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Un Cuento Antes de Morir por darkness la reyna siniestra

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Notas del capitulo:

Hola mis lectores, hasta que al fin pude venir a actualizar el fic. De verdad lamento mucho mi demora, pero créanme, estaba en semana de exámenes y esta semana es de reposición de materias y me han dejado un sinfín de cosas para levantar mis calificaciones por lo cual no había tenido tiempo de escribir absolutamente nada. Justo en este momento me le he escapado a una de mis amigas que muy amablemente me está ayudando con presión para que yo cumpla con mis actividades dado que soy un poco olvidadiza y desorganizada.

Aunque me hubiera gustado hacerlo más largo, el tiempo no me dio para más, así que ruego su comprensión y espero disculpen.

En este cap, se conoce más lo que es el personaje de Darkness, y como llego a hacer lo que hace. Saben, siento que le estoy dando mucho relleno al fic y honestamente a mí me fastidian los rellenos, ya quiero llegar a la parte emocionante pero mi tiempo libre es muy limitado. L

Solo espero que disfruten de este fic y me den sus opiniones. De ante mano gracias por leer y comentar si es que lo desean. 

Era de mañana. Hace un buen tiempo ya que había amanecido y en la casa de cierto castaño griego, se encontraba maldiciendo a viva voz, el hermano menor de este quien no cavia de la rabia que sentía al tener como adversarios a dos a su punto de vista, miserables insensibles. 

Aioros suspiro con pesadez mirando a su hermano con una terrible cara de enojo mientras el otro soltaba aire de forma brusca.

 

-Hermano, ya cálmate, no conseguirás nada con esa actitud tan violenta. –pedía el arquero con dos de sus dedos presionando el puente de su nariz con cansancio.

 

-Es que no puedo ¡no puedo! Si hubieras escuchado Aioros como hablaban ese par de bastardos. –se dejó caer con pesadez sobre una silla cercana.

 

El mayor se acercó.

 

-Aioria, al menos no grites tanto. Despertaras a Shura.

 

El décimo caballero se encontraba en ese momento en la casa del de Sagitario pues se había quedado ahí desde la noche anterior compartiendo lecho con el mayor de los hermanos. Pero el español ya estaba despierto y había escuchado lo último dicho por su pareja.

 

-No os preocupéis, estoy despierto desde hace buen rato ya. Y he escuchado tu problema Aioria. –el peli negro se acercó al castaño solo con un cómodo pantaloncillo de descanso para darle un suave beso en los labios.

 

-Lo siento Shura, es que… estoy profundamente enamorado de Muu pero al parecer no soy el único. –el menor miro a Shura a la cara, notando la admiración y el desconcierto de este.

 

-¿Quién es tu rival? –indago.

 

-No quien amor. Quiénes. –aclaro el sagitariano a su pareja que quedo más sorprendido mirando con más atención a su cuñado.

 

-Se tratan de Saga y de Shaka. –informo con molestia en su voz y facciones.

 

-¡Que! ¿! Ellos dos están interesados en Muu!? Pero… ¿Te dais cuenta que son rivales poderosos? Esos dos no son de los que andan con rodeos.

 

-Ya lo sé amigo. –suspiro. –Pero no puedo permitir que sigan haciéndole más daño a Muu.

 

-¿Más daño?  A que te refieres. –quiso saber el hispano mirando a su novio y luego a el hermano de este.

 

Aioria se puso de pie de la silla y encarando a Shura le respondió.

 

-Hay mucho que no sabes sobre este asunto Shura.

 

Aioria comenzó a narrarle al capricorniano todo lo acontecido con el carnero desde que Milo le contara sobre lo que Saga le había hecho y lo que era hasta ese momento por que la cabra desconocía de esa parte de la vida de la que sus compañeros eran actualmente participes.

 

 

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En el templo de Aries, Muu ya se encontraba organizando lo correspondiente en su casa para la llegada de la diosa Atena que sería prácticamente dentro de un día con unas cuantas horas pues el tiempo volaba sin que nadie lo sintiera pasar.

Su mirada seguía siendo opaca y fría, en su rostro no había ninguna emoción reconocible, pero al tocar o mirar ciertas cosas, llegaban a él, golpazos de memorias en donde miraba a Saga, y en otras donde miraba y sentía a Shaka pero esos recuerdos no le hacían sentir absolutamente nada más que extrañeza por tenerlos pero luego de unos momentos, se le pasaba sin más ni menos.  

El peli lila se sentía en profunda calma y serenidad, mientras frente a un amplio espejo en una de las habitaciones de su templo, se cepillaba su largo y hermoso cabello con quietud. Pero algo llamo poderosamente su atención en el reflejo de sí mismo que tenía enfrente, se observó con detenimiento y descubrió lo que le inquietaba.

Sus orbes eran más oscuros de lo que recordara,  y su piel con un tinte casi gris, su cabellera seguía igual pero sus labios eran casi blancos. Al pasar una de sus manos por uno de sus mechones frontales para enredar el cabello entre sus largos dedos y llevarlos hacia atrás, miro con impresión que una figura oscura se encontraba tras de él y entonces una sonrisa sincera adorno su fino rostro para luego girarse y ponerse de pie frente a su visitante.

 

-Darkness.  –susurro el ariano sonriendo.

 

-Hola mi pequeño. –contesto la más alta con maternidad acariciando con el dorso de su mano la mejilla del caballero.

 

-No habías venido desde la vez en que me liberaste de mi sufrimiento. –Muu tomo la mano de la regente para acariciarla con las suyas.

 

-En verdad lo siento, he tenido algunos problemas.

 

En verdad el espectro no mentía, tenía más problemas que nada ante la declaración de lucha que ella y Shi habían tenido.

 

-Entiendo.

 

-Muu… he venido porque tengo algo en verdad importante que comunicarte.

 

Darkness se puso seria, eso al carnero le dio muy mala espina pero no dijo nada y solo asintió.

 

-Escúchame… tengo que protegerte.

 

A Muu le extraño aquello así que pregunto.

 

-¿Protegerme de qué? –cuestiono con cara de extrañeza.

 

-Déjame contarte desde el principio esta historia. –suspiro con pesar.

 

El caballero noto su tristeza y tomándola de la mano la guio a una de las esquina de aquella habitación donde no llegaba mucha de la luz del día para acomodarse en el suelo. Darkness acomodo a Muu para que la espalda de este quedara a la altura de su busto.

 

-Escucha Muu. –inicio a relatar la mujer con voz suave y delicada. –Yo no siempre fui esto que ves ahora frente a ti.

 

-Si no te gusta recordar, no te obligare a que me cuentes lo que has sufrido. –interrumpió el carnero mirando por el rabillo del ojo a la mayor.

 

Esta negó con calma y agrego.

 

-No, quiero contarte, así podrás comprender lo que te tengo que decir.

-Está bien.

 

-Yo era una joven normal, tenía 17 años y cometí el error de enamorarme así como tú, de ese caballero de cabellos azules. Confié en que me amaba tanto como yo a él. Pero me equivoque.

 

Muu escuchaba con atención lo que la chica le narraba, no sabía porque pero comenzaba a sentir algo que el rápidamente identifico como pena.

 

-Y ¿Qué ocurrió? ¿Por qué dices que fue un error? –Muu hablo susurrante.

 

-Porque una vez, él enfermo y estaba muriendo. Yo en mi desesperación, invoque a un espíritu oscuro para que no dejara que la muerte me quitara a mi amor. Ese resulto ser un demonio que a cambio de la vida de mi amado, pidió le entregara mi corazón y el día en que yo muriera me convertiría en la imagen personificada de lo más negro que los seres llevan en su interior. Trabajaría para la muerte misma, recolectando almas y despojando a las personas de lo que los hace ser quienes son, dejándoles vacíos y sin sueños… así como yo.

 

Muu se quedó callado solo analizando lo que acababa de escuchar. Darkness resoplo como queriendo apaciguar sus ganas de llorar, pero no lo haría, no era el momento y lo sabía; tenía que terminar de contar su historia y si lloraba le sería más difícil por lo cual continuo.

 

-Veras Muu, yo acepte ese trato presa del miedo de perder lo que más amaba, mi amado recupero su salud, yo no sentía ningún cambio en mí. Pero un día sin explicación, mi amor me cortó, dijo que no me amaba que nunca lo había hecho y que ya tenía lo que quería desde un principio…

 

La guardiana de sombras no pudo contenerse más y un sollozo quebrado abandono traicionero su garganta y sus ojos emanaban cristalinas lágrimas que corrían competitivas por sus mejillas pálidas. El peli lila que oyó ese lastimero sonido, se giró para ver el rostro de la azabache desfigurado por un dolor interior de memorias hirientes de un pasado que albergaba falsedad y agonía.

 

-Si quieres ya no me cuentes, aunque eres de sombras, eres un ángel, no mereces llorar. –el ariano le sonrió reconfortante, Darkness lo miro fijo por unos breves segundos y luego sonrió enjugándose las lágrimas de los ojos.

 

-Te lo agradezco noble caballero pero es necesario que te narre todo.

 

-Darkness… -decía pero un dedo sobre sus labios lo hizo callar.

 

-Sssshh… déjame continuar. –pidió sonriendo, Muu solo asintió resignado. -…Yo… estaba esperando un hijo de él cuándo rompió nuestra relación. En ese momento mi corazón se detuvo, aquel demonio con el que pacte, se lo llevaba en cada segundo que pasaba… Pero… ¿sabes que fue lo peor? Fui una maldita cobarde por no luchar aunque sea por mi bebe; supe de mi embarazo una semana atrás y ese día le iba a decir que seriamos padres, pero a él solo le importaba poseerme, quedarse con mi pureza y acabar con mi inocencia.

 

El tibetano abrió grande sus ojos al saber esa parte del espectro que estaba a su lado. ¿Cómo alguien podía hacer tanto daño? Y más a una pobre chica que estaba enamorada eso era sin duda algo que no tenía nombre y a Muu le daba coraje el solo pensarlo.  

 

-¿Qué paso con tu hijo? –no pudo evitar preguntar el oji verde. Darkness lo miro con un brillo diferente en el rojo de sus pupilas.

 

-Cuando él se marchó aun cuando le suplique no me abandonara, decidí que tendría a mi hijo aunque fuese sola. Al cumplir mis dos meses de embarazo, volví a verle pero ese día, se estaba casando con otra mujer… sentí que lo poco que me quedaba de esperanza se me iba a los pies y esa noche en la que él estaba celebrando su luna de miel, yo me desangraba en una bañera, había cortado mis venas y solo esperaba que todo terminara; sentí que mis ojos se cerraron. No sé cuánto tiempo paso pero volví a despertar. Frente a mi estaba una joven de cabellos plata y ojos negros, me sonreía y me tendió su mano; yo la tome y ella me llevo frente a un gran espejo de cristal oscuro.

Al reflejarme me asuste porque ya no era yo. Mi cabello, mi rostro, mi cuerpo había cambiado por completo y descubrí que tenía estas enormes alas en mi espalda. Esa chica, se presentó como Shi, la muerte; me explico que yo había muerto pero por un pacto que hice con ella, me había detenido en mi viaje al otro mundo, descubrí alterada que ya no tenía a mi bebe en mi vientre y le exigí me dijera que había pasado con  mi hijo. Ella me dijo que el niño no nacido se había convertido en un ánima en castigo a mi acto pagano.  Llore descontrolada pero eso no cambio mi destino, Shi quería quitarme el alma para convertirme en la reina de las sombras pero le suplique que no lo hiciera pese al dolor que sentía. Ella acepto pero ahora tú corres peligro por ello.    

El de Aries se puso de pie ante el espectro que aún seguía en el suelo, hecho un rápido vistazo hacia afuera de la pequeña ventana que ahí había para seguidamente ver a la guardiana quien también lo miraba con marcada preocupación.

 

-Dime quien es esa Shi. ¿Qué quiere de mí y porque te obliga a hacer lo que quiera? 

 

La peli negra suspiro cansada.

 

-Shi es la que me convirtió en esto. –se pone de pie. –Me ordeno acercarme a ti, una vez que lo hiciera, te despojaría del corazón y lo guardaría. Ella me dijo que tu sufrías por un cruel engaño de la persona que amas, fue por eso que le obedecí, quería ayudarte a olvidar tu tristeza y a quitarte ese dolor que a mí nadie me pudo quitar, te llevaría a mi reino para que pudieras descansar pero hace poco Shi me confeso que quiere tu alma para dominarte y convertirte a ti en lo que yo no fui.

 

-Pero ¿Por qué a mí? ¿Cómo me encontró? En verdad no lo entiendo. –Muu estaba notablemente desesperado por lo que le estaban contando. En qué diablos se había metido.

 

-Porque estabas emocionalmente propenso pero Shi vio todo el poder que posees lo que te convierte en un perfecto rey de sombras. Esta loca y quiere tu alma, yo me negué a matarte pero ella es la que lo hará si no te protejo. Por eso he venido.

 

-Entonces… mi corazón, mi alma. ¡Todo era parte de un maldito plan! –grito molesto el peli lavanda.

 

-Muu por favor comprende que estas en un gran peligro. Si no me dejas ayudarte Shi te matara y entonces ni Hades podrá traerte de vuelta. –se desesperaba.

 

-¡Y que me importa a mí eso! Todos me hacen daño de la peor forma posible, confíen en ti y resulto que tú eres igual o peor que los otros.

 

-¡Te lo suplico, no me digas eso! –la oscura se sentía impotente ante aquellas duras sentencias que el menor le daba con odio y rencor.

 

-¡¡¡Lárgate!!! No quiero verte, no te necesito. Eres como todos, una desgraciada egoísta.

 

-Aunque no quieras –sollozo. –Te cuidare y evitare que Shi te lastime como lo hizo conmigo.

 

Si esperar respuesta, la chica desapareció entre las sombras de la habitación.

Al estar solo Muu grito con frustración, pero alguien lo había escuchado y fue corriendo a ver qué le ocurría a su amigo.

Al llegar al primer templo. Camus se sorprendió de ver al tibetano sentado en el suelo de esa recamara donde sabia Muu tenía un hermoso espejo donde le gustaba mirarse rara vez. Un poco alterado, el mago del hielo se acercó al menor.

 

-¡Muu! Amigo ¿estás bien? Te escuche gritar. –le decía el peli aqua hincándose a su lado.

 

-Camus, si estoy bien, solo un poco molesto. –aclaro mirando al mayor a la cara.

 

-¿Por qué? Si tú eres muy pacifico.  –Camus ayudo a Muu a ponerse de pie.

 

-A veces las cosas cambian un poco amigo. –sonrió.

 

-Mmmm entiendo, en verdad ¿solo es eso?

 

-Sí, te agradezco la preocupación.

 

Ambos hombres se quedaron frente a frente sin decirse nada hasta que Muu hablo para romper el silencio.

 

-Y ¿Qué haces por aquí?

 

-Ah pues iba al pueblo por unas cosas, quiero hacer algo para Milo, sé que le gusta lo dulce. –los ojos de Camus brillaban al afirmar aquello.

 

-Mmmm y ¿ese interés en Milo, Camus? –el menor alzaba una de sus marcas como una ceja con una sonrisa traviesa en los labios mirando el recientemente adquirido carmín en las mejillas de su amigo.

 

-Este… veras Muu, Milo se me declaro anoche y yo también le declare mis sentimientos. –el aguador alzo el rostro para ver al otro pues miraba al suelo con vergüenza. –Ahora somos pareja.

 

Muu sonrió por la noticia y abrazo a su amigo con sinceras felicitaciones.

 

-Felicidades amigo, yo sabía que no eras tan frio como aparentabas. –rio levemente mientras se separaba.

 

-Oye que no lo demuestre no quiere decir que soy una vil roca sin sentimientos. –se defendió cruzándose de brazos.

 

Para Camus era bien sabido lo que había sufrido recientemente el carnero pues Milo le había puesto al tanto de la situación con el de Géminis. Al onceavo guerrero le sorprendía el estado tan tranquilo del tibetano para todo lo que le habían hecho. Camus se imaginaba que con la forma sentimental y emocional de Muu pese a ser uno de los guardianes más poderosos de la orden, tendría que estar bastante afectado con tanto choque pero muy por el contrario, el chico se miraba estable. Sin duda algo impresionante para alguien como Muu.

 

Aunque aún había algo que le preocupaba al acuariano y sabía que desconocía de ello.

 

 -Muu… -inicio a hablar de nuevo para quedarse callado de pronto solo mirando al otro.

 

-Dime Camus.

 

-… ¿Recuerdas cuando te dije que si necesitabas hablar  solo tenías que decirme? –el más alto puso una mano en el hombro del más bajo.

 

Muu asintió.

 

-Bien creo que ya es momento, te noto sobrecargado emocionalmente, como un rio que no puede seguir su cauce. Siento que te haría bien descargarte un poco. ¿Qué dices?

 

-Creo que tienes razón Camus. Tal vez es lo que necesito, cada día me siento más vacío por dentro.

 

-Está bien, ven baja conmigo al pueblo, ahí encontraremos un lugar donde hablar en calma y privacidad.

 

-Vamos entonces.

 

El ariano sonrió asintiendo, tenía muchas cosas que contarle a su amigo, Muu era alguien bastante reservado pero últimamente el no hablar con alguien de sus asuntos lo estaba ahogando y en verdad necesitaba sacar todo eso que tenía rezagado.

El protector de Aries y el de Acuario, comenzaron a caminar escaleras abajo con dirección al pueblo para poder charlar tranquilamente.

Notas finales:

Bien… aquí el cap nueve, dejen sus comentarios, dudas o críticas, yo las responderé, de nuevo disculpen mi retraso, ya veré como subir el siguiente cap en menos tiempo. Cuídense mucho, nos leemos luego. 


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