CAPÍTULO 10: SMILE AGAIN
“Una gran sonrisa es un bello rostro de gigante”
-Charles Baudelaire
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Marzo vino y aun no tenía la más remota idea de cómo habían pasado los meses, el tiempo literalmente lo sentí en un suspiro y parecía mentira que las flores hubiesen comenzado a brotar, dando vida a la ciudad antes blanca por completo.
Ji Yong y yo, estuvimos castigados el resto del invierno. ¡Él logró salirse con la suya! Aunque yo no debí ser sancionado por algo que no planeé, Hye Yoon en venganza y vergüenza por dejarse embaucar por Ji Yong, se las arregló para que mis padres me incluyeran en el castigo. ¿Resultado? Estuvimos de ayudantes en una tienda cerca de mi casa y teníamos que ayudar a quitar la nieve que a veces se empozaba en la puerta de nuestras casas hasta formar un cúmulo enorme.
¿Nos cansamos? Sí, pero Ji Yong decía que mientras estábamos juntos todo bien y que valió la pena tomar el castigo. A veces ese muchacho era demasiado inteligente para su edad, me asombraba. Él era diferente, no era el prototipo de persona común y yo también lo era. Aun así, a pesar de ser diferentes, en nuestras propia “especie” somos diferentes y de una rara manera nos complementamos.
Hoy por fin después de días ocupados y no, no fue por el castigo porque venció ese mismo 28 de Febrero, nos reuníamos para celebrar nuestra libertad.
Para comenzar de buena manera la primavera sugerí una heladería en el centro y aquí estaba esperando a cierta persona que aun no aparece. Bufé de impaciencia. Llevaba 10 minutos retrasado. En mi aburrimiento decidí observar el local y me arrepentí en ese mismo instante, consiguiendo una fuente de irritación en mi persona.
Es que… tarde me había dado cuenta de la fecha que escogí cuando quedé con Ji Yong para encontrarnos. ¡Pésima idea salir en este día!
Estuve tentado a jugar con las servilletas cuando escuché la puerta de la heladería correrse, por costumbre alcé mi cabeza y en ese lapso de tiempo, rogué que fuese Ji Yong, mi deseo se cumplió para variar por fin de una vez. Le dediqué una mirada fulminante y él solo rodó los ojos como si yo fuera un loco exagerado.
¡Já, sí claro!
-Bonita hora de llegar- reclamé ni bien él se sentó frente a mí. Crucé mis brazos- ¿Qué tienes que alegar en tu defensa?
-¡Hola, hyung!- recalcó Ji Yong sus buenos modales, achiqué mis ojos en respuesta. Él me miraba divertido- Seung, no eres abogado, así que nada de cosas relacionadas con la defensa. Me demoré porque hubo un accidente.
-¿Accidente? ¿Y me lo dices así a la ligera?- mi voz se tiñó de preocupación.
-Solo fue de una bicicleta contra una pareja- explicó Ji Yong tranquilizándome- Algo menor, los ayudé.
-Tu buena acción será recompensada- sonreí al saber el motivo. Ayudar es algo característico en Ji Yong- Escoge el helado que quieras.
-¿En serio?- Ji Yong enarcó una ceja escéptico- Sabes que no lo hice por una recompensa- iba a decir algo para protestar, pero su mirada se acentuó, dándome un claro mensaje: Espera, todavía no termino - Lo sé, no pretendiste ofenderme y tienes buenas intenciones, pero no creo que quieras que estemos por acá mucho tiempo o, ¿sí?
Gruñí al recordar el motivo por el cual no me gustaba el día de hoy.
-Gracias por el recordatorio. Tienes razón- no pude evitar dar un vistazo fugaz por la tienda de nuevo- ¿Por qué hay tanta gente hoy?
Un quejido lastimero brotó de mis labios. Mi mejor amigo se echó a reír suavemente.
-Aquí está el pedido- la camarera del lugar, apareció con dos enormes potes de helado- Disfruten, los helados.
Y con una sonrisa desapareció. Ji Yong rió un poco más fuerte y bueno, yo me enfoqué en silbar una melodía, ignorando la mirada de mi mejor amigo.
-¿Pediste menta y fresa por adelantado?- la risa de Ji Yong todavía continuaba- Me conoces bien, pero si ya tenías el pedido… ¿Por qué hablaste de un premio?
-Bueno… - hice un amago con una mano como si no me hubiese atrapado in fraganti- Porque incluí galletas de oreo y fudge en tu pedido. A ti te encanta que tenga cosas extras como ese barquillo cilíndrico que lo adorna.
-¡Oh, pues muchas gracias hyung!- se burló simulando creerme- Me siento conmovido- a pesar que lo decía en broma, ambos sabíamos que esta afirmación si era verídica- Por cierto, la repuesta a tu pregunta hyung. ¿Sí recuerdas que es el día Blanco, no?
-¿No podían haberlo creado en otra fecha?- gemí frustrado. Luego probé mi primer bocado de helado- El 15 hubiese sido una excelente fecha.
-Porque caería Domingo, ¿no?
Ji Yong completó el pensamiento que rondaba por mi cabeza.
-¡Exacto! ¡Por algo eres mi mejor amigo!
Puntualicé contento y seguí comiendo mi helado.
-Hmm…-Ji Yong empezó a comer su helado, disfrutándolo con gusto- A ti lo que te molesta es que el 14 haya caído un Sábado sin que te des cuenta. Estoy seguro que si era otro día no estarías renegando como anciano.
-¿Anciano, yo?- me ofendí ligeramente por su razonamiento- Si te das cuenta este lugar parece como hormigas esperando salir de su hábitat en verano.
-Una inteligente comparación, hyung.
Bufé ante su apreciación.
-No me importa la inteligencia. No entiendo, ¿por qué Corea creó este día? ¿No es suficiente con San Valentín?
-Es el turno de las chicas de regalar cosas a sus novios. Además –puso los ojos en blanco- ¿De qué te quejas? Cuando tengas novia, serás consentido.
-Hey, todavía soy joven para eso. No me interesan las chicas por el momento.
De eso tenía completa seguridad.
-Pero la tendrás en un futuro, hyung.
-Cierto, pero tú también.
-Sí, tienes razón.
-Bien. No hablemos de temas desagradables, más bien disfrutemos que por fin nos libramos del castigo.
-¿No lo estamos haciendo?
Ji Yong se centró en su helado.
-No. Falta la parte final. Deja de comer el helado.
Saqué mi celular y enfoqué la mesa, quería sacar una foto.
-¿Por qué?
No fue necesario darle una respuesta, él se dio cuenta por sí solo. Quitó las manos y rápidamente tomé la foto.
-¿Qué estás haciendo, Seung? ¿Acaso temes olvidarte de cómo lucen los helados?- Ji Yong hizo gala de su humor irónico- Podemos venir acá cuando quieras, no es necesario hacer esto.
-¡Ja, ja, ja! ¡Gracioso, te crees! Mira y verás.
Entré a mi app de Instagram. Me había creado una cuenta recientemente, era muy divertida esta red social. Jamás pensé que usaría una, pero para todo hay una primera vez.
-¿Te has creado Instagram? ¿Desde cuándo?
Podía notar la sorpresa en Ji Yong.
-Hace unas dos semanas.
-¿Por qué?
-Bueno…
-¿Sabes qué? Olvídalo. Hay algo más importante- Ji Yong me interrumpió- ¿Hyung, en serio? Tienes 14 años y ¿subirás una foto de comida?
-No seas aguafiestas, Jiyongie- ignoré sus palabras- Hay que conmemorar el momento.
-Pero, si yo tuviera…
-¡Listo, publicado!
La foto era muy buena y me dejó satisfecho.
-¿Qué publicaste?
-Eatstagram with my best friend.
-¿Qué cosa? ¿Me estás bromeando?
Ji Yong tenía los ojos abiertos como platos, no entendía su motivo.
-¡Ay, tú no sabes manejar Instagram! ¡Deja esto al experto! No me pongas esa cara.
Hablé como un experimentado sobre el tema y fui serio, aun así Ji Yong estalló a carcajadas. Fruncí el ceño confundido.
-Por supuesto- dijo entre risas- Tenías que ser, hyung. Tus publicaciones suenan como tú, por lo visto.
-Gracias- contesté sardónico.
-Mi placer- Ji Yong hizo una ligera inclinación con su cabeza- Por cierto, si tuviera Instagram postearía cosas más interesantes.
-¿Qué estás insinuando, Jiyongie?- le escruté con la mirada.
-Nada. Solo que nuestras publicaciones tendrían diferentes estilos.
-Y yo nací ayer.
-Si tú lo dices.
Él se encogió de hombros.
-¡Jiyongie!
-¡Hyunnie!
Me imitó perfectamente y por más que me negaba a reír, terminé sucumbiendo ante la risa.
-Deja de quejarte y antes que continuemos comiendo nuestros helados, mejor tomémonos una selfie- sugirió.
Ni siquiera esperó mi respuesta, él arrimó su silla junto a la mía en pocos segundos. Reí divertido por su manera de ser, no dudé en hacerle caso. Su idea era fantástica.
Juntamos nuestras caras y cuerpos para tomarnos una selfie decente, lo logramos al tercer intento. Él volvió a su posición original y yo me quedé mirando la fotografía.
-Y por favor, no pongas una palabra corta.
¡Rayos él me conocía bien!
Ji Yong continuó comiendo su helado. Me permití contemplar la foto unos segundos más. En ella los dos sonreíamos muy a gusto y cómodos el uno con el otro, se reflejaba claramente en el retrato.
Sin embargo me di cuenta por primera vez que la sonrisa de mi mejor amigo era bonita y más combinaba con sus ojos marrones, eran lindos. Había algo ahí, en su rostro, que lo hacía ser perfecto en el acoplamiento entre las partes de su cara. Interesante.
-No, no lo haré. He publicado “Nada como comer helado con tu mejor amigo”- le enseñé el pie de la foto- ¿Feliz?
Ji Yong asintió complacido.
-Bien. ¿Has pensado bien el tema del colegio?
-Sí, estoy dentro.
Como pasábamos a una nueva etapa escolar, a Ji Yong y a mí se nos ocurrió estudiar en la misma escuela. Ojalá que nuestros padres aceptaran la idea. Sonreí al pensar que quizá teníamos el apoyo de nuestras hermanas por ser fastidiosas con nosotras, aunque no sabía la razón de mi sonrisa, Ji Yong me devolvió el gesto.
Definitivamente Ji Yong sonríe bonito.