desde hoy dejaste de significar algo para mí. Muu tenía razón, tuve que dejarte y quedarme a su lado ¡¡¡Eres un maldito manipulador!!! –grito furioso el gemelo.

 

El semidiós sonrió con burla.

 

-No me importa lo que pienses, Muu será mío y tú no interferirás. Eres un idiota al dejarlo ir. ¡Si yo fuera tu nunca habría cometido semejante estupidez!

 

-Esto se acabó Shaka, pero en algo tienes razón, soy un idiota por cambiar a Muu por alguien tan frio como tú. Pero hasta a la idea de que recuperare a Muu a como dé lugar y esta vez será definitivo.

 

-Si así lo quieres Saga, entonces atente a las consecuencias porque yo seré el que tendrá su amor.

 

-Sigue soñando infeliz. –sonrió Saga triunfal.

 

-Lárgate de mí templo y aléjate de Muu, maldito. –pronuncio Shaka aumentando su cosmos de forma amenazante.

 

-No te preocupes, me voy pero créeme miserable que no dejare que le pongas una sola mano encima a Muu. Luchare por el así que mejor prepárate. –Saga se dio la vuelta y salió del templo dejando a Shaka con una profunda ira.

 

Lo que ambos guerrero desconocían era que no eran los únicos interesados en el carnero, había un tercero al que tendrían que hacerle frente para conseguir el amor de Muu, mas primero tendrían que recuperar su corazón para tatuar su nombre en este.

 

  

Notas finales:

Gracias por leer y cualquier aporte sera bien recibido con un review, me despido, hasta la proxima actualizacion. 

Cuidense x)


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